back to top
InicioPrimera VezLa hermana virgen de mi amiga

La hermana virgen de mi amiga
L

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 6 minutos

Pasaron 15 días desde el incidente con Clara y David, él era amigo del dueño y le contó lo que había pasado, por lo que el viejo corrió al igual que a Clara, nunca más la volví a ver.

Afortunadamente tuve una llamada de mi anterior trabajo donde me ofrecían el mismo puesto y yo acepté gustoso.

Todo estaba igual, solo que estaba Evelyn, ella era nueva, una mujer de 34 años, casada, de buena pierna y de una actitud despreciable, pero conmigo hizo amistad desde el día uno.

Unos meses después me presentó a la protagonista de este relato, Paula, su hermana de 18 años que no había logrado entrar a la universidad y de castigo la llevó a trabajar.

Como ella era la querida del dueño consiguió un lugar para su hermana, mandandola a mi cuidado, al área de impresión como revisora.

Paula era bajita, piel blanca, buena pierna, ojos hermosos, tetas pequeñas pero bien paraditas, era la sensación del bloque y la verdad me gustaba la chica.

Comencé a hacerme muy cercano a ella y su hermana, me di cuenta que Paula era una calienta huevos, una ocasión me beso el cuello y otra la boca, yo no me acelere, afortunadamente mis 24 años ya me habían dado la experiencia necesaria para no caer en sus enredos de adolescente.

Un fin de semana de Abril, Evelyn y su familia tenían que salir afuera de la ciudad y no podían llevarse a Paula, así que ella me pedía de favor que la cuidara lo cual trate de negarme pero como mi novia se iría a Querétaro con su familia, termine aceptando.

Solo tenía que cuidarla de las 12 del día a las 9 de la noche, Paula tenía una fama de aventada al igual que su hermana, solo que Paula brillaba por su forma más déspota de ser.

Pase por ella a las 12 en una estación del metro, debo de aceptar que desde que la vi me dieron ganas de todo, traía una faldita de mezclilla, sus sandalias y una blusa rosa de tirantes mostrando su hermosa espalda.

P: ¡Pensé que no llegabas!

O: Aquí estoy, oye, ¡te ves super!

P: ¿Así? ¡Me vestí así para ti!

Yo sabía que ella estaba hablando al tanteo esperando mi respuesta, yo solo la mire y le bese la mejilla y fuimos a almorzar.

La llevé a almorzar, al cine y le compre ropa interior en una tienda, honestamente me la estaba pasando muy bien con la hermana menor de mi amiga.

P: Ya me aburri, ¡me gustaría tomar algo!

O: ¿Bebes alcohol?

P: ¡Desde los 13 años!

O: No me sorprende, pero aún no hay bares abiertos, son las 5 de la tarde.

P: Andale, ¡una cerveza!

O: Pues, lo único que se me ocurre es comprarlas en la tienda y beberlas en otro lado.

P: En mi casa no se puede

O: ¡Qué tal un hotel!

Paula me miró seria y unos segundos después aceptó, diciéndome que solo iríamos a tomar, yo la tome de la mano y le dije que si.

Nos metimos en un hotel de paso luego de comprar un six en el oxxo, nos sentamos en la cama, ella prendió la tele y puso el canal porno, yo solo la miraba con ojos de deseo.

P: ¿Qué pasa?

O: Nada, solo que estás ¡¡buenísima!!

P: ¡Si! ¡Me lo han dicho!

O: Sencilla, uhm, ¡eso me gusta!

Brindamos con nuestra cerveza, y ella se me puso a lado acariciando mi pierna llegando casi a mi verga que ya se empezaba a endurecer por la imagen.

P: ¿Has estado con alguien más joven que tú?

O: ¡¡Nunca!! Solo de mi edad o más grandes.

P: ¿Mayores? ¡Seguro eres bueno en eso!

O: ¡Si me dejas te lo demuestro!

Sin decirle más comencé a besarla, ella correspondía, puse mi mano en su hermosa pierna y comencé a acariciarla de la rodilla al muslo y un poco debajo de su falda, ella temblaba pero me permitía hacerlo.

La acosté acariciando su pierna y subiendo mi mano a su abdomen y tocando sus tetas, lleve mi boca a su cuello mientras mi mano toco su concha por encima de su trusa, fue entonces que ella se levantó de golpe.

P: ¡¡No!! ¡mejor no!

O: ¿Qué sucede, acaso no te toque bien?

P: No es eso, es que, uhm, ¡no mejor no!

O: Tranquila nena, solo dejate llevar, no le diré a nadie si eso te preocupa.

P: Es que la verdad ¡todavia soy virgen!

Su confesión me volvió loco, ni cuando perdí mi virginidad lo hice con alguien virgen, tener a una pura frente a mi me puso la verga mas dura.

O: Tranquila amor, no pasa nada, veras que lo disfrutaras, seré cuidadoso.

P: Bueno, está bien, ¡pero hazlo delicado!

Ella se quito su blusa y se acostó y yo como lobo comencé a saborear cada cm de su piel, le besaba la boca, sus pechos, lamia su abdomen besando su ombligo, le acariciaba sus muslos, le quite su falda y bese sus pequeños y hermosos pies, una adrenalina me invadía, honestamente también estaba nervioso, era la primer virgen que me comía.

Me quite la ropa y ella se quito lo que le restaba, comencé a besar su entrepierna, su coñito estaba muy peludo pero eso me excitan mas, lentamente me adentre a su selva y encontré unos labios delgados y húmedos listos para mi.

Comencé a lamerle sus labios vaginales con suavidad, ella se estremecía y gemía al sentir mi boca en su aparato reproductor.

