Mi madre sale de su cuarto y se dirige a la sala para dormirse en el sofá ya que siempre que se pelea con mi padre ella se duerme ahí, esta era mi oportunidad para poner en marcha el objetivo final, cuando estaba pensado en mi plan sabía que había un momento de inflexión, donde la haría tomar una decisión que cambiaría nuestra relación y poder follarmela, pero para que tuviera más posibilidades fui provocándola poco a poco, primero que nos besáramos y después que me masturbara, mi idea era esperarme dos semanas para poner en marcha el ultimo objetivo pero la manera en que me evitaba sabía que se iba a negar en hacerlo, así que tenía que apresurar el ultimo objetivo o sino todo el avance que tenía seria desperdiciado.
Bajo las escaleras y me dirijo a la sala donde estaba sentada mi madre, al verla me sorprendió ver como estaba vestida, ella tenía puesto un camisón de tirantes con encaje color blanco. Noto que mi madre estaba llorando, me imaginaba por que lloraba, pero para que progresara la conversación y no me evitara, tenía que hacer como si no supiera nada así me acerco y le digo:
—Mamá que tienes ¿porque estas llorando?
Cuando me ve, agarra su cobija para cubrir su cuerpo y me dice:
—Nada hijo, no me pasa nada y tú que haces despierto a esta hora ¿por qué no te has dormido?
—Bueno pues no me podía dormir pensado en lo que paso en la tarde y me dio sed así que bajé para tomar un vaso de agua y te vi llorando ¿acaso es mi culpa?
—No hijo, no es tu culpa, es que me pelee con tu papá, son problemas de matrimonio cuando te cases lo entenderás.
Me acerco a ella y me siento alado de ella y le digo.
—Entonces ¿porque me has estado evitando?
—Eso es por otra cosa, la verdad me siento culpable hijo.
—¿Culpable de qué?
—Ay hijo, es que estuvo mal lo que hicimos, como tu madre no debí masturbarte, pero me siento más culpable por que no me desagrado haberlo hecho, disfrute hacerlo y eso está mal ninguna madre debe de sentir eso, así que te pido olvidemos lo que hemos hecho y regresemos a la relación normal que teníamos, lo siento hijo ya no te puedo ayudar con los besos y con el otro problema que tienes.
—No te sientas culpable a mí tampoco me desagrado lo que hicimos, no sé por qué está mal que tengamos esta relación.
—No hijo esta mal así que por favor olvídalo
—Entiendo madre mañana me voy de la casa, ya no me volverás a ver —le digo mientras me levanto del sofá.
Sabía que mi madre me pediría volver a la relación que teníamos, pero obvio yo no iba aceptar, era el momento de hacerla que tomara una decisión, ese era mi objetivo principal ponerla entre la espada y la pared, y este era un buen momento para hacerlo. Primero tenía los sentimientos revueltos, ella se encontraba entre excitada, triste y enojada. Segundo a los padres les cuesta separarse de sus hijos, sobre todo a las madres, sabia que si le decía que me iría de la casa y no la volvería a ver la dejaría en shock y trataría de evitarlo. Tercero todas estas semanas la fui pervirtiendo, hacerla saber que podíamos tener una relación más profunda sin que pasara nada malo y que disfrutara de lo que hacíamos. Todos estos factores influenciarían en su decisión, de forma que me beneficiara.
—Que estás diciendo ¿cómo que te vas de la casa? —ella me dijo mientras me sujetaba del brazo.
—Así es madre yo no puedo regresar a la relación que teníamos, la verdad disfrute todas estas semanas que pasamos juntos, la forma en que nos besábamos y cuando me masturbaba viéndote semi desnuda hizo que tuviera unos sentimientos por ti, deje de verte como madre, ahora te veo como una mujer.
—Hijo…. —ella se para del sofá, mirando al suelo— la verdad yo también disfrute estas semanas, cada vez que nos besábamos hacia que me sintiera mas una mujer, cada día que despertaba me arreglaba para lucir muy linda para ti, hacia mucho que no me arreglaba para un hombre, eso me hacía sentir culpable pero no lo podía evitar, deseaba tanto llegar a casa y besarte pero ya no podemos seguir así, a mi también me duele volver a la relación que teníamos pero eso es lo correcto, así que por favor comprende y no te alejes de mi por favor —me da un abrazo por la espalda.
