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Follada a una lesbiana
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Había entrado a la universidad, todo era una estupidez. Sin embargo, ya en los próximos ciclos conocí a una putita.

Esta tomó confianza conmigo e hicimos una amistad interesante. A parte de hablar de los trabajos de la universidad y esas cosas, ella me comentaba su vida personal. Entre esas cosas me dijo que era lesbiana y que tenía a una tipa como pareja. Totalmente sorprendido, porque yo me la quería follar me desanimé, porque esta chica tenía aparte de gusto sentía algo por la que era su pareja. Sin embargo, el desánimo solo fue por ese día.

La chica que les cuento era atractiva, un culo atractivo que se veía que no lo habían estrenado, buenas tetas y cara regular, tenía tatuajes en la pierna algo que me excitaba. Era mediana, labios grandes para que la chupe bien y una mirada de putita. Esta chica era de lejos sumisa, por eso se llevaba bien conmigo que soy dominante. Una vez en un descuido que el lápiz se cayó por mis piernas cuando estábamos por la carpeta, lo recogió rozándome bien rico el pene con la mano.

Cuando me dijo que era lesbiana, no sabía si era algo para ver mi reacción o era verdad. Opté por investigar y le dije que la acompañaría a conocer a su pareja. En una de esas, ella estaba inquieta y le dije que qué era lo que tenía, ella me dijo que se había peleado con su pareja. Sonreí por lo bajo.

Luego de unos días me dijo para acompañarla a que platique y se amiste con su pareja, normal acepté. Llegamos a las afueras de un departamento y salió una mujer ancha y de cabello crespo, ella era la pareja. Soy hábil, no fui a presentarme a su pareja directamente, la vi desde la esquina fuera de la entrada del departamento, la pareja nunca supo acerca de mí, era lo mejor si quería quitarle su presa.

Luego de un rato salió mi amiga, salió normal. Interpreté que a lo mejor si habían vuelto, pero cuando nos reunimos porque yo la esperé afuera todo un rato ese día, me fue comentando por la calle que habían vuelto pero que ella no la sentía convencida y que su relación no era la misma como cuando se conocieron, antes ellas no solían discutir y otras cosas. Yo solo le daba algunos comentarios que cuestionaban a su pareja.

Y conversando por la calle, me decidí por aprovechar el momento y por fin hablar directamente. Ese día la vi a ella más rica y hasta excitada, se sentía.

Me la jugué e hice la pregunta que era todo o nada, le dije si realmente era lesbiana o solo se confundió. Ella no tuvo un semblante agresivo para responder y sorprendida me dijo que no lo sabía pero que le había tomado cariño a su pareja. Ahí es en donde me di cuenta que la situación estaba jugada. Le dije que es mejor hablarlo si nos tomamos unos tragos y para levantar el ánimo es mejor tomarnos el día. Ella contenta, aceptó.

Le dije que fuera a su casa, se bañara y alistara porque íbamos a salir a fiestear. Ella cuestionándose dijo que había aún clases el día siguiente, pero le dije que faltaremos y nadie se enterará. Ella aceptó. Nos veríamos en una calle que conocíamos ambos por la noche. Luego de planificar, cada uno se fue a su casa.

Nos encontramos en la noche en la calle acordada, tomamos caminando unas calles hasta que llegamos al bar. Pedí whiskey. Fuimos conversando acerca de lo sucedido, ella con sus historias y yo con mis comentarios contra su pareja, eso eran las primeras horas. Luego, pedí más trago, la situación ya estaba en algo, porque la música sonaba intensa y ella se movía sentada a lo cual le dije si quería bailar y bailamos, pero no frente a frente. Ella se movía sola mientras yo por atrás, abracé su cintura. Acerqué mi boca a su oído y le dije que lindo bailas, en lo que somos compañeros he visto que eres increíble. Pude sentir como se erizó su piel a pesar del trago, algo raro también considerando que supuestamente ella era lesbiana.

Ella entró al juego, me dijo que yo le parecía alguien con quien podía compartir muchas cosas. Cómo cuales, le dije. Conversaciones y otras cosas porque no la había juzgado como lo habían hecho la mayoría de sus amigos. Le dije que si quería saber por qué no la juzgué, ella me lo preguntó.

Acerqué mis labios a la parte baja de su oído y le respondí, porque me gustas desde que te vi, porque me gusta como eres, me atraes como lo ves ahora, porque quiero sentirte y que sientas. Luego, le besé el cuello y pude sentir como se hacía agua y su piel se excitaba. Completé diciendo que solo siga su instinto, así como lo estoy haciendo yo. Ella se dio la vuelta y me besó con lengua.

