Después de tener unos juegos de las llaves, mi esposa y yo decidimos irnos de vacaciones a la playa toda una semana, necesitábamos un descanso y ocupábamos ir a recargar pilas. Decidimos irnos en el automóvil salimos de la casa un lunes, nos pusimos ropa cómoda y ya en carretera, mi esposa llevaba un vestido muy corto por lo que manejando comencé a masturbarla y pude disfrutar mucho meterle los dedos y escuchar sus gemidos y ver como mojaba el asiento del carro cada vez que tenía un orgasmo, ella no se quedó atrás, yo me baje el short y comenzó a darme una buena mamada, pero ella no dejo que yo mojara el asiento y se tragó todo el semen que me salió me dejo buen exprimido el pene, después de 6 horas de viaje llegamos al hotel donde nos registramos y nos asignaron nuestra habitación, llegamos al cuarto desempacamos y nos dirigimos al restaurante a cenar y nos tomamos unos tragos para irnos a dormir ya que estábamos cansados por el viaje.
A la mañana siguiente desayunamos y pasamos bebiendo en la alberca todo el día, hasta que llegó la noche y nos fuimos a bañar para ir al bar del hotel, estando en el bar comenzamos a bailar y beber, ya estando algo tomado empecé a notar que el que servía las bebidas cada vez que le daba la bebida a mi esposa le agarraba la mano y le daba pequeñas caricias en sus brazos, no le puse importancia por qué pensé que estaba viendo cosas que no eran por lo borracho que me estaba poniendo, lo que si era que mis bebidas si estaban algo cargadas.
Ya como a las 3 am me dijo mi esposa que si íbamos al cuarto que ya me notaba algo tomado y que nos fuéramos a descansar, ella estaba un poco tomada pero no más que yo. Para esto entre mi borrachera yo recuerdo que mi esposa llevaba puesto un short cachetero, blusa blanca, calzón negro y brasier negro. Llegamos al cuarto y yo estaba mareado, ella me dijo ya hay que dormirnos. Después de un rato entre mi borrachera vi que mi esposa se estaba bañando, pero la verdad estaba algo noqueado y era como si nomas recordara por partes.
Ya en la mañana cuando estábamos acostados le pregunté:
Y: amor por qué te metiste a bañar
Ella algo nerviosa y dudando dijo:
E: acuérdate que hicimos el delicioso y me dejaste llena de leche por todos lados
Y: de verdad? No recuerdo nada
E: si, la verdad la pase muy bien
Yo no recordaba eso, así que comencé a sospechar que me mentía.
El día paso, salimos un rato a nadar a la playa, después a la alberca, cenamos y nos dirigimos al bar otra vez, ya que teníamos todo incluido y podíamos comer y beber gratis todos los días.
Esta vez mi esposa llevaba un vestido floreado que le quedaba muy corto, apenas le cubría sus nalgas, llevaba puesta una tanga de hilo con manchas negras, unos huaraches de piso y nos fuimos al bar, nos atendió el mismo joven de ayer Martin se llamaba, pedimos dos tragos y noté que el mío estaba demasiado cargado, por qué después que le di un trago a mi bebida, probé el de mi esposa y estaba muy ligero. Dije tal vez por ser mujer se lo da algo leve, pero volví a ver como le acariciaba sus brazos y tocaba sus manos, también veía como mi esposa bailaba y se daba vueltas y dejaba al descubierto medía nalga y el mesero todo veía y se saboreaba, así pasamos toda la noche, ya casi al último me hice un poco el borracho y mi esposa comentó que nos fuéramos acostar, llegamos y nos acostamos, me hice el dormido y después de unos 20 minutos mi esposa se levantó y vi como se estaba poniendo un conjunto de lencería rojo y después se puso el vestido que traía.
Salió de la habitación, y me puse a seguirla, se fue rumbo al bar, donde ya estaba todo apagado por qué el bar lo cerraban a las 3 am, pero mi esposa siguió y se metió en una puerta que estaba al fondo, dejo la puerta entre abierta, llegue y me asome y ahí era la bodega de las bebidas, había una mesa y varias sillas, ahí se encontraba Martin.
M: pensé que no ibas a venir preciosa
E: no iba quedarte mal, pero mi esposo no se dormía, pero ya estoy aquí
M: a ver baila como hace rato quiero ver cómo mueves ese culo y como se te levanta el vestido
Mi esposa empezó a bailarle y se le notaban sus nalgas y su calzón rojo, Martín comenzó a tocarle las piernas y las caderas, le levantó el vestido y comenzó a besarle su panza, le comenzó a bajar su calzón y le besó las piernas, después la tomó de la cintura, la cargo y la acostó en la mesa para empezarle hacer sexo oral, mi esposa le agarraba la cabeza y la empujaba más a su vagina, ella gemía y se retorcía de placer, Martín metió dos dedos a la boca de mi esposa y ella comenzó a mamarlos, solamente dejaba de mamar cuando gritaba de placer. Yo quería entrar a interrumpir pero quería ver hasta donde era mi esposa capaz de llegar y a la vez verla me estaba excitando, después de comerse la vagina de mi mujer y de haberla hecho tener varios orgasmos, se comenzó a desvestir hasta quedar desnudo y posteriormente sentarse y que mi esposa ya toda húmeda se sentara en su pene, al momento que lo comenzó a introducir, pude ver la cara de felicidad de mi mujer, comenzó a quitarle el vestido y su brasier, le mamo las tetas a más no poder y mientras ellas brincaba, gritaba y disfrutaba, Martín volvió a meter los dedos a la boca de mi esposa y después de un rato, bajo su mano y le dijo a mi esposa que se moviera lentamente y ya con sus dedos lubricados comenzó a metérselos por el culo, mi esposa pegó un grito algo fuerte pero eso sonó a placer, echo su cabeza para atrás y siguió moviéndose hacia arriba y abajo, el no sacaba los dedos de su culo y con otra mano le pegaba de nalgadas, él le dijo que ya iba a venirse que se quitara para venirse fuera de ella, a lo que ella le dijo que no, lo abrazo del cuello y siguió moviéndose hasta que el termino y a lo que escuché y vi ella también termino. Estaban todos sudados y ya había pasado algo más de una hora y media.
