Este relato ocurrió hace unos cuantos años, decir una fecha exacta sería mentir, tendría unos 25 años, soltero, desde siempre me gustó el sexo y desde temprana edad leía y veía todo lo referente al mismo. Me describo, soy blanco, de buenas piernas, nalgas, en ese momento practicaba mucho deporte y mantenía mi peso, con cara de niño bueno, pero que rompe toda la vajilla (siempre me han dicho eso), mido 1.70 y una agradable sorpresa entre las piernas, que a medida fui compartiendo con chicas, supe no estaba nada mal porque solían decirlo y eso me encantaba.
Ya en esa época estaba en el mundo swinger, solía ser lo que llaman un bull o corneador, poco a poco fui disfrutando de este interesante mundo y debo decir que quedé prendado del mismo; en ese entonces conocí a una pareja de novios, él tenía como fantasía ver a su novia con otro chico más dotado y así nos conocimos… relato que contaré en otra oportunidad… en fin, esta chica le habló a Ángela (no es real) que había estado conmigo y que las dimensiones de mi pene le habían encantado, además de que era muy reservado, educado y muy, pero muy morboso.
Ángela, es una mujer de 25 años, pero se casó a temprana edad, con par de hijos, de 1.55 aproximadamente, senos pequeños con piercing, realmente hermosos, rosados, que resaltaban en su blanca piel, de buenas nalgas, fitness, lindas piernas, con una melena rizada color negro y una carita de inocente que realmente te hacía preguntar su edad, por lo joven que se veía. Luego de algunas conversaciones por teléfono, ella me indicó que quería estar conmigo y la verdad me gustaba la idea, así que cuadramos para vernos a inicio de semana.
Ella le dijo al esposo que tendría clases en la universidad, estudiaba fotografía, pero realmente agarró el Metro y en la parada de Bellas Artes (Caracas) yo la esperé en mi vehículo, eran las 8 de la mañana cuando me indicó que estaba en el lugar y le indiqué las características de mi vehículo. Nos besamos como dos amigos y tomé rumbo a la Panamericana, una zona que se caracteriza por hoteles de todos los tipos y por un clima sensacional, además algo apartado. En el camino hablamos trivialidades, recuerdo le pregunté si había sido infiel anteriormente y me dijo que era la primera vez que lo hacía, pero que le daba curiosidad sentir nuevas sensaciones y la recomendación de su amiga le quitó cualquier miedo posible, le dije que me sentía honrado por la confianza y que por mi no se preocupara, solo era disfrutar el momento y que los problemas no eran lo mío.
Llegamos al hotel, pagué lo correspondiente, de esas cabañas con estacionamiento privado, subimos unas escaleras desde allí hasta la puerta de acceso, ambos admiramos la habitación y me acerqué para besarla, lo hicimos suavemente, teníamos tiempo y no había que ser salvajes de forma inmediata, olía muy bien, palpé un poco sus nalgas y me aparté para preguntarle si deseaba algo para tomar. Ella estaba vestida de jean, sweater, realmente como si hubiese ido a la universidad, nada del otro mundo, por lo que le dije que la ayudaría a quitarse la ropa y la dejé en ropa interior negra, de encajes, muy bonita. Ella hizo lo mismo conmigo, quedé solo en bóxer, ya la situación me tenía caliente, así que se notaba un poco el bulto y vi sus ojos no perdieron tiempo en observarlo.