P: ¡¡Ah!! ¿Qué haces?

O: Esta deliciosa amor ¡¡uhm!!

Recorrí mi boca de su coño a sus tetas, saboreaba sus pezones, los mordía con suavidad, besaba su boca y ella con sus dedos rozaba mi verga.

O: ¿Me la chupas?

P: ¡Nunca lo he hecho antes!

O: Pues debutamos en esto, ¡ok!

Me acosté y ella se dirigió a mi verga, la agarraba con fuerza y ponía su boca en mi cabeza, su boca era pequeña y el grosor de mi verga apenas si le cabía, comenzó con chupadas de paleta, haciendo gestos al sabor de mi fluido pre seminal.

Yo acariciaba sus nalgas blancas, su tetas y su coño peludo, ella lentamente abría su boca y metía mi verga, aunque hacía ascos sabía que lo disfrutaba.

O: Vamos corazón, ¡cometela enterita!

P: ¡¡Uhm!! Bueno, ¡¡uhm!!

Paula la chupaba torpe pero se sentía riquisimo, yo disfrutaba la escena, verla desnuda y con mi miembro en la boca no era algo que me hubiese imaginado, de hecho le tenía más ganas a su hermana pero tenerla chupandomela no estaba mal.

Después de que se acostumbró al sabor de mi verga y comenzó a chuparla un poco más rápido, yo acariciaba su cabeza y la empujaba despacio, ella no se negaba y disfrutaba la acción.

P: Está rica, ¡¡uhm!!

O: ¡Te dije que te gustaria!

Ya bien caliente la acosté en la cama, y le meti solo la puntita, ella temblaba y poco a poco fui adentrándome en su orificio hasta que sentí que revente su himen, ella gritó de placer y comenzó a jadear, yo me comencé a mover despacio, besándole el cuello, acariciándole las piernas, ella solo gemía y apretaba mi espalda.

P: ¡¡Ah!! Que rico, ¡que es este placer!

O: Que apretada, uhm, Paula, ¡¡que rico!!

No fui tan brusco, honestamente la excitación me ganaba y me daban ganas de ponerla como yo quería pero decidí seguir en esa pose, solo que a veces me levantaba un poco subiendo sus piernas, metiéndosela por completo.

P: Que rico, uhm, ¡¡ah!!

O: Que afortunado soy, uhm, que rico aprietas, ¡¡uhm!!

Me acosté a su lado y la puse de ladito, levante su pierna y se la metí suave, al mismo tiempo con mis dedos jugaban con su clítoris, ella gritaba y se retorcia del placer, sentía como se mojaba toda, no me importo no traer condon, solo quería disfrutarla.

P: ¡¡Me vas a embarazar!!

O: Tranquila, los sacaré antes.

Le pedí que subiera en mi, Paula un poco torpe se movía despacio, yo acariciaba su tetas, disfrutaba apretarlas y saboreaba sus pezones café claro, ella comenzó a moverse mas rapido, eso me encantaba ya que me apretaba super rico.

O: Si, que rico, amor, ¡¡no pares!!

P: ¡¡Ah!! Que placer, uhm, agh, que rico, ¡¡uhm!!

Paula probaba las delicias del pito, se movía como loca, yo trataba de calmarla pero su placer ya era incontenido, así que la deje, la deje moverse hasta que tuviera su primer orgasmo, el primero en su vida.

P: ¡¡Dios¡¡ que es esto, agh, Oswaldo que pasa, ¡¡agh!!

O: Es tu orgasmo, uhm, vamos, que rico te vienes amor, ¡¡uhm!!

Su venida mojo toda la cama, Paula hasta se tambaleaba al quedar debilitada, quedo encima mio pero yo aun la tenia durísima, así que le pedí se pusiera en cuatro.

Al verla empinada con las nalgas abiertas y escurriendo me sentí en el cielo, la tome de la cintura y lentamente se la deje ir, acariciando su espalda, hombros y nalgas.

O: ¡¡¡Paula!!! ¡Qué rico!

P:Ah, mas, asi dame mas, ¡¡me gusta!!

O: Toma cariño, uhm, ¡¡agh!!

Comencé a embestirla con velocidad, ella ya aguantaba mi verga y disfrutaba tenerla dentro, yo le daba lo mejor de mi, me movía a diferentes formas y ritmos y ella lo disfrutaba al máximo.

O: Que rico, uhm, bebe, me sacas la leche, ¡¡uhm!!

P: ¡¡¡Si!!! Pero no dentro, uhm, ¡no me embaraces!

Ella se movía un poco y eso me excitó mas, ya no había marcha atrás estaba a punto de venirme, yo sudaba y mi verga se inflaba y se inflaba y justo en ese momento logré apenas sacarla viniéndome en su espalda.

O: ¡¡Agh!! Que rico, ¡¡uhm!!

P: Dios, se siente super caliente ¡¡agh!!

Esa imagen de ella llena de semen en su espalda hasta el día de hoy se mantiene en mi cabeza.

Una vez terminado el momento me acosté y tomé de mi cerveza, ella se junto conmigo y me abrazó, comenzó de cursi pero afortunadamente recordó su linaje y volvió a hacer la misma de siempre.

Nos vestimos y la lleve a su casa, justo en ese momento llegaba su hermana, su mamá y su papá, yo educadamente salude y la deje ahí, justo cuando me iba Evelyn me dijo…

E: A mi no me engañas, sé de dónde viene, espero haya valido la pena.

Yo solo la mire y sonreí, alejándome en mi auto recordando cómo le quite la virginidad a su hermana.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.