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Entre cuatro, primeros pasos
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Tiempo de lectura: 8 minutos

Después de leer un montón de relatos y cuentos por aquí, he llegado a la conclusión de que todo lo que se escribe, o la gran mayoría de historias, son solo el reflejo de fantasías, perversión e íntima representación de lo que a muchos les gustaría hacer, o haber hecho.

A diferencia de esto, les contare que yo ya soy un hombre mayor, que después de leer tanta historia aquí, me doy cuenta de que yo tengo vivencias muy guardadas dentro de mi cajita de recuerdos de cosas vividas, de cosas que estuvieron a punto de pasar y no pasaron porque la razón y el amor a mi esposa no lo permitieron.

Un hecho real es que después de muchos años de matrimonio, la cosa se vuelve rutina y pierde el sabor de la pasión, cosa que me paso a mi y que me empujo a ser creativo y a buscar nuevas experiencias.

Durante la década de los 80’s Miami se había convertido en la capital del tráfico y consumo de cocaína, incluso a niveles familiares de mucha gente ‘normal’ que jamás se imaginaron envolverse en cosas mas allá de las normas morales “normales”. Aquí viene el primer debate, lo que es normal para muchos no lo es para otros de mentes mas abiertas y con poco respeto a lo tradicional. Tal es el caso de Alan, un familiar mío que siempre fue promiscuo y todo sexo.

Esta es una de las muchas historias que tengo en el tintero y la voy a compartir ahora. Alan llevaba años de casado con Jenny, hasta que se aburrió de la rutina en la cama con su esposa. A el le gustaba la acción, le atraían las cosas, llamémoslas ‘progresivas’. Por ejemplo ya en sus 30’s, tuvo la oportunidad de buscarse una amante que según el, le daba en el gusto en todo. Y todo fue bien hasta que lo pillaron. Ahí fue cuando el se vio en la necesidad de re enfocar su vida y hablar claro con Jenny.

Un buen día, dentro de la crisis, y buscando un momento de paz y sensatez, se sentó con su esposa y le dijo, seré tuyo para siempre se estas dispuesta a hacerme feliz y conceder todas mis fantasías.

Como dije antes, la coca en Miami estaba hasta en los hogares de las personas menos pensadas. Lo primero que el hizo fue convencer a Jenny de que un poco de coca abriría las puertas de miles de cosas, insospechadas para ella. Le aseguro que no creaba habito y que eso garantizaba una comunicación abierta, sin tapujos, con respeto, y eso les garantizaba una vida plena en un ámbito de mucha intimidad compartiendo fantasías locuras que disfrutarían mucho.

Poco a poco, ella lo perdono por haberle sido infiel porque también ella se daba cuenta que las cosas se habían puesto un poco rutinarias y ya no había esa pasión del principio.

Ella acepto la propuesta de Alan y allí comenzó una nueva vida para ellos. Al principio, y después de unos tragos los dos participaban en compartir un gramo de coca para tener un buen e inolvidable fin de semana.

Pero como siempre yo he sabido, cuando uno prueba cosas nuevas y excitantes, después de un tiempo esto ya como que pasa un poco de ser ‘novedad’ y entonces se requiere ‘mas’…

Pasaron unos meses y gracias a la poderosa fuerza afrodisiaca de la coca y su increíble poder de desinhibición, esos inolvidables fines de semana con tragos, coca y total desenfreno sexual, cosa que Jenny ya había aceptado y añoraba que llegara el próximo fin de semana.

