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Cornudo por primera vez
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Tiempo de lectura: 6 minutos

La siguiente historia me tiene como protagonista, me llamo Martín (32) y vivo en Buenos Aires con mi mujer Roxana (35); somos pareja hace 6 años ya con una hija en común. Todo comenzó con la rutina constante de toda pareja al convivir, desgaste, rutina, cansancio… derivando en una intimidad poco regular y aburrida. Tanto así que me llevó a pensar estrategias para volver a prender la llama, y de repente descubrí que me excitaba la idea de ver a mi mujer con otro.

Al charlar sobre el tema con ella, su negativa fue contundente, pues para ella una pareja es dos personas y nada más. Los meses pasaron, y fui intentando comerle la cabeza con la idea en los momentos de intimidad; como quién dice un trabajo de hormiga. Una noche ella estaba viendo un programa en la tv en el cual aparece un muchachito jovencito, muy fachero por cierto. Su cara se transformó y sin decir nada pude darme cuenta de que internamente estaba pensando “que bueno que está”, su expresión facial la delataba.

De repente me mira con nerviosismo, roja como tomate y me pregunta que me pasa que porqué la estaba mirando… Y yo le respondo, “no, nada… pero te conozco… je”. Ella me pregunta que de qué estaba hablando, haciéndose la desentendida y yo le retruco… “¿está interesante la tele no?”… mirándome sorprendida porque creyó que ni cuenta me di. Me responde que no sabe a que me refiero, y yo hago un silencio seguido de una sonrisa. Yo me seguía haciendo el tonto mientras veíamos el programa y de repente cuando enfocan a este chico la miro, su boca estaba levemente abierta, solo le faltaba que se le caiga la baba por más que quisiera disimular, era evidente lo que estaba pensando.

Esa noche las cosas se dieron para tener intimidad y fue en ese entonces que se me ocurrió vendarle los ojos, y mientras se lo hacía de perrito le dije que se imaginara que la estaban penetrando duro mientras yo la observaba. Fue en ese momento de calentura que le dije… “imaginate que soy el pibito ese que estabas mirando en la tele… asi acabás como una putita…”. Entre sus gemidos, uno mas intenso surgió al decir estas palabras, dándome la respuesta que necesitaba, sin decirlo su excitación me demostró que este muchachito la dejó completamente caliente, y no la culpo… Ya quisiera tener ese lomo.

La cosa se puso intensa, mis embestidas en su enorme trasero eran más fuertes, sus gemidos más intensos, asi que comencé a decirle cosas zarpadas para llegue al orgasmo, tales como: “oh si… te gustó el pendejito mi amor”… Ella tímidamente me respondió sí, y acto seguido le dije cosas como “Oh Roxana, que lindo orto… ¿ te gusta que te coja toda delante de tu marido?” O que se imagine como me masturbaba observando como la estaban penetrando. Finalmente acabó en un intenso orgasmo muy caliente.

Los días pasaron, y de repente algo inesperado sucedió. Es aquí cuando debo mencionar que su profesión es la de docente de Escuela primaria. Y ustedes se preguntarán porqué aclaro esto, es que a raíz de su profesión es que sucede lo que les voy a contar. Ella comenzó a dar clases particulares en mi domicilio, el tiempo pasó y un día la madre de uno de los chicos le preguntó si no podía ayudar con matemáticas a su hijo mayor, que estaba haciendo el ingreso a la universidad.

Ella accedió por conveniencia económica y coordinaron un día para que venga en la semana. Tal es así que una tarde regresé del trabajo y estaba este chico, al entrar mil cosas pasaron por mi cabeza, se respiraba un aire inusual en el ambiente, mi intuición no falla porque al abrir la puerta vi a ella demasiado cerca suyo “explicándole” una cosa, lo cual me dio un no se qué por dentro… este muchacho era de contextura atlética, alto y morocho… tenía toda la facha y encima estaba bien vestido. Mi mujer se sorprendió al verme entrar, me saludó con normalidad, yo salude al chico y me fui a la habitación, desde la puerta de la misma se puede observar el living, asique dejándola entreabierta los observé.

