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Roger el colombianito que me cambió todo
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Tiempo de lectura: 15 minutos

Quiero poder contextualizar y contar tal cual sucedió todo, por lo que espero no se enojen por lo largo de la intro.

Mi nombre es Juan Ignacio, tengo 34 años, soy de Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Fui nacido y criado en una familia conservadora, religiosa, ex militares, de educación en un colegio muy caro de la zona norte de la Provincia de Buenos Aires. En la vida tuve todo, vacaciones, comodidades, ropa de marca, siempre me moví en los mismos ámbitos de relaciones personales. En mi familia las juntas con "negritos, judíos y gays" estaban prohibidas. Mi viejo siempre motivo a mis hermanos y a mi a hace deporte. Desde chicos empezamos en el equipo de rugby del colegio, y luego pasamos al club de rugby del barrio. Mis hermanos eran mas rebeldes y obedecían poco. Yo siempre consciente o inconscientemente busqué ser el hijo ejemplar. Siempre tuve cuerpo grande, espalda grande, pectorales grandes, y piernas gruesas, el rugby terminó de formarme la contextura y luego el gimnasio me definió. Soy rubio oscuro, de ojos celestes, 1.84 m de altura, mi papá igual, 1.85. Somos todos altos en mi familia. Según mis ex novias siempre estuvieron contentas, satisfechas, nunca me la medí pero me han dicho que unos 19 cm tengo. Me dijeron que era gruesa y de unos 19 cm aproximadamente, nunca me la medí. Siempre resaltó debajo de la ropa por lo gruesa mas que por lo larga. Incluso tuve novias que mucho no se la aguantaban. Muchas veces acababa pajeándome o me masturbaban.

Novias lindas, de buena familia, conocidas de mis viejos. Sacar buenas notas en el colegio, ser bueno en deportes, etc. Mis hermanos no. No les preocupaba.

Desde chico sabía que algo en mi era diferente, salía con mujeres pero sentía algo extraño por mis amigos mas cercanos. Éramos amigos, pero uno de ellos me atraía. Claramente nunca se lo dije, pero era con quien mejor vínculo tenía. De hecho las noches que se quedaba mi amigo en mi casa, y dormíamos en mi habitación, me quedaba mirandolo y muchas veces me masturbé debajo de las sábanas imaginandomelo desnudo, encima mío, besandome.

Terminando el secundario, había que elegir carrera, había que decidir a que Universidad iría. Sentí mucho peso de pronto en mis hombros. Quería cumplir las expectativas de mis padres. La que era mi novia se fue a estudiar al exterior lo que me generó un gran alivio, ya que no sabía como cortar con ella. Mi plan era que la universidad haría que nos vieramos menos y terminar la relación. Por un lado, sentía que al estar en un ámbito mas independiente iba a poder hacer la mía y empezar a explorar el mundo de los hombres.

Bueno, resulta que me costó, mi viejo me pagaba la universidad, mi vieja pendiente de que novia llevaba a casa, ya que esperaba verme casado y que le diera nietos. En fin. Gracias a mis notas participé por un programa de intercambio universitario en España. Y aproveché y me fui. Estuve un año estudiando afuera y explorando el ambiente gay en Barcelona, en Madrid, en las playas del Sur de España… Fue un antes y un después en mi vida. En Europa, en el ambiente gay y con mis proporciones físicas realmente y no es de soberbio, me cansé de coger. Cogía mucho y varias veces y con los hombres no tuve problemas con el tamaño de mi verga. Siempre se la bancaban toda, hasta el final. El mejor sexo lo tuve desde ese momento. Con mujeres siempre estaba insatisfecho.