Para ella todo estaba marchando muy bien, ya que consideraba que estaba haciendo lo convenido en cuanto a dar cumplimiento a los deseos de Alan. Sin dejar de decir que ella había descubierto un mundo nuevo de gozo y disfrute que jamás se había imaginado fuera posible. Ya no era un polvo ‘por delante’ y en cualquier posición, con el coño con pelos o afeitado, Tampoco era el andar por casa en pelotas y culear como animales durante el fin de semana, estando bajo el efecto de tragos y cocaína, ella comenzó a decir que si, a todo lo que el pidiera. Así fue como le soltó el culo una y mil veces y hasta aprendió a gozarlo y alguna vez hasta a pedir que Alan se la cogiera por el culo una y otra vez. La reina ‘coca’ estaba presente en todo momento y ambos lo manejaban muy bien. No se sentian atrapados por el nuevo habito y se aseguraban de que solo era para momentos íntimos y de suma privacidad.

Con respecto a lo del culo, ella conto una vez que le dolía al principio ya que Alan (según ella que lo había visto y sentido) tenía una pija de 7 pulgadas, unos 17 centímetros. Pero como todo es cuestión de costumbre y mente, poco a poco le fue entrando y ella disfrutando. Lo mejor de ello era que eso implicaba cero riesgo de embarazos, recordemos que ellos estaban en tiempos fértiles y por mas pastillas anticonceptivas, algo podía fallar y acabar con la nueva vida de culeadera por la libre.

La cuestión se fue expandiendo poco a poco. Estando bajo la influencia de la coca, donde según Alan, nadie puede mentir, una vez la propuso a ella invitar a una pareja (Mario y Betty) a cenar a casa un viernes por la noche.

Ella acepto y todo fue bien en esa ocasión. Después de la cena vinieron unos tragos, sentados en el living room de la casa, inteligentemente Alan toco el tema de la coca con fines sociales, para y sondear a los visitantes. Para sorpresa de ambos las visitas estaban usando eso de vez en cuando. No se diga mas, Alan saco el gramo que tenia reservado para ese fin de semana y los cuatro compartieron tragos, coca e historias. Esto fue calentando el ambiente.

Jenny era una mujer menudita, de 1.55 m de estatura, de cuerpo firme, de tetas chiquitas pero muy bonitas, de culo redondo y lindas piernas (un poco flacas pero de pura fibra y bien torneadas).

Betty, era rubia natural un poco mas llenita que Jenny de 1.60 m, caderona, lindas piernas y buen culo.

Después de un rato, fue Betty quien estaba mas pasadita de tragos y coca, dijo:

-Por que no jugamos al juego de la botella?

Alan y Mario, sabían del juego pero Jenny no, por lo que pregunto:

-Como se juega eso?

Ante las miradas inquisitivas de Alan y Mario Betty dijo:

-Mario me ha dicho que, aunque nunca lo hemos hecho, el juego de la botella ayudaría mucho a romper el hielo en una situación como esta. Y ya que estamos todos medio borrachos y encocainados, yo creo que seria algo divertido para que nos sintamos mas en confianza”.

Jenny replico:

-Pero como se juega?

-Betty dijo, trae una botella vacia, ponla encima de la mesita y te muestro.

Jenny trajo la botella y Betty la hizo girar y le dijo:

-Ves como esta apuntando hacia ti? Pues te debes quitar una prenda de vestir después de eso, tu giras la botella hasta que apunto hacia uno de nosotros y esa persona se quitara una prenda…

Jenny, miro a Alan y el sonrió y aprobó con la mirada.

-Jenny dijo, si esta bien con ustedes, hagámoslo!

Betty miro a Mario y este también aprobó con la mirada y una sonrisa de lado a lado.

La botella giraba y los cuatro, entre mas tragos y mas coca, fueron perdiendo la ropa hasta quedar en paños menores. La primera en tener que quitarse los calzones fue Betty, quien descaradamente se puso de pie, giro, se quito los calzones mostrando el culo a todos.

Le llego el turno a Mario, quien se quito los calzoncillos mostrando su pija parada que miraba hacia el cielo de la habitación.

Todos desnudos, reían, tomaban mas wiskey hasta que ya no se pudo mas. Alan dijo, ya no aguanto la calentura así que me voy al cuarto con Jenny, nos disculpan?

