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Debajo de un árbol con mi padre y mi hermano
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Supongo que nuestro padre sospechaba algo porque no tiene sentido que se haya adentrado en esa arboleda durante la siesta para seguirnos a mi hermano y a mi hasta aquel árbol en donde nosotros nos divertíamos. Se puede decir que nos encontró con las manos en la maza, como suele decirse y en vez de retarnos y de mandarnos de vuelta a casa se sumo a nuestra diversión.

Como casi todos los días de aquellas vacaciones en la costa argentina mi hermano y yo nos adentramos en la arboleda que estaba justo detrás de la casa que estábamos alquilando y debajo de un gran árbol hicimos lo que hacíamos siempre. Primero yo me saqué la parte de arriba de la bikini y quede en tetas para que el pueda manosearlas y para que me succione los pezones como también lo sabía hacer. Mientras el hacía eso yo le tocaba el ganzo por encima de su short para que se ponga bien dura. Entonces cuando sentía que su amigo aumentaba de tamaño me agachaba y hacía lo que el hacía con mis tetas, manosearla con mis manos y succionarla con la boca. Luego de estar haciendo eso por varios minutos me dispuse a acabar como siempre lo hacía, con una buena turca con mis tetas pero no pude hacer que acabe ya que en ese momento fuimos interrumpidos.

Mi padre llegó justo en el momento en que tenía la poronga de mi hermano entre mis tetas así que si nos preguntaba qué era lo que hacíamos en ese horario no podíamos mentirle porque lo estaba viendo con sus propios ojos lo que hacíamos pero el no nos preguntó eso ni nos dijo nada solo se acercó hacia nosotros y con un simple gesto entendí porque no lo hizo. El se bajo el pantalón enfrente de mi cara y apoyo su mano en mi cabeza dándome a entender que quería que se la chupara y yo no le podía decir que no a mi propio padre así que solté mis tetas para agarrar su pene. Entonces delante de mi hermano empecé a chuparle la pija y esa cosa aumento tanto de tamaño que resultó ser más grande que la de él así que no podía prestarle atención en ese momento y es por eso que el tuvo que acabar haciéndose una paja detrás nuestro.

Con mi padre experimente algo nuevo, algo que no había hecho con mi hermano hasta ese momento y que me gustó mucho. No sé porque pero chuparle la poronga a el me puso más caliente de lo habitual así que hice una excepción y deje que me acabe dentro de la boca ya que quería probar lo que prueba mi madre todos los días y me resultó bastante delicioso. Luego de que el acabará regresamos a casa los tres y no hablamos nada de lo que había ocurrido ese día.

Al día siguiente mi hermano y yo volvimos a meternos de nuevo dentro de esta arboleda pero esta vez en compañía de nuestro padre y hay dos imágenes que se me grabaron en la mente de aquel día y que siempre vienen a mi cabeza. Una de ellas es la de verme arrodillada sobre el pasto debajo de este gran arbol con todavía la bikini puesta y envolviendo con cada una de mis manos las porongas de ellos. La segunda imagen que se me grabo en la cabeza y que siempre viene a mi cabeza es la de ver a mi hermano pajeandose mientras observa como su padre me garchaba contra un árbol ya sin la bikini. Ese día recibí bastante leche, parte fue a parar en mi estomago y otra tanta acabó dentro de mi vagina.

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