Después del viaje a Corrientes con mi cuñada Marisa, donde disfrute de su culo por diez días, pasaron dos semanas donde solo charlábamos en altavoz con mi mujer y ella para ver cosas de ese viaje. Y de la nada, surgió la posibilidad de otro viaje, en este caso a la costa, de una semana.
Mi mujer, todavía estaba dudando de ir, y finalmente no quiso hacerlo. Nuevamente iba a ser Marisa quien me acompañe. Yo estaba haciendo unos trámites y ella me llamo para que pase por su departamento para comentarme algo.
-Hola Marisa.
-Hola Fer… pasa. Me dijo cuando abrió la puerta.
Para mi sorpresa con ella estaba Tere, la menor de las tres hermanas, 22 años, algo rellenita, pero con muy buenas tetas y culo.
-Hola Tere, que sorpresa verte. Dije.
-Hola Fer…
-Contame Marisa, ¿Qué querías comentarme?
-Eh… Sobre el viaje Fer…
-¿Qué pasa? ¿No queres ir? No hay problema, voy solo.
-No, no… Dale Tere, habla vos. Dijo Marisa.
-Fer… ¿habrá un lugarcito para mí en la camioneta?
-¿Cómo? Lugar en la camioneta hay, donde no hay lugar es en el camper. Es para dos personas. Y cuando viaja Marisa duerme en el suelo, en una colchoneta.
-Claro… es que tenía muchas ganas de ir…
-Entiendo, pero en serio no hay lugar Tere. Marisa, explícale por favor.
-Fer, ya le explique, pero ella quiere ir… Basta, en realidad quiere otra cosa Fer, ¿Entendes?
-No, te aseguro que no. Dije.
-Para ponerlo elegante, quiere un trio…
-¿Qué? Teresa, como vas a… vos estas loca, ¿De dónde sacaste esa idea?
-Marisa me contó…
-No podes ser tan estúpida de haberle contado.
-Si… estábamos jugando y se me escapo tu nombre…
-Jugando… ¿Uds. saben el quilombo que se arma si se entera su hermana? Nos mata.
-Pero no se va a enterar, Fer. Te lo juro. Dijo Tere.
-El tema es así Fer: Tere es virgen, y quiere seguir siéndolo, por ahora claro. Nunca estuvo con un chico, y quiere aprender, probar.
-¿Vos le contaste todo?
-Sí, por eso está tan interesada…
-Fer te prometo que voy a hacer todo lo que digas, por favor…
Escucharla decir eso y que se me empiece a parar la pija, fue una sola cosa. Y decidí ir a fondo.
-Tere, pongamos algo en claro. Nada de tonterías, si viajas no hay vuelta atrás. Tenes que tener eso muy en claro.
-Lo tengo…
Mi pija ya estaba doliéndome en los pantalones. Me puse de pie, me baje pantalón y bóxer, y la cara de Tere fue de sorpresa. Nunca había visto una pija a no ser en las películas. Me senté en el sillón a ver que pasaba.
-Veni. Dijo Marisa.
Las dos se pusieron de rodillas y comenzaron a chuparme la pija. Marisa como siempre bien, Tersa me sorprendió ya que lo hacía bastante bien para no haberlo hecho nunca.
-Vos ya chupaste pija. Le dije a Tere.
-No… solo el consolador de Marisa.
-Tere… te mato.
-Conque consolador… tráelo Marisa
Lo trajo y me lo mostro, era bastante chico. Las dos siguieron chupando y Marisa se fue quitando la ropa. Tere la miró y la imito. En un par de minutos las dos estaban desnudas y yo super caliente. Dos mujeres, desnudas y mis cuñadas…
Me paré y me quite toda la ropa.
-Vení Tere, ponete de rodillas al lado mío, Marisa, quiero verte con el consolador…
Teresa se puso de rodillas y metí un dedo en su concha, a poco de meterlo, encontré el himen, realmente era virgen. Hice que me siga chupando mientras Marisa se metía el consolador en la concha y se acariciaba las tetas.
-Por como te moves lo usas seguido… Dije.
-Fer… yo…
-Sos muy caliente y muy puta conmigo.
-Si… soy muy puta con vos, me vuelve loca como me rompes el culo…
Cuando lo dijo tuvo un orgasmo y quiso parar, le dije que siga.
-Escuchaste Tere, tu hermana es muy puta… y no sabes como goza cuando le rompo en culo.
Teresa chupaba y gemía mientras con una mano se tocaba la concha. Marisa la miraba chupar, acariciarse y más se calentaba.
