Era una tarde de verano, cuando el sol caía y refrescaba.
Yo estaba tomandome una cerveza bien fria, en una terraza junto a la playa. Estaba cansada tras un largo dia de playa, no buscaba nada, solo relajarme. Entonces llegó él con un matrimonio mayor, al principio no reparé en él, pero como estaba muy relajada y ociosa, comencé a observar lo que pasaba en la otra mesa y vi que estaba aburrido. Empecé a hacerle una radiografia: 1'80, setenta y pocos kilos, ojos negros preciosos, y se me olvidaba decir que era mulato. Llevaba el bañador y una camiseta sin mangas, lo que me permitió observar sus definidos brazos, bellisimos… lo mejor fue cuando se levantó a pedir, entonces si que lo pude observar bien. Dentro del bañador había algo de grandes dimensiones que me perturbaba… se me olvidó que estaba siendo una descarada, porque cuando levante la vista de su entrepierna y le miré a la cara tenía los ojos clavados en mi, me había pillado, me puse roja como un tomate y le sonreí. Decidí no seguir mirando porque estaba avergonzada.
Volvió de pedir y se sentó. Ese fue el momento en el que él empezó a radiografiarme a mi, sin cortarse un pelo. Lo pille y no apartó la vista me miro lentamente de abajo a arriba, sentí como si me desnudase con la mirada. Me sonreia y yo le miraba deseosa. Aquel chico me gustaba mucho. Empezamos a jugar: yo le sonreia y él me devolvia la sonrisa.
Yo me levanté de la mesa después de escribirle una nota en la que le decía que me iba a las duchas de la playa y le invitaba a venir conmigo… me levanté contoneandome y sonriendole, y al pasar tire la nota al suelo, él la recogió rapidamente sorprendido, le dije adios coqueteando con mi mano y me fui en direccion a las duchas de la playa. Pensaba todo el rato en él.
Me desnudé y me empecé a enjabonar como si él me estuviera enjabonando, estaba excitada.
Ya no contaba con el, pero de repente sentí que me cogían los brazos y me di la vuelta y lo vi… le dije que lo estaba esperando, que se desnudase y se metiese en la ducha conmigo.
Tenia un cuerpo de escándalo, abdominales bien marcados y un miembro precioso e hinchado.
Juntamos nuestros cuerpos y nos besamos, primero sin lengua, solo besos en los labios, cosa que me puso fuera de mi, yo le mordí el labio inferior y se desató la furia y la pasión, nos besamos profunda y apasionadamente, le moje todo el cuerpo y empecé a enjabonarlo cuidadosamente de abajo a arriba, el me acariciaba, le enjabone hasta el último rincon de su piel… le enjabone acariciando su miembro largo rato… estaba durisimo, me arrodillé y empecé a besar su glande, le di suaves mordisquitos, aquello se hincho muchísimo y no pude resistirme más y me lo tragué entero, me ponía excitadisima sentir la dureza de su miembro en mi boca.
Yo estaba que explotaba y lo dejé a él a punto de explotar. Entonces me miró a los ojos mientras recorría los pezones y en un impulso me puso en su cintura contra la pared y me metió su miembro hasta atrás, casi me muero de placer, las paredes de mi vagina, acariciando aquel tronco que se movía freneticamente dentro de mi, me volvia loca.
Gemiamos y nos deciamos cosas entrecortadas, ya no habia espuma, solo sudor y un fuerte olor a sexo. Cada vez ibamos a mas, me inundo el calor y me dejé llevar, el lo notó y se excito aún más, yo empecé a gritar de placer y él a gemir mas fuerte. Entre el calor el deseo y la excitacion nos vinimos en un orgasmo tremendisimo, fue alucinante.
No se su nombre, no se donde vive, pero le sigo deseando como aquel dia y desde aquel dia de playa… espero encontrarme con el aunque solo sea una vez más…