Era un jueves por la tarde como cualquier otro, a mis 22 años estaba en el último semestre de universidad y ansioso por salir de clases. Era la última hora, algunos profesores habían faltado e íbamos a salir temprano de clases, todos estábamos más que listos para ir a tomar y jugar videojuegos como se había hecho costumbre los jueves.
Habíamos quedado que esta vez seria en mi casa, ya hacia tiempo que no íbamos a la mía. Apenas sonó el timbre de fin de clases, agarramos nuestras cosas y nos dirigimos al auto de Miguel, durante el camino íbamos cooperando dinero para la cerveza y las frituras al igual que hablando de lo que íbamos a jugar.
En la parte de atrás iban sentados Hugo, Mateo y Lucas mientras que en la parte de adelante íbamos yo (Santiago) y Miguel.
(Miguel) – Venga Santiago que hoy toca en tu casa y vamos a hacer un desmadre en tu cuarto, me la debes por la última vez que me ganaste en la play.
(Santiago) – Venga Miguel que no hay que ser mal perdedor y si sigues así te vuelvo a ganar.
Todos los demás rieron mientras seguían hablando en la parte de atrás, el viaje fue muy rápido y casi no tardamos nada en llegar a casa.
Una vez llegamos abrí la puerta y todos pasaron de prisa dirigiéndose a la cocina para coger vasos para las sodas y el alcohol al igual que platos para servir las frituras y todo lo que íbamos a comer. Al ver que mi madre no estaba en la cocina grite un par de veces para ver si contestaba.
Cabe mencionar que en casa solo éramos yo y mi madre, mi padre nos había abandonado por otra familia un par de años atrás, pero mi madre muy astuta logro quedarse con la casa y el auto de él.
(Santiago) – Madre, ya volví de la uni, Miguel y mis amigos han venido conmigo para jugar un poco y tomar algo en el cuarto.
Nadie me contesto y supuse que mi madre había salido a la tienda a comprar algo.
(Santiago) – Venga que mi madre ha salido vamos a mi cuarto de inmediato a jugar.
Miguel subió primero e íbamos detrás de él, una vez llegando al pasillo entre mi cuarto y el baño salió mi madre del baño sin nada de ropa mas que la tolla en su cabeza, se acababa de bañar y mis amigos quedaron con la boca abierta al ver el cuerpo de mi madre, debo admitir que mi madre para tener 43 años luce divina, ella es alta, con una piel blanca como la leche, unos pechos enormes pero firmes que a más de uno le daría por meter su polla en esos melones, una cintura con volumen y ese culo grande y gordo al cual mis amigos estoy seguro han dedicado una infinidad de pajas.
Mi madre dio media vuelta y para su sorpresa frente a ella estaba un grupo de 5 jóvenes viendo su cuerpo desnudo de pies a cabeza. De inmediato puso un brazo sobre sus pechos cubriendo lo que podía, mientras que con su mano si tapaba su pezón derecho dejaba ver su areola rosa y su brazo no tapaba en lo absoluto su pezón izquierdo, eran unas tetas descomunales frente a nosotros y con su mano apenas y tapaba su vagina, se podía ver como estaba depilada.
(Sara) – ¡Aaah! ¿Pero qué hacen aquí a esta hora? Dense la vuelta en este momento.
Todos mis amigos dieron media vuelta, aunque a veces movían la cabeza un poco para intentar ver a mi madre, yo me quede de frente para hablar con ella y asegurarme de cubrirla.
(Santiago) – Salimos temprano del cole y venimos a jugar en mi cuarto, he gritado un par de veces, pero no respondiste pensé que habías salido a la tienda.
(Sara) – Pues hijo me hubieras mandado un mensaje para estar lista, no te he escuchado gritar y mira qué vergüenza tus amigos ya me han visto toda.
Mi madre dio media vuelta y camino rápido a su cuarto mientras veía como sus nalgas rebotaban de un lado a otro, en cuanto entro dio un portonazo y cerro con seguro.
(Santiago) – Venga ya pueden darse la vuelta y abrir los ojos.
(Hugo) – Una disculpa, Santi, no queríamos meterte en problemas.
(Santiago) – La culpa es mía, debí de haber revisado primero antes de pasar, pero ya les hice la tarde pringados.
A pesar de que sabia de lo bueno que estaba mi madre y que era irresistible para cualquier hombre me gustaba bromear con mis amigos y por parte de ellos a pesar de que le habían dedicado una infinidad de pajas a esas tetas y culo siempre se portaron con mucho respeto y pusieron la amistad primero.
