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Mi esposa y su fantasía
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Tiempo de lectura: 13 minutos

Mauro, Karina y Yonatan una historia tres puntos de vista.

Mi nombre es Mauro, estoy casado con Karina hace cinco años llevamos una vida muy agradable y una relación hermosa. Ella es mi mundo y vivo pendiente a ella.

En el sexo nos llevamos muy bien pero últimamente sospecho que ella tiene nuevas curiosidades.

Sería injusto si dijera que son injustificadas.

Si bien nunca nos revisamos los celulares ninguno de los dos tenemos inconvenientes en que el otro lo agarre y lo utilice, hoy mi celular se estaba cargando y yo necesitaba averiguar algo en Google. Tome su móvil y al abrir el navegador me aparece una página xxx y no me llamo la atención ya que ambos vemos pornografía juntos o separados, lo que si me hizo ruido fue el contenido de la página. Solo eran videos de tipos con penes gigantes. Entonces guiado por la curiosidad abrí el historial de búsqueda y para mí sorpresa algunas palabras se repetían con frecuencia "bigcock" "bigdick" "penes grandes" la verdad no me molesto pero si me hizo pensar. ¿En qué?? Y porque??

En qué… en qué ella estaría insatisfecha, porque… ahí es donde radica todo este embrollo.

Siempre supe que la naturaleza no me dotó de un genital grande, ni mediano. Para ser sincero es pequeño, aunque nunca fue un inconveniente en nuestra relación.

Hoy mientras manejaba de regreso a casa escuchaba la radio. La consigna del día era "experiencias sexuales inolvidables" mucha gente llamaba para contar anécdotas sexuales épicas, la verdad estaba entretenida con el programa radial pero hubo un llamado que me hizo un click. Una mujer llamo para contar que había tenido su mejor sexo con un hombre cuyo miembro tenía medidas más que generosas y que había tenido sensaciones que jamás había sentido.

La verdad quedé enganchada con esa historia y me sentí atraída a indagar sobre el tema.

Mi marido Mauro es un hombre bastante viril y mantenemos relaciones sexuales seguidas y satisfactorias pero… siempre hay un pero. Digamos que la naturaleza no lo beneficio en el tamaño de su miembro, él fue el primer y único hombre hasta ahora en mi vida así que no tengo con quién compararlo. El siempre reconoce que sus medidas son por debajo del promedio, yo nunca le di importancia y cuando él hace un comentario de ese tipo me encargo de repetirle que él tiene el tamaño ideal para mí.

Después de aquel comentario radial una curiosidad comenzó a germinar en mi mente, será lo mismo?? Cómo se sentirá algo grande???

Esa curiosidad me llevó a visitar páginas xxx sobre el tema y la verdad mi curiosidad aumentó, realmente hay hombres que tienen cosas muuuy grandes.

Nunca fui un hombre celoso, al ver las páginas que frecuenta mi esposa lejos de molestarme me hizo pensar que quizás ella necesite experimentar cosas que yo por obvias razones no puedo otorgar.

Una idea fue tomando fuerza en mi mente y luego de pensarlo puse mi plan en marcha.

Cuando mi esposo me propuso mirar porno mientras hacíamos el juego previo no me llamó la atención, pero si lo hizo el tipo de búsqueda que seleccionó. Aparecieron vídeos con un tema en común "penes gigantes".

Me pareció raro que justo en ese momento salga con ese tema, pero luego pensé que era pura casualidad.

Mientras veíamos aquellos videos con hombres utilizando sus enormes miembros él me susurraba al oído lo lindo que sería para mí tener una experiencia así. Tocaba mi vulva y me contaba cómo sería y las imágenes entraban por mis retinas para inundar mi mente. La verdad estaba más que excitada y logré llegar al orgasmo solo con el roce de sus dedos en mi clítoris.

Al desarrollar mi plan y al ver la respuesta de mi señora me atrevo a más. Es que era evidente que aquello le fascinaba el solo hecho de plantearle la situación la tenía súper encendida y húmeda.

Así que aprovechando la situación le pregunté "te gustaría estar con un hombre bien dotado???

Es decir lo harías??"

