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Mi segunda cita con Samy. Por todos lados
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Tiempo de lectura: 7 minutos

Antes de esta segunda cita les cuento que mandaba saludos y mensajitos con Samy quien me había dejado claro que le gustaría tener una segunda cita y hacer más cositas sucias.

Para esta segunda cita sucedió casi un mes después del primer encuentro en que nos conocimos y seguro fue que lo hice bien pues mi nueva putita le gustó que pidió a gritos repetir.

Como la primera vez pase por ella temprano pues su hija en la escuela no le permitía salir por las tardes, pero bueno también a mi me beneficio, pues está yo descansado. Durante el trayecto fuimos platicando de nuestra primera cita y al tocarle las piernas la iba yo calentando.

nuevamente buscamos un hotel discreto, ella llevaba una linda minifalda negra que dejaba ver el inicio de su papaya desbordando líquidos exquisitos, al entrar al cuarto Samy se me aventó a los brazos aprisionándome el cuello y con las piernas el abdomen, su pepita quería pelea dejándome sentir en el pecho el fuego que tenía su pepita al centro, la bese por todo el cuerpo saboreando sus labios carnosos y la baje de mis brazos sin deja de besarla, a tomarla de la cintura aproveche para darle vuelta y que su colita sintiera mi verga a través del pantalón, Samy al sentir mi verga paro aún mas sus nalgas para que pudiera apreciar mejor a mi amigo ya conocido. Deje que sintiera mi bulto con su trasero que meneaba de un lado a otro como una perrita feliz que le van a dar de comer y voltee su cara para darle un beso apasionado.

Como mi hembra ya quería coger, empezamos a desnudarnos y ella quería rápidamente ayudarme pues buscaba mi palo, pero nuevamente la detuve para que disfrutara de quitarle la blusa y descubrir sus dos ricas tetas. La alcé en vilo para apreciar mejor esos dos ricos volcanes con sus aureolas rojas a punto de explotar, la acomode sobre la cama para continuar comiendo estas ricas tetas que se me ofrecían con tanto deseo. Mientras disfrutaba mamar los senos de mi putita, empecé con la mano izquierda a quitarle la falda ya desabotonada apreciándose la mini pantaleta negra que llevaba y daba la impresión de salir fuego de esa pepita deseosa de coger. Con los movimientos y ayuda de Samy no fue difícil deshacernos de su panti, mostrándome su monte de venus que al centro hacia erupción al sacar algunas gotas vaginales que indicaban el calor que había en su cuerpo.

Samy me susurro con voz entrecortada del deseo que la envolvía, Marco, ya dale de comer a mi pepita, mira como esta mi pepita, le dije que hoy le darías de comer, anda mi amor no la hagas esperar más que mi pepita esta hambrienta, dale su comida mi amor, quiere sentirte hasta adentro de mí. Cada palabra de mi perrita, me indicaban que estaba sufriendo porque ya quería ser montada.

Acomode mi la cabeza de mi verga en la entrada de su cuevita unos segundos rosando con el glande la entrada de la conchita de mi mujer sin meterlo, cosa que desespero a mi hembra que movió sus manos queriendo alcanzar a mi pene pero volví a decirle, no mamita, entiende que soy tu macho yo soy tu dueño y deberás aprender a esperar que sea yo el que mande en que momento te monto, asi que o te enseñas a obedecer a tu perro macho, mi mujer asintió y dijo quebrándose la voz, si mi amor tu eres mi dueño y mi macho, pero ya métemelo que estoy sufriendo porque ya quiero ser tuya quiero ser tu perra y que me montes., Estos gemidos de mi puta hicieron que me calentar más y de un golpe le enterré mi verga en toda su concha que los gemidos fueron cambiados por un grito de dolor, solo alcanzo a decir hahaha ayyya Al cabo de unos segundos de dolor e inmediatamente los cambio por las suplicas, y gritos de deseo; Samy empezó a disfrutarla y moverse como poseída y exclamando mi nombre; si Marco si mi amor cógeme más, cógeme más rico, si mi amor dame mas duro, si Marco hazme tuya, métemelo hasta el fondo, mas duro mi amor, dame mas, más hazlo mas no vayas a sacarlo mételo más dame más duro…

También le dio amables palabras a su pepita diciéndole si pepita mía come, come pepita tu dueño ya está aquí mi pepita, deja ya de sufrir y come a tu dueño, cómele mi pepita.

