Y es que desde que conocí a Pepe y su forma de hacerme su putita me dejó extasiada… me encanta que desde el simple hecho de saber que lo voy a ver por las noches me hace estremecer, hace que mi pene, aunque no es tan pequeño, se ponga erecto y empiece a lubricar, mi cabecita se pone a volar con las mil y un posiciones en las que en esta ocasión me va a coger; me encanta que al recibirme en su casa me jale hacia él de la cintura y me bese desesperadamente, arrimándome a su miembro ya erecto y que parece que está a punto de salir de su pantalón, yo me abrazo a su cuello y me dejó querer, dejo que sus manos grandes y toscas toquen mis nalgas por encima de mi pantalón, siento su lengua recorrer mi garganta en un beso de pasión y lujuria.
Me encanta que me abrace por la espalda y caminemos juntos, muy pegaditos hacia adentro de la recámara, yo obviamente me pegó más a él para sentir lo que me voy a comer; empezamos a jugar con las caricias y los besos al desvestirnos, obviamente soy yo la que siempre busca encontrar su verga ya hinchada para tomarla con mis manos y así, él de pie, yo me arrodilló para metérmela a la boca, mamando su falo con todas las ganas que traigo de chuparlo; mientras tanto yo termino de desnudarme y él hace lo propio, se va hacia la cama y se recuesta…
Quiere que se lo siga mamando y desgraciadamente es algo que me encanta hacer, después de estar comiendo ese rico palo durante un buen rato y que ya está más que lubricado por mi saliva y su líquido preyaculatorio, me pide que lo monte, yo le digo que si, pero que antes se siente en la orilla de la cama porque quiero empalarme sentada de espaldas a él, quien obedece y al sentarse en el filo de la cama su gran verga bien parada me invita a clavarme en ella y comerla por completo; yo como buena putita me arrojo sobre ella y comienzo a ensartarme en su miembro, primero la cabecita la meto poco a poco, duele porque la tiene muy grande (que afortunada soy!), pero poco a poco mi culito se va acostumbrando a ella y en un momento ya la tengo toda adentro, me hace estremecer y me sorprende que ese pedazo de carne tan grande que tiene me quepa sin problemas en mi culito estrecho…
Me gusta sentir sus manos en mis caderas y que él sea quien lleve mi ritmo al dejarme caer en su falo ardiente, trato de no venirme en esa posición porque me gusta mucho y quiero que dure mucho tiempo nuestra sesión de sexo… Después de un rato jugando de esa manera, me levanta y se acuesta por completo en la cama y me pide que lo monte, yo ahora sí con toda mi casta de amazona, me trepo en mi macho y lo cabalgó durante mucho rato, me dice que me quiere mucho y que disfruta mucho cogerme, que le encanta meterme su verga y que soy su putita únicamente; yo sin pensarlo le hago caso y sigo disfrutando de sus embestidas en mi culo, me jala hacia él para besarme sin dejar de meterme su carne hasta el fondo.
Seguido de esto, él me pide que sea yo ahora quien se acueste en la cama, cuando esto sucede es porque sé que ya se quiere venir, me jala de las piernas y él se pone de pie junto a la cama, coloca mis piernas sobre sus hombros y me empieza a embestir, primero me da a probar la cabecita de su gorda y alargada verga, solo la puntita, la mete y la saca, lentamente, sabe muy bien que me vuelve loca esto y le pido mil veces que me la dé toda YA… Pero me hace sufrir, porque me sigue clavando poco a poco, yo trato de mover mis caderas de forma que pueda entrar todo pero se resiste, solo hasta que me ve que ya casi grito que me la meta toda es cuando sucede y me la deja ir hasta el fondo, sin compasión, y yo gustosa la recibo bien abierta para sentir como entra todo ese pedazo de carne que me hace tan dichosa, tan feliz, tan mujer…
Sin bajar mis piernas se acerca a mi y me besa tiernamente, me dice que le encanta ver cómo me trago todo su miembro con mi culito, me acaricia el cabello, mi rostro y poco a poco sus arremetidas son más fuertes, más bruscas, él sabe muy bien que eso me prende muchísimo, que me den duro, sentir como sus pelotas rebotan en mis nalgas cada vez que me la clava hasta el fondo, sé que no tarda en venirse… Pero yo rápidamente cambio de posición y me coloco en 4, le dejo ver completamente mi culo dilatado, esperando ansiosa que me vuelva a clavar su instrumento de placer…
Y así lo hace, se me deja venir como toro en brama, montando a su hembra en todos los sentidos y después de darme con todas sus fuerzas durante un rato por fin lo siento, me llena, me quema, mientras mis ojos saltan debido a que en el último movimiento me la metió hasta el fondo, puedo disfrutar de ese chorro de placer saliendo de su hermosa y rica verga, llenándome toda de él, haciéndome su mujer por completo, me embaraza, me preña como a la hembra que soy…
Y yo no hago otra cosa más que gemir de placer y masturbarme para terminar rápidamente antes de que él se salga de mi, pero me dice que no me apresure, y sin sacarme su rico falo caliente y aún durísimo, me coloca encima de él, montando a mi macho nuevamente, y me comienza a coger lentamente, se incorpora un poco para besarme, me abraza y comienza a morder mis pezones, me toca mi pene y me empieza a masturbar, no tardé mucho en venirme justo encima de él y ahora caigo en su pecho, su verga aún sigue dentro de mi, bombeando ese rico chorro que me hace sentir tan mujer, su mujer…
Al poco rato ambos estamos mirando la TV, él no deja de abrazarme a su pecho y yo, me siento protegida por mi hombre… Espero verlo pronto porque quiero ser suya nuevamente.