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Y todo por un baño (II)
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Y alcance a cambiarme… a quitarme la ropa que seguro tenía el olor del perfume de Keyra, además tenía mi verga impregnada de su boca. Llegue a tiempo por Daniela, estaba esplendida; ella es un poco menor que yo, tiene 26 años (al igual que Keyra), mide 1.62 es pelirroja de ojos verdes, cara ovalada, brazos delgados, le gusta usar el pelo corto apenas abajo de las orejas, tiene una boca grande, aunque de labios finos y besa delicioso, me encantan la forma de sus caderas que se destacan bastante, es de pechos pequeños pero sabe hacerlos lucir. Esa noche venia de tacones rojos, de correa en el tobillo, una falda entallada color negro, que empezaba un poco más abajo de medio muslo y una blusa blanca manga larga sin botones, que se cruzaba frente a su pecho, con un broche, usaba unos aretes y collar con detalles rojos… se miraba espectacular. La lleve a cenar, disfrutamos de la vista desde una terraza, le dije que si quería ir a otro lado, a bailar pero ella negó, me dijo al oído: quiero ir a donde no me estorbe la ropa; así que salimos apenas terminar!

Veníamos comiéndonos a besos desde que salimos del restaurante, ya dentro del auto, a Daniela se le antojo irme masajeando la entrepierna, me bajó la cremallera del pantalón y metió la mano por mi ropa interior y me agarro el miembro…

-uyyy, eso es por mi?- Me acaricio las bolas y luego recorrió mi verga, que estaba poniéndoseme bien dura.

-creo que necesita algo de cuidado femenino- se lamió la mano hasta empaparse los dedos con saliva, y me empezó a sacudir con más fuerza, casi me salí de la vía con sus largas jaladas y estuve a punto de rozar con el portón de acceso al edificio. Estacioné como pude y apenas apague el motor, ella se lanzó de cabeza a chuparme la erección, se rio con el gran suspiro que lance al sentir como apretaba con sus labios el glande y a su lengua lamiéndome, me retorcí con su lengua recorriéndomela por todo el tallo, con sus dedos acariciando y pinchándome las bolas, yo agarre su pierna y fui subiendo hasta meter mano por sus nalgas, ya buscaba entre las dos dirigiéndome hacia su sexo cuando de momento…

-Ya, subamos!- Así de la nada levanto la cara y me dejo empapado de saliva y jugos, sin haberme corrido, lo hizo a propósito.

-Apúrate, ábreme la puerta!- se rio y se limpió la comisura de la boca porque se le escapó un poco de saliva por la comisura del labio. Ella se reía mientras yo trataba de recuperar la calma antes de salir del auto… el que te dejen cortado así es pura maldad, pero no se quedaría sin castigo, claro que no, apenas me acomodé salí del vehículo y pase al otro lado para ayudarle a salir a bajar, porque era un vehículo alto.

Abrí la puerta y ella vio mi intención, entre risas y excitación se giró para que le ayudara a salir, puse mis manos sobre sus rodillas, y comencé a masajearle con suavidad, trataba de abrirle las piernas pero ella no aflojaba, así que me incline a besarle las pantorrillas y a masajear sus muslos, se le erizó la piel y poco a poco notaba que su resistencia se reducía, aproveche entonces a subir por sus muslos hasta que mis manos se apretaban entre el interior de su falda y sus caderas y agarre el borde de su pantaleta.

-cuidado! No lo vayas a hacer!

Para que lo dijo, desde que le toque las rodillas, ese fue mi objetivo, comencé a jalar hacia abajo, ella me jalaba las orejas en intento de que dejara de hacerlo, pero yo estaba besando sus muslos y seguía jalando la prenda para quitársela. Ya su piel estaba caliente con mis manos frotándola.

-Basta! Deja ya!

Me reí, cuando ya tenía la prenda ya por sus muslos, subí su falda con mi boca y lamí el interior de sus muslos, eso la calentó y apretó sus dedos en mi espalda, entonces ahí rápidamente deslice la prenda por sus rodillas, una pantaleta color claro, muy pequeña, casi un pañuelito, estaba cálida y me lo guarde, ella no dijo nada pero bajo como pudo, acomodándose, trato de quitármelo pero no la deje, entramos al edificio y ella caminaba tratando de cubrirse de mí, que abrí un par de broches de su falda, por lo que al caminar quedaba descubierto buena parte de su muslo y casi que su entrepierna, se cubría con la cartera, pero yo la toqueteaba.

Al llegar a las escaleras, yo atacaba sus nalgas por debajo de la falda, en un momento metí los dedos entre sus labios y me los mojó, me frote entre sus piernas y eso hizo que se detuviera varias veces, en una se encogió sobre sus rodillas porque se le vino un orgasmo, justo cuando venía bajando una vecina, la cual a mí me gustaba y Daniela lo sabía.

-hola como están!?- nos saludó pasando al lado, dándome un beso en la mejilla y luego dirigiéndose a Daniela.