En esos momentos tuve tiempo también de volver a tomar sus ricos senos que se balanceaban de un lado a otro por su dueña que estaba siendo cogida como desde hace mucho tiempo no la cogían, tome sus tetas y las bese, así estuvimos unos momentos de mete y saca y al ver su cara de excitación porque la estaban cogiendo durante algunos minutos sentí que explotaría, por lo que tome las copitas de sus senos y los mordí uno de sus tetitas debajo de su copita, para seguir marcandola con mis dientes como sello de mi propiedad, fue tan grande el mordisco a sus tetitas que hice que explotara en un fuerte orgasmo que empezó a gratar de dolor y placer.

Al explotar los dos al mismo tiempo puede ver como Samy había disfrutado pues estaba toda empapada que incluso baño con sus líquidos todo mi pene que empezaba a salir de su cuevita dejando tras de sí rastros de semen que salían de su conchita junto con sus jugos vaginales que eran demasiados y ni aun con tanta hambre su conchita pudo retener tanta leche suya y mía, dejando salir algunas gotas.

Me recosté a su lado para descansar unos momentos y seguir conociéndonos, mientras ella me decía; gracias Marco estuvo muy rico, ya lo necesitaba, desde hace un mes que nos vimos mi pepita ya pedía a gritos que le diera tu verga de comer. Gracias mi vida.

Al ir a la regadera tratando de quitarnos tanto sudor, líquidos vaginales y semen juntos de la pelea sexual acontecida, Samy se acomodó a besar mi torso dándome algunos besos por mi pecho movimiento que aproveche para tomar su cabellera e inducirla a seguir con esos besos un poco más abajo. Y ella entendió lo que quería, así que abrió sus lindos labios y saboreó besar a mi amigo, empezó a besar mi falo parado como un mástil en dirección a su carita, como pidiendo ser recompensado, abrió toda su boca para que se lo comiera, ahora cambiaba de comérselo su panochota a comerlo su rica boquita, me sentí en el cielo a ver este espectáculo tenía a Samy comiendo no de mis manos, mucho mejor, la tenía comiendo de mi verga que estaba al máximo esplendor. Mientras ella comía mi pene termine de bañarla y le levante la cara para darle un rico beso por su complacencia a mi amigo, la lleve a la cama para decirle Sami hermosa, vamos a la cama a que continúes comiéndote mi verga y así lo hicimos, me acomode boca arriba en la cama mientras ella en cuclillas fue bajando su boca hambrienta hacia mi verga que también le abría su boquita, sami empezó a besar todos los centímetros de mi verga hasta tenerla toda adentro y vaya que me sorprendió como hacia el sexo oral, lo hizo suavemente acariciando mi pene dejándole sentir el agradecimiento por las cogidas que mi amigo le había dado hasta ahora. Esta imagen de tener a mi puta lamiendo mi verga me llevo al cielo y aproveche para enseñarle que debía también besar y premiar mis huevos que le habían guardado tanta leche para su panochita, levemente le indique que posara su boquita en cada uno de mis testículos metiéndolos suavemente a su boca cada uno y vaya que si lo supo hacer porque en cada bocado de huevos Samy me llevaba a ver estrellas después de meter cada uno de mis huevitos en su linda boquita Samy volvió a besar mi verga comiéndosela totalmente.

Les diré que en esta parte me sentí extasiado como sami había comido con su boquita toda mi verga sin embargo debo confesar que hubiese sido extraordinario que terminara dentro de su boquita y aventaran mis huevitos toda su leche que guardaban para que mi hermosa hembra se los comiera, pero ya lo intentaremos más adelante. Por el momento solo quedo en un excelente sexo oral.

Sin embargo, Sami había dejado a mi amiguito adolorido de tener tanta leche dentro, pero lo pago con mi otro sueño; su culito terminaría pagando los platos rotos.

Me acomode encima de Sami para empezar a besarla y malograr sus ricas tetas mordiendo cada una de ellas, vi en su rostro rictus de dolor porque las estaba mordiendo salvajemente pero no dijo nada, y tampoco me hubiera importado porque estaba como burro en primavera con el palo todo adolorido y por fuera queriendo desquitarme.