El solo imaginar tener la sensación de una gran verga penetrarme me había puesto a mil. Era evidente mi deseo así que cuando Mauro me preguntó si me gustaría hacerlo realidad no pude negarlo. Mi primer impulso fue negarlo pero luego pensé, para que mentirle y mentirme.

Lo que si no haría sería engañarlo, él tendría que estar de acuerdo.

Karina respondió con la verdad a mi pregunta, yo quedé en silencio y luego le dije " ok quien te dice y te sorprendo".

La primera fase del plan estaba en marcha.

Ahora debía seguir con la segunda fase.

Mi nombre es Yonatan y nos conocemos con Mauro desde la secundaria.

La vida nos separó pero luego nos volvió a juntar al reencontrarnos en la fábrica donde trabajamos.

Siempre me pareció un buen muchacho y la verdad me sorprendió demasiado cuando me habló y me lo propuso.

Cómo dije antes nunca fui un marido celoso y también siempre pensé que la vida hay que disfrutarla, así que si Karina sentía el deseo de probar algo que yo no podía darle porque no hacerlo.

Pensé y pensé cómo y con quién, hasta que se me ocurrió algo.

Yo tengo un compañero de trabajo con el cual nos conocemos desde jóvenes, recuerdo que siempre decían que la naturaleza lo había beneficiado en lo que a mí no.

El pertenecía al equipo de fútbol de la escuela y entre sus compañeros siempre bromeaban al respecto, de hecho su apodo era burrito.

Cuando Mauro me propuso que yo tuviera sexo con su esposa me ví sorprendido, no podía creer lo que me está pidiendo. El me explico cómo venía el tema pero igualmente no me terminaba de cerrar.

Por otro lado soy soltero y esto no me genera inconveniente así que de última yo no tenía nada que perder.

Mi plan era sencillo, una noche de cena romántica en casa y luego a la hora de la acción yo no sería yo, Yonatan tomaría mi lugar.

Lo único que le pediría a Yonatan es que siempre utilizará antifaz al igual que ella.

Llegado el día pactado me encargue que Karina tenga que salir de casa esto me permitió que Yonatan ingresará sin que ella se percate.

Menuda sorpresa me tenía preparada Mauro aquel día!!!

Al volver a casa, él se había encargado de preparar la cena, la mesa lucía la vajilla de gala y dos velas alumbraban la penumbra.

Las mollejas con salsa de champiñones las acompañamos con un vino blanco bien frío.

Luego de cenar nos dirigimos a la habitación, la música relajante era la combinación perfecta con los masajes que Mauro me realizó.

Luego de un rato el se levantó y me pidió que me sentará, coloco un antifaz en mi rostro y luego una venda de raso negro.

Mi plan estaba en su etapa final, la verdad estaba súper ansioso y nervioso. Cómo reaccionaría?? Cómo reaccionaría yo??

Sería la primera vez que vería a mi esposa con otro hombre, lo toleraría??

Cuando lo imaginaba me excitaba demasiado pero llevarlo a la realidad era otra cosa, como me vería ella después???

Pero bueno había una sola forma de saberlo. Así que cambié la música por algo un poco más arriba y muy en silencio lo hice pasar a Yonatan.

El se quedó parado sin hacer ruido.

Yo no veía nada pero sentí a Mauro colocarse a mi lado, me beso y al oído me dijo "no te quites la venda aún, te tengo una sorpresa"

Muy lentamente comenzó a quitarme la ropa, cuando terminó beso mi cuerpo, lo hizo muy lentamente primero mi cuello luego mis pechos, mi abdomen lamió y beso mi monte de Venus para luego continuar por las piernas, masajeo y lamió mis pies y nuevamente subió.

Me encantaba y no veía el momento en que por fin lamiera mi vulva.

Bese y lamí por completo a Karina lo hice por todo su cuerpo excepto su entrepierna, quería dejarla para lo último y hacerla desear ese momento.

Luego de un rato de ese juego separe sus piernas y por fin le di lo que esperaba, aunque tome mi tiempo.

Lamía y besaba su labios vaginales acariciaba su clítoris con la punta de mi lengua pero inmediatamente volvía a jugar con su excitación y solo acariciaba sus labios o su monte de Venus. Prácticamente podía sentirla suplicar que de una vez por todas lamiera su vulva como a ella le gusta.

