Esto pasó hace unos meses salgo con un médico mayor que yo que realmente me gusta tanto, él fue el primer hombre que me hizo suya y lo sigue haciendo; me excita demasiado verlo, lo veo y mis pezones se endurecen, mi pushita empieza a mojarse descontroladamente es como si pidiera a gritos tener sus grandes y ricos dedos dentro de mi.
Siempre tuve la fantasía de experimentar con juguetes sexuales, que el me viera cogiendome yo misma, metiendo otra verga dentro de mi pushita sabía perfectamente que lo volvería loco de placer ya que alguna vez me lo había pedido. Un fin de semana como solía suceder quedamos de ir a cenar llegue al consultorio como siempre lo hacíamos y espere ahí a que el llegara sabía que ese día sería cogida como se debía y se cumpliría una de mis mayores fantasías, antes de que el llegara intente meterme el juguetito pero necesitaba tener primero sus dedos dentro de mi, necesitaba ser primero penetrada por mi hombre por lo que espere sentada de espaldas hacia la puerta con la pierna arriba con la falda levemente levantada; mientras llegaba yo me acariciaba y apretaba mi pushita.
Cuando escuche que la puerta se abrió mi nivel de excitacion se elevó por los cielos mi momento había llegado, se acerco a mi y empezó a acariciar mis piernas besándonos descontroladamente como nos encanta, me cargo y me llevó a la camilla siguió besandome y poco a poco fue haciendo mis calzoncitos a un lado para meterme sus deliciosos dedos sentía como sus dedos iban abriendo mi pushita mojadita y apretada, se desabrocho el pantalón y sacó su rica verga erecta, venuda, durisima chorreando; comenzó a penetrarme lentamente como estoy muy apretadita siento dolor acompañado de demasiada excitacion mientras lo iba haciendo tomó el juguetito y me pidió que lo chupara lo deje lleno de saliva; siguió penetrandome por unos largos minutos, sacó su verga y metió el juguetito lleno mi saliva lo encendió y estaba vibrando demasiado rico dentro mi, nos fuimos al coche para dirigirnos al motel y ahí lo volvió a encender no podía evitar gemir de lo rico que sentía, me excita demasiado ver su cara de perversión y excitacion mientras me preguntaba si me gustaba; le respondía con la voz agitada que me encantaba y lo ponía más intenso que podía llegar al punto de gritar.
Llegamos al motel; me saco el juguetito y empezamos a besarnos como locos, iba bajando besando mi cuello pasionalmente como siempre se lo digo con ganas de comerme, nos comezamos a desnudar mientras nos besabamos, quito mi sostén y me comenzó a chuparme los pezones eso me hacía estremecer y gemir del placer poco a poco iba bajando hasta llegar a mi abdomen y de ahí deslizarse hasta mi pushita me estaba haciendo un oral riquísimo sentía como me abría con las lamidas que me estaba dando.
Después se levantó y yo me arrodille para mamarle la verga como si fuera paleta me la metí hasta el fondo de la garganta dejándola llena de saliva sacándola y metiendola rápidamente, lamiendo sus ricas bolitas cuando de pronto me agarró del cabello y sabía sus intenciones me empujó para meterme toda la verga hasta el fondo sentía demasiado rico, me sentía dominada mi hombre tirando de mi cabello haciendo que la verga se me hundiera hasta el fondo. Me levante y me lanzó a la cama me abrió las piernas y se puso el condon para poder penetrarme y empezó frotandome la verga por encima, yo estaba desesperaba quería sentirla dentro ¡ya! pero se puso en la entrada de mi pushita y de a poquito la fue metiendo por que le decía que me dolía hasta que me la dejó ir toda y comenzó a darme durisimo como me gusta lo hacía mientras me mordía los pezones y me besaba descontroladamente, me mama morder su labio cuando nos besamos y eso hacía, me encanta escuchar que me diga que pare por que le duele eso me excita aún más, me estaba dando durisimo haciendo que mis tetas brincaran yo no paraba de gemir mi hombre me cogía como solo el lo sabe hacer, llegue al punto en que sentí como los ojos se me quieran poner en blanco y me perdía de lo cachonda y caliente que estaba; siguió así por un rato hasta que me dijo – quiero verte montandome, se acostó y tome su verga me monte y me la metí hasta el fondo lo empecé a cabalgar recostadome en su pecho mientras me decía – "eres mi perrita" jadeo como putita de solo escuchar eso, le pedí que me pusiera como su perrita me incline y le empine el culito.
Teniendome como perrita me la empezó a meter, nalgueandome durisimo diciendo que soy su perrita y que tengo un culito riquísimo que desea cogerse me saco su verga durisima y sentí como me empezaba a meter el juguetito y él comenzó a acercarse a mi culito dándole unas ricas mamadas sin dejar de meterme el juguetito y manteniendo el ritmo, me hacia estremecer le decía – sigue así ¡papi! no pares dame más duro, soy tu perrita, a lo que el correspondía. Me había pedido desde antes de llegar al motel que quería que yo jugará con el juguetito frente a él solita pero de pronto sentía pena y no estaba segura si lo haría, después me haberme cogido durisimo me dijo – si me haces el show, terminaré dentro de ti, dejándote toda mi lechita; el sabe perfectamente como convencerme, me encula que termine dentro de mi jadeo de solo sentir su lechita demasiado calientita escurriendo a chorros por mis piernas, fue lo que me causo demasiada excitacion y deseo a lo que le pedí que se sentará en el sofá en seguida me recoste en la cama puse una almohada en mi cabeza, abrí mis piernas y como nunca había usado ningún juguetito no podía meterlo así que el me ayudo.
Regreso al sofá para disfrutar de lo que vería a continuación pero no pudo resistirse pasaron tan solo un par de minutos en los cuales yo metía y sacaba esa verga cada vez aumentando la velocidad manteniendo el ritmo cuando de pronto el se levantó ¡dios mío! escupió en mi pushita vi como su saliva cayó para que tuviera mayor lubricación y metío el juguetito; lo metía y sacaba con mayor aceleración y seguía escupiendome. Se separó de mi bajándose de la cama jalandome hacia él dejándome el culito al borde de la cama, el estando de mi pie nuevamente abrió bien mis piernas se quito el condon; sacó una funda y se la puso en la verga y me la volvió a meter toda, en esa posición me estaba volviendo loca, gemia sin parar estábamos empapados de sudor de lo duro que me daba. Después de un rato así me volvió a poner boca arriba y subió a la cama, me abrió las piernas y me dijo – ahora si te dejaré toda la lechita chiquita, le masajee la punta de esa verga durisima venuda para que me la volviera a meter; me dijo que mientras lo hacía chupara el juguetito, lo chupaba y nos mirábamos fijamente eso hacía que se acelerada más y me diera como si hubiera mañana dejándome bien abiertita; hasta que se vino dejándome toda su lechita calientita, vi su cara de excitacion y perversión, con mis dedos tomé la lechita que salía para llevarla a mi boca y saborear esa lechita deliciosa, dulce y espesa, quedé tumbada en la cama y terminó chupandome los pies.
Después se acostó en la cama a mi lado y quedamos abrazados.