Capítulo 4. Este es el último capítulo de esta serie porque después de esta, la cosa se puso más selectiva, ya que dada la experiencia que habíamos adquirido, decidimos quedarnos en un círculo de cuatro personas que incluyo a mi hermana y su esposo… (pero eso no duró mucho al final fuimos 6).
Es el 30 de agosto de 1984, este viernes a eso de las 6 pm recibí una llamada de Mario. Estaba en un Bar del vecindario. Estaba tomando unos tragos con mi cuñado Micah, la llamada era para invitarme a compartir unos tragos con ellos. Me fui enterando que estos dos tenían muchas cosas en común y vamos a dejarlo ahí. Para cuando llegué estos dos ya estaban en buena onda (como siempre, el resultado de los tragos y ocasionales aspiradas de coca que tanto abundaba por todos lados en esos tiempos).
Conociendo a Mario, estaba seguro de que este, estaría trabajando en alguna fantasía en común con otros. Ja! Y no me equivoqué, y la razón por qué me habían llamado era porque ellos querían involucrarnos a mi y mi esposa. La propuesta era de juntarnos el Domingo en casa de Micah, quien vivía fuera de la cuidad, unas 10 millas hacia el Norte. De momento que teníamos un fin de semana largo, íbamos a tener un BBQ en el patio eso de las 3 pm y luego se iba a unos tragos y coca en la piscina y de allí esperábamos que se desencadenara la lujuria. Yo les dije que tenia que hablar con Gladys a ver si estaría de acuerdo, al mismo tiempo que les pregunté si Betty y mi hermana Eli sabían del plan. Mario dijo que lo había conversado con Betty y ella ya estaba lista. Micah dijo que, en una de ‘esos’ fines de semana se lo había sugerido a Eli y que ella le dijo que lo iba a pensar y que contestaría la próxima vez que ellos tuvieran sexo.
Llegué a casa después de planearlo todo con Mario y Micah. Después de la cena en casa, propuse que nos fuéramos al living con unos tragos, yo ya sabia como poner a Gladys en buena onda. El problema que yo enfrentaba era que hacia 10 días que no follábamos, Gladys estaba cargadita y lista para una nueva sesión, pero era viernes por la noche y si lo hacíamos, ella no iba a estar lista para su desenfreno habitual en dos días… el otro problema era mi hermana, ella iba a dar un brinco cuando se enterara que yo era parte del grupo. Ya con unos tragos y algo mas, le dije a Gladys de la invitación a la casa de Micah y Eli (mi hermana).
Al principio, ella dijo vamos! Tengo ganas de tirarme a la piscina. Ah, también irán Mario y Betty, tu los conoces. Después de un rato y ya un poco caliente me dijo… oye! No estarás pensando en que tengamos una de esas fiestas? Dije: Lo mas probable es que se puede ir en esa dirección, que piensas? Ella dijo, pero… tu hermana. Yo le dije, en estos casos solo hay hombres y mujeres, yo amo a mi hermana y ella me ama a mi y siempre hemos sido un tanto liberales en cuanto a nuestras relaciones. Repetí la pregunta: que piensas? Gladys contesto, en estas calenturas y cuando se alcanza un nivel de fantasía y desenfreno, uno no piensa, solo se deja llevar, si hay remordimientos, vendrán al día siguiente.
Ella me pregunto: ¿y tú que piensas? Sabes bien que pudiéramos resultar todos en pelotas y se puede armar una culeadera entre todos. El morbo de cogerme a mi hermana me nublaba la razón. Le dije: tal vez sea hora que tomemos el próximo paso. Se levantó del sillón del living para servirse otro trago y me dijo: tal vez. Le recordé su propia negativa de ser cogida por otro hombre a lo cual después de pensarlo por unos segundos me aclaró: ¿que tanto me amas? Le dije: eres el amor de mi vida y jamás nadie se interpondrá entre nosotros. Ella Sonrió. Gladys parecía segura y clara en su postura y sentimientos… Yo le aclaré que los juegos sexuales eran nada más que eso y que nada era más grande que el amor que sentíamos el uno por el otro. (Yo seguía pensando en el culo de mi hermana). Pasaron unos dos tragos mas y finalmente me dijo: mi problema de intercambiar tiene que ver con Alan, siempre me miró con lujuria que me hacía sentir incomoda. Por otra parte, Mario y Micah me caen bien, no les tengo ese rechazo inconsciente como a Alan. Así es que si tu quieres, vamos al BBQ y pasémosla bien! No pasó nada esa noche, guardamos energías para el Domingo.