Mauro jugaba con mi exitacion, me hacía sufrir deseando ese momento de lujuria que da un buen sexo oral, yo ya estaba entrando en clímax, y luego de tanto esperar por fin lo hizo.

Su lengua se abrió paso entre mis labios para llegar a mi clítoris que para ese entonces estaría bastante hinchado producto del deseo.

Su lengua se movía frotándose y deslizándose por mi vulva, podía sentirla penetrar en mí.

Mi exitacion era evidente, podía sentir la humedad brotar de mi sexo y como Mauro se encargaba de ella.

Estuve a punto de correrme pero no… él se detuvo.

A pesar de la escasa luz y la molestia del antifaz podía ver a Mauro y a su esposa gozando, ella es muy bonita su cuerpo es atractivo y se nota que cuida su figura y su aspecto, muy bien arreglada y depilada. La verdad es que la situación me tenía bastante excitado y mi miembro daba cuenta de ello.

Mauro se paró la tomó de la mano a Karina y la ayudó a sentar, luego bajó su pantalón y se colocó frente a ella.

La verdad que el pobre tenía razón, su miembro es muy pequeño.

Ella lo chupa, lo hace muy bien y no tiene ningún inconveniente de introducirlo por completo en su boca.

La situación me pone muy caliente y mi pene está listo para la acción.

Karina chupa mi pene y yo lo disfruto mucho pero esta noche era para ella, no para mí.

Lo miro a Yonatan y él ya está listo, compruebo todo lo que decían de él. Su miembro es muy grande.

Cargado de dudas y ansiedad me retiro y le digo a mi esposa "aguardame un segundo"

Le hago seña a Yonatan para que tome mi lugar y me coloco a un costado para observar bien.

El se para frente a ella y colocó su glande en los labios de ella.

Mi esposa toma su verga con su mano y automáticamente se queda inerte, es obvio que noto que no era yo.

Se quiso sacar la venda pero yo le dije "no la quites aún, está todo bien".

Allí comenzó la acción.

La cena, los masajes, el antifaz y la verdad me hacían ruido, algo pasaba pero no me imaginé que Mauro se atreviera a hacerlo. Pero al tomar aquel miembro con mis manos de inmediato supe que no era el.

Mi primera reacción fue querer sacarme la venda pero al escuchar sus palabras de que todo estaba bien me tranquilice. Pensé que si a él no le molestaba porque no disfrutar el momento.

Volví a tomar aquel miembro con mis manos y al simple tacto podía apreciar que no era el que yo estaba acostumbrada a tocar. Aquel se notaba más grande, mi mano casi no podía rodearlo y podía tomarlo con ambas manos y su glande seguía afuera.

Muy lentamente lo lleve a mi boca y debí abrir por completo mis labios para poder introducirlo.

Su glande tocaba mi campanilla y producía arcadas, tenía que tratar de no chuparlo como lo hacía con Mauro debía controlar mis ganas de tragarlo por completo.

A medida que lo chupaba y masturbaba se tornaba más duro y caliente, casi podía sentir como la sangre dejaba aquella verga a su máximo potencial.

En mi mente venían las imágenes de los vídeos en dónde aquellas mujeres explotan de placer con esas vergas gigantes, idénticas a la que ahora tengo en mi boca.

Si antes estaba húmeda ahora estaba empapada.

En el instante en que Karina tomó mi pene en sus manos y comenzó a chuparlo su esposo salió de mi radar, ya no me importaba que estuviese presente y comencé a gozar.

Ella lo hacía muy bien y se notaba que lo disfrutaba demasiado. A medida que mi verga tomaba potencia y lograba su mayor tamaño ella se ponía más voraz.

Intentaba tragarla por completo pero no podía solo generaba arcadas y mucha saliva, a ella no le importaba y continuaba succionando aún más desenfrenadamente.

Todo mi miembro y mis testículos estaban empapados por su saliva y ella ahí como encaprichada en poder meter mi paquete en su boca.

Creo que jamás nadie me la había chupado así.

Un remolino de sensaciones me invadió, los celos, la envidia, el asombro y el placer surfeaban mi mente. El ver a mi esposa en esa situación, notar su ansiedad su éxtasis generaba asombro en mi. Era evidente que le encantaba lo que estaba viviendo suponía que deseaba algo así pero nunca supuse que tanto.