Volví a Buenos Aires, terminé la facultad, carrera de Abogacía con un promedio de 9 y entré a laburar en una multinacional, para la que había estado brindando asesoramientos en el intercambio estudiantil en España. Me contrata la sede en Buenos Aires primero como pasante, y luego me hicieron abogado semisenior. Por mi rápido ascenso, mi padre me compró un departamento en el barrio de Cañitas en la Ciudad de Buenos Aires. Me había comprado el coche. Una noche de felicidad porque realmente veía que materialmente estaba todo bien en mi vida, decido confesarle a mis padres y hermanos que me gustaban los hombres. Fue el peor golpe que pude haberle dado a mi familia.

Estuvieron varios meses sin hablarme, de hecho, fue la primer Navidad que la pasé con amigos pero no con familia. En el mientras tanto conocía chicos pero nadie que me volviese loco. Sentía y veía que era todo lo mismo, todo el mismo ambiente. Gente bonita, de buena posición económica, metida en todo tipo de drogas. Estaba bastante cansado de ese ambiente, de esos pibes. Quería algo mas…

Entre el trabajo, la especialización en derecho empresario, mi vida personal, siempre traté de meter 6 veces por semana de gimnasio y casi 2 horas de entrenamiento. Siempre fui vistoso, llamaba la atención por mi altura, mi cuerpo, no me considero lindo pero hasta compañeros de trabajo heteros me dijeron que soy fachero. Muchos decían, no puedo creer que seas gay, podrías estar con las mejores mujeres de la Compañía. Bueno, no!

A mis 30 años me hicieron abogado Sr y jefe de litigios con pequeñas empresas. Tenía que ganar experiencia pero ese ascenso logró que tenga mi equipo de trabajo, me convierta en jefe y me asignen una oficina. Nos mudamos a otro piso del edificio ya que había mas trabajo.

Un jueves de lluvia, llegué a la oficina mas temprano que todo mi equipo. Entro al piso y veo a unos metros que mi oficina tenía la puerta abierta y se notaba a través del vidrio esmerilado que una persona estaba adentro. Ingreso rápido ya que había dejado algunos documentos importantes a la vista y era un chico jovencito, que no llegaba a los 24 años, de tez morena, pelo oscuro, ojos negros, 1.60 de altura, delgadito, con ambo o uniforme de ser personal de limpieza. Le pregunto con cara seria: Buen día, Ud. Quien es? Quien lo dejó ingresar?

Roger: Buen día Señor. Mi nombre es Roger. Claudia, la jefa de limpieza del piso me abrió las puertas para que pasé la aspiradora. Ya me retiro. (Conocía a Claudia desde que entré a trabajar a la compañía, sabía que era de confianza).

Yo: Ok, no hay problema. Por favor, no toques nada de lo que hay en el escritorio que es importante. Voy a buscar un café al comedor y vuelvo.

Roger: Si señor, termino de pasar la aspiradora y me voy. No lo voy a molestar.

Me fui mirándolo de reojo. Me había llamado mucho la atención. Fui al comedor, pedí mi café. Volví a la oficina. Y estaba él, agachado pasando la aspiradora debajo del escritorio. Me quedo esperando del lado de afuera de la oficina con la puerta abierta. Presto atención y a Roger se le asomaba una tanga blanca y un culo redondito, chiquito pero redondito. El pantalon de su uniforme tipo ambo se le bajaba o le quedaba corto. Me obnubiló esa escena. Había visto pibes con lomos impresionantes en suspensor o tanga, pero en él, algo me generó. Mi pija empezó a ponerse algo inquieta debajo de mi pantalón de gabardina, lo que hizo que mire para otro lado y me acomodé rápido antes de que me vea. Además ya había empezado a ingresar gente al piso. Cuando me doy vuelta, Roger me dice: ya terminé señor. Ya puede entrar. Perdone la demora pero la aspiradora no funciona bien.

Yo: no te hagas problema. Hace cuanto que trabajas acá?

Roger: En este edificio, hace dos meses señor. Pero en este piso empecé esta semana.

Yo: Ok, y de donde sos orginario?

Roger: Soy de Colombia. Estoy en Argentina hace dos años, vine con mi papá por trabajo.

