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Lo conocí en la piscina
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace poco con mi marido y mi hijo nos vinimos a vivir a un condominio que tiene piscina, ideal para estos días de tanto calor.

Mi hijo había estado toda la semana insistiendo que deseaba ir a la piscina, pero con mi marido no habíamos podido ir por todo el tema de la mudanza, pero ahora que ya estamos instalados nos hicimos el tiempo para llevarlo.

Estabamos en la orilla tomando el sol con nuestro hijo quien jugaba en la piscina cuando mi marido entabló conversación con un vecino del condominio que se presentó como Gonzalo.

Una vez que mi hijo salió de la piscina nos despedimos del vecino y nos fuimos.

Pasaron unos días y mi marido se fue con nuestro hijo a una actividad mientras yo me quedé en casa por una reunión mediante teleconferencia a la que debía conectarme.

Mi reunión terminó antes de lo esperado y quedé libre así que decidí bajar a la piscina donde de casualidad me encontré con Gonzalo quien se acordaba de mi y estuvimos conversando toda la tarde.

Noté que no dejaba de mirarme y yo al ver que tenía un buen físico tampoco dejé de mirarlo y coquetearle.

La conversación derivó en lo atractiva que me encontraba y lo bien que según él yo me veía en "traje de baño", mientras me miraba de pies a cabeza.

Me tenía bastante humeda así que no pude evitar decirle que en mi departamento tenía otros trajes de baño por si quería acompañarme y así le mostraba cómo me quedan.

Gonzalo aceptó mi propuesta y nos fuimos a mi departamento, lo llevé a mi dormitorio y saqué unos trajes de baño que coloqué en la cama y le di a elegir uno para probarme.

Una vez que Gonzalo optó por uno, le pedí ayuda para que me desabrochara el sujetador, el fue muy hábil y quedé con mis senos desnudos rápidamente.

Se me quedó mirando cuando le pedí ayuda con la parte inferior del traje de baño, el sonrió y ya en mayor confianza se acercó y comenzó a bajarme la tanga dejándome completamente desnuda.

Yo esperaba que se me lanzara encima, pero no lo hizo así que decidí seguir con el juego y le pedí que me pasara el traje de baño que el ya había seleccionado para probarme.

Me puse dicho bañador y le encantó, pero sonriendo dijo que me veía mejor desnuda.

Le dije que entonces me lo quitara así que me recosté en la cama y le hice señas para que se acercara.

Lo primero que hizo fue quitarme el sujetador y acariciar mis pechos ya desnudos.

Posteriormente empezó a sacarme la tanga mientras me iba acariciando la vagina.

Ya me tenía completamente desnuda y yo estaba esperando que Gonzalo actuara, y lo hizo, comenzó a besar el interior de mis muslos, solo un preámbulo antes de que comenzara a pasar su lengua por mi vagina para luego acariciar y comenzar a introducir sus dedos.

Mis gemidos deben haberlo excitado, se desnudó rápidamente y comenzó a besar mis pechos.

Yo seguía acostada boca arriba con mis piernas abiertas, Gonzalo se subió sobre mi y mientras besaba mis pechos comenzó a introducir su pene en mi vagina.

Tomé su cara y lo comencé a besar mientras podía sentir como entraba y salía su miembro de mi interior a la vez que el iba intercalando entre lamer mis pechos y lamer mi lengua hasta que no pudo más y con un fuerte gemido rápidamente sacó su pene de mi interior y terminó eyaculando sobre los vellos púbicos de mi vagina.

Se recostó sobre mi y nos quedamos un buen rato besándonos y acariciándonos mutuamente.

Yo estaba ganosa nuevamente así que me giré quedando ahora yo encima de él, lo besé y comencé a bajar besando su mentón, después su pecho y luego directamente a su miembro el cual lo besé y lo puse en mi boca para lamerlo y succionarselo cada vez más rápido a medida que oía sus gemidos.

Cuando noté que estaba muy erecto me monté sobre el, tomé su pene y lo introduje lentamente en mi vagina mientras Gonzalo me miraba y me sonreía.

Ya con el miembro de Gonzalo completamente dentro mío comencé a dar sentones y cabalgarlo a la vez que continuó hablando de lo hermosa que era y cuánto le estaba gustando todo eso a la vez que me apretaba los pechos y me los besaba.

Yo seguía dando sentones y meneandome, podía sentir el pene de Gonzalo dentro mío y le sonreía mientras se lo aprisionaba con mi vagina.

Seguimos disfrutando así hasta que Gonzalo me dice que no aguantaba más y solicitó que me bajara de él porque estaba por eyacular, pero yo estaba tan caliente que en lugar de levantarme lo abracé, unimos nuestras lenguas en un jugoso beso y Gonzalo no pudo evitar soltar un potente chorro de semen dentro mío.

Fue todo tan intenso que agotada me recosté sobre el con su pene aún erecto dentro mío mientras le contaba que uso anticonceptivos así que no debía preocuparse, lo que me respondió con un delicioso y jugoso beso.

Después de un rato de besos y caricias decidimos vestirnos y nos despedimos, acordando repetir lo antes posible.

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