Recuerdo una anécdota de cuando estaba en la universidad, yo salía con una chica en la ciudad donde vivía pero ella era muy aburrida y llevábamos meses sin follar y más aun sin hacerlo en condiciones. Yo me llevaba muy bien con una chica que era lesbiana de mi clase y le había contado los problemas que arrastraba con Carolina, ella me decía que tenía que hacer algo ya que así no podía estar.
Un día estando en el descanso entre clases, mi amiga se acercó a donde estaba yo y me preguntó:
-¿Eh alguna vez has pensado en hacer algo sin que Carolina lo sepa?
Le contesté que no, que nunca me lo había planteado, las cosas iban mal entre nosotros pero ese tipo de cosas no se me habían pasado por la cabeza. Ella se acercó a mi y me dijo de donde venía su duda.
– Nuria (su pareja) me lleva tiempo diciendo que quiere hacer un trío con un chico y no se como lo voy a poder llevar, verla con otra persona, pero ella me ha insistido bastante y le veo con ganas pero no se que hacer…
Yo le animé a que lo hiciera, era una experiencia que quizá no se le vuelve a presentar y que seguro que de mayor se arrepentiría si no lo hacía. Ella se quedó mirándome y se dio la vuelta, apoyando su espalda contra la pared, sin apoyar sus nalgas, quedando arqueada. Abrió la boca pero pasó un tiempo hasta que finalmente me dijo lo que desde un principio quería haber dicho:
– La cosa es que en nuestras conversaciones surgió la idea de que si era con alguien conocido quizá sería mejor, y tanto ella como yo habíamos pensado que igual a ti te apetecía- tan pronto como lo dijo se rio, dejando caer como que era medio en broma.
El profesor llegó y no volvimos a hablar de ese tema en todo el día aunque se convirtió en una broma recurrente entre nosotros, incluso alguna compañera del grupo que solíamos quedar no solía decir “claro como vais a hacer un trío…” a modo de broma. Total que un jueves decidimos quedarnos de juerga por la ciudad en la que yo iba a la universidad, aquella semana Carolina se había enfadado ya que yo quería quedar con ella pero me dijo que lo que pasaba era que yo no entendía lo mucho que tenía que estudiar. Al final termine por irme con los compañeros de clase de fiesta a la casa de mi amiga y también estaba Nuria, de hecho recuerdo que cuando bajamos los tres le gaste una broma a mi amiga:
– Eh Ana, ¿ya que hoy vamos a hacer el trío habrá que comprar condones no?
Los tres nos reímos pero casi de manera forzada, con esa sensación de que en la broma la verdad asoma y por primera vez se pasó por mi cabeza la idea de que hubiesen hablado seriamente de montarse un trío conmigo. Subimos a casa y allí estábamos varias personas y estuvimos varias personas y nos pusimos a beber y a decir tonterías como mandaba la ocasión. Pasamos una buena noche y al llegar la hora de irse a dormir dos compañeros se fueron a una habitación y yo a forma de cachondeo dije bueno yo me voy con ellas que ya sabéis que hoy vamos a hacer el trío. Nos reímos todos de nuevo pero al cambiar de rumbo como para irme con mis compañeros Ana y Nuria tiraron discretamente de mi hacia su habitación. Me puse algo nervioso pero me puse el pijama y me metí en la cama, ellas fueron a cambiarse al baño pero llegaron en seguida y se metieron allí conmigo sin decir nada hasta que Ana se me acercó.
– ¿Quieres hacer ese trío?- me dijo bajito y cerca del oído.
– ¿Estáis locas? -les pregunté.
Ana me miro muy seria y me dijo que quería que me liara con Nuria allí, ahora mismo, delante de ella. Tenía a Carolina muy cerca y la miré, la verdad es que era una tía espectacular y me apetecía muchísimo hacer aquello, no me importaba mucho lo que tenía con Carolina aunque sabía que aquello no estaba bien, pero como yo le había dicho a Ana igual no había otra oportunidad como aquella.