Ella se había levantado a buscar algo y ante una pregunta del chico, se acercó hacia su lado para explicarle. En un momento le hace un chiste y noto una mirada cómplice entre ellos. Quería ser bien pensado, pero a su vez por mi mente pasaban pensamientos más perversos, como que a ella le parecía atractivo y estaban coqueteando… Imaginándome unos cuernos de alce.

Cuando el chico se fue hablamos de cómo estuvieron nuestros días y eso, y ahí ella me comentó sobre este chico, lo que le estuvo enseñando, que se llama Gustavo y demás. Yo solo pensaba internamente en las ganas de que tenía de hacer mi fantasía realidad, y no pude dejar de pensar en eso durante días. Cada noche que teníamos relaciones siempre trataba de jugar con imaginar esta idea del cuckolding… logrando que ella se soltara y deje llevar su imaginación. Pero yo ya no aguantaba la situación, y empecé a pensar de qué forma podría convencerla. Asique tomé cartas en el asunto y pensé en un plan, una tarde que vino a clases se quedó un rato más, ya había oscurecido y me ofrecí a acompañarlo a la parada del colectivo (autobús) con la excusa de había muchos robos en el barrio.

Ahí aproveché para charlar con el, preguntarle de su vida y averiguar que era soltero. Me tiré a la pileta y me la jugué, entablando una cierta confianza le pregunté si alguna vez había estado con una mujer más grande. Su reacción fue de sorpresa, no se imaginaba que yo le hiciese esa pregunta, a lo que respondió “No… Por?” Y yo le dije que tenía una propuesta para hacerle, pero que aunque su respuesta fuese negativa debía prometerme como pacto de caballeros que quedaría entre nosotros.

Asique le dije: “¿te parece atractiva mi mujer?”

El chico me miró atónito y respondió… “con todo respeto te digo, sí… es linda tu mujer.”

Entonces no perdí tiempo y le dije: “tengo la fantasía de incluir alguien más… te animás”

Gustavo hizo silencio, y aunque algo dubitativo me dijo “no sé… dejame pensar… ella es mi maestra particular… no se que decirte”. Le dije que lo entendía, pero que si se animaba tenía pensado un plan y necesitaba de su colaboración, su curiosidad fue grande y me dijo que le explicara mejor cual era mi idea. Asique le expliqué que lo que yo quería es que hiciera todo lo posible para seducirla cada vez que viniese a casa, que tenía todo mi permiso y le pasé mi número de teléfono para estar en contacto.

Pasaron mas o menos tres semanas, hablábamos seguido por whatsapp con Gustavo, al cual agendé como alguien del trabajo para no levantar sospechas. En complicidad yo regresaba tarde a casa para dejarlos solos, de repente empecé a “trabajar de más”. Fui notando un cambio de actitud en ella, vi como de repente empezó a cuidar más su imagen y a estar más “arreglada” en casa, cosa que no es normal ya que no le suele dar importancia y le gusta estar cómoda.

Parecía que el plan marchaba a la perfección, Gustavo me contaba la complicidad que había entre ambos, lo bien que se llevaban y hasta cierta tensión sexual entre ambos, obligadamente disimulada por ella. En paralelo yo seguía con mi plan pero llevándolo a una fase B… en la cual comencé a mandarme mensajes hot durante mi estadía fuera de casa, casi siempre con cosas relacionadas al cuckolding, como por ejemplo una imagen de una mujer montando un hombre en una situación de infidelidad, con mensajes como “esto me gustaría hacerte mi amor…”. Ella solo se dedicaba a responder con emojis, pero parte de mi plan era justamente que recibiera estos mensajes en presencia de este muchacho.

