Desde muy joven sentía curiosidad por cómo sería que un hombre maduro me complaciera, aun cuando era virgen.
Puedo decir que con el pasar de los años se convirtió en una fantasía porque todas mis experiencias había sido con hombres de mi edad o con solo uno o dos años de diferencia, pero para mi sorpresa recientemente sucedió, no lo tenía planeado ni se me pasaba por la mente que mi tarde terminara de esa manera. Tengo 31 años, soy de contextura delgada, de baja estatura, de cadera ancha y nalgas redondas y paradas mis senos no son muy grandes pero tienen un buen tamaño y están parados con pezones duritos café, con cabello largo negro y piel canela.
Desde ya hace muchos años trabajo en una multinacional y tengo a cargo actividades administrativas en las que debo contactar con los socios para cumplir con tareas que ellos mismos requieren, por las fiestas decembrinas es común que le envíen detalles, este año uno de los socios me llamo para invitarme a almorzar, no vi nada de extraño en la invitación y la acepté agendando el evento para que no se cruzara con alguna reunión, se llegó el día del almuerzo ya a un día de navidad me arregle el cabello y me maquille de manera natural me puse ropa interior que no hacía juego y ni era sexy solo cómoda use un pantalón negro camisa blanca y blazer blanco me perfume y me dispuse a acudir a la invitación.
Cuando llegue me esperaba muy alegre y como si fuéramos grandes amigos me dio un abrazo tan fuerte que sentí como presionaba mis senos en su pecho, me pareció rara esa cercanía solo lo había visto un par de veces antes y no me sentía nada cercana a él, pero pensé debe ser muy sociable y expresivo.
Llegamos al restaurant era muy agradable y elegante me sorprendí porque pensé que sería un lugar más sencillo, mientras verificaron nuestros códigos de vacunación por la pandemia teníamos una agradable charla me hacía preguntas de mi vida y yo le respondía atendió varias llamadas importantes mientras llegaba lo que pedimos al mesero.
Degustamos los deliciosos platos gourmet mientras charlábamos muy a gusto.
Cuando terminamos le dijo acompáñame un momento a la oficina y pedimos un Uber para que vuelvas a la oficina, no vi nada extraño y acepté, ya en su oficina se quitó su chaqueta de alta costura y me pregunto si aceptaba acompañarlo con un vino a lo cual dije simplemente bueno; seguimos hablando y tomando un par de copas de vino mientras me seguía preguntando por mis gustos musicales, de ropa, contándome anécdotas de su vida ya el con sus 79 años tenía muchas, así seguimos por una hora aproximadamente hablando y tomando vino, yo ya me sentía algo mareada, de un momento a otro saco un regalo de su escritorio y dijo que con un gran cariño por ser tan servicial y hermosa. Me sonroje y me tomo de la mano para que lo abrazara, en ese momento sentí que él se lanzaba más a tocarme se aproximaba más me hablaba y apoyaba su mano en mi rodilla, no dije nada y seguimos charlando mientras me sobaba la pierna sobre el pantalón, en ese instante se volvió a levantar de la silla y me tomo de las manos para volverme a abrazar, cada vez que me abrazaba apretaba duro su pecho contra mis senos y ahora también le acercaba si entre pierna moviendo la verga contra mi abdomen quede fría cuando sentí que la tenía dura y no me soltaba del abrazo por el contrario le daba besos en las mejillas en la frente hasta que le beso en los labios, yo estaba muda el corazón se me aceleró, no sabía que decir y con voz temblorosa dije está como muy alegre señor y él dijo estoy feliz contigo me gustas, quede con la boca abierta y le respondí pero si solo le ha visto unas pocas veces y dijo pues para que veas.
Seguía sin soltarme de su abrazo y me seguía dando besos en los labios poquitos solamente pero ya me empezó a tocar, noto mi incomodidad y me dijo solo déjame tocarte y yo seguía como una piedra tensa pero sin emitir una sílaba.
Sentía como si fuera irreal como si estuviera anestesiada no sé si era por los vinos o por la situación o las dos, muy ágilmente aquel abuelo metió su mano en mi pantalón y cuando me di cuenta ya tenía un dedo en mi conchita yo lejos de sentirme excitada me sentí petrificada pero lo dejaba, me bajo el pantalón y los pantis hasta las rodillas y rápidamente hizo lo mismo con los suyos llevándome al diván de la oficina cuándo le vi la verga oh que sorpresa la tenía parada y gruesa y la verdad de buen tamaño pero yo seguía muy asustada me dijo quítate eso y me deje desnuda de la cintura para bajo mientras el se quitó toda la ropa, su cuerpo estaba lleno de arrugas pero se notaba que aún se esfuerza para mantenerse no tenía nada de barriga pero su piel arrugada es la evidencia que era cerca de los 80, cuando volvió al mueble me dijo quítate eso y quite mi blusa y brasier rápidamente me chupo unos segundos cada pezón me acostó se hizo sobre mi y si nada de juego previo me fue metiendo la verga di un par de pequeños gruñidos porque no estaba lubricada y sentí que me lastimo al metérmela mientras él parecía un perrito excitado moviéndose rápido yo solo decía Dios mío porque me pasa esto a mi, en mis fantasías me imaginaba que un maduro le haría llegar a los orgasmos con la lengua y este abuelo no le hizo nada fue al grano aunque ni le sentía excitada permitía que él me tocara y hasta le penetrara pensaba si lo dejo hacerlo es porque en el fondo no le molesta por lo cual le respondí un beso pero le faltaba pasión, la pasión que me calienta cuando leo los relatos eróticos sobre hombres maduros.
Sin embargo lo deje que disfrutara cada tanto le volvía a lamer los pezones y seguía metiéndome sus estocadas cuando lo vi más agitado le dije por favor no se venga adentro y entonces lo saco y se fue corriendo al baño para dejar correr el semen, aprovechando para vestirme muy rápido cuando él salió yo ya estaba totalmente vestida y con mi cartera y regalo en la mano.
Dijo pero porque te vistes y le dije que era hora de irme porque tenía mucho trabajo acumulado.
Antes de irme le dije que esperaba que lo ocurrido fuera algo entre nosotros su respuesta fue aclarar que es muy resecado.
Eso pasó ayer y aunque me siento tranquila y ya me pasó el sentimiento de culpabilidad, no sé cómo será mi reacción cuando lo vuelva a ver.