– ¿Estáis seguras? -les pregunté, aunque lo que me pedía el cuerpo era meterle la lengua dentro a Nuria.
Entonces Nuria hizo lo que yo tanto deseaba y nos empezamos a enrollar y a pegar nuestros cuerpos mientras Ana me acariciaba por detrás, nos sentamos en la cama sin separarnos demasiado, lamiéndonos y mordiéndonos el cuello mientras pasábamos las manos por nuestros cuerpos. Ana que seguía detrás de mi me quito la camiseta y empezó a besarme por detrás y a tocarme el pecho, tenia las manos frías pero eso me excitaba, yo ayudé a Nuria a quitarse toda la ropa. La tumbé en la cama despacio, nuestros compañeros estaban en la habitación de al lado y no podían escuchar lo que estábamos haciendo, Ana me cogió y me llevo hacia ella y nos empezamos a liar y a desnudar el uno al otro mientras Nuria nos miraba y se tocaba. Podía notar lo caliente que estaba Ana y como empujaba su cadera contra mi rozándome de abajo hacia arriba, la notaba muy húmeda pero ella quería ver como se lo comía a Nuria primero. Como si me hubieran hipnotizado me quedé mirando a Nuria que estaba tirada con las piernas abiertas en la cama y sin poder evitarlo fui acercándome a ella y besando sus pies y sus piernas y sus muslos y sus ingles hasta que empece a comérselo y a arrancar algún que otro gemido con mis lametones. Yo me esforzaba porque le gustara y ella se esforzaba por no gritar y que no nos escucharan, para hacérselo mas fácil Ana había empezado a liarse con ella, pero después de un rato y que yo estuviera bebiendo ya de ella, Nuria me pego un empujón en la clavícula con el pie y mirándome fijamente me pidió que parara porque no iba a poder evitar gritar.
Ahora le tocaba a Ana, tenia tantas ganas de comérselo como a Nuria, pero esta se me adelantó así que me puse tumbado en la cama a su lado y nos besamos y jugamos con nuestras lenguas dentro de su boca igual que Nuria jugaba con su lengua en la entrepierna de Ana. Se lo estaba gozando y me cogía de la cabeza, yo me acercaba mas a ella y le comía el cuello y la oreja. Me cogieron entre las dos y me tiraron a la cama Nuria se sentó en mi cara como a mi me gusta y Ana empezó a chupármela, dios que jodido placer era aquello, agarre fuerte del culo a Nuria que dijo que ella también me la quería chupar, podía notar lo cachonda y excitaba que estaba y ella podría notar lo cachondo y excitado que estaba yo.
Nuria me dijo que ahora me iba a follar cuando le recordé que no habíamos comprado los condones. Ella se tumbó sobre mi y empezó a balancear su cadera y se acerco a mi oreja y me dijo:
– No pasa nada, quiero que me folles así, a pelo.
Dicho esto se la metió y empezó a botar sobre mi mientras Ana me comía los huevos. Yo estaba muy excitado y empece a meterla y sacarla mas fuerte y fuerte hasta que en un ultimo empujón estalle de placer dentro de Nuria que se tiro de nuevo sobre mi temblando y mordiéndose la mano para no chillar. Me fui a por Ana y me coloqué detrás de ella y empecé a comerle el cuello y a acariciarle el pecho mientras le tocaba con la otra mano. Nuria se puso a comérselo por abajo y yo podía notar como Ana movía su cadera al son de la lengua de Ana. Su culo rozaba mi pene lleno del flujo de Ana y eso le excitaba porque sabia que me había corrido dentro de su novia y ahora ella iba a correrse en su cara. Cuando noté que llegaba a su máximo placer puse mi mano en su boca, que ella mordió mientras ahogaba su grito y se curvaba hacia la cama. Nos quedamos tirados en la cama los tres abrazados y descansamos profundamente gracias a lo mucho que habíamos disfrutado.