back to top
InicioAmor FilialCon mi primo, cogimos a su madre y a su hermana

Con mi primo, cogimos a su madre y a su hermana
C

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 7 minutos

Juanjo es mi primo, el menor de ellos, tiene 19 años, jugador de básquet, alto, y bastante pintón. A pesar que le llevo 10 años, siempre tuvimos buen dialogo, y desde sus 16, salíamos juntos de noche. Hemos hecho varias juntos, salir con dos hermanas, intercambiar parejas en el medio de la noche, tríos con una mina, hasta hemos estado con tres juntas los dos.

Sin tener su físico, soy igual de alto. Nuestras pijas, son casi idénticas en tamaño. De unos 18 cm. y gruesas. Nos han dado muchas satisfacciones.

Para el cumpleaños de 21 de su hermana, hace un mes, hicieron una fiesta impresionante en un salón. Estaba toda la familia, unos 30 y otros tantos invitados. Mucha comida, mucha música y mucha bebida. Como siempre, nosotros nos cuidábamos con la bebida. Nos permitía “pescar” mejor.

Cerca de la una de la mañana, yo estaba bailando con una chica, que no paraba de tirarme indirectas para hacer algo. “una amiga que estuvo con vos me dijo…” fue la frase que no dejé pasar. La tome de la mano no salimos al parque, vi un banco algo alejado y casi en la oscuridad y fuimos. Dos besos y la piba me estaba chupando la pija desesperada de rodillas entre mis piernas.

Chupaba muy lindo, se metía la pija completa en la boca. Nunca vi de donde llegó, pero la cumpleañera estaba parada a mi lado de la mano de un chico, mirando como me chupaban la pija.

—Hola primo… Dijo.

—Primita… Conteste.

Vi que iban para el salón y un rato después, tras hacer acabar en la boca de la chica, volvimos al salón. Sole, mi prima estaba hablando con la madre y las dos me miraban riendo. Mi tía, hermana de mi padre, es una mujer de cuarenta años, muy bien mantenida, no muy alta, con buen físico y por el gimnasio, las carnes firmes.

Cuando Juanjo me vio, se me acercó y me cargó por la escapada al parque. Dejamos de bailar y fuimos a buscar algo para tomar.

—Flor de clavo me voy a comer. La vieja me agarro para que la lleve a casa cuando termine todo. Me cago la noche. Me dijo Juanjo.

—Tranquilo, te acompaño. Y nos vamos a un boliche.

Yo había ido sin el auto. Cerca de las tres de la mañana, subimos a su auto. Juanjo y Teresa, su madre, adelante, yo atrás. Estábamos por arrancar cuando vino corriendo Sole, la cumpleañera.

—Eduardo esta borracho. Se va a la mierda. Me voy con Uds. dijo y subió.

Cuando arrancamos vi que el chico caminaba normal, y miraba como nos íbamos. Ningún signo de estar borracho. El salón quedaba alejado de la casa de mi primo. Casi a un hora de viaje. Mi prima se acomodó de costado, hacia mí, como para dormir.

Un par de minutos después, deslizo su mano sobre mi pene y me fue acariciando lentamente. La miré y sonriendo me guiño un ojo. Mi pija se empezó a poner dura. Teresa, su madre había tomado bastante y estaba muy encendida, nunca la había visto así desde su divorcio. No paraba de hablar con doble sentido.

Sole deslizo el cierre de mi pantalón, liberó mi pija y se puso a masturbarme. Me miraba y jugaba con su lengua en sus labios. No tardó mucho en ponerse a chuparme, quise quitarla pero no me dejó.

—Tu hermana encontró como disfrutar el viaje. Dijo Teresa mirándonos.

—Pendeja puta, no jodas con el primo. Te va a ensartar.

—Quizás es lo que quiero. Dijo Sole.

Teresa no dejaba de mirar como Sole me chupaba. Vi que separaba las piernas y se acariciaba.

—Eso no está bien Sole… me estás haciendo poner cachonda, muy cachonda.

—Esto esta súper bien mamá, grande y dura.

—Guacha.

Hizo que acabe en su boca y le mostro a la madre mi leche en su boca.

—Pará el auto. Dijo Teresa, y cuando Juanjo lo hizo le cambió el lugar a Sole.

—Pobre mi hermanito, ni un mimo le hiciste madre. Dijo Sole y llevo su mano a la entrepierna de Juanjo.

Teresa, saco mi pija y me masturbaba mirando y tocándose la entrepierna. Puse mi mano sobre su calzón y ella dio un suspiro. Lo corrí y le metí dos dedos. Gimió y al escucharla, Sole la miro y se rio a carcajadas.

—Juanjo, por fin nuestra madre se dio cuenta que sigue siendo mujer…

—Era hora.