Ver la expresión de placer en el rostro de Yonatan me generaba celos y el hecho de que su imponente miembro tuviera en semejante estado de frenesí a mi esposa me daba mucha envidia.

Pero todo eso se veía eclipsado por el tremendo placer que me daba el ver a mi esposa disfrutando tanto, el pensar lo que ella estaba disfrutando me ponía a mil.

La ansiedad y el placer se oponían. Por un lado la ansiedad de ya querer tener ese miembro dentro de mí y por otro lado el placer de mamarlo. Por un lado quería soltarlo para seguir al próximo paso y por otro lado no podía dejar de mamarlo.

Mientras me deleitaba con aquel falo siento aflojarse la venda de mis ojos.

Al caer la venda y luego de unos segundos pude tomar verdadera dimensión de lo que estaba sucediendo.

Mi esposo se encontraba detrás mío, delante un hombre que aparentaba nuestra misma edad y obviamente aquel miembro que al poder verlo confirmó todo lo que el tacto me indicaba.

Continúe satisfaciendo mis deseos, y por la cara de aquel hombre sabía que lo estaba haciendo muy bien.

Mi esposo se levantó y se dirigió a un sillón que tenemos al lado de la cama, desde allí observaba como me entretenía con aquel miembro.

Luego de un rato le quite la venda a Karina, me senté en el sillón y desde allí solo observaba como ella se entretenía con el enorme falo de Yonatan.

Su actitud ya era totalmente liberada, sin ningún tipo de problemas o tapujo chupaba esa verga. Por momentos él la tomaba de la nuca y cogía la boca de Karina sin piedad.

Karina estaba embelesada con mi verga verdaderamente deseaba probar algo grande. Mauro desde el sillón solo observaba y yo disfrutaba del momento.

Mauro me había contado que él había sido el único hombre en la vida de Karina así que estaba intrigado por saber cuál sería la reacción de Karina al ser penetrada por un falo mucho más grande del que ella estaba acostumbrada.

Era hora de averiguarlo.

Yonatan me tomó de la mano y me ayudó a levantarme.

Se recostó en la cama, su verga dura estaba lista para penetrar mi cuerpo. Yo lo deseaba, lo mire a mauro como pidiendo permiso el solo me miró y sonrió.

Subí a la cama me coloque de espaldas a Yonatan abrí mis piernas salive la palma de mi mano pero solo por instinto, la terrible excitación que tenía hacía que mi vulva fuese una laguna. Tome el miembro de Yonatan y muy lentamente comencé a bajar, mi mirada se clavó en los ojos de Mauro ambos nos mirábamos fijamente de manera cómplice. A través de la mirada se transmiten los sentimientos más profundos y era una forma de compartir con el hombre a quien amo aquel momento inolvidable.

El momento había llegado, mi esposa por fin disfrutaría lo que tanto anhelaba, sabría lo que se siente al ser penetrada por un pene de gran tamaño. Aquello que yo no podría brindarle pero si podía permitir que lo disfrute.

En sus ojos podía ver la excitación y la lujuria.

Su mirada fijada en la mía, y yo impávido ante la situación.

Su vulva dispuesta a recibir el miembro erecto de Yonatan, sus ojos me transmitían el placer que sentía casi parecía sentirlo yo, mi mente volaba y se perturbaba entre el placer y la incertidumbre.

Su rostro mostraba una expresión inequívoca de placer y desenfreno.

Intento introducir el miembro de Yonatan en mi vulva hinchada por la excitación pero es inútil siento un ardor molesto, aunque toda la zona está muy lubricada producto de mis fluidos no puedo hacer que su miembro ingresé. Cuando parece que está por entrar se dobla y tengo que volver a colocarla en posición, luego de muchos intentos logro que algo ingrese pero me genera muchísimo dolor dando un grito automáticamente la saco.

La verdad me siento algo frustrada, no doy más de la calentura pero no logro poder penetrar el pene de Yonatan en mi.

El falo de Yonatan intentaba ingresar pero no era tarea fácil, la vagina de Karina no está preparada para semejante tamaño.

Está claro que a fuerza podría entrar, pero Yonatan sabía que la idea era que mi esposa lo disfrute y no que la haga pasar un mal rato.

En lo personal no se porque, pero el hecho de que la penetración este costando me generaba mucho morbo y exitacion.