Poco a poco mis besos fueron bajando a su abdomen y a su rica panochita a la cual le brinde un hermoso beso que hizo q puta se revolcara de placer, sin embargo su panochita no era mi objetivo, levemente le di vuelta a su cuerpo hirviente y la puse boca abajo, para empezar a besar y rasgar su espalda, bajando a sus caderas con mi lengua pegada a su cuerpo, levante un poco la cabeza para admirar su rico culito que estaba moviéndose como presintiendo lo que pasaría. Le acomode varios besos a sus nalguitas y levante medio cuerpo para inmediatamente jalar por las caderas a mi puta, ella dejo que su hombre la jalara y entendió que debía acomodarse como una perrita a punto de ser montada, se acomodó en cuatro patas y abrió sus piernas pensando que nuevamente la montaría por su conchita, pero se equivocó, mi mirada estaba centrada en la entrada de su colita, por fin su ano seria mío, como les había contado en otro relato. Samy nunca había sido cogida por el culito, no sabía lo que era tener una verga adentro de su ano y ese día había llegado, así que Sami, prepárate mi perrita.

Acomode mi verga en la entrada de su culito y trate de calmarla al decirle mi amor Sami chiquitita, lo hare despacio para que no te duela mi amor no tengas miedo, yo te llevare con calma y tu dirás cuando quieras un pedazo más adentro, si mi vida. Ella respondió temblorosa con miedo, pero también con deseo, estaba deseosa de sentirse cogida por el culo, deseaba saber que se sentía tener un palo de carne adentro de su colita, tenía miedo del dolor, pero caliente de sentir mi verga dentro muy adentro de su ser.

Al acomodar la cabeza de mi pene en su culito, empecé a penetrarla centímetro a centímetro y cada movimiento le daba pequeñas caricias a su espalda y a su conchita con una mano para que olvidara el dolor y se concentrara en la pasión, cuando mi verga estuvo a la mitad de su culito creí que ya ella momento de entrar un poco más rápido, así que empecé con movimientos rítmicos más rápidos sin dejar su panochita con mi mano derecha y su seno con mi mano izquierda esto me daba la ventaja de no soltarla o que ella se arrepintiera de que la cogiera por el culo debido al dolor y buscara zafarse, con ambos lados cubiertos no podía escapar a la cogida que estaba recibiendo, acelere mis movimientos ella empezó a disfrutarlo más, ello me dio pauta para que mi verga entrara más en su cuevita de modo que la última parte de mi palo, se lo deje ir de un fuerte empujón que ella grito de dolor e intento zafarse, pero ya estaba ensartada totalmente de modo que ya no pudo, solo atinó a decirme, Marco por favor me duele ya sácalo, por favor me duele mucho mi vida, dame chance a reponerme.

Pero le dije si mi amor con calma ya no me moveré para qué deje de dolerte ten calma mi amor, aguanta un poco más. Obvio no iba a sacársela en ese momento, la tenía ensartada por ese rico culito que me provoco desde el primer día que se lo vi y no era momento para ablandarse y sacarle la verga que tanto había costado entrar en esa cuevita que toda su vida no había sido penetrada. Así que solo descansé sobre ella unos segundos y moví toda mi pelvis para empezar a metérselo mas tocando su coñito abajo con la mano algo que la encendió y me aviso que estaba lista para empezar un fuerte mete saca de su colita, solo veía como mi verga penetraba y salía de esa colita que acabada de ser abierta completamente.

Así me la pase algunos minutos entrando y saliendo de su rica colita y Sami ya lo disfrutaba, después de tanto entrar y salir de esa cuevita sentí como mi penen me aviso que explotaría y reventaría de leche la colita de mi perrita, La tome de las caderas con ambas manos y le avise a Sami, mi amor va mi semen a entrar en tu colita mi amor, ya van, recíbelos amor, muévete mas rápido para que entren hasta el fondo, así fue como la inundé de leche.

Nuevamente tuve mi orgasmo en esta posición de perrito y me quede algunos segundos encima de ella, tenía que educarla y que entendiera mi perrita, debía dejar que su perro la montara hasta dejar toda gota de leche en su colita y no debía quitarse hasta que su macho le indicara, repose en su espalda y pase mi boca y mi lengua sobre su espalda y su cuello nuevamente mordisqueando levemente su cuello indicándole así que su macho ya la había preñado y premiado con toda su lecha y ella debía recibirla con mucha felicidad. Inmediatamente me salí de su colita y me recosté para descansar porque esta cogida a mi perrita me había dejado totalmente vacío y exhausto. Pero con una sola idea. Misión cumplida. Me había cogido a Samy por todos lados.

Fin

Pd. Mientras yo reposaba en la cama Samy fue a la regadera y al sentir escurrir pequeñas gotas de su anito recién desflorado se tocó con sus pequeños dedos y ver que esos líquidos eran color rojo, más bien gotas de sangre, regreso a mí y con su cara de incrédula me dijo; Marco me salió sangre por atrás, es normal. Solo atine a decirle maliciosamente si mi amor es normal… ¡Ustedes que le hubieran dicho!

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