Viernes por la noche, llegó Micah de vuelta a casa, Eli lo recibió muy cariñosa como siempre. Le dijo: tienes hambre? No dijo el, comí algo con Mario. Ah dijo ella, yo, como no llegabas comí algo ya. Quieres un trago? Si dijo el y ambos se sentaron en al patio frente al gran jardín a conversar. Después de unos tragos Micah le ofreció a Eli: Quieres una ‘aspirada’? como para ponernos en buena onda? Ella dijo, claro que si… después de un rato Micah le informó que había invitado a Mario y Betty para una carne asada el Domingo a lo cual ella dijo: que bien! Sabes que puede haber coca y alcohol verdad? Ella dijo: y que? No te importa si las cosas se suben de tono? Para nada dijo ella, si ya lo hicimos una vez, entonces que mas da? Micah estaba iracundo de caliente pero sin mostrar mucho entusiasmo dijo: mas hay algo que me olvidé de mencionar. Que? Dijo ella. El dijo, es que también invitamos a Max y a Gladys.
Mi hermana dio un brinco! Que, que!??? Bueno… Max estaba allí y lo invitamos por cortesía, tu sabes…
Eli, con un par de aspiradas de coca, ya estaba desinhibida, cachonda y estuvo dispuesta a aceptar la situación, sin darle mayor importancia. El hecho de que si las cosas se subían de tono ella sabía que pudiera terminar culeando con su hermano. Muy dentro de sí, Eli recordó que había asuntos pendientes con su hermano desde la juventud. Y se sonrió. Se fueron a dormir, esperando el domingo.
Aquí es cuando la cosa se pone buena. Estoy tratando de recopilar todos los detalles del domingo que no olvidaré por el resto de mi vida…
Poco después de las 3 pm llegaron Mario y Betty, estaban contentos, ella lucía radiante, llena de vida, sensual, se notaba que venía dispuesta a pasar un buen rato. Mario se acercó a Eli y la saludó con un beso en la mejilla y ella contestó con una sonrisa. Micah les dio la bienvenida y los invitó a pasar al jardín donde había unas sillas para relajarse y disfrutar de la hermosa vista. Ofreció unos tragos y todos conversaban muy animados. Minutos mas tarde nos hicimos presentes Gladys y yo. El mismo recibimiento, Gladys también se veía radiante y de buen humor. Micah trabajaba en la carne asada, las ensaladas estaban listas y nos sentamos a la mesa cerca de la piscina. Comimos, nos reímos y vino la sobremesa. Micah nos invitó a pasar a la sala donde estaríamos más cómodos.
Eran ya las 5:30 de la tarde ya la comida se había inundada de tragos, entonces Micah dijo, chicos quieren que saque el ‘postre’? tardaron todos en entender cual era el postre, sin duda se traba de la pólvora que se necesitaba para encender la velada, unos gramos de coca. Las mujeres casi al unísono contestaron: Si!
Y reían mientras los hombres nos uníamos a las risas. Esta vez Micah se había preparado, sacó un par de gramos y los puso en un pequeño cenicero plano donde fácilmente se podía hacer unas líneas. La primera en probar el postre fue Betty, seguida de Eli, mi hermana, después Gladys, Mario, Micah y yo.
Mas tragos y después de un par de líneas mas ya se notaba que el nivel de calentura iba en aumento acelerado. Ya todo se había hablado, todos sabíamos para que estábamos allí, hasta el momento no se veía que nadie tuviera reservaciones o dudas. Las tres mujeres despedían olor a feromonas por los poros. Betty dijo: a que vamos a jugar hoy para entrar en confianza? Gladys dijo, a mi me gusta la botella es más rápido que el jugar al ‘strip domino’.