Yo: Ah, bueno, Bienvenido entonces. Espero estés cómodo, si te puedo ayudar en algo, avísame. Soy el Dr. Juan Ignacio.

Roger: Ok, Doctor, un gusto.

Se alejó a limpiar otros sectores. No lo volví a cruzar. A las 2 horas, necesité ir al baño y masturbarme pensando en esa escena que había presenciado. Me excitó como hacia tiempo no me excitaba nadie antes. Su imagen sumisa, de joven vulnerable, aniñado y de rasgos algo femeninos, tierno, pero por lo visto algo erotizante me ponía a mil. Además pensaba, que lo llevaría a usar esa clase de ropa interior?

Beatriz, la señora que ayudó por años en la casa de mis padres con la limpieza y los quehaceres y luego, cuando yo me mudé al departamento que me compró mi viejo, se jubilaba y nos dijo que ya no trabajaría mas. Nos recomendó una conocida de ella que causó mas problemas y decepciones que ayudarnos en sí. La nueva mujer no quería limpiar dos casas, o limpiaba mi departamento o limpiaba y ayudaba en la casa de mis padres. Le dije que se quedará con mis padres que la nacesitaban más. Yo buscaría alguien para que me ayudara con el orden y limpieza de mi depto. Pasaron un par de semanas y las personas que enviaba la agencia, dejaban mucho que desear, limpiaban mal, había partes que no limpiaban, no planchaban o lo hacían mal y en un par de ocasiones desaparecieron cosas del departamento. Decidí ocuparme yo de mi casa. Igual era ridiculo, tenía muy poco tiempo y ganas de hacerlo.

Unas semanas después, cae un litigio importante del cual ocuparnos. Nos estaba llevando un tiempo importante, recursos, energía. Teniamos que ganarlo ya que era uno de nuestros principales clientes y no podíamos quedar mal. Un sábado a la mañana estando en casa, revisando los papeles para adelantar tiempos y tener avances para el lunes, me doy cuenta que necesitaba unas carpetas que había dejado en la oficina. Necesitaba tenerlo conmigo para darle un avance. Llamo a seguridad del edificio para avisarles que iba a abrir el piso y mi oficina para sacar unos documentos. Me responden: Si, venga tranquilo, solo está personal de mantenimiento haciendo reparaciones y arreglos.

Me subí al coche, vestido bastante informal, pantalon deportivo, zapatillas, buzo y una gorrita. Llegué al edificio, estacioné y subí al piso 9 donde trabajo. Llego al piso y estaba la puerta principal de ingreso, abierta. Pensé en el personal de mantenimiento.

Llego a mi oficina, abro la puerta, y me pongo a revisar los papeles sobre mi escritorio para buscar lo que necesitaba. En eso escucho de lejos: Hey Doctor! Que hace aquí? Era Roger.

Yo: Hola Roger, como estas?

Roger: Que sorpresa verlo aquí en sábado.

Yo: Si, vine a buscar unas carpetas, estoy trabajando pero desde casa. No me digas que te hicieron trabajar un sábado?

Roger: Si señor, siempre trabajo los sábados como hasta las 14 h. Este sábado nos tocó aquí, sino siempre estoy en los otros pisos.

Yo: bueno, y está todo tranquilo?

Roger: Si, estoy yo sólo. No lo molesto, haga tranquilo. Avíseme si necesita algo.

Cuando uso pantalon deportivo o de jogging, la realidad es que use boxer o slip, el bulto siempre se me marca, mas menos, siempre se me marca. Mas que nada por lo gruesa. Cuando Roger me dice que seguía con su trabajo, su vista se desvió a mi bulto. Lo que me hizo sospechar que era del bando. Tan solo pensarlo, hizo que la verga se empiece a hinchar. Me di vuelta e hice el movimiento de buscar las carpetas. Me senté en mi silla, me acaricié y acomodé la verga, y veía como el cuerpito de Roger se alejaba a los otros escritorios.