Estaba jugado, un beso con lengua de los más ricos delante de todos, era obvio que hasta ellos sabían que iba a continuar. En el beso me tomó de la cabeza y me besaba con lengua. Yo la tomé de la cadera y la ajusté a mi cuerpo, ella estaba mojadísima y muy excitada. Mientras seguí bailando, le dije para ir a un lugar que tengo reservado, ella sin pensarlo solo dijo que sí.

Había reservado un lugar para llevarla, este lugar no tenía vecinos ni nada que interrumpiera. Me había propuesto en follarla bien rico y hacerla gritar. Quería que sepa y sienta lo que es follar con un hombre de verdad, un dominante y fetichista como yo. Quería darle pinga toda la noche, pero como estaba ebria tenía que ver como la hacía.

Cuando salimos, tomamos un taxi y fuimos al lugar, ella solo me besaba y se agarraba de mí, el chofer nos miraba con morbo.

Ya en la entrada, la tomé de la cadera frente a frente y mientras la besé con lengua empecé a tocar sus nalgas y a apretarlas fuertemente, todo esto en la entrada de la calle, las ventajas de una casa a las afueras de la ciudad. Luego, empecé a lamer su cuello y a besarlo, como la tenía apretada podía sentir como se hacía agua y además gemía cuando esto pasaba.

Pasé a las tetas, estaban sudosas como me gustan. Las lamí y besé mientras seguía apretando sus nalgas. Ella hablaba con gemidos y disfrutaba.

Paré la situación y le dije entre bromas que hay que dejar la acción adentro, ella sonrío y aceptó. Su cabello estaba desordenado, su maquillaje se había corrido, el sudor estaba por todo su cuerpo, su cara estaba sonrojada y excitada. Ya dentro empezamos a besarnos y a lamer nuestros cuerpos, le iba lamiendo el cuello y esas tetas sudosas que me excitaban, lubricadas. Mientras la recostaba en un mueble con mis lamidas y ella con sus gemidos, me quité la ropa y ella hizo lo mismo, lo curioso es que ella gemía sin que le lamiera, estaba muy excitada.

Su vagina estaba hecha una laguna y horno, me encantaba. No dudé y le metí una buena chupada, un buen oral que hacía que sus fluidos estén, succionaba ese clítoris y ella gritaba fuerte. Vagina peladita. Empecé a dedearla suave para estimularla más mientras la veía. Se vino varias veces con el sexo oral que le hice.

Saqué mi pene y le dije que ahora iba a probar un pene de verdad. Ella sin pensarlo se colocó para hacerme una chupada. Si sabía chupar, pero quería hacer más intensa la situación y ver hasta donde puede llegar. Luego de sus chupadas empecé a follarla por la boca, la coloqué apoyada en el mueble y empecé a darle por la boca hasta que solté una buena lechada que ella se tragó. Mientras hice que se trague mi semen la agarré de los cachetes y veía esa boca con mi semen. Que rica se veía como mi puta.

Hicimos otras poses en sexo oral hasta que empecé a follarme esa vagina. Se sentía rica y caliente, muy húmeda, peladita y ajustaba a mi pene varias veces cuando le decía cosas sucias, le decía que si le gustaba ser mi puta, que ahora ve lo que puede suceder cuando te encuentras con un hombre de verdad. Le pregunté si le gustaba mi pinga y dijo que le encantaba también si le gustaba mi semen decía que quería tragárselo.

Entonces cuando la estoy follando abierta de piernas agarro intensidad mientras la tomo fuerte del cuello y besando como lamiendo su boca la sigo follando, ella gemía fuerte mientras le decía cosas sucias. Le dije si quería que terminara en su boca, ella dijo que sí que quería tragar mi semen. Eso me prendió y agarré más intensa la follada hasta que saqué mi pinga y la metí en su boca para follarla mientras le llenaba de semen. Luego, saqué mi pinga y agarré esos cachetes. Esa boca estaba llena de semen, que rico era ver como se lamía y tragaba todo mi semen.

Esta compañera terminó siendo heterosexual y mi puta por un buen tiempo hasta que me quité cuando lo decidí, se hizo una viciosa al sexo por la boca después de esa noche, una noche que luego seguimos follando hasta el amanecer porque quería llenarla de semen por todos lados, porque se había privado de los ricos placeres que te da un hombre fetichista como yo.

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