E: ya me tengo que ir para que no sospeche nada mi esposo
M: prométeme que mañana vas a venir, quiero darte por el culo
E: te lo prometo, pero cierra el bar más temprano para tener más tiempo.
M: muy bien lo cerraré a las 2 de la mañana
Salí corriendo al cuarto para que mi esposa no me viera, cuando llegó ella al cuarto yo ya estaba en la cama haciéndome el dormido, ella iba al baño.
Y: mi amor donde vas
E: me dieron ganas de hacer del baño, ahorita voy
Llegó a la cama y la muy zorra, me dijo que estaba caliente que si podíamos hacer el amor, sin más que decir se montó encima de mi, su vagina estaba demasiado húmeda y aún venía muy caliente por qué gritaba y gemía demasiado, después de un rato de estar montada y haber terminado se bajó y dijo que nos durmiéramos que ya era algo tarde, la muy perra tenía la leche de los dos en la vagina y ni siquiera se bañó.
Dormimos y al levantarnos le dije que íbamos hacer ese día, y me dijo que pues ir a un tour y después al bar, yo le comenté varias veces que si íbamos a un bar externo al del hotel y ella dijo que para qué gastábamos tomando si en el bar del hotel eran gratis. Y así pasó la noche hasta que llegó la hora de la madrugada, Martín le hizo caso y cerró a las 2 de la mañana. Y volví hacer lo mismo de la noche anterior, la seguí hasta el misma bodega de ayer, sorpresa mía fue que ahí estaba Martin y el que estaciona los carros se llamaba Carlos porque así se lo presentó Martin.
Mi esposa al principio estaba algo cohibida, pero la comenzaron a besar y a tocar y ella fue accediendo, Carlos la acostó en la mesa y comenzó a hacerle sexo oral, mientras que Martin se sacó su pene y lo introdujo a la boca de mi mujer para que comenzara a mamársela, no la dejaban respirar entre la mamada que estaba pegando, el sexo oral que le estaban dando y sus gemidos se notaba como se le acababa el aire, Martín terminó en la cara de mi mujer la baño toda de leche, cuando recién termino mi esposa le reclamo, pero él no le hizo caso sólo sonrió, yo estaba afuera con una enorme erección que viendo todo eso comencé a masturbarme, estando acostada Carlos la puso a la orilla de la mesa, subió sus piernas al hombro y comenzó a bombearla con mucha fuerza, se podía escuchar hasta afuera como chocaban sus huevos con nalgas y mi esposa gritaba, Martín mamaba las tetas de mi esposa mientras se le volvía a parar, Después que termino Carlos, así mismo la agarro Martin y siguió dándole duro, mi esposa gritaba que ya pararan que ya de tener varios orgasmos sentía que sus piernas no le respondían, Carlos comenzó a besarle las piernas de mi mujer y le chupaba los dedos de sus pies, yo me retorcía queriendo entrar a parar esa carnicería.
Después que termino Martin.
M: bájate de la mesa
E: no me responden las piernas
M: solo quiero que te bajes y porque te queremos dar por el culo, te acomodaré de tal manera que quedes acostada en la mesa
Cuando se bajó de la mesa le salía leche y le escurría por sus piernas y caía gran cantidad al suelo, le comenzó a manar el culo Martin para después darle duro, mientras le daba por el culo le daba tremendos jalones de pelo y unas nalgadas muy fuertes que soñaba hasta a fuera, los gemidos de mi esposa eran de gran placer por que los disfrutaba mientras le daba por el culo ella se metía los dedos a su vagina, cuando acabo Martin, en cuanto se despegó de mi esposa brinco Carlos y le comenzó a dar, mi esposa dijo:
E: despacio que está más grande la tuya y me duele, des des despacioo, ayyy ay me duelee
C: vamos perra aguantalaaa
E: yaa yaa paraaa que me duele me dueleee.
C: ya casi termino perra
Después que termino Carlos, del ano de mi esposa brotaba leche parecía un volcán, pero ella seguía acostada en la mesa y sus piernas se veía como temblaban.
M: vamos ya vístete que nos tenemos que ir
C: yo ya me voy que tengo que está en mi puesto de trabajo
Antes de irse Carlos le dio unas nalgas.
C: que rica estás, me llevaré estos calzones de recuerdo
Martin la comenzó a besar y a tocar.
M: quisiera seguir pero es momento de marcharme
Antes de que salieran me escondí y vi como se retiraban, mi esposa se quedó vistiéndose, a lo que yo me fui al cuarto, cuando ella llegó al cuarto no dijo nada y se metió a bañar, no dijo nada y se durmió. Los días siguientes ya no hizo nada por qué comenzó a estar en sus días y comenzó a sangrar, según ella yo no me di cuenta de nada, lo único que sirvió que anduviera en sus días fue que ya no se fue de zorra y me dejo darle por el culo las noches anteriores. Después de esas vacaciones volvimos a la ciudad.