Minutos después, llegamos a la casa y Juanjo guardó la camioneta en el garaje. Entramos a la casa, y mi tía, miró a los hijos y me dio un tremendo beso, con su mano en mi pija. Sole se puso de rodillas y se puso a chupar a Juanjo.

—Una noche de locura no se le niega a nadie. Dijo Juanjo guiñándome el ojo.

En un santiamén, estábamos desnudos y ellas chupando nuestras pijas. Fuimos al dormitorio de Teresa los cuatro.

—Estas pijas sí que con grandes. Dijo Teresa mientras me chupaba.

—Nunca tuve una así adentro. Dijo Sole.

—Yo menos. Dijo Teresa.

Juanjo se acostó e hizo que Sole lo monte. Con dificultad se metió la pija en la concha en medio de gemidos y quejidos. Teresa dejo de chuparme, me masturbaba y se masturbaba mirando como entraba la pija de Juanjo en la concha de Sole.

Sole con esfuerzo fue moviéndose arriba y abajo, gemía sin parar. Teresa, no dejaba de mirar y meterse dedos en la concha. Lleve mi mano a su culo y le metí un dedo. Me miró seria. Con la otra mano tome su cabeza y la besé. Su beso fue terrible.

—Movete. Le dije al oído y lentamente fue moviéndose metiéndose todo mi dedo en el culo.

—Primo, primero la pendeja, luego la vieja. Me dijo Juanjo.

—De acuerdo.

Hice doblar la cintura a Teresa, poner su cara en el culo de Sole y le dije que se lo chupe.

—No Nacho, como voy a hacer eso.

—Porque si no te voy a meter la pija en el culo así como estas.

—Guacho.

Primero con timidez, fue lamiendo el culo de Sole, que la miraba fascinada.

—Juanjo, mamá me está comiendo el culo mal, es una yegua.

Teresa fue soltándose y yo me pare junto a Sole y le metí la pija en la boca. Estaba loca, se movía como loca sobre Juanjo y chupaba de igual forma.

—Sole abrite el culo, tu vieja te va a meter dos dedos. Dije.

—No, soy virgen del culo.

—Hasta ahora. Dijo Juanjo

Teresa primero metió uno. Sole dio un grito y se quedó quieta. Teresa metía y sacaba el dedo sin parar, hasta que lo sacó. Se metió dos dedos en la concha y tras sacarlos los llevo al culo de Sole empapados por sus jugos. La pendeja no paraba de chuparme con desesperación. Cuando vi que los dedos de Teresa entraban y salían con facilidad, me puse detrás de su culo.

Teresa tomo mi pija con la otra mano y me masturbaba mientras penetraba a Sole con sus dedos. Me acerque un poco y Teresa guio mi pija al orto de Sole.

—No por favor, me vas a partir al medio con esa verga. Dijo Sole.

—Rómpele el culo. Me dijo Teresa.

Juanjo la abrazo para que no se mueva y lentamente se la fui metiendo. Sole pedía por favor que la saque, Teresa sentada con las piernas abiertas se masturbaba sin parar. Cuando la metí por completo, Juanjo se empezó a mover con todo y yo lo imite. Sole pasó de pedir que paremos a pedir más. Teresa se puso de rodillas y con una mano se masturbaba la concha mientras con la otra el culo.

—Me estoy emputeciendo de solo mirar. Espero que guarden algo para mí. Dijo Teresa dándose con todo.

No tardamos mucho en acabar, tampoco ellas. Yo llene el culo de Sole con mi leche. Y me quite. Tome a Teresa e hice que chupara toda la leche que salía del culo de Sole, luego mi pija. Sole se levantó como pudo y chupo a Juanjo, dejando su pija limpia.

Juanjo fue a buscar latas de cerveza y las tomamos en la cama.

—Mi primera vez con dos hombres. Dijo Sole.

—Mi primera vez con dos hombres y una mujer. Dijo Teresa.

—¿Tuviste fantasías? Le preguntó Sole a Teresa.

—Por supuesto Sole, no soy una extraterrestre. Desde joven, más después de separada de tu padre.

—¿Pudiste llevar a la realidad alguna?

—Hasta hoy no. Una era ver como dos tipos cogían a una mujer. Recién lo ví.

—¿Tenes otra?

—Sí, claro…

—Contanos.

—No Sole. Esto que estamos haciendo ya es fuerte. Imagínate que me da vergüenza mi fantasía, como será.

—Ma, no seas boluda, conta.

—Que me cojan, que me traten como a una puta.

—No es difícil. Dijo Sole.

La hizo poner de rodillas y le empezó a besar los pechos a Teresa que Instantáneamente empezó a gemir. Los dedos de Sole fueron a la concha de la madre y la penetraron sin piedad.

—No te vamos a tratar como puta, vas a ser una puta. Dijo Sole mientras chupaba los pechos.