-te pasa algo?- le preguntó

-No, nada! Solo me dio un calambre, es que me lastimaron los tacones que ando-

Me reí, mientras le ofrecía la mano para levantarla, pero ella no me dejo, comencé una plática trivial con la vecina, cuando al fin Daniela se pudo levantar y se pegó a mi, eso generó un corto silencio, que mi vecina rompió.

-Ok, me encanto encontrarlos, nos vemos otro día- dijo, dándome un rápida palmada en el brazo, yo me acerque más y le di un beso en la mejilla y le tome la cintura, solo para chulear a Daniela, a ver que hacía.

-Fue un gusto verte! Hay que planear una cena un día de estos!- Se levantó y le dio un beso y una suave caricia en la mejilla, como si fueran amigas del alma, mi vecina se fue asombrada, pero yo sabía que Daniela lo hacía maliciosamente porque aún tenía la esencia de mi líquido pre seminal en manos y boca.

-Nos vemos! Chao!- Le dijo cuando ella siguió su camino y Daniela volteo a guiñarme el ojo y lamerse lascivamente los dedos.

-para que te calmes… ella ya tiene algo de vos en la cara, así que ya dala por contada!- se rio al decirlo, eso fue excitante.

Ahora si ella apresuró el paso para que yo no siguiera manoseándola tan descaradamente, llegamos a la puerta del apartamento y ella se pegó de espaldas a la puerta, para no darme chance de seguir con mi juego, pero yo hice como que tire la llave y aproveche a levantarla por las caderas y deje al descubierto sus nalgas.

-apúrate cabrón!- chillo entre susto, risas y deseo, para que abriera y entráramos rápido.

Al abrir apenas alcance a dar un manotazo para cerrar la puerta, ella comenzó a comerme a besos y yo a manosearla con todo el deseo que veníamos provocándonos.

Seguimos besándonos y tocándonos, ella me quito los pantalones y la camisa, yo le desabroche la blusa. Llegamos al sofá y nos tiramos encima, le quite la falda con rapidez y observe cuan rosados e hinchados se miraban sus labios íntimos, cuan mojada estaba, me dedique a excitarla y ella tuvo un orgasmo con solo las caricias, le quite la falda y ella terminó por dejarme desnudo, con una erección a la vista.

La levante nuevamente y ella cerro sus piernas alrededor de mi cintura, yo iba rozándole entre las nalgas con mi erección y ella me empapaba con su humedad, nos fuimos hacia el cuarto y se sorprendió mucho al ver los detalles sobre la cama, eso la termino de excitar y me comió a besos al tiempo que la recosté en la cama, ella se giró para sentarse encima de mí, apoyada en sus rodillas y comenzó a masajearme nuevamente la entrepierna…

-ahora sí, te daré el servicio completo- se metió a la boca mi miembro y se lo metió casi hasta la garganta.

Me recosté y se puso sobre mi pecho, me dio de frente sus nalgas y comenzó a chupar con fruición, yo masajeaba sus nalgas y me chupe dos dedos para ir buscando entre sus nalgas y seguir estimulándola, eso hizo que me chupara con mas ansias! Pensé que me prendería en fuego por como chupaba.

Estaba a mil, por como su boca me daba placer y yo la mantenía húmeda dándole estimulación con mis dedos, cuando ya no aguante más…

-uhhh, me corro!- ya estaba al borde y ella no dejo de chuparme

-lo quiero en la cara muñeco!- así me respondió y me deje ir…

Siguió jalándomela hasta que ya no salía más, su mano estaba cubierta, también se corrió sobre mí, porque soltó un flujo abundante, cuando ya se relajó un poco, se giró para quedar frente a mi sentada sobre mi vientre, en su cara se miraba donde lo recibió; en la barbilla y la boca, tenía una expresión de satisfacción, comenzó a lamerse la cara, a pasarse los dedos por la boca y gotas de sudor y semen bajando por su barbilla, entre sus pechos rosaditos y parados, se recostó sobre mi vientre y fue lamiéndome hasta llegar a mi pecho, yo masajeaba sus caderas, sus nalgas, se escucha el chapoteo de su pubis con mi verga ya flácida, la sensación era deliciosa, su cuerpo se había estremecido sobre el mío y ahora se relajaba.

Después de un rato de recuperar energías, me levante para preparar el baño, me asustó cuando encontré un lipstick y una prenda íntima en una esquina y con una notita de Keyra! “Avísame cuando te animes”, metí las cosas bajo el estante del baño, apenas lo hice, apareció Daniela detrás, que gracia a la impresión que tuvo al entrar al baño quedo fascinada, y no notó mi nerviosismo, es más se emocionó mucho con lo de las sales, no tardamos en meternos los dos y soltar las salen en el agua tibia, puse música y serví dos copas para que disfrutáramos.

Fue una maravillosa noche, después del baño volvimos a la cama y repetimos hasta dormirnos.

Contare detalle en otra ocasión, además de que pasó con esa “sorpresa” que me dejaron en el baño.

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