En la universidad suceden muchas cosas y esta es una de esas historias.
La historia siguiente trata de una de las mejores putitas que me comí. Todo empezó en la universidad, era una mañana y fui a unas clases que tenía, era primera clase de ese curso y no conocía a las compañeras nuevas. Cuando entré al salón me fijé que había varias compañeras nuevas, una que otra que estaba en algo, pero fui a buscar un asiento apurado y no revisé a detalle.
Seguía la clase cuando el profesor nos dice que tenemos que hacer un trabajo en grupo para ese momento. Como la mayoría eran nuevos me tocó unirme a un grupo. Tomé mi carpeta y me senté a lado de una chica. Esta era nueva, tenía el cabello teñido con balayage, color de piel intermedia, unos labios bien ricos y una carita de puta. Francamente me la imaginé cabalgando encima de mí, me excitó porque en mi mente ella ya estaba mamando mi pene.
Cuando estábamos realizando la actividad, esta se me acercaba y lo que me prendió fue cuando mis piernas que estaban extendidas bajo la carpeta, en lo que nos habíamos agrupado ella pegaba sus piernas y las rozaba con las mías, mientras me miraba de reojo, como si supiera lo que hace, pero lo disimula. Yo seguía con el juego y no despegaba mis piernas de ese roce con ella, creo que estuvimos bastante tiempo con ese roce, sintiendo ese calor. Personalmente, me excitaba ese roce, soy un fetichista y aunque en ese entonces todavía no descubría mis fetiches y prácticas, sentía la excitación y la de ella. Ella sonreía ligeramente conversando acerca de la actividad con las demás, nadie se dio cuenta de ese roce y nosotros hacíamos de cuenta como que era algo normal cuando sabíamos que no era así.
Cuando terminó la clase, nos despegamos de ese roce y ambos nos miramos como queriendo trasladarnos a mayor profundidad. Nos quedamos con las ganas, pues luego de esa mirada y una sonrisa nos despedimos. Rara vez me pasa que encuentras alguien con quien te atraes fuertemente y pasa esas cosas como ese roce. Si fuera por nosotros hubiéramos follado como salvajes delante de todos.
Luego de que salí de esa clase averigüé por redes de la universidad quién era, era una chica con la cual solo llevaría ese curso. Un curso que tenía solo un día. Pero a la semana siguiente, cuando estaba por el campus de la universidad la encontré, ella estaba con sus amigas, a mí solo me atraía ella, después de ese roce y ese calor quería hacerlo solo con ella, quería sentir ese calor de esa vagina y vaciarme dentro. Me avergoncé un poco para hablarle, nos miramos, saludamos y sonreímos y cuando ella iba avanzando con sus amigas la llamé por su nombre, ella se volteó y vino para conversar. Sus amigas se marcharon sin hacer escándalo, algo me hizo deducir de que no era la clásica de que saca un plan con alguien, es más era tranquila con los demás. ¿Pero conmigo? ¿Por qué me provocó? La invité a un evento en una discoteca el fin de semana, tenía entradas pues mi amigo me había ofertado unas cuantas, saqué la entrada y se la coloqué en su muñeca sutilmente. Ella se estaba excitando, lo pude sentir y se ruborizó un poco. Le dije que la esperaría en el evento, ella llamándome por mi nombre aceptó y se marchó.
Por mi parte era algo carnal, atracción corporal y de sexo, pero por el de ella, que tal si quiere algo más, dije, era lo más probable. No quería líos amorosos ni nada de eso, pero en un evento con los tragos necesarios se le puede sacar la información acerca de lo que quiere en realidad dije. Ya tenía el plan y solo era cuestión de aplicarlo.
Ella físicamente era de estatura de un 1.60 por ahí, tetas normales, culito normal, pero lo que la hacía atractiva, por lo menos para mí, era su balayage en el cabello además de que sí, estaba bonita en la cara. Vestía bonito. Personalmente ella era atrevida por lo menos cuando yo la estaba viendo porque con sus amigas se apagaba un poco. Fantaseaba por saber como será dando oral y aparte que quería darle por el culito jalándole el pelo y gimiendo los dos. Esa flaca me prendía y no se el por qué, porque físicamente era normal, pero tenía algo que cuando la veía me encendía.
