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Sorprendido por el doctor
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Nuevamente por trabajo me trasladaron de ciudad. Todo nuevo pero bueno, a esta edad ya no me amilanaba por nada.  Como era mi costumbre una vez al año iba a hacerme un chequeo completo al médico, porque la verdad nunca se sabe en qué momento te pueden encontrar algo, y claro que lo encontré, pero no de la forma que esperaba.

Termine los exámenes químicos y el doctor me dijo pasara a su consulta, me midió, me peso y comenzó a tomar mi presión. Luego le dije que desde hace unos meses tenía un malestar en un muslo, lo examinó, me entrego la receta y me dijo que volviera en 2 semanas para ver si mejoraba mi malestar.

Cumplido el plazo volví, pero todavía me molestaba aunque menos que antes. Me volvió a examinar pero antes de terminar me hizo una pregunta que la verdad no la esperaba. Me dijo que si yo lo encontraba atractivo a él, al principio no supe que contestar, volvió a preguntarme y le dije que si, de hecho le dije que soy gay.

Le pregunté que como lo había sospechado y me dijo que en las veces en que me reviso el dolor del muslo noto que tuve una erección. Me dijo que él también era gay pero como era relativamente nuevo en la ciudad no quería nadie se entere ya que todo era desconocido para él.

Le dije que yo también era nuevo y por eso me hice el chequeo completo, que es algo que anualmente hago pero antes en Santiago, ahora estaba en la misma situación que él, todo novedoso.

Conversamos otro poco y me dijo que si nos podíamos ver en la noche, así que fuimos a un bar y luego cada quien a su lugar. Así pasaron unos días de relativa normalidad dónde nos fuimos conociendo mejor y contando cosas. En una de las juntas me dijo que si me animaba a ir a su departamento y obviamente le dije que si.

Era un lugar bien agradable, el siempre muy educado y con mucha calma me dijo que si me provocaba tener relaciones con el. Ya sabía que soy pasivo entonces no había mucho que explicar. Lo nuevo para el fue cuando me comentó que tenía la fantasía de ser dominador, a lo que le dije que no imaginr más cosas y fuéramos a la acción.

No sabía cómo atarme entonces le dije que yo me ponía en una silla y el simplemente atara en los lugares donde yo pusiera mis piernas. A todo esto nunca supe si de la calentura o efectivamente por los medicamentos, el dolor en la pierna se había ido ya.

Luego le dije me pasara la cinta adhesiva y me la puse como cinturón con mi estómago hacia el respaldo de la silla. Mis tobillos estaban atados a alguna pata de la silla y con lo que me ate haciéndome un cinturón solo tuve que echar mi culo hacia atrás y quedó al borde de la silla. Después le dije que iba a dejar mi pene y mis bolas colgado, ya que me las estaba apretando, así que me las acomodé. Me preguntó entonces que como terminaba esa parte. Le dije que atara mis manos a la espalda y que luego me pusiera un limón en la boca para luego pasar la cinta, pero antes de eso se la iba a mamar.

Así lo hicimos, me ató las manos a la espalda, luego se puso de frente y saco su pene en frente de mi, estaba con una linda erección. Comencé por lamerle el glande, solo eso, luego avance con mis labios un poco más abajo por el tallo hasta que note que no se aguanto y me tomo la cabeza, me empujó hacia él. Entro fuerte, tuve una arcada, pero aproveche el envión para mamarla desde el fin del tallo hasta el glande. Me dijo lo hiciera lento sino iba a acabar. Le dije que esa parte quedará hasta allí, que me amordazara e hiciera lo suyo. Antes le di una última probada a ese pene que iba a entrar. Después fue el limón, la cinta y ya estuve a su merced.

Tobillos atados a la silla, espalda forzada en una posición en que quedaba totalmente expuesto, manos atadas a la espalda, bien amordazado y con el culo al aire. Estaba todo preparado.

Fue muy agradable la caricia del lubricante en mi ano, quería agarrar su pene con mis manos pero no pude porque me las ato arriba de la cintura. Me dijo que si me molestaba algo le dijera, malamente lo podría hacer amordazado esa manera así que solo moví la cabeza asentando.

Sentí tímidamente como empezaba a entrar la cabeza, lentamente, luego cuando pasó, se siente exactamente la forma del pene como va penetrando hasta que tocó el fondo de lo que alcanzaba. Se quedó allí, me tomo los hombros y me dijo que esto lo estaba disfrutando mucho, luego me pidió su podía cerrar las nalgas haciendo fuerza, hice lo que pude pero fue en vano ya que en esa posición quedaba con el culo completamente abierto y también el con sus manos en mis hombros hacia fuerza para presionar.

Acabamos juntos, el dentro de mi y yo hacía donde mi pene pudo eyacular. Después me dejó allí unos momentos, tal cual yo estaba, solo para mirarme ya que su fantasía se había hecho realidad. Luego corto las cintas y le pregunté que cómo se habia sentido al respecto. Solo me abrazo y me dijo que quería repetirlo así sin perjuicio de las salidas que tuvimos, cada cierta cantidad de días planeabamos una sesión. El cada vez más en confianza, yo simplemente me dejaba llevar.

Me contó un día que aún quería probar otra fantasía que el tenía desde la universidad y le dije que si, que lo hiciéramos. No me contó de que se trataba pero en unos días más yo lo iba a averiguar.

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