Pasó un tiempo, el plan seguía en marcha, y como siempre recibo un mensaje de Gustavo para avisarme que ya podía volver a casa, pero ese día me puso “ya está” con el emoji de la carita guiñando el ojo. Obviamente le pedí que se explaye, y me respondió con un audio explicándome con detalles como se dio todo, con una mirada tensa y un beso que le robó. Mi mujer reaccionó sorprendida por el atrevimiento, pero quedándose callada cuando recibió piropos por parte de Gustavo.

La cadena se soltó, mi mujer por fin dio el paso… se abalanzó sobre él besándose apasionadamente. Le preguntó que si la deseaba, poniéndose muy caliente al recibir una respuesta positiva. A partir de ahí, ella puso primera y arrancó, rápidamente se dirigieron hacia el sofá. Ella dio rienda suelta al placer confesandole que le parecía un chico muy lindo que estaba para comérselo todo. Comenzaron con ella montada encima besándose, quitándose la remera y el corpiño para que Gustavo le chupe las tetas.

Luego sentado en el sillón y con las piernas abiertas y ella arrodillada, le realizó sexo oral, haciéndosele agua la boca cuando sacó tremendo pedazo de verga de adentro del bóxer. Luego de mamársela un poco lo desnudó por completo, todavía tenía puesta la calza, con lo cual parada frente a él y de espaldas se la fue bajando mientras le realizaba un baile sexy, para luego hacerle un “perreo” con ese enorme culo entangado. Aquí es cuando cabe destacar como es ella físicamente; es de tez morena (no negra), ojos café y pelo lacio largo negro, físicamente parecida a la periodista del sorteo Qatar 2022 (Samantha Jonhson); de contextura rellenita y con una cola enorme.

Ella ya se había soltado por completo, y luego de quitarse la tanga se sentó en el sillón para que Gustavo le haga lo que más le gusta… comerle toda la conchita. Así fue como él hizo caso a su pedido, y ella entre el placer y los gemidos le confesó que hace rato su marido le pedía a gritos iniciar en el mundo del cuckolding, y que ella se venía negando hasta ese momento, en que ya no pudo resistir la tentación de por fin hacerlo cornudo y cumplirle el deseo.

Gustavo le comió toda la vagina haciéndola tener un orgasmo intenso, para luego obsequiarle otro consecutivo dándole de perrito en nuestra cama matrimonial. Tras contarme todo esto en aquel audio de whatsapp, Gustavo me dijo que tenía un video como prueba pero que prefería no arruinar el momento y dejar que sea ella quién me lo cuente al regresar a casa. Me apresuré a llegar a casa, al entrar ella no estaba en el living, asique me dirijo hacia la habitación, no sin antes percatarme de que había ropa suya tirada en el piso.

Al entrar me saludo, me dijo que me estaba esperando para contarme algo… se encontraba en la cama acostada con la luz apagada, apenas se veía con la poca luz de aquel atardecer nublado. Estaba boca abajo desnuda y solo tenía su tanga negra, me pidió que me acerque y me dijo:

-Amor… ¿te acordás de eso que tanto me estuviste pidiendo hace meses?

-Si

-Bueno… hoy ese deseo se te hizo realidad…

Mi verga estaba completamente dura y le pedí que me cuente con lujo de detalles lo sucedido, asique me contó que tuvo relaciones con su alumno, que es un pendejo muy lindo con una pija enorme y que se la garchó durante una hora haciéndole de todo. Me dijo que observara la evidencia, y ahí pude divisar 4 preservativos usados tirados en el piso, y una de sus tangas también toda llena de semen.

Me dijo que Gustavo se la garchó como nunca antes la garcharon, que la vuelve loca el tremendo pedazo de pene ancho y largo que tiene, y que su virilidad le hizo acabar 4 veces en una hora… pareciendo un toro embravecido. Me confesó que nunca la hicieron sentir tan puta… y que el saber lo mucho que yo deseaba esto más caliente la puso.

Así fue como me dijo que era oficialmente cornudo… y que a partir de ahora Gustavo iba a ser su amante y mi corneador. Yo excitado completamente me masturbé mientras la escuchaba, sabiendo que la próxima vez iba a poder presenciar el encuentro.

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