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Atrapado en las redes de la peligrosa viuda negra (1)
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Bueno, primero este es mi primer relato y tal vez acabe haciendo una jodida "serie" con esto por puro aburrimiento, dicho esto aunque no lo considero necesario me presento, mi nombre es Alexandra, pero se me conoce mejor como "Lexie", tengo 22 años, castaña-pelirroja, alta (1.76) y corpulenta en general, notables músculos en los brazos, buenos pechos, caderas anchas, gran trasero, muslos gruesos y musculosos y pantorrillas definidas, en conclusión me considero perfecta y una maldita diosa, ahora a lo que vine, como ya mencioné este es mi primer relato y está basado en una de mis tantas alocadas fantasías y un sueño en particular, dicho sueño está protagonizado por dos, yo por supuesto y el objeto principal de estos sueños, el causante de mis descabellados y sexualmente alocados pensamientos, la versión joven de Axl Rose (especificando más la de los 80's)

La cosa empieza algo así; lo que recuerdo del sueño es que estaba ambientado en los 80's, yo me encontraba caminando por un barrio que creí haber visto antes, iba vestida con un traje negro de cuero muy entallado (parecido al de Natasha Romanoff/Black Widow de Marvel, pero a mi me quedaba mejor) y había terminado de matar a unos supuestos "criminales" (rivales porque al final yo también lo era) pero no es lo que importa, lo siguiente que recuerdo fue sólo más caos y destrucción causado por mí en otra calle, me estaba divirtiendo mucho, al fin que cuando estoy a mitad de cruzar un puente me lo encuentro a él, al hombre que sin ningún tipo de vergüenza admito que me provoca los más salvajes y lujuriosos deseos, al que quiero en mi habitación para mí sola, al que estimula mi cuerpo y cerebro para mis múltiples masturbaciones diarias, en fin, nos encontramos en el puente, él iba vestido también de cuero en general (porque no voy a perder el tiempo especificando vestimentas que toman una mínima participación en esto), se veía bastante sexy y en el calor del momento yo sólo me le quería lanzar encima.

-hey!- Se limitó a decir, para luego continuar: -qué te trae por aquí? Creo que nos conocemos de algún lado.

-no me interesa, pero ya que te veo quiero que hagas algo -le dije autoritariamente como acostumbro hablar siempre.

-conmigo no uses ese tono niña, recuerda quién soy yo -dijo acercándose a mi tratando de parecer amenazante, le pegué un rodillazo en el estómago y dije:

-yo contigo uso el tono que se me dé la puta gana, entendido? Ah, y abstente de llamarme niña si no quieres arruinarte la noche en todo sentido del verbo.

-eso habrá que verlo… mujer, entonces, qué mierda querías? No tengo toda la noche

-jaja, conmigo tendrás que tenerla si o si, sígueme.

Nuestra conversación inicial casi termina en un altercado físico que me hubiera divertido de no ser porque iba con otras intenciones y evidentemente él también, lo atrapé mirando varias veces a mi escote y también a mi culo el cual era enfatizado por el ceñido traje que llevaba, si hubiese sido otro hombre le hubiera partido la cara literalmente, pero si de Axl se trataba tenía como propósito eso, que se excitase con lo que veía, cosa que no era difícil, lo guíe hasta mi auto, entramos y cerramos las puertas, una vez dentro ninguno de los dos dejó articular palabra al otro, pues parecía que nos habíamos leído la mente, comenzamos a besarnos de una forma bastante ruda, hambrienta y apasionada directamente, yo lo monté a horcajadas mientras él pasaba sus manos por mis muslos, subía hasta mi trasero y las bajaba de nuevo a mis muslos, luego recorrió mis piernas en general para después subir de nuevo a mi cintura, ya me había percatado de una creciente erección suya, sonreí con malicia y me froté contra él mientras él por su parte elevaba la cadera simulando penetraciones, pero no llegamos al sexo en si o del todo pues yo quería algo de una noche más no de 3 míseros minutos, nos separamos y nos miramos fijamente por unos segundos.

-carajo, no quiero dejar esta mierda a la mitad, mujer, eres tremendamente buena en esto, mira cómo me dejaste- dijo señalando su aún evidente erección.

-y quién mierda te dijo que se va a quedar así? vamos a terminarlo, no pasaron ni 2 minutos y mira cómo te traigo, en tu vida no vas a ver a otra como yo y te lo digo en serio Rose- dije mientras arrancaba el vehículo, durante el trayecto hablamos de cosas no muy importantes y me sonreía a mi misma mientras mentalmente me repetía; "ya cayó, es tuyo mujer, ésta maldita noche es tuya, no lo dejes ir hasta que estés satisfecha y que todo haya valido la pena" no dudaba que él haya pensado lo mismo en algún punto pero pobre, se iba a topar con una gran diferencia.

-llegamos- dije mientras bajaba del auto a la par que él lo hacía.

-cómo te llamas por cierto?- preguntó él como si se le hubiera olvidado.

-Lexie, de ahora en adelante así me llamarás- dije mientras abría una puerta, era la puerta de lo que en aquel sueño era mi oficina, la cual se ubicaba dentro de una mansión que no era mía legítimamente pero estaba a nada de serlo, si moría el dueño.

-Lexie… -repitió en voz baja, esa maldita voz me excitaba más todavía, serví dos vasos de whisky para ambientar más el momento.

(Continuará)…

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