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Mi primera noche de sexo
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Como conté en mi relato anterior, “Perdí mi virginidad a los 18 años con un hombre de 40” (Primera vez) todo sucedió muy rápido, de ser virgen y no haber salido con nadie, a los 18 años recién cumplidos, conocí a Gustavo de 40 y en diez días perdí mi virginidad con él. La segunda vez que estuvimos pasé toda la noche en su departamento, tuve mi primer orgasmo, me hizo acabar varias veces más, fue una noche a pleno sexo. Este es el relato de esa noche. Antes de relatar lo de esa noche, entre el domingo y el jueves pasaron dos cosas que quiero narrarlas.

El día siguiente al que estuve con Gustavo, nos juntamos con Nancy en su departamento, no nos habíamos visto desde su cumpleaños. Charlamos de distintas cosas. Me preguntó si la pasé bien en su cumpleaños, obviamente le dije que sí. Me dijo que esa noche había notado que Gustavo me miraba bastante, le conteste que no advertí eso y que quizás solo le había parecido a ella. Me dijo que podía ser, que pensó eso porque ella sabía que Gustavo había salido con muchas mujeres que iban al gym incluso algunas casadas. Seguimos con otros temas hasta que me fui. Después, pensando en lo que me hizo y pasó conmigo, era obvio que, además de ser atractivo, tenía mucha experiencia sexual con las mujeres.

Con Gustavo había estado el día domingo, desde el lunes hasta el jueves me mandó decenas de mensajes cortos diciendo: “me gustas mucho”, “quiero verte”, “te extraño”, “me calentas mal”, “te redeseo”, “me excitan tus piernas”, ”me gusto cogerte”, cosas parecidas y otros mas hot. No estaba acostumbrada a ese tipo de mensajes y palabras pero pensé que para Gustavo era normal o lo hacía para excitarme.

El jueves por la tarde me llamó y me dijo que fuera a su departamento a quedarme toda la noche. Me tomo de sorpresa, le dije que lo pensaría y luego lo llamaba. Lo pensé bastante, no había riegos y deseaba estar con él, le mandé un mensaje diciéndole que si iría. Esa noche, me puse un conjunto de ropa interior, la mini y una blusa, cargue una muda de ropa en la mochila y fui, pensaba en muchas cosas, pero no me imaginé todo lo que en realidad pasó.

Cuando llegue, Gustavo me estaba esperando, estaba con un jean ajustado y una musculosa, se notaba su físico musculoso y bien formado, me gustó cuando lo vi. Apenas entré me dijo que estaba hermosa y muy sexi, que estaba ansioso esperando que llegue y que no me iba a arrepentir de haber ido. Me abrazó y me besó varias veces mientras me llevaba al living.

Nos sentamos en el sofá, me abrazó, me preguntó si lo había extrañado, si me gustaron sus mensajes. Le dije que si lo extrañé, que me gustó recibir sus mensajes y que algunos me parecieron bastante hot, el sonrió y me preguntó “te excitaban” yo le contesté “un poco si”. Me dijo que tenía muchas ganas de verme, que le gustó mucho todo lo que pasó el domingo y que cuando se acordaba de eso se calentaba y deseaba tenerme en la cama otra vez.

Me tenía abrazada con mi cabeza apoyada en su pecho, comenzó a acariciarme el cabello y la cara y me besaba, me sentía bien y comencé a excitarme, me sacó la blusa y el sostén y empezó a acariciarme y besarme los pechos, me frotaba los pezones con los dedos, los besaba, me besaba en el cuerpo, lo hizo bastante tiempo, me excité mucho y tenía el cuerpo caliente, me levantó en sus brazos y me llevó al dormitorio.

Cuando entramos me estiró suavemente en la cama, se sacó el pantalón y la musculosa y me dijo “ahora voy a hacer lo que te gusta” empezó a acariciarme y besarme las piernas, luego con las dos manos me acariciaba una y luego la otra, yo cerré los ojos, gozaba, sentía placer y me excitaba, siguió acariciándolas cada vez más arriba, me sacó la mini y la tanga, cuando llegó a mis muslos los tocaba en el interior suavemente y me los besaba cerca del sexo, sentía manos y sus labios calientes, estuvo mucho tiempo con mis piernas , cada vez me excitaba más, tenía las piernas y el cuerpo recaliente, dejó de acariciarme bajó hasta mi sexo puso mis piernas por encima de sus hombros, introdujo su lengua y empezó a hacerme sexo oral, no tardó en encontrar mi botoncito de placer, me pasaba la lengua sin parar, yo me retorcía y gemía, me levantó de la cola y siguió con su lengua en mi vagina, se detuvo, me flexionó y abrió las piernas y volvió a introducir su lengua que fue directa a mi clítoris, estuvo mucho tiempo haciéndolo, me retorcía cada vez mas hasta que sentí un fuego que me recorría todo el cuerpo, de mi interior salía un liquido caliente, y tuve mi primer orgasmo.