Procedimos a pasar a mi cuarto donde por fin pudimos ponernos cómodos y empezar a jugar y tomar.
(Mateo) – Santi ponle pausa que tengo que ir al baño, estoy a punto de orinarme.
(Santiago) – Venga, pero ve rápido.
Todos nos quedamos platicando y tomando mientras Mateo estaba en el baño, pasaron 10 minutos y Mateo entro a al cuarto de nuevo.
(Lucas) – Hasta que vuelves hijo de puta te hemos estado esperando, cuanto tardas en el baño.
(Mateo) – Me dolió un poco la barriga ¿pero venga en que estábamos?
(Santiago) – Ustedes sigan jugando que yo también tengo que ir al baño.
(Miguel) – Venga que ahora vamos a ir de uno en uno al baño si quieren vamos todos juntos de una vez.
Todos procedimos a reírnos y salí del cuarto, en cuanto di la vuelta vi a mi madre saliendo del baño con su ropa interior en una mano y chupándose el dedo índice de la otra.
(Santiago) – Una disculpa por lo de hace una rato madre.
(Sara) – No te preocupes, amor, Olvidemos eso. olvide mi ropa interior en el baño y vengo por ella antes de bajar a preparar algunos snacks para tus amigos.
(Santiago) – Gracias, mamá, eres la mejor.
Mi madre continua a su cuarto y yo entre al baño, tarde un poco en soltar toda la cerveza que traía guardada. Me lave las manos y me dirigía en mi cuarto.
Justo al dar vuelta dirigiéndome a mi cuarto vi a mi madre pegada a la puerta de mi cuarto con la oreja pegada a la habitación tratando de escuchar algo.
(Santiago) – ¿Madre que haces?
(Sara) – Hijo venia en camino a preguntarles a tus amigos si prefieren hamburguesas o sándwiches, pero yo creo que sándwiches es lo mejor y más rápido.
Pude notar como la cara de mi madre estaba roja como un tomate y su respiración era rápida, mi madre dio media vuelta a prisa y bajo las escaleras a la cocina, me quede un poco confuso por lo que paso así que decidí hacer lo mismo que mi madre y pegar la oreja a la puerta de mi cuarto.
(Miguel) – No me puedo sacar de la cabeza las tetas de la madre de Santi, eran enormes y con esa carita de putita que tiene me ha puesto la pija durísima.
(Lucas) – Es una locura haber visto a la MILF de nuestros sueños desnuda, pude ver como tenía rasurada su panochita, de seguro ha de coger seguido.
(Mateo) – ¿Quieren saber por qué en verdad tarde tanto en el baño?
(Hugo) – ¿Habías dicho que te dolía la barriga no?
(Mateo) – No sean imbéciles nadie tarda tanto en el baño por un dolor de panza, encontré la ropa interior de Sara mientras fui al baño y no pude resistirme a olerla y pajearme en el momento.
(Miguel) – Estas tomándonos el pelo.
(Mateo) – Para nada, su ropa interior olía delicioso no aguante mucho y puse el panti en mi entre mi polla mientras me venía a chorros, le deje chorreando de leche.
No podía creer lo que estaba escuchando, todos mis amigos fantaseando y hablando de mi madre y por si fuera poco como Mateo se había atrevido a hacer eso en mi propia casa. De pronto vino a mi mente como antes de que yo entrara al baño mi madre estaba con su ropa interior en la mano y chupándose los dedos, ¿acaso mi madre estaba lamiendo la leche de mateo que recogió en su ropa interior?, no podía creerlo de seguro era otra cosa.
(Hugo) – ¿Y dónde dejaste la ropa interior?
(Mateo) – La he dejado donde la encontré doblada y llena de leche, no podrá saber que fui yo.
(Lucas) – Eres un enfermo pero que caliente me he puesto de pensar en lo que hiciste.
(Mateo) – Venga que estoy seguro de que ustedes hubieran hecho lo mismo, su olor era irresistible.
No soportaba seguir escuchando lo que estaba pasando y decidí entrar al cuarto, en cuanto escucharon que estaba abriendo la puerta todos quedaron serios mirándome fijamente.
(Santiago) – ¿Qué pasa por que se me quedan viendo?
(Miguel) – Por que es tu turno de jugar y te estábamos esperando, porque otra razón será pringado.
(Santiago) – Dame el control que ahora mismo les gano a todos si tanta falta les hace.