El piso estaba vacío, salvo por él y yo, Encontré lo que necesitaba para llevarme a casa, pero quería ver si podía tener algo mas de Roger. Por lo que en un momento, me levante el pantalón, a propósito, aún con mi verga medio gomosa, me la acomodé de costado, de manera que al pararme se notara. Sabia igual que se pondria tiesa si Roger se acercaba por lo que decidí en principio quedarme sentado.

Yo: Roger, puede venir?

Roger. Si Dr. ya voy.

Yo: mira, estos papeles por favor, tiralos que no sirven y fijate que debajo de ese mueble ayer había pedacitos de papel, creo.

Se da vuelta y se agacha y vi ese culito hermoso, y ese ambo color celeste que le quedaba hermoso y le retocaba esa cola que moría por saber si era lampiño natural, o había algo de pelo.

Roger: no veo nada Dr., pero igual ahora paso la aspiradora.

Yo: dale, gracias. Contame, que hace un chico de tu edad un sábado a la noche? Sale? Se queda en casa?

Roger: No, no creo que salga Dr., me quedaré en casa con mi padre, cenando y mirando televisión. Aún no nos pagan y no hay mucho dinero.

Me paro, me siento sobre el borde del escritorio hacía el lado que él se encontraba y le digo: Uhhh que mal. Cobras los primeros días del mes?

Roger: si me responde, a veces el quinto día hábil.

Mira hacia la pared, y mira hacía donde estoy yo, y lleva disimuladamente la vista a mi bulto.

Yo: agarré una de las carpetas, la abrí me hice el que leía algo, y con la otra mano me acomodé el bulto que estaba mas hinchado, veo que él no quitaba la vista. Elevó su mirada hacía la mía, pero yo la bajé hacía la carpeta. Listo, Era la señal que necesitaba.

Yo: Conoces a alguien que haga limpieza en casas? La empleada que tenía se jubiló y estoy buscando alguien de suma confianza o muy recomendada que no me fallé, que sepa limpiar, y planchar.

Roger: Dr., si Ud. quiere, y no le molesta, yo podría hacer ese trabajo. El dinero me vendría muy bien y puedo hacerlo durante la tarde cuando salgo de aquí.

Yo: en serio me decis? No te quitaría tiempo libre? O de estar haciendo otras cosas?

Roger: de verás que no Dr., para mi sería un placer ayudarlo y me es de mucha confianza, ya lo conozco y le repito, el dinero nos vendría muy bien.

Yo: Ok, te parece el lunes por la tarde? Cuando salis de acá me venís a ver y te doy la llave, por ahora no tengo copia. Voy a hacer una en la semana.

Roger: Dr., un placer ayudarlo.

Yo: bueno, me voy que tengo que seguir con todo esto. Cuidate y buen fin de semana. Lo saludé con un beso. Y me fui rapido. De pensar de verlo en mi casa, hizo que la pija se me pare. Antes de salir del edificio, fui a uno de los baños de PB y decidí masturbarme para aliviar la tensión. Solté un cantidad de leche que manchó medio inodoro y la pared de azulejos. Pasé un papel, y me fui. El domingo estuve todo el día en que sea lunes, el caso había quedado a un lado, no podía concentrarme.

Lunes por la mañana, reunión con los directivos, otros gerentes. No estaban contentos con el rumbo que estaba tomando el litigio. Esperaban resultados positivos rápido, el tribunal podía fallarnos en contra y multarnos. Una abogada parte de mi equipo, con gran experiencia en mediaciones, le delegué varias responsabilidades de manera que me ayude un poco a llevar esto adelante. Fue un día largo. No había almorzado. Tocan a la puerta de mi oficina. Era Roger.

Hola Roger, como estas? Pasa. Mi cara cambió por completo, sonreí. Después de horas de seriedad y preocupación.