Mi hermana dijo si, a mi también me gusta la botella, Siguieron los tragos, la botella giraba, apunaba a cada uno y nos íbamos quedando desnudos. La primera en quedar totalmente desnuda fue mi hermana quien dijo: que afortunada soy! Y estoy predicando con el ejemplo, anfitriona y en pelotas… todos rieron. Mario, Gladys, yo y finalmente Micah seguimos y ahí estábamos, todos calientes aspirando y bebiendo. Las mujeres con los coños babosos los hombres con las pijas apuntando hacia el techo. Micah dijo no creen que es momento de entrar en acción? Yo propongo que pongamos las llaves de nuestros carros en esta vasija y luego cada una se ustedes damas, saca una llave de algún carro. Si es el carro del esposo, devuelve y saca de nuevo. Gladys estaba sentada al lado de Eli y se hablaban algo bajito, nadie lo notaba.
Quien se atreve a sacar la primera llave? YO! Dijo Betty y sacó la llave del carro de Micah. WOW dijo Micah, que privilegio! AH! Pero esperen que se termine esto de las llaves dijo Mario. Quien sigue? YO! Saltó Gladys y sacó la llave del carro de Mario… WOW dijo Mario yo también digo: que privilegio! Le toco a mi hermana, que rechinaba de caliente y sacó la última llave que era la de mi carro…
Micah dijo: bueno ya tenemos trabajo que hacer caballeros! Para los que gusten hay tres cuartos arriba, o los que prefieran todo el living (donde estábamos) esta alfombrado, hay cojines por todas partes etc. Salud! Y otro pase de coca…
Ya Betty estaba refregando sus lindas tetas en el costado de Micah, Mario se puso a mamarle el coño a Gladys. Ella y yo intercambiábamos miradas de aprobación de vez en cuando.
Mi hermana me tomo de la mano me llevo hasta un costado de la habitación (porque nadie se fue a ningún cuarto) despejó un poco el piso. La alfombra era gruesa y confortable. Se recostó de espaldas, me miro a los ojos y dijo, ven cógeme amor de toda mi vida. Y cógeme por delante y yo acostada como estoy, quiero verte a los ojos mientras me lo metes, quiero que veas que esperaba este momento por casi toda mi vida, quiero que veas en mis ojos todo el amor que he sentido por ti desde jovenzuela. Me arrodillé entre sus piernas y me posé sobre ella y sin dejarme hablar me dijo esta me la debes por muchos años. Sabes que tenemos algo pendiente entre los dos, refiriéndose a cuando yo la había mamado cuando era jovencita, lográndole un orgasmo pero jamás me le cogí. Yo le comencé a mamar su coño, de pelitos suaves, de olorcito que me enloquecía. Veía como arqueaba sus caderas hacia arriba cada vez que subía mu lengua por su clítoris.
Después de unos minutos, cuando note que estaba al máximo, apunte al medio de su coño y comencé a empujar muy despacito, como lo hubiera hecho cuando era niña. Cuando la penetré toda ella comenzó a mover sus caderas muy suavemente siguiendo ese ritmo amoroso y cadente que tanto estábamos disfrutando y que no queríamos que acabara jamás… después de unos minutos ella gemía, despacito, se acercó a mis labios y me besó interminablemente mientras incrementaba sus movimientos. Me dijo: acaba dentro de mi, todo esta bien, y ambos nos movíamos juntos hasta alcanzar juntos un orgasmo interminable que me volvió loco.
Permanecimos así por unos segundos y me dijo: ya me pagaste la deuda, esperé toda la vida por esto y sonrió relajándose. Yo saqué la pija de dentro de ella y me recosté a su lado. Los otros haciendo toda clase de gemidos y gritos reprimidos para no llamar mucha la atención. Noté como Gladys estaba encima de Mario, galopando como ella sabia hacerlo para lograr su propio placer. Micah tenia a Betty en cuatro, la penetraba desde atrás y ella con los ojos cerrados gemía de placer. De pronto todo fue bajando de tono, los gemidos cesaron y todos estábamos saciados… por el momento. Mi hermana se levantó y fue al baño. La siguió Gladys mientras los otros se quedaron tirados en la alfombra como muertos por la pasión y el desenfreno.