Con Juanjo nos acomodamos en la cama para mirar. Sole no paraba con su boca y sus dedos. Luego de un rato, puso su cabeza entre las piernas de Teresa, que la miraba sin poder creer que su hija estuviera por chupar su concha. Cuando sintió la boca y la lengua de Sole, dio un grito de placer y apretó con todo sus tetas. Le siguió un orgasmo que la dejo temblando, apoyada en sus manos.

—Dios, es la primera vez que me chupan la concha.

Sole se detuvo.

—¿El viejo nunca te chupo la concha?

—No, seguí por favor.

—Que tipo boludo. Dijo Sole y siguió chupando sin parar.

Teresa no paraba de gozar, gemir, gritar de placer, estaba totalmente excitada. Sole le saco otro orgasmo y se corrió. Tomándola de los cabellos, hizo que se ponga a la altura de nuestras cinturas y con chupe las pijas.

—Tremenda puta tienen muchachos. Disfruten como su puta les chupa la pija. Dijo Sole y salió de la habitación.

Cuando volvió lo hizo con un arnés con una pija plástica de mediano tamaño y un consolador grande. Se puso detrás de Teresa y de un solo empujón le penetro con todo la concha. Teresa giro la cabeza para ver sin entender mucho.

—Hija de puta, me estas cogiendo. Dijo Teresa.

—Hija tuya, puta. Sos muy puta, tanto como yo. Algún día quiero que me cojas yegua. Pero ahora es mi turno.

Teresa cada momento aumentaba su nivel de excitación cuando ya parecía que había llegado al máximo. Cuando sintió que Sole apoyaba el falso pene en su culo tomo los cachetes y se los separó con todo.

—Me emputeciste, desgraciada, rompeme el culo pendeja.

—Con todo gusto. Dijo Sole.

Dio un grito con mi pija en su boca y no paro de chupar. Sole bombeaba con todo, no tenía piedad de ese culo. Juanjo miraba sin poder creer como Sole sodomizaba a su madre. Ella lo miraba y sonreía. Estuvo un rato así, hasta que se aburrió. Me dijo que me acueste en el medio de la cama. Lo hizo y le dijo a Teresa.

—Ahora si puta, solita y sin decir nada, te vas a meter la pija del primo en el culo, sentada sobre él, dándole la espalda.

Teresa me miró y se fue metiendo la pija en su culo. No se quejaba, solamente gemía. Se movía despacio. Sole se puso a chuparle los pechos. Teresa aumento el ritmo y Soledad se puso frente a ella y la penetro en la concha. Juanjo se paró, y le puso la pija en la boca a su madre.

—Gracias chicos, nunca su padre me dio tanto placer, soy su puta, hagan de mi lo que quieran. Dijo Teresa totalmente loca.

—Vos lo pediste. Dijo Sole.

Hermanito, enséñale como le coges la boca a tus putas.

Juanjo la miro y tomando la cabeza de la madre le empezó a coger la boca en forma bestial, Teresa apenas podía soportarlo. Se ahogaba, le faltaba el aire. Juanjo no paraba, yo me empecé a mover como loco, lo mismo que Sole. Juanjo se detuvo, le dijo que abra la boca y le acabo en los labios a la madre. La leche de su hijo fue a su boca, cara y pechos. Juanjo se la hizo limpiar y se acostó.

Sole se salió, se acostó e hizo sentar a su madre sobre ella, mirándola y con el falso pene en el culo.

—Tu turno primo, cógele la boca.

Teresa, totalmente fuera de sí, saltaba sobre Sole enterrándose todo en su culo. Abrió la boca y le empecé a coger yo la boca sin piedad.

—Como está gozando la puta, es increíble, pensar que teniendo semejante mujer en casa el boludo, se fue con una puta barata que le mete los cuernos. Dijo Sole.

Un par de minutos acabe de la misma forma que Juanjo. El rostro de Teresa estaba bañado por nuestro semen al igual que sus pechos. Me limpió la pija y pensé que había terminado todo.

—Sujétame los tobillos. Dijo Sole.

Teresa, tirándose para atrás los sujetó. Sole le metió tres dedos en la concha y los empezó a mover con todo, al tiempo que entraba y salía del culo de la madre con el falso pene. Los gritos de placer de Teresa eran increíbles.

—Muchachos, si se quedaron con ganas, adelante, esta puta sigue caliente. Dijo Sole

Juanjo se paró, y con su pija casi erecta, se empezó a masturbar junto a la cara de la madre. Me calenté nuevamente y sin moverme, me empecé a masturbar. Cuando estuve listo, me pare del otro lado de Juanjo y ahora los dos nos masturbábamos frente a su cara. Llegamos casi juntos, los dos bañando a Teresa con nuestra leche. En ese momento tuvo un orgasmo bestial, y cayó sobre el pecho de Sole.

Sole tomo la cara de la madre y pasándole la lengua, la limpio de todo nuestro semen. Como pudimos nos acomodamos y nos dormimos.

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.