Durante las siguientes horas continuamos jugando, pero yo no podía quitarme de la cabeza lo que había pasado, por una parte, estaba un poco enfadado con todos ellos, pero al mismo tiempo estaba muy excitado. El tiempo siguió pasando y para mi sorpresa ya eran las 3 P.M
(Mateo) – Me la estoy pasando como nunca, pero es hora de que me vaya, quede con mis padres de ir a recoger a mi hermana y no puedo quedarles mal, Miguel crees que me puedas dar un aventón a la uni para recoger mi auto.
(Miguel) – Bueno pues ya lo escucharon, mañana continuamos jugando sin preocupaciones y más tiempo ya que es viernes.
Hugo y Lucas no tuvieron de otra más que aceptar y recoger las cosas.
(Mateo) – Gracias, Santi por invitarnos a tu casa, me la he pasado de puta madre jugando y vaya que he liberado todo el estrés que tenía acumulada en los huevos.
Todos los demás procedieron a reír morbosamente mientras mateo hacia ese comentario.
(Santiago) – ¿De qué se ríen?
(Miguel) – Nada, Santi que nos hemos acordado de un chiste. Venga chicos salgamos de aquí antes de que cambie de opinión y los haga ir caminando.
Todos procedieron a salir de mi cuarto uno por uno dirigiéndonos a la puerta principal, al pasar por la cocina mi madre aún estaba preparando sándwiches extras.
(Sara) – Chicos no me digan que ya se van, ya hice muchos sándwiches extras para ustedes y no pueden dejarme con tantos.
(Mateo) – Lo sentimos mucho, Señora. Ya se me ha hecho un poco tarde para recoger a mi hermana del colegio, pero con gusto empacamos unos cuantos para comer en el camino.
(Sara) – No se diga más, aquí tenéis.
Todos procedieron a tomar un par de sándwiches y antes de salir de la casa mi madre hizo un comentario un poco extraño.
(Sara) – Espero vuelvan pronto, chicos siempre son bienvenidos en esta casa.
(Mateo) – Pues ya está, tu madre nos ha dado permiso para mañana volver a jugar en tu casa, Santi.
(Santiago) – Claro, Madre como tu no eres la que limpia el desastre que hacen en mi cuarto.
(Sara) – Aquí los estaré esperando mañana.
De uno en uno salieron de la casa, al salir el último de ellos cerré la puerta y estaba listo para ir a echarme una siesta a mi cuarto.
(Santiago) – Mamá estaré en mi cuarto durmiendo un poco, si necesitas ayuda con algo no dudes en despertarme.
(Sara) – De hecho, antes de que subas quiero contigo.
(Santiago) – ¿Pero por qué lo dices tan seria? ¿qué paso?
Ambos tomamos asiento en la barra de la cocina.
(Sara) – Hijo, te voy a confesar algo, pero no quiero que lo tomes de mala forma, estoy seguro de que tu podrás entenderme.
(Santiago) – Claro, mamá sabes que puedes contarme cualquier cosa y siempre estaré para ti.
(Sara) – Veras, hoy cuando tus amigos me vieron desnuda no pude evitar notar que todos y cada uno de ellos recorrían mi cuerpo de arriba abajo con la boca abierta.
(Santiago) – Lo siento, madre fue totalmente mi culpa. Prometo que la siguiente ves te llamare para que no se repita la situación.
(Sara) – Al principio estaba un poco enfadada y avergonzada, pero al mismo tiempo la situación me ha prendido bastante.
Pensaba que mi madre estaba bromeando conmigo y me estaba tratando de enseñar una lección sobre lo importante que es avisar y respetar la privacidad.
(Santiago) – Pero por que me dices eso madre.
(Sara) – Por qué justo después de que me cambie en mi cuarto, fui a recoger la ropa interior que deje en el baño y para mi sorpresa estaba toda llena de semen.
Aunque ya era consiente de lo que había pasado trate de hacerme el sorprendido, esperando a que mi madre me regañara y me prohibiera volver a traer a mis amigos a esta casa.
(Santiago) – Pero que me dices, madre. Ahora si han cruzado la raya y se enteraran mis amigos a no faltarte el respeto, ¿Estas completamente segura de lo que dices?
(Sara) – Claro que estoy segura, después de recoger la ropa llena de leche fui inmediatamente a tu cuarto para confrontar al pervertido, pero lo que escuché me hizo cambiar de parecer. Hijo, todos tus amigos estaban hablando de mi cuerpo, decían que tengo unas tetas enormes que y de como soñaban con meterme sus pollas por mi vagina.
(Santiago) – Te prometo que nunca más volverán esos bastardos a pisar un pie en esta casa.