Sin darme tiempo a nada me introdujo un dedo, busco mi clítoris y comenzó a frotarlo, gemía y me movía desesperada, siguió haciéndolo hasta que me hizo acabar otra vez. Sin esperar me introdujo dos dedos en mi vagina y comenzó a moverlos, entraban y salían, con la otra mano me apretaba los pechos, yo gemía mas fuerte, me movía y pujaba hacia arriba, el siguió haciéndolo cada vez más rápido metiéndolos con fuerza, hasta que volví a acabar.

Nunca me imagine algo así, Gustavo me dominaba totalmente, había acabado tres veces y aún no me había penetrado. Se sacó el bóxer y vi su pene durísimo, comenzó a pasarlo por mis pechos, luego por mi cara y los labios y me dijo “quiero que me acaricies y lo beses”, obedientemente comencé a acariciárselo y besarlo, me lo introdujo en la boca, me agarró de los cabellos y me movía la cabeza hacia abajo, su pene entraba cada vez más en mi boca, estuvo así un tiempo y luego lo sacó.

Mi cuerpo seguía caliente, el tenía con su pene durísimo y comenzó a pasarlo por mi sexo, separé las piernas, deseaba que me penetre, como si adivinara me dijo “deseas que te penetre?” no le conteste nada y volvió a decirme “decime que deseas que te penetre y te coja” no aguantaba más y le dije “quiero que me penetres” afirmó su pene en mi sexo, empujo con fuerza y lo hundió totalmente, se quedo quieto un momento y luego comenzó a moverse, paraba unos segundos y luego seguía, yo lo abrazaba y gemía, estuvo haciéndolo mucho tiempo, luego lo sacó, me estiró las piernas en su cuerpo y volvió a penetrarme, sentí que lo hundía todo, empezó a moverse, mientras me acariciaba y apretaba las piernas, yo no paraba de gemir mas y mas fuerte, el me penetraba hacía cada vez más fuerte y más rápido, me estremecí, me salió un grito ahogado y acabé, el siguió penetrándome hasta que sentí su semen entrando a chorros en mi cuerpo.

Estaba agotada, él me abrazó y estuvo relajado un tiempo, yo le acariciaba el cuerpo y lo besaba, el me dijo “sos una pendeja divina y me encanta cogerte” cuando su pene se puso duro nuevamente se estiró boca arriba, me hizo sentar arriba de él, sentí que su pene me entraba hasta el fondo, me dijo “ahora tenes que moverte vos” empecé a moverme hacía arriba y abajo, el me apretaba los pechos, gemía y me movía, me agarró de la cintura, me levantaba y bajaba, por ratos me decía que deje de moverme, yo paraba un instante y volvía a moverme, el pujaba hacía arriba, de repente me levantó y me bajo con fuerza, su pene se hundió hasta el fondo, lancé un grito, acabé a mares y sentí que el acaba adentro mío. Quede estirada encima de él, nos abrazamos, yo seguí penetrada por unos momentos,, cuando lo sacó me dijo “me pones loco, quiero cogerte todos los días de todas formas” yo no dije nada y me quedé abrazándolo.

Los dos estábamos agotados y nos quedamos dormidos. Cuando me desperté, el ya se había bañado, estaba desnudo, me tenía abrazada cucharita, sentía su pene apoyado en mi cola y me acariciaba las piernas. Le dije que quería lavarme la boca, me dijo que vuelva rápido , me cepille los dientes y volví a acostarme, me puso boca abajo, empezó a besarme el cuello, la espalda y fue bajando lentamente hasta mi cola, me la acarició y besó, luego siguió con mis piernas, me calenté y mojé rápidamente, me dio vuelta, me estiró las piernas hacia atrás, las mantuvo así con sus manos y me penetró, me salió un gemido, lo sacó, volvió a hundirlo a fondo y comenzó moverse, yo gemía cada vez más, me bajo las piernas que quedaron estiradas, siguió moviéndose hasta que me hizo acabar, me las cerró de golpe y acabó. Cuando lo sacó quedé estirada en la cama, me temblaba todo el cuerpo, estaba exhausta.

Al poco tiempo se levantó, me dijo que tenía que bañarse para ir al trabajo, yo me vestí con la ropa que llevaba en la mochila, nos besamos y me fui. Estaba dolorida, cansada, agotada, apenas llegue al departamento me di una ducha, me acosté y dormí más de cinco horas.

Después salimos durante seis meses, me hacía cosas, me ponía en poses, me penetraba de distintas formas, me hacía acabar hasta agotarme, pero eso lo contaré en otros relatos.

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