Roger: Como le va Dr.? No lo vi hoy temprano,

Yo: No, fue una mañana dificil. Tomá. Acá tengo la llave de mi casa. Ya le avisé al personal de seguridad que irías, te van a pedir DNI. Pero anda tranquilo. Yo voy a estar llegando después de las 18 h. Te dejo mi tarjeta, ahí está el telefono de acá el fijo, y mi celular. Cualquier cosa me llamas.

Le indiqué donde se guardaban las cosas de limpieza. Y se fue.

Llegué a mi casa a las 19hs, mas tarde de lo habitual. El guardia de seguridad me dice: El chico que vino a hacer la limpieza, muy educado, me dejó su llave. Entré al departamento y olía excelente, vi que todo estaba ordenado. Fui a la habitación y mis pantalones de vestir, y camisas, todas planchadas y colgadas. Una maravilla. Llamé a Roger a su celular.

Hola Roger? Juan Ignacio habla.

Hola Dr., buenas noches.

Encontré la casa impecable, te felicito, muchas gracias. Por favor, mañana anda a verme a la oficina que arreglamos tu pago. Dos veces por semana te voy a necesitar.

Como no Dr. Mañana lo veo. Que descanse.

Me hizo sonreír. Me cambié y me fui al gimnasio.

Al día siguiente, las tensiones y las idas y vueltas por el caso seguían. Entro al baño a lavarme la cara, refrescarme y voy a los mingitorios a orinar. En plena meada, escucho que se abre la puerta y el carrito del de limpieza. Permiso, hay alguien? Era Roger, que llega a donde estoy yo, me saluda y baja la vista a mi verga.

Yo: tragué saliva por la sorpresa de verlo ahí, y como pude disimulé y le dije: Hola Roger, como estas?

Él: Perdóneme Dr., pensé que estaba vacío, tengo que hacer una limpieza rápida, del baño.

Yo: me puse a sacudir mi pija algo erecta y veo que vuelve a mirar y no sacaba la mirada. Me la metí como pude dentro del boxer. No dejaba de marcarse. Me acomodé el pantalon me subí el cierre, y él se da vuelta y se pone a limpiar. Lo noté que se puso algo nervioso.

Estas bien?

Él: Si Dr., después paso por su oficina.

Me lavé las manos y me fui rapido a la oficina.

Algo en mi se salía de control cada vez que lo veía. Si, no solo mi verga, algo más.

A la hora y media, tocan a la puerta.

Él: Permiso Dr.

Yo, Si Roger, mirá. Este es un cheque para que deposites en tu cuenta, te voy a pagar el mes adelantado, si te parece, así dispones de dinero por cualquier cosa. El mes que viene, ya hago los trámites para que directamente se te transfiera el importe a tu cuenta, y necesito que vengas dos veces por semana.

Él: mira el cheque y me dice, pero Dr., esto es mas de lo que estoy ganando por mes acá en la empresa. Es mucho y son solo dos veces por semana. No puedo aceptarlo.

Yo: Roger mirá, confío en vos, necesito que me ayudes con mi casa. Yo estoy con muchas cosas acá. Necesito gente que sea de ayuda. Aceptalo porque es lo que corresponde al pago por hora de personal de limpieza para casas particulares. Además, si necesitas tomar algo, comer algo, ducharte antes de irte, podes usar lo que necesites de mi casa sin ningún problema y con total confianza. Demostraste respeto, confianza, y ser eficiente. Dejame que te recompense. Si podes cambiar el horario y venir los sábados a la mañana, mejor aún. Te doy la llave para que entres y salgas tranquilo.

Él: Dr., estoy muy agradecido por su confianza y por este dinero porque realmente nos viene muy bien. No lo voy a defraudar.

Contento se va de la oficina, y yo feliz de verlo feliz. Me mejoró el día.

Viernes, despues de una semana imposible, logramos dar varios avances en el caso del litigio, y despues de una buena noticia por parte de la mediación, salimos con el equipo de trabajo a brindar a la salida de la oficina. No soy muy habitué del alcohol por lo que esa noche terminé muy quebrado. Solo sé que uno de mis colaboradores me dejó en la puerta de mi edificio y le pidió a uno de los guardias que me asegure que entre al departamento.