Llegó el día del evento, fui al lugar y mientras conversaba con unos amigos la vi entrar a ella con unas amigas. Estaba bien rica y bonita, se había maquillado bien, se había vestido bonito y estaba apretada, con tacones. Mis amigos la vieron como una flaca normal y no me jodieron tanto, pero yo sabía que detrás de esa pinta había algo más. Dejé al grupo de mis amigos y fui con ella, me saludó con un beso y tomándose el cabello hacia un lado sonriendo me dijo que pensaba que iba tarde, le dije que no, yo también acababa de llegar.
La invité a la barra para conocernos mejor. Ella aceptó. Pedimos unos tragos suaves de arranque, conversamos acerca de nosotros, cosas normales, hasta que luego le dije que hay que tomarse un whisky, ella solo sonrío y me dijo que está bien. Luego de pedir el whisky mejor nos separamos en una mesa y colocamos nuestra botella y nuestros tragos, ella estaba un poco borracha, yo también creo que íbamos al mismo nivel, hasta en eso coincidíamos.
Nos tomamos los tragos, ella ya sonreía más y me abrazaba mientras tomábamos foto a nuestros tragos y a nuestras caras. En una de esas, nos acostamos los dos al mismo tiempo, con la música sonando y la gente mirándonos y me empieza a tocar el rostro, me observa fijamente mientras su sonrisa de borracha se mantiene y me dice que le gusto. Agarré y le dije que a mí ella me encantaba pero que hay que tomarse unos tragos más para conocer otras cosas que hablaríamos, ella aceptó.
Seguíamos conversando y tomando nuestros tragos hasta que sonó una canción que se bailaba pegadito y la saqué a bailar. Ella apenas pudo bailar porque más estaba sostenida en mí, pero ya la había sacado a bailar para que no se emborrache tanto y de paso ver si nos excitábamos bailando pegados, ella sonreía y seguía sostenida en mí. Levanté su cabello y le dije que me encanta y que quiero conocerla mejor, mientras la beso sutilmente en el cuello, sentí como se venía. Ella solo me dijo vamos. Pagamos unos tragos que nos habíamos tomado de más y me hice el que acompaña a su novia al baño porque está mareada.
En el camino al baño, cerramos la puerta y empezamos a besarnos con pasión ferviente, nuestros cuerpos hervían y no sabíamos que hacer porque ambos queríamos hacernos un buen sexo oral. Empecé yo, en lo que ella estaba parada, me agaché y le aparté la ropa interior, una ropa interior exclusiva de color rojo, empecé a lamer esa rica concha que estaba mojadísima, depilada y cuando metía chupadas se humedecía más, me encantaba succionarle el clítoris. Había un lío y era que ella gemía y no quería que nos graben o esas cosas, le dije que se tape la boca mientras le hacía sexo oral, ella lo hizo y le comí la concha tan rica que hasta ella con una mano se sobaba porque con la otra se había tapado la boca.
Ella quería chupármelo, pero le dejé con las ganas para que se encienda más. Salimos del baño. Ya afuera del evento, nos metimos un beso bien grande y carnal que fue hasta más debajo de sus labios, parte de su quijada y cuello. Tomamos un taxi y la llevé a un hotel, íbamos comiéndonos desde el taxi hasta el hotel y nos decíamos cositas que nos gustaban. Al llegar al hotel la agarré de la mano e hicimos la recepción, subimos juntos al dormitorio. Cuando cerré la puerta del dormitorio ella me abrazó ligeramente por el cuello y siguió besándome bien rico. La impulsé hacia la cama mientras seguíamos besándonos.
Empecé a besar y lamer su mentón, luego su cuello, ella gemía excitada y le gustaba, a mí me gustaba su piel, olerla y saborearla. Le saqué la ropa interior que era de color rojo y exclusiva, besé sus tetas medianas pero paraditas, me gustaban esas tetas normales que estuve un buen rato mientras ella me acariciaba el pene por encima del pantalón. Luego que la desnudé y solo se quedó con parte de ropa interior en la parte de abajo, besé todo su cuerpo, su abdomen, también mordía ligeramente y ella se prendía gimiendo. Me saqué la camisa y me bajé el pantalón, mi pene salió parado y empecé a rozarla en su pubis que estaba con ropa interior.
