Me dirigí hacia mi habitación, tome un cigarro de mi mochila y salí por el balcón, vi hacia abajo y escuche como mi tía y Glenda conversaban de dios sabe que, luego al tiempo que terminaba mi cigarro vi como apagaban las luces, entre nuevamente a mi habitación y tome mi celular, lo primero que vi era una foto que me había enviado Flavia, estaba con un vestido negro muy pegado que le llegaba hasta los muslos, sin mangas y con unos tacones que hacían resaltar su bella figura, la foto venia acompañada con el texto "Me voy a cenar con mi papa y su compañero de trabajo, la próxima vez que me veas con este vestido sera para que me lo quites" y varios emojis de corazones, no le conteste por miedo a que su papá estuviera cerca pero si me dejo algo agitado verla tan bella, no pensé que fuera posible, pero estaba extrañando a Flavia. Luego vi un mensaje de mi jefe diciéndome que el día de mañana no podríamos abrir el café ya que la avería era peor de lo que se imaginaban y tomará toda la noche y parte de la mañana solucionar ese problema, que lo más probable era que pudiéramos abrir en la tarde, pero ya que no hay casi clientes por que todo el mundo está de vacaciones sería mejor no abrir hasta el viernes.
Tome un respiro de alivio ya que el día siguiente podría descansar tranquilo y sin ninguna preocupación, luego empecé a ver un video en YouTube mientras me relajaba un rato hasta que me fui quedando dormido, me desperté como a las 3 am aun con la luz de mi habitación prendida, fui al baño y luego a tomar un poco de agua en el kitchenette, mientras trataba de volver a quedarme dormido tuve mil imágenes en mi cabeza de lo que me pasó ese día, trataba de imaginarme lo que Glenda y Karla habían vivido y trataba de pensar como hacer nuevamente para estar a solas con ellas dos, se que ninguna de las dos va a oponerse, pero no terminaba de imaginarme el lugar ni el tiempo para hacerlo, entre estos pensamientos se me fue formando una erección que sentía traspasaba mis boxers, Glenda no había ido a buscarme como pensé que lo haría y ya me estaba acostumbrando a no irme a dormir sin tener algo de cariño por parte de mis primas primero. Tomé mi celular y pude ver un par de llamadas perdidas y unos mensajes de Glenda.
– Oyeee, te estaba llamando lo más fuerte posible pero no contestaste, supongo que te quedaste dormido ni tu luz apagaste.- Me escribió en el primer mensaje.
– Si que estás rendido, subí a verte y estabas roncando como un oso jajaja, no te quise despertar.- continuo en otro mensaje enviado minutos después.
Glenda había subido a escondidas hasta mi habitación para comprobar si estaba dormida.
– Mierda!
Me dije a mi mismo mientras miraba mi erección sobre mis boxers, como sospecharan no demore ni 2 segundos en bajarme los boxers y empezar a hacerme una deliciosa paja, pero esta estaba dedicada a Flavia mientras miraba la foto que me había enviado hace unas horas me masajeaba el pene tratando de simular los movimientos de su boca, pero no era suficiente, mi verga necesitaba sentir el calor y humedad de una boca de verdad, y ya que Flavia se encontraba lejos, le tocaría a Glenda ayudarme con mi problemita. Me subí los boxers, tomé unos shorts deportivos que tenía a la mano y sin ponerme siquiera zapatos me dirigí hacia las escaleras con el torso desnudo.
Baje dos peldaños y me detuve abruptamente, pensé rápido, que pasaba si mi tía me veía, no tenía ninguna excusa, pero absolutamente ninguna para bajar a esas horas, peor aun si me encontraba dentro del cuarto de Glenda, la sangre se me heló un segundo al repasar estos pensamientos pero esta sensación se fue rápida al mirar hacia abajo y ver mi verga prácticamente apuntando hacia arriba, baje rápido pero con cuidado las escaleras hasta el segundo piso, me pare el principio del pasillo, no había nada de ruido y igual de sigiloso me acerque a la puerta de la habitación de Glenda, lentamente empecé a girar la perilla de su puerta rezando por dentro para que no haya puesto seguro, y no lo había puesto, sonreí levemente mientras con más cuidado aún empecé a empujar lentamente la puerta hasta que quede espacio suficiente para poder escabullirme dentro, cerré la puerta con el mismo cuidado con la que la abrí y me gire para ver a mi prima.