—Te comprendo mamá, pero no puedo volver a la relación madre e hijo, la única solución es separarme de ti, ya que si no lo hago no voy a poder aguantar estando cerca de ti, así que tu compréndeme, llegamos a un punto sin retorno, lo siento —me separo de sus manos y sigo caminado hacia mi habitación.
Ella me vuelve abrazar por la espalda con más fuerza, evitando que me separara de ella.
—Por favor hijo no te vayas de mi lado, si te vas me sentiré muy sola en esta casa.
—No estarías sola tienes a papá a tu lado.
—Tu padre ya ni se preocupa por mí, y lo sabes muy bien que nuestra relación no es la misma, en estos dos años a cambiado de mesiado, el ya no me toca, no platicamos, ni siquiera nos hemos besado, ya ni se si soy su mujer, el solo se preocupa por el mismo, me tiene toda abandonada y la única razón por la que estoy con él, es por ti para que tuvieras un padre.
—Ya estoy bastante grande madre para comprender la situación, y si quieres separarte de él no me opondré y tampoco es que necesite una figura paterna mamá, puedes conseguir otra pareja que te de todo lo que necesitas, yo me voy alejar de ti y así tú serás feliz mamá.
—Como crees que voy hacer feliz sin que estes a mi lado, si tu eres todo para mí.
—Lo sé, pero esa sería la única opción, porque si quieres que darte a mi lado —me volteo para mirarla a los ojos— seria como mi mujer.
—Pero hijo te has vuelto loco, no podemos tener esa relación eso es algo prohibido, por favor volvamos a la normalidad, no me importaría seguir con tu padre si con eso somos otra vez una familia normal, así que ¿volvemos a como éramos antes?
—Ya te expliqué por que no podemos volver a la normalidad y ya no quiero discutir, ya te dije que para que estes a mi lado tienes que ser mi mujer y como sé que no vas aceptar mejor me marcho de la casa y te dejo vivir tu vida normal que tanto quieres, me voy a mi cuarto a preparar mis cosas y no te preocupes por mi estaré bien, me las arreglare para vivir solo.
Me vuelvo a dirigir a mi habitación y esta ves mi madre no me detiene ella se queda en el sillón sentada, al subir las escaleras veo que mi padre sale de su cuarto y me dice:
—Hijo que paso, estaba escuchando a tu mama y a ti platicar ¿paso algo?
—Ah nada papá solo me estaba platicando que se pelearon.
—Si hijo ya sabes cómo es tu mamá, debería hablar con ella.
El iba a bajar a la sala cuando lo den tengo y le digo:
—No papá no creo que deberías ir, ella estaba muy enojada y solo empeorarías las cosas mejor deja que se calme ¿no crees?
No quería que arruinara mis planes, sabía que si baja a hablar con mi madre ella no subiría a mi cuarto aceptando ser mi mujer.
—Tienes razón, será mejor dejarla que se calme al rato se le pasara, para que ya estas preparado para casarte hijo —dijo mi padre mientras se iba a su cuarto.
—Si de hecho ya estoy conquistado a una mujer.
—Enserio pues prepárate por que solo van a venir peleas, así como las que tengo con tu madre.
—Pues si padre voy a intentar hacerla feliz lo más que pueda.
—No será fácil, bueno te dejo que me voy a dormir, descansa.
—Si igual descansa.
La verdad no sentía nada al quitarle la mujer a mi padre, sabia que yo haría mas feliz a mi madre de lo que el lo hace, y es su culpa por no cuidar a semejante mujer que tenía, si no era yo alguien más se la robaría.
Llegue a mi habitación y empecé a meter mi ropa en mi mochila sabia que mi madre subiría en cualquier momento y aceptaría ser mi mujer, si ella no aceptara hoy, ya tenía un lugar donde irme a vivir, encaso de que fuera a buscarme ahí aplicaría otro plan que tenía pensado, estaba dispuesto a todo para convencerla, pero solo sería en caso de que no subiera a mi cuarto.