Así que eres morbosa le dije, ella me dijo que sí. Ella gemía cuando le rozaba mi pene duro en ese pubis y los dos con las caras excitadas. Con una mirada de puta me dijo que quería chuparlo. Agarré y me levanté ella se puso en pose y empezó a chuparla bien rápido y alocadamente como si fuera un caramelo. Chupaba acelerando y podía sentir lo rico que lo hacía, como se atoraba con mi pene en la boca, porque ella manejaba solita su cabeza para chupar, agarraba y se lo metía todo mientras tiraba una mirada de puta. Me encendió, agarré y la coloqué apoyada en la cama y le hice una follada de cara, que rico como la follaba por la boca.
La follada de cara era sin condón, me sacó semen mientras me la follaba por la cara y que rico me chupaba porque se lo tragó todo. Me gusto que empecé a follarla otra vez por la cara, esta vez más rico porque le metía bien profundo y exigido, en una de esas me sacó semen y se lo tragó de nuevo lamiéndose mientras me miraba, esta vez ya había quedado satisfecha que me dijo que era rico mi semen. Que rica puta que era por como follaba en su cara y como se tragaba mi semen y lamía la cabeza de mi pene.
Ahora me tocaba el oral a mí, la coloqué encima de la cama en cuatro y empecé a chuparle la rica concha, pero más el culo, era un culito cerradito. Le metí lengua y un buen oral que ella se excitaba, le di un buen oral que sentía como gemía, lo caliente que estaba. Luego pasé a la concha, esa concha estaba rica, sus labios me gustaban porque eran finos, la conchita estaba caliente.
En el sexo oral ella se vino y me dijo que le meta mi pene antes de que se venga más, que quiere tener mi pene adentro y que me vacíe dentro. Que rico.
Le pregunté si lo hacemos con condón o así nomás dependiendo de sus días y de lo que iba a tomar, me dijo que normal. Me arriesgué y agarré mi pene sin condón y empecé a meter la cabeza en esos ricos labios, como gemía. Empecé a darle en cuatro y mi pene se lubricaba bien rico adentro de su concha, cuando le metía pinga ella me miraba con esa cara de puta mientras yo le jalaba ese pelo y le metía bien duro. Luego de follármela en cuatro agarré y le chupé la concha, le metí saliva y luego le chupé el culo.
Agarré y lo hicimos de cucharita, que rica concha. Tenía su pelo de cerca, su cara era un horno porque estaba enrojecida y empecé a besarla mientras nuestras salivas se cruzaban porque estábamos muy excitados los dos, era porque nos atraíamos tanto que aparte de follar queríamos pegarnos por la boca.
Quería otra pose y agarré y la empecé a follar con ella totalmente en la cama y yo encima de ella. Mientras me la follaba ella empezaba a decir que le gustaba mi pinga, yo la besaba mientras seguía follando y nos decíamos cosas calientes que la hacían gemir.
Luego la agarré en cabalgada, ella cabalgando encima de mí, pero mirándome. Quería vaciarme mirándole esa cara de puta mientras follábamos duro. Empezamos a follar duro, ella chocaba ese rico culo fuerte y violentamente, yo miraba esa cara de puta que me tenía loco, ese pelo con balayage que me envolvía en placer y lujuria. Sus gemidos y el hacerlo al natural, sintiendo ese ajuste y ese horno dentro, empecé a meter mi pene más fuerte y chocaba duro con su culo hasta que empezamos a besarnos con lengua y saliva salvajemente, la follada era más fuerte y los dos nos venimos de lo más rico.
Era tan rica la sensación, le había llenado de semen la concha y ella me había llenado el pene de fluido mientras su concha seguía ajustando mi pene alocadamente. Ella gemía intensamente. Luego su concha se fue soltando y saqué mi pene mientras nos besábamos totalmente ensalivados, mi pene estaba con su fluido. Que rico. Nos besamos bastante tiempo llenos de saliva porque nos atraíamos tanto que no nos importaba. Mientras la besaba su cabello se cruzaba por nuestras bocas, que excitante.
Nos bañamos juntos mientras nos besábamos y sonreíamos. Para hacerlo al natural no nos trajo ningún inconveniente.
Había encontrado a alguien con la cual nos atraíamos tanto que luego sería mi puta y una de las mejores que me comí en la universidad. No quedamos en nada sentimental porque no nos interesaba a ninguno hacer cosas de parejas sentimentales, lo nuestro era el sexo y lo hacíamos salvaje. Luego de esa ocasión hicimos otras cosas más, pero eso será para otro relato.