Hola. Mi secreto es real, más que una historia porno es una confesión. Agradezco este tipo de páginas que me ayudan a confesarme ya que el tema es delicado y es un tema que casi nadie acepta. Somos tres hermanas de México y las tres compartimos al mismo hombre desde hace varios años y ya hasta hemos tenido hijos con él. Todo comenzó hace unos años siendo este caballero novio de mi hermana mayor.
Mi hermana mayor tenía unos 22, yo como 20 y mi hermana menor como 18. A mi hermana menor y a mi nos gustaba en secreto su novio de mi hermana mayor que era muy atractivo en su personalidad. Él tenía como 24 o 26, algo así. Total, que nos fuimos acercando, comenzaron rivalidades, celos, peleas constantes, pero después de un tiempo algo pasó entre nosotras, que empezamos a tolerar y aceptar ese tipo de situaciones comprometedoras con él. Poco a poco se fue todo normalizando y cada vez discutíamos menos hasta que llegó un punto en que estábamos felices las tres y el siempre nos abrazaba, nos hacia cariños a todas, cosas así. Entonces, un día sucedió.
Jugando a la botella y habiendo bebido un poco de alcohol el nos retó, nos pidió que nos besáramos pues decía que le gusta ver mujeres besándose y al principio no queríamos, pero terminamos haciéndolo, besándonos las tres al ritmo de la música electrónica de fondo mientras él nos observaba atentamente. De ahí todo subió de tono. En ese entonces vivíamos con nuestro padre aún, y el estaba en la parte de abajo en la sala viendo la tele y la música nos ayudaba a camuflar el ruido. Terminamos las tres hincadas mamándole la verga y los huevos al mismo tiempo y terminó eyaculando todo su semen como cascada en nuestras bocas, ya que según dijo, nunca había estado tan excitado como esa noche, hasta temblaba él de la excitación. Nosotras incluso jugamos pasándonos su semen en nuestras bocas besándonos mientras él nos seguía mirando aún súper excitado. Esa noche fue sólo eso, sexo oral, por nuestro padre.
Ya en otras ocasiones que pudimos quedarnos a solas hicimos lo mismo y también nos penetró de muchas maneras y en varias posiciones, le fuimos perdiendo miedo incluso a las situaciones lésbicas que tanto le gustan a él. Pasaron varios años así, donde nuestra relación para nosotras era normal y claro que todo era a escondidas de la sociedad hasta que se enteró nuestro padre y fue un shock total para él pues mis hermanas ya estaban esperando un hijo de nuestro novio y nuestro padre nunca lo aceptó diciendo que todo era una aberración, pero nuestro novio se salió con la suya y nosotras también. Fue aún más el shock cuando tiempo después le dije a mi padre que yo también esperaba un hijo de él. Nunca fuimos unas chicas tan “santas” por así decirlo, así que creo que eso ayudó también un poco a que todo esto se diera.
Ya mi hijo tiene tres años de edad y mis hermanas y yo seguimos unidas a él. No hay problemas de celos ni cosas, así como mucha gente podría pensar. Nosotras elegimos este estilo de vida que no todo el mundo acepta, pero estamos felices con ello. Incluso hace poco se unió a nosotros una de nuestras primas, ella tiene 19, pero sólo la vemos ocasionalmente. No hay una relación seria entre ella, nosotras y él, son solo encuentros, tiene apenas como 6 meses que se “unió”. Nuestro novio llamado Mario es alabado por sus amigos y conocidos, lo consideran su rey, el mayor macho semental del mundo o algo así. A nosotras nos da gracia como lo llaman, pero somos felices, el nos hace felices a las tres, o a las cuatro cuando está nuestra prima.
Esa es nuestra confesión, o al menos mía, de mi parte. Hemos estado en contacto con grupos poliamorosos donde platicamos nuestra experiencia y nos ha sorprendido encontrar más casos similares al nuestro en varios países, aunque no son tan conocidos. Si les digo como dato que a pesar de que todos sabemos que la enorme mayoría de los relatos y confesiones en internet parecieran ser que nunca podrían pasar, algunos si suceden en realidad, como nuestro caso. Tampoco tenemos miedo en aceptar que la situación nos excita bastante, es super morboso todo. Su pene y sus huevos nunca se cansan de nuestras lamidas; mientras dos le mamamos el pene, la otra le chupa los huevos y luego cambiamos; dos le chupamos los huevos y la otra el pene, o las tres el pene o los huevos y así, y por supuesto nos encanta bebernos su semen. Al principio me daba asco, pero después se nos hizo rico a todas. Complacer sus fantasías y que nos observe besándonos o disfrutándonos entre nosotras. El es muy feliz gracias a eso. A nuestro padre y hermano a estas alturas no les ha quedado otra cosa más que aceptar la situación.