Había pasado una hora y mi madre no subía, parece que su moral es muy fuerte y no aceptaría ser mi mujer, resignado me iba a dormir ya que mañana tenia que irme de la casa temprano, pero al acostarme veo que se empieza abrir la puerta de mi cuarto y entra mi mamá vistiendo su camisón sexy, pone el seguro de mi cuarto y me dice:
—Eh tomado una decisión cariño, sé que lo que vamos hacer esta mal, pero si con eso te quedas a mi lado no me importaría, si quieres que sea tu mujer lo seré.
Ella comienza a quitarse su dona del cabello de manera muy sexy haciendo que su cabello largo y negro quede suelto por la parte de atrás, después prosigue a quitarse su camisón lentamente quedándose completamente desnuda.
A pesar que la única luz que entraba a mi cuarto era la de la luna, eso no evitaba que contemplara el cuerpo desnudo mi madre, la escena que tenía enfrente de mi era algo que nunca imagine pero sin duda nunca olvidaría, noto que mi corazón empieza a latir demasiado rápido, lo que tanto había deseado lo tenía enfrente de mí, me levanto de la cama para dirigirme hacia mi madre, estando enfrente de ella puedo ver mejor su hermoso rostro, ella se había puesto maquillaje que la hacía ver más atractiva, se había arreglado para mi lo que hacia que me excitara más de lo que me encontraba, le doy un fuerte abrazo y susurrándole en su oído le digo:
—Me haces el hombre más feliz del mundo, te prometo que estaré a tú lado todo el resto de mi vida, no te dejare abandonada como lo hizo mi padre y no te preocupes, nadie se enterara de la relación que vamos a tener, por fuera seremos madre e hijo, pero en la intimidad seremos amantes.
—Si amor confió en ti, por eso decidí ser tu mujer, estoy preparada para ser solo tuya y de nadie más.
Nos comenzamos a besar muy apasionadamente, estabas no me contuve y fui tacando por todas esas partes que antes quería tocar, con una mano acariciaba sus pechos de forma suave y con el otra le tocaba su culo, ella solo se limitaba a pasarme sus manos por mi espalda, después de estar como tres minutos en esa posición, ella comienza a desvestirme, primero me quita mi camisa después me baja el pantalón y el bóxer, agarra mi verga que estaba muy erecta, levanta su cara para mirarme a los ojos y con una risa coqueta me dice:
—Voy hacer algo mejor de lo que hicimos en la tarde.
Ella se mete mi verga a su boca y comienza a chuparla, la sensación que tenía era maravillosa, notar como pasaba su lengua por mi verga y con sus manos acariciaba mis bolas estaba llegando a mi limite, agarre su pelo con una de mis manos y ella siguió con el ritmo hasta que me corrí en su boca.
—Uf eso fue grandioso Isabel —le dije a mi madre mientras le pasa papel para que se limpiara.
—Me alegra que te gustara Diego, ahora me ocupare de lo que necesite mi hombre.
—Pero yo también tengo que hacer feliz a mi mujer.
Llevo a mi madre a mi cama, ella se acuesta boca arriba, yo me acerco y comienzo a besar su cuerpo comenzando con su cuello bajando lentamente hacia su cintura, cuando llego alrededor de su área vaginal coloco una mano en cada pierna y las separo gradualmente, saco mi legua para comenzar a lamer y chupar suavemente, después de dos minutos deslizo un dedo dentro de la vagina mientras continuaba con el oral.
—Ah ah así ah ah si ah ah sigue cariño —dijo mi madre mientras me agarraba la cabeza con sus manos.
Yo seguía dándole placer a mi madre, escucho que empieza a acelerarse la respiración y le empiezan a generar una serie de espasmos intensos hasta que finalmente se corre. Ella seguía respirando fuerte, me acerco a su cara le doy un beso y le digo:
—Esta lista para ser mía, ¿segura que no te vas a repentir?
—No amor no me arrepentiré, estoy completamente preparada para ser tu mujer.
Comienzo a penetrarla lentamente, era fantástico esperé mucho por este momento por fin era mi mujer, seguía sacando y metiendo mi verga cada vez acelerando más.