Sábado a eso de las 11 h, me despiertan unos ruidos. Me asusté, me levanté rápido a ver que pasaba, solo estaba en miniboxer. Salgo del cuarto medio mareado y lo veo a Roger planchando.

Él: Dr., buen día, que susto. Perdoneme, no lo quise despertar. Me dijo el guardia que llegó algo borracho y al verlo dormido, le cerré la puerta del cuarto y me puse a trabajar. Disculpeme que lo desperté con el ruido. (Su vista se posicionó en mi bulto, en mi pecho y en mi vista entrecerrada.

Yo: No te preocupes, ni me acordé que venías, seguí en lo tuyo.

Me fui a la cocina, a tomar mucha agua. Me doy vuelta y Roger mientras planchaba no me quitaba la vista de encima.

Yo: No me vayas a quemar las camisas, por favor jaja

Él: jajaja Dr., nunca vi de cerca un cuerpo como el suyo, tiene mucho gimnasio encima. Se lo ve impecable. Ahora entiendo las cosas que hablan de Ud. las mujeres de la oficina.

Yo: jajaj shhh habla bajito que me duele todo. Me voy a duchar. Pasé por adelante de él, me estiré, a propósito, lo miré, y vi que no me quitaba la vista de encima del boxer.

Entré al baño, cerré la puerta y abri la ducha fría. Que me baje todo o iba a cometer una locura. Después de unos minutos, puse el tapon en la bañera, y la llené con agua caliente, y me metí, me senté y me recosté hacía atrás. Apoyé mis brazos en los bordes y me super relajé. Me adormecí y un rato despues escucho que golpean a la puerta del baño. Me despabilo y digo: Si!!! Que pasó?

Roger: Dr., ya estoy terminando, quiere que limpie su cuarto? O lo dejo así como está?

Yo: Acomoda un poco y listo. Me voy a volver a acostar seguro. Acá tenes que limpiar?

Él: no, el baño ya lo limpié, necesita que le alcance algo?

Sus ojos no se apartaban del agua que reflejaba mi cuerpo. Mi pija adomecida y echada hacía un costado.

Yo: Alcanzame el toallón ese y dejalo acá cerca por favor.

Él obediente, acerca el toallon a la cabecera de la bañera.

Se agacha para secar el piso por fuera de la bañera que estaba mojado. Acercando su cara hacía adentro de la bañera para mirarme de cerca. Yo con los ojos entre cerrados observando sus movimientos y actitudes. Algo me frenaba para no tirarme encima de él, besarlo y practicamente violarlo.

Él. Bueno, voy a acomodar su cuarto.

Yo. Ok.

Me levanté, comencé a secarme, vacié la bañera, y me di cuenta que no tenia ropa interior para ponerme. Me cubro con la toalla, Voy al cuarto y lo veo a Roger con mi boxer usado en sus manos.

Yo: mira que es el que tenía puesto, vine a buscar uno limpio. Me saqué el toallon tirandolo al piso y quedando completamente desnudo frente a él, y con la pija medio gomosa. Él se puso nervioso, comenzó a meter ropa dentro de un canasto y mientras y yo buscaba en el cajon de los calzoncillos cuál ponerme, Él en tono nervioso y sonrojado me dice: Ese toallon que tiene a sus pies lo pongo para lavar también?

Yo: Si por favor.

El se acerca casi temblando, se agacha despacio mirandome la pija. Yo seguía en mi búsqueda serena de que ponerme y me amasaba la pija que se ponía cada vez mas dura con la cara de Roger a centímetros y petrificado tratando de levantar la toalla.

Yo: Si te gusta lo que ves, es tuyo.