Nos besamos nuevamente, olía su cuello, tenía un olor exquisito, de piel suave, poco a poco esos besos eran más apasionados, pintaba muy bien todo, bajé a sus senos y quité su sostén, quedando ante mis sus pezones rosados, con piercing (me enteré en ese momento) y le dije wow no me habías dicho esto y lo llevé a mi boca con el morbo de probar y ver algo que solo había visto en internet, se sentía muy bien, aunque si me dio un poco de miedo lastimarla, pero ella me comento que le gustaba la vibración que emitían los mismos y que la tocara sin miedo, sus pezones estaban duros, gemía divino, por lo que la puse en cuatro, me encanta admirar una mujer en esta posición, se veía riquísimo como el hilo se perdía en sus nalgas, la nalgueé suavemente y le dije lo rica que estaba. Posteriormente, le di vuelta, abrí sus piernas y retiré el hilo, una vagina totalmente afeitada, con una forma exquisita, además de otra grata sorpresa, otro piercing que me dejó boquiabierto, bajé y olí su sexo, adoro ese olor particular, empecé a saborear, suavemente, sus labios vaginales, su interior, que ya estaba mojado y subí a su clítoris, donde hice la mayor parte del trabajo, entre gritos, gemidos y jalones de cabello de ella hacia mí. Su flujo era abundante, caía a su culito, por lo que intensifiqué el ritmo y le pedí acabara en mi boca, lo cual hizo, dándome las gracias por ese rico comienzo, le dije se diera vuelta, así lo hizo, observé su culito brillante, acerqué mi nariz, esa mezcla de flujo, cuidado corporal y lo natural de esa parte, son mezclas que hacen me excite a más no poder, empecé a besarla, mordí sus nalgas, y comencé a saborear suavemente su culito, sus gemidos, era música para mis oídos, realmente me encantaba la forma que lo hacía, abría sus nalgas para que tuviese más acceso a ellas, hasta que literalmente la cogía con mi lengua, así estuvimos un buen rato, mientras se pajeaba y alcanzaba un orgasmo con mi lengua en su culo.
Ambos sudábamos, yo en bóxer, súper duro, y ella me dijo es mi turno, me bajó el mismo y mi pene como un resorte por el movimiento quedó por primera vez ante sus ojos, (lo vio en fotos), y me dijo que vaina tan rica, lo tocó, como quién descubre un juguete nuevo, me hizo acostarme y empezó a chuparlo poco a poco, hasta que subió el ritmo, lo pajeaba mientras me miraba, le decía que era una chica muy traviesa y me decía que la tratara como una puta, que eso buscaba sentir, lo que me encantó y agarré su cabello para que lo tragara, pero se ahogaba en el intento, poniendo saliva espesa, para morbo de ambos. Le dije quería cogerla, puse mi condón y se puso en cuatro, tomamos algunas fotos y videos del momento, hasta que nos centramos en lo nuestro, le daba con todo, era una flaca aguantadora, perversa, divina, la nalgueaba, ya en ese momento tenía las nalgas rojas; le dije que se montara encima que quería ver esa maraca y vaya que se lució, llegó un punto que no había retorno y le dije acabaría, haciéndolo ambos al mismo tiempo, mientras jalaba su cabello y se lo clavaba hasta el fondo.
Quedamos rendidos, pero luego le dije que quería cogerla por el culo, a lo que accedió, volví a chuparle el mismo, es una de mis adicciones y fetiches, había llevado lubricante, que fui aplicando, mientras metía un dedo, luego dos, ya más calmada, le dije me lo chupara nuevamente y así lo hizo, el morbo era impresionante para ambos, por su cuquita la cogí con condón, pero acá me dijo si podía hacerlo al natural y no vi problema alguno, le dije decidiera la posición y me dijo ella quería montarse de frente a mí, ella fue controlando, poco a poco hasta que se fue comiendo la cabeza, gritaba, pero más dolor era placentero, luego de unos instantes bajó más y más hasta que empecé a chupar esas tetas, jugueteaba con sus pezones, mientras se lo comía ricamente por atrás. Ella podía pasar de ser una chica tierna a una perversa exquisita y me gustaba esa dualidad, me dijo cógeme duro sin compasión, y no podía decepcionar, así que empecé a darle unas buenas embestidas, se lo clavé literalmente todo, y le dije le llenaría el culo de leche… fue un orgasmo divino.
Pero luego que recobro la fuerza, le digo, lo disfrutaste tanto como yo, y no me responde, cuando me percato que estaba desmayada, me asusté, una mujer casada y no reaccionaba, que habrá pasado, traté de calmarme y luego de unos minutos volvió en sí… una baja de azúcar en su cuerpo por la intensidad de lo vivido, a lo cual le indiqué que porque no me había dicho tenía esa condición, que no pasaba nada, pero que me había preocupado mucho.
Nos bañamos, ya era poco más del mediodía, queríamos seguir, pero su deber llamaba, no se podía levantar sospechas, inspeccionó las fotos y videos que tomamos y en el camino acordamos vernos nuevamente, pero quizás en compañía de nuestra amiga en común. Espero haya sido de su agrado.