Dos personas recuerdan su primer encuentro. Escriben ambos.
Por fin llegó el día de conocerte, por fin vi tu cara delante de la mía y pude expresarte lo que inspirabas en mí. Pero no me esperaba esto… no esperaba tanta complicidad, y tanto deseo entre dos personas… ¿Eres real?
Dijiste que vendrías a buscarme, y que me llevarías a un sitio especial… pero… fue algo más que especial. No voy a olvidar tus labios… no podré olvidar tus manos… ya te echo de menos…
***************
El recibimiento fue delicioso: Llegar a tu casa, abrirme… y sentir ese beso infinito de tus labios.
Esas caricias que nos prodigamos por todo el cuerpo.
Por encima de la ropa y ya casi con desespero por debajo de ella. Buscando nuestra piel. Queriendo ese contacto tan anhelado. Tan deseado.
Apretándote contra la puerta. Presionándote con mi cuerpo…
**************
Recibirte fue un sueño. Queríamos hacer esa noche especial y se nos iba de las manos en el primer segundo. Pero… ¿qué más daba? No podíamos parar. Por fin tus manos tocaban mi cuerpo. Cuánto tiempo soñándolo…
Tus manos en mi culo mientras nos besábamos, sentía todo de ti, sentía que debía desabrocharte. Tantas horas poniéndome guapa para ti, y ni iba a salir de casa así… me acababas de romper las medias, tu deseo aún era más brutal que el mío. Habíamos hablado del BDSM, de ser amo y sumisa… pero… no en la primera cita… aunque, aún me excitó más verte así.
*******************
El mero hecho de verte vestida como habíamos hablado me excitó. La blusa blanca, la falda de tubo y los stiletto me enardecieron.
Verte tus labios rojos y tus uñas a juego me sedujeron.
– Estás preciosa Amaya: Sabes que vas a ser mía.
Mis manos recorrían todo tu cuerpo. Amasé tus pechos por encima de la blusa sintiendo una sensación excitante.
Fui desabrochando los pocos botones que faltaban de tu escote insinuante, hasta dejar al descubierto tu deliciosa lencería de encaje. Sabías que cuando te viera con ella me seducirías más aún e inevitablemente me lleve tu pecho a mi boca para chupar tu pezón a través del transparente encaje.
****************
Tú también sabías que mis pezones son mi debilidad, que jugando con ellos me tenías en tus manos…
No lo resistía más… y tú tampoco, pero sólo tuve que decirte al oído: "amo… tengo hambre".
La sacaste directo. Me hiciste arrodillarme, sin dudar, yo debía estar a la altura…
Ahí comenzó un momento de locura. Tenías momentos que me dejabas disfrutar a mí, meterla y sacarla de mi boca… chuparla… pasar mi lengua… y esos momentos que te sentías un AMO y no controlabas. Ni habíamos pasado de la puerta, y ahí apoyabas mi cabeza y jugabas con mi boca… la mantenías fuerte dentro… y disfrutabas de mi sumisión.
*****************
Este momento en el que te arrodillas y suelto mi cinturón liberando a continuación mi miembro para que inicies nuestro delicioso juego fue algo sublime.
Las sensaciones que me transmitías eran delirantes. Sentir la calidez de tu boca. La humedad de tu saliva. Consigues que mis jadeos surjan de mi boca.
-Me gusta follarte la boca.
– Sigue. No pares.
– Trágala toda nena. Todaaa
****************
Sin duda te gustaba, me di cuenta cuando me levantaste, me di cuenta cuando no tenías tiempo de bajarme las medias, me di cuenta cuando me apoyaste en la mesa más cercana y rompiste mis medias, me di cuenta cuando la metiste sin pensar…
En ese momento comenzó la siguiente locura contigo, ni las palabras pueden describir esos sentimientos.
Sentía que me penetrabas como un animal, querías llegar al fondo, pero ni un segundo la sacaste. Hasta llenarme de ti.
*****************
Se inició un camino sin retorno. Lleno de excitación. Se palpaba en el ambiente. En nuestro olor corporal que destilaba sexo. Me tenías subyugado con la succión de tu boca. La deliciosa sensación de entrar y salir de tus labios.
Hasta que decidí poseerte. Hacer mío tu sexo. Lo quería ahora. Algo que llevaba deseando tanto tiempo…
La mesa cercana sería perfecta para tu apoyo. Rasgar tus medias y ladear tu tanga de encaje fue todo uno. Y entrar en ti fue el sumun del placer. Estabas tan mojada. Tan deliciosamente húmeda.
Delirio. Éxtasis. Era el momento de embestirte. De empujar mis caderas y penetrarte. Sentir el calor de tu coño.
-Dios que gozada el follarte cariño…
El arrancar de tu boca tus jadeos.
Metértela una y otra vez.
-Joderrrr siénteme
Gózalo
–Mmmm
**************
Me dijiste: ven cariño…
Te sentaste en el sofá extasiado, y me pediste subirme sobre ti.
Tan caballero, tan sensual, ese olor que nunca olvido…
Estábamos desnudos y besándonos… nos dimos cuenta que tu semen salía de mí… y sonreímos.
Me separaste para observar mi cuerpo, lo habías visto mil veces por fotos y cam, pero ya era tuyo.
– "Mírame Amaya, no quiero dejar de recordar este momento."
– Eres mi sueño cumplido.
Recuerdo el momento siguiente precioso. Cuando me dijiste…. debes vestirte… que nos están esperando. Menos mal que ya he dicho que iríamos a las 10.
*****************
Contemplarte era excitación pura
Verte así desnuda me fascinaba. Admirar tus curvas. Tus pechos y tus pezones erectos y desafiantes. Míos por fin.
-Quiero que ahora te pongas medias a medio muslo y sin el tanga, con tu sexo libre.
Te deseo húmeda y sexy esta noche…