Hey! Dijo Mario y nosotros vamos a tener que culear en el piso?

Jenny dijo, nuestra cama es King, la mas grande que puedan imaginar, si ustedes quieren pueden estar en un lado y nosotros en el otro.

Alan asintió con la cabeza y cada oveja con su pareja dieron rienda suelta a la lujuria.

Después de que todos estuvieron saciados, reian y no podían creer lo que habían hecho.

Betty dijo:

-Alan queda un poco mas de coca?

-Si dijo Alan quien fue por el segundo gramo que tenia reservado para otra ocasión.

Mario lo acompaño y ya en la cocina le pregunto a Alan, te parece si hacemos otra ronda de tragos y mas coca a ver que pasa?

Ante el morbo de ver a Jenny culeando con otro delante de el y de culearse a Betty delante de su marido, contesto. Si, hagámoslo.

Creo que todos estamos dispuestos, aunque hemos hablado con Jenny a nivel de fantasía, creo que pudiéramos hacerlo realidad si tu estas dispuesto a que Betty participe yo no tengo problema en que Jenny lo haga.

Llegaron de vuelta al cuarto de la cama grande Alan con la coca y Mario con una botella de Bacardy ya que el wiskey se había acabado.

Había en la habitación, dos mesitas de noche, donde Alan acomodo unas líneas de coca mientras Mario acomodaba unos vasos con Ron y hielo.

-Damas, dijo Alan, por favor sírvanse…

Betty se tiro de cabeza a una línea de coca y luego agarro un vasito de Ron. Le siguió Jenny, quien estaba acostumbrada a tener sexo con trago y coca.

Siguieron riendo y comentando la jornada hasta que ya todos habían recargado energía para otra ronda de culeadera.

Betty dijo:

-Mario, te gustaría ver como le mamo el coño a Jenny? SI!! Dijo el.

Alan, me permites? Alan miro a Jenny con malicia y dijo:

-Siempre y cuando tu lo desees hazlo amor. Jenny que estaba mas drogada que nunca dijo:

-eso seria algo nuevo para mi. Mirando a Betty dijo: Por favor hazlo!

Los dos hombres se limitaron a mirar como Betty, quien nunca la había lamido el coño a nadie, entraba en acción.

Betty estaba de rodillas mamando a Jenny, quien daba gritos de placer. Al ver ese culo redondito y gordito, Alan le dijo a Mario me das permiso para meterle la pija en el culo a Betty?

-Siempre y cuando yo le pueda meter la mía en el culito a Jenny…

-Mario le dijo: a ella le gusta eso y estará encantada.

Subió Alan a la cama, se puso detrás del culo de Betty puso la cabeza de su pija en el ano de Betty y agarrándola de las caderas lo empujo de a poquito hasta meterlo todo…

Betty al darse cuenta de lo que estaba pasando, dejo de mamar a Jenny, estando ya con la pija de Alan dentro de ella… momento que aprovecho de mirar a Mario como diciendo: Puedo? Mario le contesto, si! Y yo puedo? Claro que si amor.

Jenny jadeaba como si nada ni nadie mas estuviera allí. Mario aprovecho el momento para tomarla de las caderas y la puso en cuatro, preguntándole: me prestas el culito? Jenny que ya estaba acostumbrada a eso le dijo: Si! Jenny en cuatro, abrió sus nalgas y vio como ella deseaba que se lo clavaran hasta lo mas hondo.

Los dos hombres bombeaban suavemente como deseando que ese momento no se acabara nunca…

Las mujeres que ya tenían la experiencia de coger por el culo, gemían y gozaban de un orgasmo tras otro, deseando también que ese momento durara por todo el resto de la noche.

Fue Alan quien se vino primero dentro del culo de Betty, unos segundos mas tarde, Mario acabo dentro del culo de Jenny…

Después de unos segundos, ambos desmontaron las hembras y todo el mundo se echó a dormir, con una gran sonrisa en sus rostros.

