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La hija de mi clienta
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Que tal, quiero iniciar una de tantas historias que he tenido en mi oficio de carpintería. Este relato que contaré fue el inicio de tantas aventuras que eh tenido con más clientas y comienza así.

Una tarde me recomendaron a una señora la cual le urgía un mueble y me solicitaba ir a medir a su casa, cuando acudí me percate que en la sala, al parecer acababan de meter la ropa de lavar, había muchas tangas y por un momento sentía morbo por pensar que eran de la señora, estaba a punto de robarme una cuando fui interrumpido por la señora, para explicarme las especificaciones del mueble y un adelanto.

Debo aclarar que hasta este punto, sabía que tenía una hija de 20 años la cual era muy candente, y de chismes que de anduvo con el novio y el cuñado al mismo tiempo.

Total el día de la entrega, por fin conocía a su hija personalmente y no podía evitar mirarla, está buenísima. Al final después de la entrega ofrecía mi contacto para futuros trabajos e inmediatamente la hija me lo aceptaba

Pasaron días, hasta que una tarde de sorpresa recibí su mensaje pidiéndome acudir para un mueble, al llegar la hija me recibía con un pequeño y sensual vestido negro, con unos tacones, mientras la acompañaba no podía evitar ver el meneo de sus caderas, y me platicaba que le habían cancelado sus amistades y que estaba sola.

Mientras me explicaba, se empinaba y me percataba que traía la tanga que anterior mente pensaba robarme y por más que trataba de disimular no podía, ya moría por tocarla. Cuando termine de medir, me preguntaba que si se lo podía dejar en pagos, ya que no contaba con mucho efectivo, pero tampoco quería que se enterará su madre, se lo acepte.

Y mientras regresaba con el dinero inmediatamente me tumbo a la cama diciendo "te daré un buen adelanto para que me lo hagas bonito" y debo aclarar que desde que entré me levanto la verga, y en el momento que sentí su boca y lengua era tocar el cielo, empezamos ambos con darnos oral, y antes de que se montará le comentaba que no llevaba condones y recibí de respuesta… "a mí me encanta al natural" se montó y se movía muy rico y con una lujuria que parecía que llevaba meses sin una verga.

Pasamos a la de misionero mientras sus tacones rozaban mi espalda y eso me excitaba más y ella gritaba pidiendo más y más, pasamos a perrito pero se curveo tanto que parecía una gatita en celo y por último la cargaba sus ricas piernas en mis brazos estábamos ya a punto de venirnos que le decía que ya estaba yo listo, y lo mejor fue cuando me susurro… "vente dentro, quiero leche, vente dentro" no aguante y le vacíe mi carga, al final me limpio con su boca.

Lo mejor de todo es que me pagó en efectivo y con su rico cuerpo, el cual hoy en día aparte de otras clientas sigo disfrutando, a veces no hay tiempo y solo me deslecha con una mamada. Pero lo mejor es que las veces que se puede, me encanta que lo pida al natural y que termine dentro de ella.

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