Estaba en casa esperando a Bernardo. Un poco inquieta por la situación; me había cogido un alumno y eso era peligroso, pero el riesgo aumentaba mi deseo de repetir. Ansiosa de verlo y sentirlo de nuevo, temerosa de que no apareciera y muy caliente esperándolo.
Me puse una tanga pequeña roja y un brassier rojo que me levantaba las tetas. Una mini blanca y negra dejaba ver parte de mi cola y la musculosa blanca mostraba mis pechos. Perfume fuerte, medias, porta ligas y tacos altos completaban mi imagen. Toda una puta.
De pronto sonó el timbre, él había llegado. Fui a abrirle estaba espléndido, un jean ajustado, camiseta blanca, que macaba su musculoso pecho y camisa azul abierta. Muy arreglado y perfumado. Me convenció que su deseo por mí seguía firme.
– Que tal profe
– Muy bien y tú?
– Bien… está muy sexy… me gusta verla así
– Gracias… tú te ves hermoso.
– Me arreglé para vos… usted. ¿Cómo van mis notas?
– Excelentes, tan buenas como tu
– Y tan fuertes como usted – dijo mientras me tocaba la cola
– Querés beber algo?
– Si, lo que usted tome
– Es whisky… pero, tu bebes?
-Todos los jóvenes lo hacemos
– Si es cierto
Le alcance el vaso temblando de ansiedad. Tomamos un trago ambos
– Gracias profe
– Por las notas?
– No eso no importa… por lo de ayer, por ahora, por dejarme estar con usted… Soñé tanto con tenerla…
– Te lo mereces, eres tan hombre. Tal vez si lo hubiera sabido antes y te hubiese comprendido… Me gustas mucho…
– Y usted a mí- se acercó y me beso en la boca. Su lengua sabía a whisky y saliva
– Bueno aprovechemos el momento de celebrar, aunque no te importe igualmente aprobaste el curso- Brindamos y nos servimos de nuevo.
-Puedo preguntarte algo?
-Si profe
– Cómo es que te atraigo yo que soy transexual y no una de tus compañeras?
-Es que usted me despierta una pasión única… Y ayer lo confirme… Me atraes y me calientas mucho Victoria… y no solo a mí, todo el curso la desea
Eso me sorprendió. Todos esos jóvenes me deseaban. Era lindo saberlo y que él me lo contara.
-Bueno, que fantasiosos son
-Le diré que todos fantasean con estar con usted como yo lo hago… y más, creo que les gustaría…
-Qué cosa, dime…
-Les gustaría hacer una fiesta con usted… cogerla en grupo… no se enoje…
-Vaya que tienen imaginación… Igual no creo que podría con ellos jaja – Trate de bromear y de disimular mi propia fantasía.
-Gracias por confiar en mí… y gracias por ser tan apasionado…
– Gracias- se quitó la camisa- Me beso y dijo- me gustaría conocer su cuarto
– Ven que te guio
Me siguió, manoseado mi cola expuesta por la mini, lo que me calentó más
– Aquí es
– Muy lindo, cuantos almohadones por todos lados
– Si me gusta recostarme en ellos más que en la cama
-Son muy cómodos, acérquese a mí
Así recostados comenzó a besarme apretándome las nalgas, me abracé a él mientras disfrutaba de su boca y sus manos. Monte una pierna sobre él y mis nalgas se separaron, metió su mano en la raja de mi culo frotándolo, con la otra apretaba una de mis tetas. Yo le abrí el pantalón y le acaricié la pija caliente y dura. Nos manoseábamos y besábamos como tratando de tragarnos el uno al otro… Paramos para tomar otro trago.
– Profe me gusta mucho, quiero hacer todo con usted… pero no sé si mis fantasías le gustarán…
– Seguro me gustarán
– No se… no me atrevo a decirle
Abrí un cajón de la mesa de luz y saqué mi consolador-vibrador más grande y se lo entregué – Con esto ya me expuse ante ti; lo que me quieras hacer estará bien… hare todo lo que me pidas… o mejor te acompañaré en lo que me hagas
– Solo satisfacerme
– Como tú me pidas
Se recostó boca arriba sobre los almohadones
– Quieres algo?
– Solo su cuerpo encima de mi
Me acosté sobre él y me beso pasionalmente mientras frotábamos nuestros cuerpos
– Me gustan tus besos
– Me encanta tu boca siempre tibia y abierta a todo – mordió mis labios y yo pase mi lengua por los de él.
Me siento sobre él y me quito la musculosa y el brassier
– Mis tetas están libres para ti – me las amasa y aprieta – me gusta que te gusten mis tetas.
– Y de quién son? – dijo estrujándolas
– Tuyas mi amor, siempre tuyas
– Claro amor
– mmm Me gusta sentirte
Me besó y me toco las nalgas, que se erizaron en sus manos. De pronto me nalgueo.
– Ay! me gusta que me pegues así – Me da más fuerte – mmm así mi macho… quiero… duro.
Le abrí el pantalón para frotar su verga en mis manos, mientras miraba cómo gozaba. