Hola a todos. Este es mi segundo relato, se trata de un suceso imaginario que acaba en la fantasía de un joven.
Tras escribir mi primer relato, recibí varios comentarios en el correo electrónico en el que los usuarios expresaban sus opiniones, reacciones… pero hubo un mensaje que me llamó la atención. Se trataba de una mujer madura de 44 años, me decía que le gustaba ser mala y exhibirse en la playa tal y como la protagonista de mi relato. Me encanto ver que mi relato había excitado a una mujer madura y que me lo hacía saber, pero lo que más me gustó del mensaje fue que me dijo que ella tenía la fantasía de ser follada por un chico joven como yo y me planteaba una quedada.
Ella vivía en otra comunidad autónoma de España, pero por causas del trabajo vendría a Bilbao una semana, donde yo vivo. Me proponía pasar el fin de semana en un hotel balneario con circuitos de spa y piscina, pero el juego era que yo debía adivinar entre todas las personas que se hospedaban en el hotel quien era ella y si lo descubría me llevaría a su cama. Me encantó la propuesta y el juego por lo que la acepté sin poner pegas.
Llegó el fin de semana concretado y me dirigí al hotel. Fui a mi habitación y me puse el bañador para comenzar por la piscina exterior. Sería una buena zona para echar un primer vistazo de las maduras que estaban por allí y ver si alguna me haría una señal o movimiento distintivo.
Estando en la piscina, observé que había muchas parejas que rondarían los 40-50 años. Muchas de las mujeres estaban de muy buen ver y me fije en dos que estaban dándose un baño y no iban acompañadas, por lo que me centre en ambas. Estaba empezando a excitarme y para bajar el bulto que se marcaba en el bañador decidí entrar al agua.
Poco a poco iba bajando el calentón y vi que una de ellas entraba a la zona interior del hotel donde estaba el circuito de spa, sauna… La otra salió del agua y se tumbó junto a un señor en una de las hamacas. De las chicas que había visto hasta el momento solo me quedaba una candidata por lo que opte por ir yo también al interior.
Quería estar tranquilo, ya llegaría el momento, por lo que decidí entrar en un jaccuzzi que estaba vacío. Al de poco tiempo entro un matrimonio y poco después entro la mujer en la que me había fijado en la piscina. Se trataba de una mujer morena con un buen culo y con unos pechos grandes y aunque por la edad habían empezado a caerse un poco llamaron mucho mi atención. Era delgada y por lo que parecía cuidaba mucho su imagen.
En el jaccuzzi cada uno estaba a su aire, pero en un momento noté que una mano rozaba mi entrepierna. Miré a la mujer y se mordió el labio inferior. Había encontrado a mi madura. Poco después, una mano se introducía en mi bañador y se posaba sobre mi pene. Me estaba poniendo muy cachondo. La mire y sacaba su lengua sin que la pareja que estaba compartiendo el jaccuzzi se enterara.
De pronto paró y salió del jaccuzzi y entro en la sauna. Yo no podía salir de allí en aquella situación, por lo que tras esperar unos minutos, salí rápidamente y entre en la sauna yo también. Ella estaba sentada en una de las esquinas, ahora me tocaba jugar a mi y decidí sentarme junto a ella. En la sauna había más gente, por lo que de manera disimulada fui posando mi mano sobre su firme culo e introduciéndola bajo su bañador. Podía notar que estaba muy húmeda y eso me ponía muchísimo. Notaba como cada vez sus pezones se marcaban más y cada vez deseaba más tocarlos y morderlos.
Siguió entrando gente a la sauna y para que la gente se pudiese sentar cómodamente, le dije que podía sentarse sobre mí (fingiendo antes todos ser madre e hijo). Ella aceptó el juego y nada más sentarse sobre mí notó que mi pene estaba empalmadísimo. Ella se movía disimuladamente sobre mi haciendo que la temperatura de nuestros cuerpos siguiese subiendo.
Debíamos parar o salir de allí lo antes posible por lo que cogiéndola de la mano, salimos y entramos en una zona de duchas individuales donde podías jugar con los cambios de temperatura del agua. Ambos estábamos muy cachondos y nos metimos en una ducha donde nadie nos viera. Nos comimos la boca según pudimos y comencé a desabrocharle la parte de arriba de su bikini. Bajaba mi lengua lentamente hasta llegas a sus pezones y jugar con ellos, estaban durísimos. Los chupaba y mordía y ella aprovechaba para ir retirándome el bañador. Cuando me lo quito, comenzó con una espectacular mamada, le avisé que no aguantaría mucho mas en esa situación y ella me dijo que quería que me corriese en su boca. Dicho y hecho, al de unos minutos, me encontraba expulsando todo mi semen sobre su boca y ella se lo tragaba todo.
Yo aproveché para seguir bajando con mi lengua hasta llegar a su coño donde podía saborear sus jugos vaginales. Comenzamos a escuchar muchos ruidos de gente que entraba a las duchas próximas a las nuestras y decidimos subir a su habitación.
Solos en el ascensor, como dos adolescentes nos comíamos la boca y seguíamos con nuestros juegos. Mi pene volvía a estar firme y a ella le encantó verlo así. Nada más entrar a la habitación nos desnudamos y comenzamos con un magnífico 69 en su cama. Ella estaba muy cachonda y decidí introducir suavemente mi polla. Comenzamos un suave mete saca e íbamos aumentando el ritmo poco a poco. Íbamos cambiando la postura y estando a 4 patas, ella me decía que se corría y a mi también me faltaba poco. Quería que me corriese dentro, por lo que aumentamos el ritmo y ambos acabamos teniendo un tremendo orgasmo a la vez. Fue sin duda uno de los mejores polvos que había echado hasta entonces. Descansamos tirados en la cama durante unos minutos pero el fin de semana continuó con continuas jornadas de sexo, pero eso lo podré contar en otro relato.
Espero que os haya gustado este segundo relato. Espero vuestros comentarios y sugerencias para poder mejorar en los próximos. Podéis escribirme también a mi correo: [email protected] donde os podré leer y responder más fácil y quien sabe igual me encuentro una propuesta como la de este relato.
Muchas gracias a todos!!