Tengo bastante experiencias con mujeres a las cuales les costó ser penetradas por mi, pero sin dudas Karina está siendo la más complicada. Era evidente que su vulva solo estaba acostumbrada al tamaño de Mauro.

Trato de ser muy suave para no lastimarla o incomodarla, dejo que ella lleve las riendas pero se complica. En un momento parecía que mi verga lograría entrar pero ella dio un grito y se alejó.

Se siente empapada pero a la vez nerviosa.

Decidí cambiar de posición.

Le pedí que se acostara, abrí sus piernas y con mi lengua muy suavemente comencé a frotar su vulva, lamí sus labios vaginales y muy despacio frotaba su clítoris.

Lo hice muy lento y pausado ya que sabía que ella estaba demasiado excitada y no quería que se corriera antes de que yo pudiera penetrarla.

Lamía su vagina y cuando notaba que estaba por llegar al clímax solo besaba sus labios y su monte de Venus, que por cierto recuerdo que estaba muy bien depilado.

Su vulva era bien blanca y lucía un aspecto juvenil.

Yo traté de concentrarme para perder erección, así de esta forma mi verga se tornaría más flácida y ayudaría a una penetración más fácil.

Luego de un rato me coloque encima de ella y poniendo mi glande en el lugar correcto muy lentamente empecé a empujar.

Me encantó que lamiera mi conchita y más aún que juegue con mis ganas de correrme, pero siento un fuego en mi entrepierna. Necesito ser penetrada ya.

El se coloca arriba mío e intenta nuevamente penetrarme. Muy despacio empuja su miembro y mi vulva lo va recibiendo.

Siento perfectamente cada centímetro que ingresa en mi es una sensación rara entre ardor y placer. Mi vulva se estira y me duele pero no quiero que la quite, le pido que lo haga suave.

Él muy despacio va ingresando en mí.

Luego de intentarlo bastante logré penetrar a Karina, su conchita es más que estrecha y está totalmente empapada. Pude sentir perfectamente el momento en que mi glande ingresó. Lentamente voy penetrando a Karina, tomo mi tiempo para no ocasionarle molestias.

Ella lo disfruta gime y muerde los labios con su mano en mi abdomen frena mis movimientos.

Su vulva se va dilatando a medida que la penetro, sus quejidos desaparecen y solo quedan sus gemidos de placer.

Al fin mi vulva cedió y Jonathan logró ingresar en mi. El dolor del comienzo lentamente se transformó en placer, y que placer!!!

Me siento completamente llena, la verga de Yonatan se frota contra toda mi conchita. El placer inunda mi mente pero no puedo evitar el pudor que genera en mí la presencia de Mauro.

Aunque él no dice nada yo no puedo olvidar que él está allí viendo y no quiero hacer ni decir nada que lo haga sentir mal.

Yonatan sigue moviéndose y con cada movimiento arranca un gemido de mí.

Sus movimientos son más intensos y me generan algo de dolor, tengo que recordarle que sea más suave.

Me encanta ver a Karina disfrutar de esa manera. Es innegable que la está pasando muy bien y aunque no le veo el rostro desde mi posición escuchando sus gemidos me alcanza para saber que lo está disfrutando.

Yonatan se mueve y Karina gime pero en un momento le tuvo que pedir que sea más suave.

"Ay… despacito que me duele. No hace falta que te diga que es muy grande jajaja"

Era la primera vez que Karina se refería al miembro de Yonatan.

Estoy seguro que anteriormente no lo había hecho para no lastimarme pero la excitación estaba tomando su mente.

La verdad que el escucharla no me molesto, por el contrario, aumentó mi morbo.

Yonatan llevado por su excitación se olvidaba que me causaba dolor.

Le pido que se acueste y vuelvo a la posición inicial, ahora sí logré que me penetre en el primer intento.

Nuevamente quede frente a frente con Mauro nuestras miradas nuevamente se entrelazan.

El verlo tranquilo y yo diría hasta excitado me tranquilizó y me soltó.

Está posición me permitía manejar a mi gusto la penetración. Ahora era solo placer. Deslice mi mano por mi abdomen y la lleve hasta mi clítoris me masturbaba mientras la verga de Yonatan me cogía de una forma como jamás había sentido.

