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Mi primera sexualidad (4)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Luego de entrar al colegio, un poco tarde, y como les conté la vez pasada, tuve que reportarme a la dirección y tal como dijo él,  decir que tuvimos una pinchadura en un neumático. También me llamaron la atención por la falda tan corta.

Yo estaba como una zombie, escuchaba, asentía, miraba pero mi concentración estaba en no acercarme a los demás por el olor a semen que sentía en mi cuerpo. Aún mi panty seguía mojado de él.

Luego de las amonestaciones me dirigí a mi curso. Mi mente no dejaba de pensar en lo que estaba haciendo. En que todo era tan rápido que no podía detenerlo. Me preguntaba que podría hacer. Pero no encontraba respuesta.

Once y media de la mañana, se me ocurre pedirle a una de mis mejores amigas que si podría irme a su casa esa tarde.

Ella me respondió, que claro e hizo la coordinación con su madre. Respire aliviada. Así también de mi parte lo hice con mi madre. No tendría que verle la cara al degenerado del chofer de mi padre.

Pase el día más tranquila. Y así pasó el día. Estuve toda la tarde donde mi amiga, retomando los temas habituales de dos muchachas de 18 años.

Pasada al seis, tome un taxi hasta mi casa. Ya era hora de que el se hubiera marchado por su horario de trabajo.

Llegue, le pedí al taxista que me dejara en la entrada y con el control abrí la puerta. Entré caminando. Llegue a la puerta principal y abrí con mis llaves.

Pero mi pequeña perrita, cómo todas las tardes, hizo un escándalo de felicidad viéndome llegar. Entre, pase por la sala y cuando iba a abrir la puerta del pasillo para dirigirme a mi cuarto, Luisa, me sorprendió. Y me agarro las manos.

Me dijo: para donde vas tan rápido?

Y yo le respondí confiada: para mi habitación.

Ella me dijo: no, no, no. Vas para mi cuarto ahora mismo.

Y yo buscando frenarla le dije: pero mis padres deben estar llegando.

Ella dijo: que perdida estás putica. Tus padres no llegan hasta la madrugada. Están de fiesta.

Pero tú si estás y vas conmigo que te tenemos una sorpresa.

Mi corazón se volcó. Que barbaridad. Que será?

Me llevo de mano hasta su habitación. Y abrió la puerta. Y mi alma se cayó al piso, hay estaba Chano, sin camisa, con una barriga de bebedor de cerveza. Y me empujo. Ella entró y me puso frente a él. Y le dijo: aquí está la puta que tanto te gusta.

El dijo: desnúdala!!

Yo salte en llanto. Nunca había estado desnuda frente a un hombre. Forcé para que no pudiera pero el se paró y la ayudó a desnudarme.

Primero mi blusa, luego la minifalda. Luego soltaron mi brasserie y se expusieron mis senos. El los miro. Y comenzó a tocarlos con sus manos mientras Luisa me agarraba mis manos en la espalda. Las agarraba, las apretaba. Y luego se acercó y comenzó a besar mis pezones. Le pasaba su lengua por encima causando su ereccion.

Comenzó a chuparlas con todas sus fuerzas como si quisiera sacarles algo desde adentro. Tomo sus dientes y me los mordía y yo solo podía gritar. Hizo lo que quiso con mis pechos.

Luego, me bajaron el panty, y con la más grande de las vergüenzas, me sentí desnuda frente a estas dos bestias.

El ordeno que me pusiera boca arriba sobre la cama de Luisa. Yo trate de escaparme. Pero fue inútil. Caí en la cama. Y amarraron mis manos al espaldar. Yo tiraba con fuerza pero no podía hacer nada.

El le dijo a Luisa. Disfrútala que yo sé cuánto te gusta estar con mujeres. Y Luisa sin pensarlo se te rito encima de mi. Me comía mis senos. Estaba como una fiera que no había comido en días. El disfrutaba viéndola.

Ella fue bajando, y me hizo presión para que abriera las piernas. No quería pero entró él en acción apretando de manera dolorosa mis pezones.

