Después de la experiencia con el amigo de mi novio, nuestros horizontes sexuales tuvieron una apertura total, mi novio me confesó que le gustaba mucho que me exhibiera y calentara a otros hombres y también le excitaba compartirme. Debo confesar que a mi también se me despertó el gusto por el exhibicionismo y sobre todo, cuando lo hacía fingiendo que no me daba cuenta.
Una vez, fuimos a un camping pequeño donde solo habían 3 cabañas y al llegar, nos dimos cuenta que solo la nuestra iba a estar ocupada por ser temporada baja. Lo que nos alegró porque así todas las instalaciones estarían disponibles solo para nosotros.
Cuando llegamos, nos recibió en el portón el cuidador del lugar, quien se encargaba de todo allí, cuidar las áreas verdes, mantener limpio y reparar cualquier cosa que se dañara. Nos indicó cuál sería nuestra cabaña y fuimos a guardar el auto al estacionamiento.
Una vez instalados, mi novio fue a preguntarle a don Mario (así se llamaba el cuidador) si podíamos ir a la piscina y don Mario le dijo que sí, que estaba terminando de limpiarla pero que le faltaba poco para terminar. Fuimos y decidimos tomar el sol antes de un chapuzón, dándole tiempo a don Mario a que terminara con su limpieza a la piscina.
Don Mario, era un señor de la tercera edad, no sé calcular cuántos años tendría exactamente, pero se notaban ya sus años, además nos comentó que trabajaba ahí desde que había jubilado y vivía en una cabaña al otro lado del mismo terreno, por lo que podíamos llamarlo cada vez que necesitáramos algo.
Mi novio puso las sillas cerca de don Mario, para conversar, yo iba con un pareo y por debajo un bikini pequeñísimo que sólo ocultaba mis pezones y mi conchita por delante, por detrás era sólo un hilito que no tapaba nada de mi culo. Cuando me decidí a tomar el sol, me quité el pareo mientras ellos conversaban animadamente, pero, cuando quedé sólo con el bikini, a don Mario casi se le salen los ojos y lo noté muy nervioso en su conversación.
Comencé a ponerme bronceador por todo mi cuerpo y a exhibirme un poco, agachándome varias veces con mi culo apuntando hacia don Mario, me imaginaba la cara que tendría mirándome, hasta que me recosté a tomar el sol.
Don Mario dijo que iba a guardar las cosas para la limpieza de la piscina y que estaría por el terreno por si necesitábamos algo y se fue, enseguida, mi novio me dice:
-"Dejaste re caliente al viejo"
-"Jajaja, estás loco" le dije.
-En serio, es que no viste cómo te miraba.
-Jajaja no creo que sea para tanto.
Me calentó el hecho de haberme exhibido en bikini ante un hombre mayor, pero al rato se nos olvidó, disfrutamos el resto de la tarde en la piscina y volvimos a la cabaña, comimos algo y mi novio se fue a dormir, estaba cansado por el viaje. Yo aproveché de ducharme y para no despertarlo decidí ir a vestirme a la habitación de al lado.
La habitación tenía una ventana grande (como todas las de la cabaña) y una litera pequeña, donde puse mis cosas para prepararme cuando escuché ruidos de unos perros. Me asomé un poco por la ventana y alcancé a ver a don Mario a lo lejos que se acercaba con dos perros que lo acompañaban y jugaban alrededor de él y recordé su cara cuando me vio en bikini y sentí unas ganas incontenibles de exhibirme ante él.
Comencé a abrir las cortinas muy despacio, para que no se notara que alguien las estaba abriendo, aunque por la distancia que estaba don Mario, difícilmente podría darse cuenta, igual quise mantener la situación como que era algo casual y no algo a propósito. Miré nuevamente hacia afuera y aún venía un poco lejos, así que abrí más las cortinas y puse mi celular grabando y apuntando hacia la ventana para ver su reacción.
Cuando ya estaba a unos pocos metros, comencé a pasearme solo con la toalla por la habitación de un lado hacia otro, para que me viera y supiera que yo estaba ahí, luego me detuve como revisando la ropa que me iba a poner y sin decidirme por cuál, en ese momento, yo no sabía si él me había visto o no y estaba pensando en eso cuando de repente veo que su sombra se mete dentro de la habitación, pues estaba asomado a la ventana. Él mismo se dio cuenta y se movió rápidamente a un lado para no ser descubierto, pero yo ya sabía que él estaba mirándome.
Entonces decidí comenzar con el espectáculo y dejé caer mi toalla quedando totalmente desnuda de espaldas a la ventana, donde don Mario estaba mirándome todo el culo desnudo, los perros hacían ruido y yo me hacía la que no los oía para no echar a perder la situación. Comencé a echar crema en mi cuerpo y así exhibirme más completa y que don Mario pudiera ver todo mi cuerpo desnudo. Me tardé más de lo normal en echarme crema y casi al final, dejé caer el pote de crema a propósito al suelo para agacharme y que el señor pudiera ver mi culito empinado, pero cayó y se abrió, cayendo crema en todo el piso -"mejor así"- pensé.
Tomé un poco de toalla de papel y me puse a 4 patas a limpiar el piso, muy lentamente para que don Mario pudiera verme tomo mi hoyito abierto y mi conchita abierta también, después vi en el celular la cara de asombro y calentura que tenía mientras me miraba en esa posición.
Seguí limpiando y sentía que me iba mojando cada vez más, hasta que decidí terminar el show, me paré y comencé a vestirme muy lentamente, a ponerme mis colaless y sostén, cuando me puse un short vi la sombra pasar rápidamente abandonando el lugar para no ser pillado espiándome.
Me fui al baño y tuve que tocarme hasta acabar, dejen muchos comentarios y luego les cuento qué más pasó con don Mario…
Besos