Baje un poco más la mano y tome el tronco de esa verga dura, y sacándola de mi vagina la masturbaba lo hacía mientras miraba fijo a Mauro.

Él se había quitado el pantalón y se masturbaba. Me encantaba lo que estaba viviendo, no podía creerlo.

Me recosté sobre Yonatan y sin quitar la mirada de los ojos de Mauro nuevamente me entretuve chupando aquella verga.

Karina chupa la verga de Yonatan y sus ojos no se despegan de los míos, la lujuria se refleja en ellos.

Una y otra vez intenta tragar por completo aquel pene pero solo consigue arcada tras arcada. La saliva de Karina se desliza por el tronco e inunda los testículos de Yonatan, ella con sus manos los frota desparramando aquel líquido por toda la verga y testículos de ese hombre.

Mi excitación es total, me masturbo mientras mi esposa da placer a Yonatan que para entonces tiene su verga como una roca y súper hinchada sus venas resaltan y el glande brilla rojo como la sangre.

Karina se incorpora y de frente a mi como estaba coloca esa verga en su vulva y muy suave la va introduciendo.

Puedo ver perfecto como su vulva se dilata y cede paso a esa verga, toda la saliva que en ella estaba se va estrujando y bajando por el tronco de Yonatan a medida que este ingresa en mi esposa.

Los ojos de ella se voltean al mismo tiempo que suelta un gemido delicioso de su garganta.

Mueve su pelvis, los testículos de Yonatan se estrellan contra su clítoris que asoma de su capuchón rosado e hinchado.

Al tiempo que gime suelta algunas palabras.

"Haaaa, sii cogeme!!! Cogeme!!!

Que hermosa pija por dios!!! Es gigante me encanta!!!"

Su éxtasis entra en un frenesí que desemboca en algo que jamás imaginé.

Luego de un rato de chupar esa verga se puso gruesa y dura como nunca ahora sí era tiempo de comer como en aquellas películas, iba a ser cogida por una verga bien grande.

Me coloque nuevamente de espaldas a Yonatan y tomando su verga la coloque en mi vulva.

Dios mío qué sensaciones hermosas, sentir como ingresaba. Intenté mantener la mirada en mi esposo pero no pude, mis ojos se giraron delatando mi placer. Era todo placer ya no sentía dolor ni ardor solo placer. Placer como jamás antes había sentido. Los gemidos brotaban sentía la necesidad de reconocerle que era dueño de una pija sin igual!!

Movía mi pelvis y sus huevos gigantes rozaba mi clítoris.

De pronto una sensación nueva comenzó a surgir en mí, como una necesidad de orinar. La contuve lo máximo que pude pero llegó un momento que no la aguante más me levanté levemente sacando toda aquella verga de mi pero el rose de su verga saliendo desató una reacción que nunca antes había experimentado y de mi vulva salieron disparados chorros de líquidos acompañados de un orgasmo como nunca antes tuve.

Mis piernas temblaban y tuve que sostenerme con los brazos apoyados en el pecho de Yonatan.

Moje toda la cama, mi calentura era extrema tome nuevamente su verga y la introduje nuevamente.

Yonatan me tomó por la cintura y comenzó a cogerme muy duro.

Cuando Karina tuvo aquel squirt no podía creerlo pude sentir como me mojó por completo, y luego al volver a introducirla podía sentir claramente que seguía largando líquido, mis huevos empapados golpeaban contra su vulva al tiempo que la cogía lo más duro que podía tomándola por la cintura. Su vagina muy estrecha apretaba mi verga de una manera deliciosa, no demore mucho en correrme yo también.

Ambos quedamos tendidos en la cama exhaustos.

Nunca imaginé que mi esposa podría tener un squirt, al verlo no pude evitar acabar mientras me masturbaba. Mi intención era que luego de que ellos terminen Karina me la chupe hasta hacerme acabar, pero al ver aquello no pude evitarlo.

Cada vez que la verga de Yonatan la penetraba salpicaba aquel líquido hacía afuera y luego cuando el acabo el líquido se mezclaba con su semen brotando desde Karina para terminar en los huevos de Yonatan.

Sinceramente cuando decidí cumplir la fantasía de Karina no imaginé que lo disfrutaríamos tanto. Sin dudas esto es solo el comienzo.

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