(Sara) – Espera, hijo. La verdad es que cuando cogí mis bragas llenas de leche no pude resistirme a probar un poco de esa leche que escurría por mi ropa interior y aunque no es correcto que te platique esto, debo confesar que era deliciosa. Veras hijo llevo años sin tener relaciones con nadie, desde que tu padre nos dejo solo me he enfocado en darte la mejor vida posible y he olvidado lo que se siente ser deseada.
No podía creer lo que estaba escuchando, mi propia madre me estaba confesando como saboreo la leche de uno de mis amigos.
(Santiago) – No te preocupes, mamá. Aunque lo que me estas diciendo suena descabellado puedo entender por qué lo hiciste y aunque no tenías por qué contármelo te agradezco que lo platicaras conmigo.
(Sara) – Gracias por entender, Santiago. Pero ha decir verdad, la razón por la que te cuento esto es por que quiero pedirte un favor.
(Santiago) – Claro, haría lo que fuera por ti.
(Sara) – ¿En verdad harías lo que fuera por tu madre? El problema, mi vida es que te voy a pedir algo inimaginable.
(Santiago) – Lo digo en verdad, madre y si eso significa no volver a juntarme con estos falsos amigos cuenta con ello.
(Sara) – Todo lo contrario, te quiero pedir que me ayudes a follarme a tus amigos. Mi cabeza no deja de pensar en todos los comentarios que tus amigos hacían de mi cuerpo y no puedo quitarme el sabor de esa rica leche en mis bragas.
No podía creer lo que acaba de escuchar, mi madre me estaba pidiendo follar con mis amigos como si fuera algo tan común. Trataba de hablar, pero de mi boca no solían palabras que hicieran razón a lo que mi madre me estaba pidiendo.
(Sara) – He escuchado como ellos se masturban todos los días pensando en como chupo sus pollas y me dan su leche en todo mi cuerpo, como fantasean con poseer mi cuerpo y hacerme su objeto sexual y para serte honesta esto no es algo nuevo, he notado día tras día como todos tus amigos se quedan viendo mis pechos y mi trasero cada oportunidad que tienen.
(Santiago) – Madre eso lo hacen con cada mujer que tienen frente a ellos, es parte de ser un hombre con las hormonas al tope, lo que me estás diciendo y pidiendo es una locura.
(Sara) – Estoy consciente de que esto es una locura, pero ya lo he pensado y no le veo nada malo a todo esto. Ha pesar de lo que tus amigos hicieron hoy ellos siempre han sido respetuosos conmigo y contigo, estoy segura de que ellos sabrán tener discreción y yo podre tener lo que tanto me hace falta.
(Santiago) – ¿Pero por que tiene que ser con mis amigos? ¿No es mejor conseguir a alguien de tu edad?
(Sara) – Amor los hombres de mi edad nunca han podido complacerme, quiero probar un semental joven que me haga llegar a las nubes y para serte honesta me prende tanto la idea, he leído tantos relatos y visto videos de mujeres maduras con jovencitos. Una de mis fantasías que nunca pude cumplir con tu padre fue hacerlo un cornudo y que fuera mi cómplice.
(Sara) – Yo sé, lo que estoy pidiendo es una locura, pero me encantaría que me entendiera y me ayudaras a cumplir mi fantasía. Todos estos años he dado mi vida para que tu estes bien, es justo que me ayudes a recuperar un poco de la mía.
No podía creer ni una palabra de lo que mi tierna madre me estaba diciendo, cerré mis ojos lo más fuerte que pude esperando que esto no fuese mas que una pesadilla y estaba viviendo un relato erótico mal contado, solo esperaba despertar y darme cuenta de que todo era falso, pero como un valde de agua fría abrí los ojos y me di cuenta de que todo era tan real como parecía.
El tiempo se detuvo en mi mente y aunque lo que me estaba pidiendo mi madre era inimaginable, ella tenía razón en una cosa. Mi madre siempre se preocupó por mí, nunca me hizo falta nada y aunque mi padre nos abandonó ella afronto la situación y me saco adelante, le debía tanto y si esta era la forma de hacerla feliz no tenía más que pensar.
(Sara) – No tienes que darme tu respuesta ahora, si quieres sube a tu cuarto, piénsalo un poco y me das tu respuesta más tarde Santi.
(Santiago) – Ya he tomado mi decisión, si esto es lo que en verdad quieres te voy a ayudar a que seas la zorrita de mis amigos y tengas tu ración de leche fresca todos los días. Para mí siempre serás mi madre no importa lo que hagas o digas.