Y me decía: ábrete puta. Déjala que te va a poner a gozar.

El dolor era tan fuerte en mis pezones que tuve que ceder. Y ella aprovecho para entrar su boca en mi parte. Chano le advirtió, no le metas los dedos. Esta virgen es para mi.

Ella continuó comiéndome pasando su lengua por donde quiso. Sentía vergüenza, repugnancia y tristeza.

El fue suavizando su tacto sobre mis pezones mientras ella seguía comiéndome. Sentía un cosquilleo cuando su lengua pasaba por mi clitoris. Pero mi nivel de presión era muy alto tanto que me inhibía. Pero todo estaba preparado. Chano me dijo: abre la boca y traga. Y me metió una pastilla y tapó mi boca.

Al rato, ya estaba relajada. Y debo confesar que comencé a sentir cosas tan excitantes que nunca imaginé. Luisa sabía hacerlo y me hizo sentir tres orgasmos.

El dijo: tu ves perrita, que tu alcurnia no importa porque eres una puta. Mira como disfrutas con un chófer y una sirvienta. Y río.

Bien Luisa ahora me toca a mi. Y le dijo a luisa: vamos a ponerla con la cabeza hacia el otro lado. Suéltala y amarremosla de la pata de la cama dejandole la cabeza en el borde.

Así me hicieron, aún yo rogándole que no. No me imaginaba para que era esa posición pero no dure ni un minuto para saberlo.

El parado detras de mi cabeza, saco su miembro y lo puso sobre mi cara. Estaba muy erecto y caliente. Lo pasaba por mis mejillas, por mis labios.

Yo tenia mi cabeza inclinada hacia atrás con mis manos atadas y estiradas por los lados de atrás de la cama sujetas a la barra de hierro que sostiene la cama. Por ello, y por estar en el borde mi cabeza si inclinaba hacia atrás.

Él estaba detrás de mi cabeza. En algunos momentos para pegarme su miembro se ponía de lado.

Paso un tiempo poniéndolo en toda mi cara y golpeándome con el. Podía oler una combinación de sudor y olerse extraños a mis sentidos.

Luego me ordeno que abriera la boca, advirtiéndome que si hacía algo indebido me daría un buen escarmiento.

Mis nervios no me dejaban ni pensar. Estaba prisionera de ellos. No quise abrir mi boca y el me dio por mi cara muy fuerte por lo que pegue un gran grito.

Tuve que abrir mi boca. Cómo estaba boca arriba y atada, él la giro hacia atrás y con sus partes sobre mi cara me penetro por mi boca. No tuvo compasión y la primera estocada la hizo completa entrándolo entero. Se quedó ahí con él totalmente dentro de mi boca.

Estaba desesperada pues no podía respirar y las arcadas que hacía podían ahogarme, pero a él no le importaba.

Así comenzó un movimiento de sacar y meter durante unos 10 minutos.

Mi posición era muy vulnerable. Tener la cabeza hacia atrás tirada en la cama boca arriba era la forma planificada para violar mi garganta.

Fueron tantos y tan fuertes las penetraciones que vomite varias veces. Y el solo decía aguanta pendeja y chúpala.

En varías ocasiones el paraba y me obligaba a sacar mi lengua para lamer sus partes. Así mismo como leen me pasaba toda su área por mi cara y tenía que lamerlas.

Luego, me penetro nuevamente y hacía movimientos mas violentos y se vino en mi garganta. No se como pude tragar con toda su pieza enroscada en mi boca.

Luego se puso flácida y así la saco de mi boca inmediatamente después me tapo la boca con su mano para que no derramara nada.

Mi boca quedó adormecida. Y así completamente desnuda que de atada en la cama de Luisa.

Chano poniéndose la ropa me dijo. Aquí no te voy a quitar la virginidad. Tengo un lugar especial para ello. No te desesperes putica que esto vendrá.

Luisa tomo fotos durante esta experiencia para tener testimonio de lo que me obligan hacer. Pero para ellos es que yo quiero hacer.

Continuará.

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