En el baño Eli le preguntó a Gladys: como te fue? Hmm dijo en forma de respuesta, la cosa es como te fue a ti! Eli se sorprendió y con una sonrisa desafiante le contestó: ¡Bien! Max, por cosas de juventud, me debía esta por muchos años, y añadió… que piensas de todo esto? Gladys le dijo, todo está bien, yo estaba dispuesta a estas veladas pero siempre me había opuesto a que otro hombre me penetrara y mucho menos a que me llenara de leche. Pero como le dije a Max, eso estaba inspirado por la presencia de Alan que me intimidaba. Eli contestó: Alan ha tratado de hacer intercambio con mi esposo por un tiempo y yo siempre me he opuesto porque a mí también, su mirada lasciva me inquieta. Bueno, vamos, ya hablaremos más de esto.
De vuelta en el living, Mario dijo: quiero otro trago… y mirando el cenicero con coca de encima de la mesa, fue a él y se dio otra aspirada. Prácticamente seguimos todos, tragos y coca, otra ronda. ¿Quién quiere cambiar? Dijo Betty. Yo, a este no lo suelto! Dijo mi hermana tomándome de la mano, dijo, yo estoy bien! Betty agarrando la pija de Micah dijo, esto me lo quiero comer de nuevo…
Seguían las mismas parejas, mas relajadas y confiadas en que otra ronda de culeadera sería fantástico.
Llevé a mi hermana de vuelta al mismo lugar en la alfombra donde ya habíamos tenido algo maravilloso. Ella me besó apasionadamente y me dijo: nunca me había sentido tan bien y tan confiada, nunca me he entregado a nadie como le he hecho contigo. Siguió diciendo, hablándome despacito para que nadie lo oyera, durante toda mi juventud, siempre noté como me mirabas, como no despegabas tus ojos de mu culo. Reí y dije vaya! Creí que era disimulado. Me besó apasionadamente de nuevo y me dijo: cógeme el culo, quieres?
Se recostó y comencé a mamarle el coño, que ya lo tenía mojadito por la excitación. Después de unos minutos ella misma se puso en cuatro, pasó sus manos por sus nalgas y las abrió mostrándome su ano que tanto yo había deseado toda la vida. La comencé a penetrar, sentía como lo dilataba y ella lo apretaba dándome infinito placer. Luego comencé a bombear, lentamente y sentía como ella gemía. Mete y saca despacito al principio y luego con mas ritmo. Ella me dijo: házlo! Acaba dentro de mi culo que siempre te lo quise dar! Y eso bastó, un temblor por todo el cuerpo me invadió y le solté el chorro dentro de ella. Sus gemidos me indicaron que ella también estaba acabando junto conmigo. Después sentí como ella comenzó a bajar la intensidad hasta quedarnos quietos. Me salí de ella, fui al baño, me lavé y de vuelta a la sala, vi que Gladys estaba en cuatro, no pude ver si Mario le estaba cogiendo el culo, pero igual, tenían un ritmo desenfrenado, Mientras miré que Micah, estaba encima de Betty haciendo lo suyo y Betty parecía extasiada. Caminé entre ellos, me recosté al lado de mi hermana.
Ella me abrazó y me llenó de besos y me dijo: después de esto, que pasará? Me refiero a que nos juntaremos de nuevo? Le dije: sabes, hoy ha sido un día inolvidable para ambos. Demás está decirte lo mucho que te amo, y se que tu sientes lo mismo. Seguí diciendo, yo no creo que sea necesario, dadas las circunstancias que nos juntemos los 6 de nuevo, a no ser que tu quieras estar con otros. Me dijo: hoy he comprobado que te he amado siempre y no quisiera eso.
Son las 6 am y todos tirados por el piso cansados de tanta culiadera, yo feliz y Eli mas todavía.
Me acerqué a Gladys que estaba medio dormida, la tomé de la mano y le dije, vamos a dormir un rato? Ella se levantó me tomo de la mano y nos fuimos a uno de los cuartos y nos dormimos.
A las 10 am bajamos a la sala, no había nadie. Todos se habían retirado a dormir. Escuché ruido en la cocina, era Eli que preparaba café. Gladys la saludó y pidió café. Hola! Como amanecieron? Eli dijo: cansada pero contenta, y tu? Bien! Dijo Gladys.
Al rato, nos vestimos y decidimos ir a casa. Eli se despidió de Gladys y me dio un beso en la mejilla y deslizó una nota en mi mano. La escondí y al llegar a casa, la leí: Quiero mas, mucho mas, te amo.
El próximo capítulo será corto, solo para describir lo que aconteció en los meses siguientes. ¡Gracias!