—Ah si haa ah más duro dame más duro.
—Mamá baja la voz que nos escuchara mi padre.
—ah ah es que ah no puedo contenerme cariño, haaa ah hacía mucho que necesitaba esto, me estoy volviendo loca, sigue no pares ah ah.
Comienzo a besarla para evitar que mi padre escuche sus gemidos, mientras que con mis manos sigo tocando todo su cuerpo quería sentir cada parte de ella, mi madre pasaba sus manos por mi espalda, yo sigo penetrándola cada vez más fuerte acelerando el ritmo, seguimos con ese ritmo como cinco minutos, estaba llegando a mi limite cuando le digo a mi madre:
—Isabel me voy a venir
—Ah si amor, haaa yo también me voy a correr, quiero que te vengas dentro de mí.
—¿segura?
—Si no te preocupes ah ah tu hazlo dentro de mi amor.
Comienzo a penetrarla más fuerte, moviéndome más rápido hasta venirme dentro de ella, al eyacular dentro de mi madre eso hizo que ella tuviera un orgasmo. Estuvimos recostados por un minuto, solo podía escuchar la respiración de ambos, cuando escucho la voz de mi madre diciendo:
—Me gusto entregarme a ti Daniel, ahora que somos pareja puedes tenerme cuando quiera así que a partir de ahora no te contengas cuando quieras hacerlo.
Me acerco para besarla en su cuello y le digo:
—por su puesto que no me contendré, pero no creas que esto ha terminado Isabel pienso disfrutarte lo más que pueda, así que ponte en cuatro.
Ella me hace caso y se pone en cuatro separando sus piernas, yo me incorporo atrás de ella la agarro de las caderas y comienzo a follarmela.
—Ah ah ah si más ah ah haa ah.
Mi madre seguía gimiendo cada vez más fuerte y con el sonido que hacia la cama me preocupa que escuchara mi padre, pero a la vez me daba más excitación escuchar la voz de mi madre gimiendo lo que hacía que no parara y siguiera follarmela más fuerte, ella para cubrir sus gemidos se tapó la boca con una almohada, al ver que se había cubierto con una almohada, decidí acelerar más el ritmo siguiendo así hasta que pasaron como cuatro minutos cuando me corrí. Me acuesto en la cama para descansar en eso mi madre pone su cabeza en mi pecho.
—¿Paso algo amor? —le digo a mi madre mientras le acariciaba su cabeza
—Me preguntaba como es que eres tan bueno en esto, si no sabias besar.
—Ah bueno es que eh estado investigando en internet por la curiosidad y también mis movimientos fueron más instintivos, tú eres mi primera mujer.
—Me alegra que tu primera vez fuera conmigo.
—¿Estas lista para la siguiente ronda? —le dije mientras le sonreía.
—¿Eh no estas cansado?
—Algo, pero todavía puedo seguir.
—Esta bien amor ven vamos hacerlo otra ves hasta que estes satisfecho.
Terminamos haciéndolo 2 veces más, hasta que quedamos completamente dormidos, a la mañana siguiente, al despertarme no te que mi madre no estaba acostada, no me preocupaba de seguro estaría en la sala, me levanto para ir al baño, después de darme un baño decido bajar a la sala para ver a mi mujer, cuando llegue a la sala no se encontraba ahí, así que me dirijo a la cocina y cuando llego veo a mi mujer vistiendo su bata kimono de seda, preparando el desayuno, me acerco a ella, la abrazo y le digo:
—Buenos días amor, que tal dormiste.
—Muy bien cariño y ¿tu?
—De maravilla.
—Que bueno amor, ya va a estar listo el desayuno vete a lavar las manos.
—Si amor —le digo a mi madre mientras le doy un beso.
Mientras desayunábamos le pregunte a mi madre sobre mi padre, ella me dijo que se fue a ver el futbol con sus amigos, cada vez que mi padre salía con sus amigos el llegaba muy noche, ya que mi padre no iba a estar en todo el día en casa, lo aprovecharía muy bien este día para probar algunas cosas nuevas con mi mujer, seguimos platicando hasta que terminamos de desayunar.
Continuará…