A las 8 de la mañana, se levanto Alan a preparar café. Le siguió Mario, quienes una vez a solas en la cocina, cruzaron miradas se dijeron ‘buenos dias’ e hicieron planes de juntarse en parejas dentro de unas semanas.

Por otra parte, las dos mujeres se despertaban, cruzaban miradas aun estando en la cama, se dieron los buenos días y como mujeres, tenían que hablar de lo ocurrido.

Las dos estaban felices de haber incursionado en algo que no conocían y que lo hicieron dando rienda suelta solo a los mas bajos instintos de buscar placer. Las dos estuvieron de acuerdo en que fue maravilloso para Jenny el probar que otra mujer le mamara el coño y que otro hombre le llenara el culo de leche. A lo cual Betty respondió que nunca se había imaginado que otro hombre la hubiese hecho gozar por el culo como lo hizo Alan. Sabes, debo reconocer que Alan tiene la pija un poquito mas grande que Mario, ¡pero no por mucho y eso me hizo sentir el culo lleno!

No te creas que Mario me lleno el culo de lo mas bien a mi también.

¡Las dos estuvieron dispuestas a hacerlo de nuevo y que presionarían a sus maridos a hacerlo pronto, muy pronto y para experimentar mucho mas! Jenny a estas alturas, todavía le quedaba un poco de coca adentro ya que le comento a Betty, me gusto mucho lo de esta noche, solo que la encontré un poco corta. Betty contesto, lo que pasa es que empezamos después de a 1 de la mañana y se nos fue la noche rápido, la verdad es que nosotros no veníamos preparados para una velada así. Yo ni me lo imaginaba dijo Jenny, ojala nos juntemos la próxima semana para seguir la fiesta y sonrió. Betty soltó la pregunta: ¿como fue que ustedes comenzaron a usar tu culo? Jenny dijo, fue de a poco, Alan siempre me lo andaba insinuando, mas bien pidiendo! Pero cuando lo intentábamos, a mi me dolía y hasta allí llegábamos. Eso mismo me paso a mi dijo Betty pero de tanto insistir, fuimos abriendo el culito de a poco hasta que me acostumbre y aprendí a disfrutarlo y mucho. Jenny: Así mismo paso conmigo, lo bueno es que ya estamos entrenadas y a nuestros esposos les encanta tanto y mas que cogernos el coño. Aun cuando en realidad lo mezclamos y todo sale muy bien. Betty, dijo Jenny, no te importo ver como Mario me cogía el culo?

Betty la miro a los ojos y le dijo, esto es un juego y todos estuvimos de acuerdo, de allí no pasa, la verdad es que me calentó mucho sentir la pija de Alan en mi culo mientras miraba como mi esposo te cogía a ti. Así que no pasa nada, y puedes estar segura de que si a ti no te importa podríamos hacerlo de nuevo.

Jenny le dijo puedo hacerte otra pregunta? SI! Ustedes habían hablado alguna vez de esto? Quiero decir el de estar con otra pareja y compartir todo eso que paso? Betty le dijo, cada vez que nos poníamos en onda, tu sabes, unos pases y algo de alcohol, Mario tocaba el tema y un día decidimos que si se presentaba una oportunidad, con una pareja de confianza lo haríamos. Esta fue nuestra primera vez, espero que no los hayamos defraudado. Que bah! Dijo Jenny si yo quede con ganas de más.

Jenny dijo: si, a mi me gusto ver a Alan disfrutándote tanto como yo gozaba con Mario. Entonces, pediremos, las dos, juntarnos la próxima semana y veremos que resulta de eso. Tratare de no estar tan borracha para la próxima y así poder recordar todos los detalles y sonrió.

Solo se necesitaría un par de gramos de coca, muchos tragos y total desvergüenza.

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