back to top
InicioOrgías-GangBangRosy, ninfomaníaca a la fuerza

Rosy, ninfomaníaca a la fuerza
R

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 5 minutos

En la universidad no hay tiempo para diversión, menos si estudias ingeniería, algunas de mis parejas o novias eran de la universidad, pero también estaban muy ocupadas estudiando y no había tiempo para sexo o relajo. Así que lo común era buscar una revista o cinta porno y hacer “trabajos manuales” y seguir estudiando.

Yo tenía amigas en varias otras carreras, una de ellas era Rosy, muy curvilínea y maciza, con un poco de sobrepeso diría yo, pero con unas tetas enormes, pero enormes… ella sabía de sus atributos y usaba un escote provocativo, coqueteando con todos.

Ella estudiaba Ingles, y nos ayudaba a todos los compañeros de carrera a traducir algunos libros, varias veces la invite a mi pequeño departamento, pero siempre me dejaba plantado. O era algún problema de una amiga, o que tenía que hacer una u otra cosa. Cada vez que la invitaba parecía entusiasmada y, muy coqueta y sexy, jugaba con el botón de su blusa, tratando de mostrar algo, pero al final nunca iba. Después de varios intentos no la invite más.

Conversando con varios compañeros me contaron que siempre hacia lo mismo con todos. Raúl y Jaime se quedaron con las ganas, lo mismo que Jorge y yo. Mis compañeros estaban muy molestos con ella. De repente Jaime me dice:

– Me voy a vengar, usaremos tu departamento, la invitamos con motivo de una fiesta u otra cosa y la tiramos a la cama y la cogemos entre todos…

– Es una “tetera”, solo calienta el agua y nada más- dijo Raúl.

– Le tengo unas ganas a esas tetas. – dijo Jaime

– Amigos… no nos metamos en problema. – les dije.

Pero no sirvió de nada mi consejo, de poco se fueron entusiasmando con la idea. Jaime dijo que si la dejábamos bien satisfecha no diría nada. Raúl ofreció una caja de condones. Jorge dijo:

– Si nos ponemos firme ella cederá y la va a gozar como nunca. Conocí a dos novios suyo y me dijeron que ella era muy buena en la cama, así que sabemos que no es virgen.

Al verlos todos decididos me uní al complot, la invité a una reunión de amigos a mi departamento.

Ella llego temprano, se veía sexy con una minifalda y una blusa casi transparente.

– Hey niños, ¿soy la única que va a venir? ¿No hay más invitados?

– No, – grito Jorge parándose frente de ella.

– Nos has dejado con las ganas de salir contigo y ahora te cogeremos entre todos

Con un rápido movimiento de manos desabrocho los botones de su blusa, que dejaron al aire su brassier que atrapaban sus grandes tetas

Ella tartamudeaba:

– No, No, por favor no me hagan daño

Raúl se puso a su lado y empezó a sacar su minifalda, quiso arrancar, pero Jaime y yo le bloqueamos inmediatamente el paso.

– Por favor no- suplicaba casi llorando.

Yo estaba arrepentido, pero no podía hacer nada ante lo inevitable.

Jorge termino de sacar su blusa y Raúl la minifalda que no tardo en caer. Yo desabroche su brassier, esos que se abren por delante, sus tetas no cayeron como pensaba si no que se liberaron hacia los costados y hacia adelante, dejando al aire el tremendo par de monumentos coronados con grandes aureolas y pezones.

Jorge y Raúl sacaron sus vergas y ella tapo sus ojos con un grito:

– No quiero verlos, no quiero verlos- y rapidamente la llevamos al dormitorio.

La empuje sobre la cama mientras mis amigos se desnudaban, deslice su tanga, abrí sus piernas y apareció una gran mata de pelos que cubría la entrada de su vagina, esta se veía muy húmeda, con hilos de líquido que ya corrían fuera, comencé a succionar su clítoris, sentía como este se expandía y sus labios se endurecían.

Ella me dice:

– Por favor apaga la luz, me sentiré mejor.

Yo dejo la habitación casi en oscuridad total, apenas veo la silueta de mis amigos y de ella.

Continuo rápidamente sobre ella antes de que la penetren sigo lengüeteando sus labios y clítoris, ella gritaba:

– Así, así, mas, mas, quiero que me hagan gozar niños los quiero a todos…

Me puse a un costado de ella y puse mi pene en su cara, lo sintió y se lo llevo a la boca succionado con fuerza y acariciando todo su largo. Ya mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad. Al menos podía ver su cuerpo voluptuoso y grandes tetas.

Jaime ya estaba sobre ella preparando la penetración. Yo me puse sobre su cara, agarré sus enormes tetas y puse mi pene entre ellas haciéndome una “paja rusa”, al mismo tiempo que acariciaba sus tremendos pezones.

Jaime metió su pene con fuerza lo que la hizo arquearse.

– Eso, así se hace métemela con fuerza -gritaba con desesperación.

Me retire de sus tetas, Raúl y Jorge se pusieron a su lado poniendo sus penes en su cara, ella los metía en su boca alternando las chupadas.