Mi madre dio un brinco de alegría y fue correando a abrazarme, solo podía su cara de felicidad
(Sara) – ¡Gracias mi vida! Me hace tan feliz saber que puedo contar contigo, espero no cambies de opinión cuando veas como tus amigos me usan a su antojo y me dejan cubierta de leche.
(Santiago) – Seré tu cómplice y tu hijo cornudo madre y nada me encantaría verte probar todas las pollas de mis amigos.
El decir esas palabras hacían que mi estomago se revolviera, pero ver feliz a mi madre era mi prioridad.
(Sara) – Bueno hijo, no perdamos más el tiempo y empecemos en este mismo momento antes de que me arrepienta de la locura que estoy a punto de hacer.
(Santiago) – ¿De qué hablas? Mis amigos ya se han ido no hay mucho que podamos hacer en este momento.
(Sara) – Todo lo contrario, amor, es el momento de calentar la situación. Crea un nuevo grupo de WhatsApp, conmigo al igual que a todos tus amigos y por supuesto tienes que estar presente en la conversación.
Estaba a punto de retractarme y decirle a mi madre que olvidáramos lo que acaba de pasar, pero antes de poder hablar pude ver lo entusiasmada que estaba, no la había visto tan feliz y excitada en años, era como ver una niña pequeña lista para divertirse con un juguete nuevo.
Tomé mi celular y con mis manos temblando empecé a crear el grupo con mi madre y mis amigos, no puse ninguna foto de grupo y puse de nombre “Casa de Santi”.
(Santiago) – Listo madre el grupo esta creado, ¿cuál es el plan?
Mientras esperaba una respuesta de mi madre pude notar como estaban llegando mensajes de mis amigos en el grupo.
(Mateo) – Pero que mierda, Santi. ¿Qué es este grupo y quien es el número que no tengo registrado?
(Miguel) – Ya van a empezar con sus pelotudeces de seguro.
Solo pude notar como mi madre sonreía entre dientes, de un momento a otro mi madre puso de foto de grupo una foto de su rostro.
(Sara) – Hola chicos, soy la madre de Santi espero no molestarlos solo que quería hacerles un par de comentarios.
(Mateo) – Una disculpa, señora. No era mi intención escribir de esa forma.
(Sara) – No pasa nada, no te preocupes y por favor dime, Sara. Lo que pasa es que lo que hicieron hoy me dejo un poco sorprendida y no podía dejar el asunto de esta forma, voy a esperar a que todos respondan y estén en línea.
Pasaron un par de minutos en lo que Hugo y Lucas se conectaron y respondieron al mensaje de mi madre.
(Hugo) – Hola, Señora, ¿qué fue lo que paso?
(Lucas) – Ahora que han hecho imbéciles, han hecho enojar a la madre de Santi y ellas que se porta tan lindo con nosotros.
Pude ver frente a mi como mi madre escribía en el móvil de una forma tan rápida como nunca había visto antes.
(Sara) – Seré honesta con ustedes chicos, esta tarde pude escuchar como hablaban cosas obscenas de mi cuerpo y fantaseaban con mi cuerpo, y por si eso fuera poco alguien dejo mis bragas que olvide en el baño llenas de semen. Lo que hicieron hoy está fuera de lugar y es un comportamiento preocupante para cualquier mujer.
El chat se quedó en total silencio y me empezaron a llegar mensajes de mis amigos por privado. Mi madre se me quedo viendo fijo.
(Sara) – No contestes a sus mensajes cariño.
(Sara) – Santi no estará respondiendo mensajes en privado, lo que tengan que decir será en este grupo, ¿ahora quiero que me digan quien hizo esto?
Mi madre procedió a mandar una foto de su ropa interior llena de semen, en la foto se podía ver como las bragas estaban chorreadas completamente, no podía creer que alguien se pudiera venir tanto.
Mis amigos seguían sin mandar ningún mensaje al grupo a pesar de todos haber visto el mensaje y la foto.
De pronto mi madre volvió a mandar otra foto, pero para mi sorpresa en la foto se podía observar a mi madre totalmente desnuda con sus monumentales tetas al aire y con sus bragas sobre su boca al igual que un chorro de semen cayendo directo a su boca.
(Sara) – La razón por la que quiero saber quien fue es porque quiero que la siguiente corrida me la dan en la boca y no en mis bragas.
En cuanto mi madre mando ese mensaje y esa foto pude ver como todos mis amigos empezaron a escribir en el grupo y llegaban los mensajes sin parar.
Continuará.
Ufff estuvo super cachondo el relato, ya quiero saber de lo que es capaz tu mami! Ojalá me agregara a su grupo de WhatsApp! Saludos