Él. Me miró entre asustado y sorprendido. Yo con cara de: es en serio y con la pija recta y dura como piedra. El abrió la boca y se la metió casi completa. Yo empecé casi a temblar de placer. Él con una devoción que no vi antes, me chupaba la verga de una forma como si fuera un premio que le había costado mucho obtener. Yo no podía creer la situación de verlo así arrodilladito, laburando con esa boca, tratando de que le entre toda en la boca.

Mis piernas se debilitaban del placer y me siento en la cama. Él no despega su boca de mi verga. Utilicé el mayor autocontrol que tuve en mi vida para no ahogarlo con leche. Lo levanté y empecé a besarlo desesperadamente, apasionadamente, pasando toda mi lengua por su boca, cuello, por su cuerpito delgadito, casi femenino. Gemiamos ambos de placer pero él se retorcía practicamente. Sus manitos acariciaban mi cuerpo. Tocaba mis pectorales, me apretaba los brazos. Nos devoramos a besos y volvió a bajar a mi pija. Me tiré hacía atras en la cama volviendome loco de la manera en que la chupaba.

Me incorporé, lo levanté, practicamente le arranque la ropa y baje a su cola, Se la chupé como si fuera el mejor caramelo que había comido en la vida. Roger apretaba fuerte las sábanas y gemía. Lo violé con mi lengua. Mi pija estallaba. Me tire encima de él, lo abracé lo levanté. Nos besamos y practicamente forcé que se siente en mi pija.

Empezó a gemir de dolor y me dijo, no Dr., no estoy preparado, es muy grande, me duele. Yo: tranquilo, relajate, despacito. Shhh

Él: no Dr., espere, me duele. No puedo. Con una carita de dolor que me dió ternura.

Afloje y seguí besándolo.

Él se agachó y volvió a chuparmela, le dije: voy a acabar, voy a acabar, chupó con una energía única. Acabé como hacía años no lo hacía adentro de su boca. Le sujeté la cabeza y se la mandé hasta el fondo.

Se le salían las lágrimas, los mocos, daba arcadas, le brotaba leche de la boca. Estaba colorado y soportando una presión que creo que nunca aguantó en la vida. Lo solté se salió. Se limpio la cara con las sabanas, y me siguió chupando hasta dejarla limpita.

Yo estaba en el sumun del extasis. Se me había ido la resaca. Todo. Caimos los dos desmayados en la cama. Lo abracé y me quedé pegado a él hasta casi conciliar un sueño tranquilo.

En un momento me dice: Dr., disculpe pero me tengo que ir. Y dejé cosas sin hacer.

Yo: no te preocupes, pero quiero volver a verte, pero quiero hacerte el amor. Me traes loco hace tiempo y necesito hacerte mío. Mira, se me puso dura de nuevo.

Él, sonriendo, sonrojado, me dice. Le parece esta noche?

Yo, dale, te espero. Antes de irse, se volvió a agachar para chuparmela, y le volví a preñar la boca.

Se fue y me quedé desmayado practicamente. Me desperté cerca de las 18 h, con hambre, sed. Comi y tome algo, ordené algunas cosas, y pedí comida a mi delivery favorito. A las 22 h recibo un whatsapp de Roger: Estoy abajo, puedo subir?

Yo, subí!

Apenas entró me lo comí a besos, lo alcé y lo llevé al cuarto. No lo dejaba ni respirar de los besos que le daba. Le apretaba esas nalgas hermosas que si, son laminas naturales. Lo lindo de las pieles caribeñas.