-Metemela por favor, no doy más Fer…
-No… tengo que probar a Tere, vos por traviesa, estas castigada.
-Guacho… Dijo y se sacó el consolador de la concha para metérselo en el culo.
-No, no lo hagas. Sigue donde estaba ese consolador, y por haberlo sacado, chupale el orto a tu hermana.
-Hijo de puta… Dijo Marisa.
Se puso detrás de la hermana, y separándole los cachetes, se lo comenzó a chupar con todo. Tere casi no podía chupar gimiendo, solo me masturbaba despacio y me miraba a los ojos y se mordía los labios.
-Caliente, otra caliente más… escucha como gime Marisa, toda una gata en celo. Dije.
-Hija de puta… y con mi lengua…
Me levante y le dije a Tere que se ponga de rodillas en el piso. Me puse detrás y coloque mi pija entre sus cachetes, ella respiro hondo y cuando sintió mis manos en sus pechos y mi boca en su cuello, se empezó a mover como queriendo que la penetre.
-Apoya los hombros en el piso. Le dije.
Ella lo hizo y apoye mi pija contra su orto. Se la fui metiendo sin parar. Ella se quejaba de dolor pero no decía nada. La tome fuerte de la cintura y la enterré hasta el fondo. Dio un grito y arqueo la espalda hacia arriba, para volver a apoyar los hombros en el suelo.
-Hermoso culo… Mira como se la comió toda Marisa.
Ella se puso de rodillas y miraba como la hermana tenía toda mi pija en su culo.
-Hija de puta… te envidio… Dijo Marisa.
Empecé a bombear con todo, y la pendeja empezó a gemir como loca, se apretaba las tetas, se tocaba la concha sin parar. Tuvo un orgasmo y no paraba de gemir, de pronto empezó a pedir más, que la castigue por puta, que era una puta como la hermana, pero solo para mí. Marisa miraba y no paraba de darse con el consolador en la concha de rodillas a mi lado. Estuve un rato, hasta que por fin acabe en el culo de la pendeja, que cuando sintió mi leche en su intestino di un grito de placer y tuvo un orgasmo.
Me paré y le metí la pija en la boca a Marisa. Chupaba desesperada, no le importaba nada que tuviera mi leche, y materia fecal de la hermana. Yo seguía caliente, y ver tan loca a Marisa me calentaba aún más. Siguió chupando y por suerte mi pija no perdió vigor, seguía bien dura y gorda. Hice que ella se acueste boca arriba y le levante las piernas.
Jugué con mi pija sobre su concha y ella me miraba sorprendida y deseosa que la penetre.
-No… Dije y en un solo movimiento se la ensarte en el culo hasta el fondo.
Ella dio un grito tremendo, y comenzó a llorar, tal cual su costumbre cuando le cogía el culo. Tere miraba y se tocaba los pechos y la concha.
-Sentate en su boca Tere…
-Fernando, nunca… no lo hicimos… Dijo Tere.
-Es hora de empezar, dale.
Ella se sentó en la boca de la hermana que de inmediato empezó a chuparle como loca la concha. Tere abrió los ojos a más no poder, y empezó a gemir y apretarse las tetas. La tome por la nuca y nos empezamos a besar, mientras yo entraba y salía del culo de la hermana, que le chupaba como loca la concha.
-¿Te gusta como te chupa tu hermana? Pregunté.
-Me encanta, me vuelve loca. Dijo inflando los pulmones en cada respiración.
-Toma, metete el consolador en el culo, y acaben juntas putas.
Ella sin dudarlo lo tomó y se lo metió en el culo. Se frotaba contra la boca de Marisa con todo, me miraba como enloquecida y se apretaba los pechos con la mano libre. No pude aguantar más y le llene el culo de leche a Marisa que tuvo un tremendo orgasmo y le enterró la lengua a Tere en la concha que al sentirla tuvo un tremendo orgasmo y cayó sobre la hermana.
Saque la pija del culo de Marisa, y aprovechando que Tere estaba con la boca abierta, se la metí y me la chupó con todo, hasta dejarla limpia.
Las dos fueron al baño y yo a la heladera a buscar una cerveza. Volvieron y se sentaron frente a mí.
-Viste, como te dije, es un animal, te destroza, pero te da un placer tremendo. Dijo Marisa.
-Increíble, nunca pensé que se gozaba tanto por el culo… ¿Me vas a llevar?
-Bueno, vamos. Salimos mañana a la mañana, a las 8 las paso a buscar.
Las dos sonrieron y me dieron un beso las dos… Al día siguiente partimos…