Me llamo Diego, tengo 23 años y este último año he tenido muchísimas experiencias en cuanto al sexo, muchas han sido buenas y algunas no tanto por no importa cuántas cosas vivo, nunca olvido una de mis primeras veces. Recién había cumplido mis 18 años y era una persona súper penosa. Era tan penoso que nunca había tenido relaciones con nadie, lo más cerca que había estado fue en una fiesta que retaron a una chica a besarme y solo me dio un "piquito". El punto es que era muy penoso. A pesar de mi pena, le había gustado a 2-3 chicos y chicas en mi vida pero no pasaba nada porque normalmente les gustaba a personas más o menos tan penosas como yo. Nunca supe que pasaría si me le hacía guapo a alguien que sí se atreviera a decírmelo hasta el día de la fiesta…
Ese día fui a la fiesta, era una fiesta de despedida ya que habíamos terminado la prepa. Yo no era muy de fiestas pero le había prometido a un amigo que iría a verlo, cuando llegué, mi amigo ya estaba muy borracho y básicamente solo llegué para llevarlo a un cuarto a que se durmiera. Cuando salí de dejarlo en ese cuarto planeaba simplemente irme a mi casa a jugar videojuegos o algo así pero cuando salí un grupo de chavas me jalaron hacia la sala gritando que les hacía falta un chico para jugar y sobretodo alguien que no estuviera súper borracho y como recién había llegado, estaba 100% sobrio. Llegué con el grupo y éramos 3 hombres y 3 mujeres, entre ellos me llamó muchísimo la atención una de ellas. Su nombre era Mariana y casi nunca hablé con ella durante la prepa, era una chica muy guapa pero no era el tipo de morra que era crush de todos, morena, 1.68, ojos grandes y muy expresivos, sonrisa grande, unas pompas bastante grandes y senos medianos. De Mariana, solo sabía que era hija de una maestra y que había rumores de que estaba saliendo con un chico dos años mayor que ya estaba en universidad… pero solo eran rumores. Es curioso como cuando estás en un ambiente académico la gente puede ser muy distinta a cuando estamos en una fiesta, en la escuela nunca hablé con ellos pero en la fiesta estaban siendo muy amigables conmigo, sobre todo Mariana.
Comenzamos a jugar verdad o reto, donde la mayoría de los retos era "tomate un shot de tal…" y cosas así por lo que en una media hora ya estábamos un poco borrachos. De repente me tocó que Mariana me preguntara:
M: "Verdad o reto?"
D:"mmm reto" (ya estaba medio borracho y sin pena)
M: "Okey mmm para ti se me ocurre un buen reto" en cuanto dijo esto, volteó a ver a su amiga mordiéndose el labio inferior y me regresó la mirada y dijo "A ver, acércate Dieguito".
Empecé a sentir que algo pasaría un poco nervioso pero el alcohol en mis venas hizo que me acercara. Me acerqué y mas o menos estando a unos 15 cm agarró mis manos, las puso en su cadera y ella puso las suyas en mi cuello y me dijo:
D: "A ver Dieguito. Vi cómo me estabas viendo cuando te jalamos y creo que más que un reto te voy a hacer a un favor, tu reto es que nos acerquemos al punto de respirar en frente de mi, y a ver quién besa a quien primero. El primero que pierda va a hacer lo que el otro diga."
Yo me puse rojísimo y súper nervioso, me acerqué a ella y sentía su respiración directo en mi cara. A los pocos segundos me di cuenta que de pronto todo se había aislado y solo éramos Mariana y yo en la fiesta o al menos así se sentía. Veía sus ojos y ella ya solo tenía la mirada fija en mis labios. Cuando me di cuenta de eso y casi involuntariamente bajé las manos un poco a la parte superior de sus pompas que se sentían aún más grandes de lo que se veían con esos jeans negros apretados que traía puestos. Ahí ella se mordió los labios y dijo "Ay Dieguito, creo que tú quieres más que un beso" en ese momento perdí por completo el reto y la besé con mucha intensidad. Ella me correspondió y entre el alcohol y la euforia de estarla besando terminamos casi sin darnos cuenta metidos en el cuarto de los papás de la dueña (sus papás le habían dejado la casa sola para la fiesta).
Ya estando el cuarto encerrados nos calmamos un poco aunque no dejamos de basarnos y en eso ella se alejó y me dijo:
M: "No sé si hayas escuchado pero hay rumores de que estoy saliendo con alguien, en realidad estamos más en una relación abierta y espero que no tengas problema con eso"
Yo la verdad estaba tan caliente en ese momento que casi ni escuché pero le dije "no hay pedo". En cuanto dije eso le cambió la cara a la cara más caliente que le he visto a una mujer y me siguió besando ahora más intenso que antes. Entre besos me decía:
M: "Traes condones para que me lo metas todo?"
D: "Ay no, yo solo venía rápido, no tenía nada de esto planeado perdón"
Pensé que ahí se detendría pero en vez de eso me dijo…
M: "No pidas perdón Dieguito que para eso tengo mi boquita"
Me siguió besando, solo que ahora bajando la mano hasta mi pene, que ya estaba durísimo, en cuanto lo sintió soltó un gemido me empujó para acostarme en la cama. Ya acostado me abrió el pantalón y me dejó los calzones puestos. Empezó a chuparlo por fuera y yo estaba mordiendo una almohada para no gemir. Ella vio esto y me la quitó de la boca para decirme:
M: "Solo yo puedo meterme cosas a la boca diego, quiero escucharte"
Ahí me di cuenta de lo que se venía, claramente era buena. En seguida me bajó los calzones, agarró mi pene y se lo metió completo. Me dio una mamada que nunca olvidaré y cada 10-15 segundos me volteaba a ver para decirme lo sexy que me veía y dejaba salir la saliva mezclado con mi precum en su lengua roja. Después de unos fantásticos minutos me dijo:
M: "Ya listo para acabar? o quieres que me porte mejor?"
Yo todavía no sentía que fuera a acabar pero en ese momento al escucharla decir eso casi me explota la verga. No le respondí y solo la volteé para que me siguiera chupando y educadamente, eso hizo. Siguió unos segundos hasta que terminé en su boca a lo que dijo:
M: "Mmmm tú sí que sabes premiar a una niña bonita"
Y se puso a mi altura para besarme todavía con el sabor de mi propio semen en su boca lo cual fue muy kinky y me encantó.
Eso fue más o menos lo que pasó… solo que antes de salir del cuarto, me hizo pasarle mi teléfono y me dijo:
M: "Recuerda que tú perdiste el reto ehh, después te lo voy a cobrar".
Pero eso será historia para otro día…