Soy Alejandra y esta es mi historia: empieza un domingo en el que mi novio me iba a llevar a coger a un motel de lujo, había esperado todo el mes este día, como yo vivo más cerca fui a esperarlo, llevaba un vestido corto que apenas me tapaba mis nalgas y debajo un babydoll transparente y una tanga muy corta, jamás me había puesto una tanga tan corta, de solo pensar en lo que me iba a hacer mi novio se mojaba mi vagina.
Al rato me llega una llamada de él pidiéndome disculpas por no poder ir pero tuvo un problema urgente, yo me quedé aburrida y ya me iba a ir hasta que un señor llega y me dice:
-¿Eres la puta que contraté?
Iba a decir que no, pero algo en mi quería sentir lo que era ser una sucia puta que es llenada de semen por dinero y aparte el estúpido novio me había dejado caliente y mojada.
-Si papi, soy la putita. -Respondí
Era un señor de unos 40 años ni feo ni guapo, promedio, pero tenía presencia, él pide una habitación y lo sigo.
Llegamos a la habitación y no sabía que hacer hasta que él me dice:
-Me vas a poner el condón o qué?
Me acordé de que tenía unos condones guardados en mi cartera junto un lubricante, le bajó el pantalón al señor y veo una verga potente de 17 cm, mi vagina empieza a mojarse aún más y las gotas caen al piso, él se da cuenta y su verga se pone más dura, le doy una chupadita y le pongo el condón.
Ahora sí listos para culear, él me empieza a llenar de besos y me quita el vestido, me quedé sonrojada al ver que otro que no era mi novio y que acababa de conocer me veía en babydoll, él me quita mi baby doll y solo quedó en tanga, me está chupando mis tetas y puedo sentir como se ponen sensibles mis pezones y no puedo evitar gemir, su pene me empieza a golpear en mi vagina mojada, ya decido me quita el panty que estaba totalmente húmedo, me pone en misionero y siento como esa verga fuerte se abre camino en mi apretada y mojada vagina, empiezo a gemir, estaba gozando del mejor sexo de mi vida.
Este hombre no paraba de darme duro con cada penetrada me sentía más puta más zorra y me encantaba, quería ser la más puta del mundo, chupar todos los penes, el hombre después de 15 minutos se viene y puedo sentir como su verga late llenando mi puta vagina de semen, sentía el vientre caliente de tanto esperma, yo pensé que había cansado, pero él quería más.
No dejó que me limpiara la vagina cuando saca el lubricante anal de mi cartera, y me empieza a meter los dedos en mi ano, después de haber lubricado mi ano, sentí como la cosa más grande del mundo se metía en mi pequeño anito, sentí como se abría cada vez más y pensé que mi ano no volvería a ser normal y que me lo merecía por zorra, me daba nalgadas y me masajeaba las tetas, yo solo sentía que me moría, gritaba del placer doloroso que sentía en mi ano al ser destruida por esa verga, el me insultaba diciéndome que era la mujer más perra del mundo, que era una tragaleche, que solo servía para guardar semen yo solo decía que si que era todo eso porque era verdad.
Al fin se vino y quedé yo tirada en la cama temblando de placer con la boca, la vagina y el ano llenos de semen, como la reina de todas las zorras me sentía y me encantaba sentirme llena de semen, me dejó 80 dólares por mis servicios y me dejó tirada en la cama llena de semen.
Después me duche y la leche no paraba de bajar por mi vagina y mi ano, salí feliz con la mejor experiencia de mi vida.