Era una visión angelical, Glenda estaba dormida solo con una playera pequeña y unos pantis rosados, debido al calor del verano estaba destapada totalmente, estaba echada boca abajo por lo que su hermoso culo estaba completamente a mi merced, mi verga empezó a palpitar de lo dura que la tenía y sin perder más el tiempo me empecé a acercar, al llegar a su cama no sabia que hacer primero, si despertarla o simplemente deleitarme con su figura, empecé a tocarla en su hombro a ver si lograba llamar su atención, pero al parecer mi primita tiene el sueño profundo, al darme cuenta de esto preferí despertarla un poco más placenteramente, comencé por acariciarle sus delicados pies, apenas tocando los, eran prácticamente roses con ambas manos fui haciendo lo mismo por sus piernas, sus preciosos muslos hasta llegar a su magnífico culo, no pude evitar estrujarlo un poco a lo que mi primita dio un pequeño salto pero aún no se despertaba de su sueño, seguí acariciando su hermoso culo cada vez con menos reparos, quería que se despertara, pero al mismo tiempo quería que continúe dormida para seguir disfrutando de su suave piel, mis caricias se convirtieron casi en un masaje en sus nalgas y al parecer Glenda en su sueño lo estaba disfrutando, ya que empezaba de gemir levemente y su respiración se agitaba cada vez mas, note como se empezaba mojar por la mancha de humedad en sus pantis y separando lo mas que pude sus nalgas hundí mi nariz entre sus nalgas para respirar su dulce aroma a mujer, pensé que por lo agresivo de mi accionar Glenda por fin se despertaría, pero lo único que logre es que se quejara y que se gire para quedar boca arriba y con las piernas ligeramente abiertas, sentía que era un juego y que en cualquier momento Glenda me diría que no estaba dormida, pero esto no pasaba, tome sus delicados tobillos y abrí lo mas que pude sus piernas sin incomodarla para poder subirme a su cama y queda arrodillado justo entre ellas, subí su playera deje al aire libre sus pequeños senos no demore mucho y empece a besar y lamer sus pezones sin ningún miramiento, trataba de no hacer ruido pero ya había dejado de lado mi preocupación por despertarla, bese si cuello y le di un suave beso en los labios que me respondió a medias mientras se quejaba un poco por sentir mi peso sobre ella, pero no se despertó, yo sentía que no podía aguantar mas baje mis shorts y boxers de un solo movimiento y tome nuevamente los tobillos de mi primita, los levante lo mejor que pude y los acomode en mis hombros para luego con una mano correr sus pantis hacia un lado y apuntar mi verga hacia su delicada conchita, antes de empezar a meterla le di dos toques a su botoncito con la cabeza de mi pene lo que hizo que se retorciera un poco de placer, no aguante mas y le fui enterrando lentamente mi verga en su panochita, poco a poco Glenda fue arqueando su espalda pero en ningún momento dio señales de estar despierta, empece un lento y delicado mete y saca que a mi nivel de excitación solo me hacia estar a punto de venirme mas rápido, no paso ni un minuto de mis suaves embestidas y sentia como estaba a punto de estallar, cuando sentí que no podía aguantar mas saque mi verga de su panochita y mientras la masajeaba con mi mano me vine a mares sobre mi primita, los chorros de leche cayeron en su frente justo a la mitad de sus ojos, sus labios, sus hermosos senos y ombligo y las ultimas gotas sobre sus pantis rosadas, los jadeos de mi primita se fueron apagando poco a poco, pero en ningún momento se llego a despertar, era una imagen que siempre llevare en mi cabeza, ver a Glenda dormida bañada en mi leche con sus pantis corridas hacia un lado es algo que recordare hasta mis últimos días.
Una pasada mi excitación me puse a pensar en las consecuencias de mis actos, qué pasaría si Glenda se despierta y grita asustada, que pasa si su mama entra a despertarla temprano y la ve así, me meteria en un problema muy grande, pensé rápido y acerque al escritorio de mi prima, tome una hoja de papel y un lápiz y escribí lo que había sucedido, le dije que me disculpara pero trate de despertarla y no no libre de ninguna forma, le dije varias veces lo irresistible que fue para mi verla de esa forma y le rogaba que me entendiera y que me busque para conversar por la mañana, firme la carta con un te quiere tu primo Luis y la coloque sobre su mano derecha para que sea lo primero que vea al despertar.
Pero aún tenía un problema más, que pasaba si mi tía entraba a despertarla, me acerque a la puerta y lo único que pude hacer es ponerle seguro por dentro y rogar que mi tía no sea tan entrometida como para usar la llave para abrir la puerta, con el mismo cuidado con el que entre me escabullí fuera de la habitación de Glenda asegurandome efectivamente que su puerta ya no se podría abrir desde fuera.
Subí a mi habitación pasando antes por un vaso de agua, me lave un poco el sudor, estaba muy cansado como para bañarme nuevamente, y apenas me eche en mi cama me quedé profundamente dormido.
Como siempre muchas gracias por leer hasta el final, y muchas gracias a los que me escriben solicitando que continúe la serie, ando ocupado con mucho trabajo, pero espero poder retomarla con capítulos algo más cortos, espero sean de su agrado, como siempre si tiene algún comentario o crítica escribanme a [email protected], sin nada mas que agregar me despido hasta una nueva oportunidad.