Él con sus bracitos y manitos me acariciaba todo mi cuerpo, me chupaba las tetas, me ponía loco. Yo lo apretaba, acariciaba, por fin estaba con este pendejo que me tenía fuera de mi mismo. Mi pija ante su presencia, era roca. Lo di vueltas boca abajo, le pasé la lengua desde el cuello, sus orejitas, empecé a bajar por su espalda, y llegué a ese regalo preciado que era su colita chiquita, redondita, lampiña, un sueño para mi. Le pase la lengua como si fuera un helado, en una tarde calurosa de verano. Lo cogía con mi lengua. Gemía de placer. Lo sujeté de la cintura y lo puse en cuatro, metí primero un dedo, y mi lengua para que se vaya dilatando. Metí dos dedos y mi lengua, para que se siga dilatando. Roger gemia de placer y algo de dolor. Ya con 3 dedos, sumé el lubricante. Me puse también en la verga, lo levanté, lo volví a besar y lo empecé a apoyar de a poquito sobre mi verga para que vaya entrando. Su carita se fruncía de dolor, y de placer. Yo Shhh shhh despacito bebé. Shhh…. Entró primero la cabeza, y de a poquito empecé a hacer fuerza para que mis huevos lleguen a su cola. Y así fue. Me quedé quietito mientras lo besaba. De a poco me empecé a mover mientras él con sus bracitos rodeaba mi cuello, yo lo sujetaba de sus nalgas, y lo subia y bajaba despacio. Su carita de dolor de a poco se transformó en placer. Ya se había adaptado a mi tamaño.

Empecé a acelerar las embestidas. Él me pedía que mas despacio, me costaba contenerme. Me acariciaba los pechos, los brazos. Me sujetaba de la cintura, como para que no me desprenda. No quería hacerlo. Empecé a acelerar. Me pidió parar. Lo puse boca arriba, puse sus piernas sobre mis hombros y enterré mi pija de una. Dio un grito de dolor, le pedí disculpas y empecé a moverme, despacio y cuando vi que se relajaba, aceleraba. Nos besabamos, nos acariciabamos, pero mi pija no la sacaba de su orto. En un momento cuando sentí que estaba por acabar, me posesioné, lo sujeté fuerte y en 6 embestidas, practicamente lo embaracé. Él acabó sin tocarse. Estabamos sudados, agitados, mi pija seguía sin salir de su cola, lo sujeté fuerte y lo senté arriba mio para que sacara la pija. En un momento seguí cogiendomelo porque mi pija no bajaba, y la leche hizo de lubricación. Lo cual generó que él se relaje y no le duela tanto. Lo puse contra el placard y lo cogí de parado, él gritaba, gemía me pedía que sea mas suave, por momentos que vaya mas rápido, yo ebedecía pero no me desprendía. Ver mi pija en esa colita, sacaba lo mas morboso y calenton de mi. Giramos y lo puse en 4 sobre la cama, lo empecé a coger mas rápido, gritaba, gemía y le dije: te acabo, y en una exhalación, empece a acabar de una manera explosiva. No paraba de sacar leche. Me tiré sobre él, muy agitado y él también cae en la cama porque sus bracitos no aguantaban mi peso. Nos quedamos así un rato hasta calmarnos. Mi pija seguía hinchada pero ya no piedra. Dos preñadas en menos de 2hs me dejaron calmadisimo.

Le dije: duchemonos y comamos algo, querés?

Me dijo que si, en la ducha nos matamos a besos y caricias, y volvimos a coger bajó el agua. Me pidió que pare en un momento ya que sentía su colita irritada y cansada. Me pajee y le acabé en la boca. Ya no me salía leche, era precum o algo parecido a la leche.

Cenamos mirando televisión, tirados en el sofá. Al rato, se quedó dormido, lo alcé y nos fuimos a la cama. Dormimos hasta entrada la mañana del domingo.

Nos levantamos, desayunamos. Su cola seguía algo dolorida e irritada, así que se la chupe con dulzura, ya que mi barba algo le raspaba. Él me la chupó con el cariño con el que estaba acostumbrado pero con devoción. Le acabé nuevamente en la boca pero esta vez hizo lo posible por tragarse casi toda la leche. Se le salió bastante por los costados. Nos volvimos a duchar pero esta vez charlando y riendonos.

Esa fue la primera vez de muchas y el inicio de una relación que duró 4 años.

Continuará…

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