Como ya sé hacer masajes tradicionales, relajantes, hice un curso on line de masajes holísticos. Se trata de un tipo de masajes que se puede combinar con música o con otras técnicas de relajación como la aromaterapia (con aceites esenciales).
Entre los beneficios que se le atribuyen el principal es reducir el estrés y la ansiedad, lo que aumenta el nivel de energía, mejora la concentración y la toma de decisiones. Fueron dos meses intensos, con videos y teleconferencias, y luego vino el examen final, en Córdoba.
El mismo consistía en un masaje que yo le debía hacer a una paciente (estaba hermosa pero no me animé a nada), y luego un masaje que recibí yo de unos de los instructores, Marcos. Joven, simpático, muy buena predisposición, me masajeaba el cuerpo con la técnica de las fricciones, suaves círculos con los dedos de las manos, mientras me aplicaba aceites esenciales.
Me fue masajeando de abajo hacia arriba, y me fue calentando, llegó a mi cola, anduvo hurgando por ahí. Yo sigo a una sexóloga en Instagram, que dice que recibir sexo anal no lo vuelve a uno gay, tiene la mente amplia, y da permisos, pero no quise que avance, me siento cómodo con que me exciten por la cola, me toquen, me besen, pero sin llegar a una penetración qué se yo, cosas de uno igual me dejó caliente, y pensé cómo aplicar esos masajes en mi ciudad, con una mujer, combinando los relajantes con los holísticos.
Así que lo anuncié por las redes, y a los pocos días comencé a recibir clientes así pasaron cuatro mujeres, parecía que les gustaba mi técnica, pero yo no estaba del todo conforme con mi servicio hasta que un día apareció Clara diosa total… por lo general me parecen fantasiosos los relatos donde la protagonista es una belleza, son más creíbles esos donde la mina es común, normal, no anda despertando pasiones por la calle, pero en este caso, debo decir que Clara era casi casi una modelo un cuerpo muy apetecible, unas gomas hermosas, las piernas parecen torneadas, y su ropa interior presagiaba toda la belleza que se escondía debajo de la misma el escote del corpiño dejaba adivinar todo, y su tanga era mínima, apenas tapabas unos milímetros de su cuerpo, en esa zona tan candente como son los genitales y la cola que dicho con lenguaje de la calle, era un culo increíble, incitante, que paraba cualquier pija.
Así es que empecé con los masajes relajantes, me dijo que sentía las piernas como entumecidas, que quería que le haga los holísticos para ver qué tal eran, así que comencé a friccionar sus piernas, fui ascendiendo, abriendo lentamente sus piernas, acercándome con mis masajes a su vagina, rotando, prácticamente acariciando su entrepierna, notaba que su respiración se aceleraba, mi dedo húmedo por el aceite comenzó a rozar su cola, haciendo circulitos, metiéndolo luego por completo, y sintiendo como lo que primero parecía cierta resistencia de Clara se tornó en aceptación y disfrute, declarándose vencida, dejando que después de mis dedos vaya mi boca, que supo lamer ese hoyito de manera delicada, haciendo que su calentura crezca, hasta que comenzó a convulsionar, acabando varias veces, gimiendo como descosida, pidiendo luego que la penetre yo me saqué la ropa, ella procedió a chuparme la pija, y lo nuestro se convirtió en un recital pasional, de besos, lamidas, manos que recorrían todo el cuerpo del otro, intensas sensaciones, jadeos interminables. hasta que logré otro orgasmo de ella, mi acabada final dentro de su boca, su expresión de felicidad que me indicaba que estaba relajada, que sus piernas no estaban más entumecidas, y luego el dulce pedido solicitándome un turno para la semana próxima.
Ahí entendí que había sido bueno aprender ese tipo de masajes, y que se abría para mí un amplio horizonte de trabajo y placer.