Hola a todos, continuamos con esta historia que me pasó en el verano del 2017, no estaba muy seguro de la fecha, pero entré al correo que creamos para esto y aún están sus mensajes y fotos ahí almacenados.
De aquí en adelante los sucesos se desarrollaron en un periodo de 3 meses, casi cuatro, comenzó a finales de la primavera y terminó a principios del otoño del 2017.
Comenzamos a enviarnos correos muy calientes todos los días, nos contamos de todo. Experiencias, fantasías, posiciones, cómo le gustaba que le dieran, etc.
Incluso bromeamos con hasta dónde llegaría todo y por cuánto tiempo, ella me decía
-Pues tenemos todo el tiempo del mundo- y se reía.
Ella se refería a que siendo prácticamente la esposa de mi cuñado, pasarían los años y nos podríamos dar nuestros gustos entre nosotros y me gustaba mucho fantasear con eso, la imaginaba ya de 30 o 40 años y aún deleitandome pero ya a otro nivel y me preguntaba si era posible lograr hacer lo mismo con otra chica, aunque siempre estaba ese cuestionamiento moral que también llegamos a comentar y lo terrible de las consecuencias en caso de ser descubiertos. Pero nada de eso importó, la calentura, lo prohibido, la forma como se fue dando todo fue más fuerte.
Por mi parte todo el día estaba caliente, mi pene me dolía de lo hinchado y mi esposa feliz por lo fuerte de mi líbido que me hacía desearla mucho (mi esposa es muy guapa y me calienta mucho), incluso me preguntaba que qué me pasaba, pero como sabía lo que yo hacía en mi día a día, ella veía que no me podía escapar con alguna amante entonces no le preocupaba mucho que fuera algo así.
Cierto día, le juego comenzó, no fue algo planeado, solo se dio, como si fuera un juego de rol, ella me comenzó a hablar como si fuera mi alumna, supongo que era su fantasía. Comenzó a hablarme como si fuéramos desconocidos y pidiera informes y de un momento a otro algo había comenzado, ella quería seguir mis instrucciones, quería “aprender” y todo esto me tenía a reventar, me sentía como un instructor sexual o algo así, un depravado que le enseñaría todo a una joven morbosa deseosa de ser usada como una fantasía sexual y así se lo expresé y a ella le encantó la idea. Literalmente se lo dije así:
-Te voy a usar para satisfacer todos mis deseos y fantasías sexuales y no me detendré hasta saciarme.
El juego había comenzado, decidí que eso quería, me la quería coger sin limitaciones, la quería para satisfacer todas mis perversiones, usarla de todas las formas posibles, incluso me asustaba sentir eso, me desconocía a mí mismo, pero así era, eso sentía y lo acepté.
Comencé a escribirle unas reglas, donde ella se sometería a mis deseos sexuales sin cuestionar mis decisiones, le prometía seguridad porque obviamente no la pondría en peligro ni a su integridad, pero también le aseguraba el máximo placer. Así nació la idea de mi seudónimo “Salvaje Hedonismo”.
Platicamos un poco sobre las reglas, yo no tenía ni idea de qué hacer concretamente, me imaginaba una película erótica con ella, algo así como “saw” pero erótico y yo la leía a ella y sabía que estaba fascinada, sabía que le encantaba la idea, me escribía con lujuria, quería ser sometida, incluso me empezó a decir muchas cosas que me sorprendieron, me dijo que jamás lo había hecho pero quería ser amarrada, ella también estaba fuera de sí.
Le pedí más fotos y me llegaron. Una pequeña y deliciosa colección de su cuerpo, con lencería, desnuda, era una delicia, pero todo era a larga distancia, seguía siendo un juego por correo y decidí decirle que debíamos dar el siguiente paso, me la quería coger, yo sabía que ella estaba de sequía de semanas o tal vez meses y yo ya no aguantaba, así que le dije que necesitaba darle con mucha fuerza de forma salvaje mañana mismo. Era el momento de avanzar y poner en práctica lo que su maestro le ordenaba. Primero le iba a hacer un examen oral, despues vaginal y por último anal, sabía que tomaba anticonceptivos así que le dejaría todo adentro, me sentía como un animal, no me podía controlar por completo. Su respuesta fue:
-Esto ha llegado demasiado lejos, estoy muy desconcertada por el mensaje, pero acepto, vamos a quitarnos las ganas-
Estaba pactado…
Ella llevaba un tiempo haciendo ejercicio y cada que nos veíamos se notaba más el resultado, cuando los visitabamos ella se vestía entallada, sus piernas frondosas llenas de curvas me hipnotizaba, sus grandes nalgas, duras y paradas y sus senos redondos ya no eran un secreto para mis ojos y mi memoria, ya no podía verla sin lujuria, quería arrancarle la ropa en ese momento pero debíamos disimular.
Después de decirle que necesitaba cogermela con salvajismo, quedamos en un día, nadie lo notaría, mi cuñado no estaría en casa y yo tendría que salir a algún encargo, mi pene no aguantaba, llevaba semanas hinchado, masturbarme ya no era suficiente, necesitaba empinarla y estrellarle mi cuerpo en sus nalgas, escuchar sus gemidos y mi verga hundiéndose dentro de ella hasta estallar.
Llegó el tan esperado día, me preparé y me encaminé a su casa, al llegar me acerqué a la puerta, le había enviado un mensaje para decirle que iba en camino y a unos pasos de la puerta de su casa esta se abrió y salió mi cuñado. Yo quedé petrificado, se suponía que él no estaría ahí, no sabía qué hacer ni qué decirle, me quedé atónito y él me vio con naturalidad y me preguntó qué hacía ahí. No supe qué responder, no recuerdo qué le dije con exactitud, pero nos retiramos de ahí caminando, mi oportunidad se escurría por mis manos ese día.
Le escribí para saber qué había pasado y me dijo que ese día no había ido a trabajar mi cuñado y para no levantar sospechas no se había acercado al teléfono en ningún momento del día.
Gracias a los que han escrito, espero seguir recibiendo comentarios, esta historia ya casi termina, pero he estado preparando las demás.