– Los quiero bien duro ¡Los quiero bien duro! -gritaba cuando podía.

Jaime la penetraba con violencia y ella pedía más. Con un grito Jaime eyacula, continua con unas metidas más y se retira.

Ella grita:

– Que otro me lo meta

Me subo sobre ella y la penetro, su vagina no opone resistencia, sus líquidos facilitan la penetración resbalando hasta el fondo. Mi pene es grueso y largo así que ella jadea y gime como loca, empieza a mover sus caderas, pidiendo:

-Más rápido, dale, dale, cógeme duro

Sus jadeos se vuelven gritos y sus piernas empiezan a tiritar, me envuelve con ellas y llega a un orgasmo brutal. Me abraza y luego de unos segundos pide:

– Otro, que me coja otro.

Raúl se sube sobre ella y se lo mete, Rosy con rapidez lo tira a un costado y se sube sobre el cabalgando con violencia sobre mi amigo.

– Que alguien me lo meta por detrás- grita.

Jorge le obedece y se ubica detrás de ella buscando su orificio, de golpe se lo mete, ella grita de dolor, luego de unos segundos grita:

– Más adentro, más adentro.

Después de varios minutos de doblete, hacemos cambio en el equipo, Jaime está recuperado, yo voy abajo y Jaime va por detrás. Ella está muy excitada, después de unos minutos vuelvo a sentir esa vibración de sus piernas acompañada de sus contracciones vaginales y con un grito vuelve a terminar en un orgasmo y Jaime y yo con ella.

– Quiero que me hagan gozar niños, quiero que me hagan gozar toda la noche- nos decía.

Después de un par de horas de intercambio entre sus orificios, estábamos cansados, pero ella quería más. Jorge me dice que va a llamar a otros compañeros, hemos encendido la pasión ninfomaníaca de Rosy y quiere dejarla contenta, así otros amigos podrán satisfacerse y satisfacer a esta ya declarada ninfomaníaca.

Le pido a Jorge discreción, podemos hacerle creer que somos solo nosotros cuatro si dejamos salir a dos y después entran otros dos, de tal forma que no note la presencia de nuevos integrantes en esta orgia, así creerá que el equipo de la “cancha” es uno solo, ella no se va a dar cuenta ya que mi habitación está muy oscura, y apenas se ven las siluetas de los que estamos dentro.

A los pocos minutos llegan dos compañeros nuestros que vivían en mí mismo edificio, otros cuatro están por llegar. A todos les damos las instrucciones antes de que entren en el departamento y con anterioridad, les pedí a Jorge, Raúl y Jaime que nadie mencionara en nombre de Rosy, para mantener su anonimato.

Salen dos y entran los dos nuevos y le dan duro, mientras llegan los refuerzos vamos intercambiando los que estamos, seguimos con los dobletes unos y otros de pie a su lado dejando que no chupe nuestros penes, mantenemos cuatro por turno dentro de mi habitación.

Llegan otros cuatro más y van ingresando a la habitación cuando otros van saliendo. Ella sigue pidiendo más y más y nos vamos rotando.

Seguimos con los intercambios hasta las 6 de la mañana, mis compañeros ya cansados se retiran y Rosy está totalmente satisfecha. Ella me dice que esta sorprendida de nosotros cuatro ya que terminamos más diez veces dentro de ella. No creo que ella se haya tragado el embuste, lo noto en su sonrisa y su mirada, pero no le digo nada.

Me cuenta además que no quería tener sexo con nadie ya que con sus novios anteriores se sentía muy frustrada e insatisfecha.

El sábado siguiente nos volvimos reunir, llevaba una máscara porque, según ella, quería mantener el anonimato, pensaba que con la máscara nadie la reconocería, pero gracias a sus grandiosas tetas Rosy era inconfundible. Cuando le dijimos que vendrían otros más que solo nosotros cuatro, ella accedió sin problemas con una gran sonrisa pícara.

Con Rosy tuvimos fiestas de sexo todos los fines de semana los dos años siguientes, hasta que ella egreso. Creo que muchos hombres en la universidad sabían de la ninfomaníaca enmascarada, pero nadie dijo nada, extrañamente se mantuvo una gran discreción con ella, principalmente porque siempre tuvo nuestro apoyo y advertíamos que el que hablara o se fuera de boca no sería invitado nunca más.

A veces éramos solo 8 o 9 que nos juntábamos con ella, otras veces 12 o más. Recuerdo, una vez en especial, para un campeonato de futbol llevamos a un equipo de otra universidad con Rosy, no era todo el equipo, pero sumando llegamos a estar más de 25, y para ella nunca fue demasiado. Nunca dijo que era suficiente la cantidad de hombres todo lo contrario, siempre quería satisfacerlos a todos y nunca se le veía muy exhausta después de las sesiones de sexo.

Con el tiempo y las sesiones de sexo semanales, bajo de peso y lucia estupenda, sus amigas le preguntaban que como lo hacía, ella respondía: – Voy al gimnasio y allí tengo a muchos entrenadores.

Compartir relato
Relato anterior
Relato siguiente
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.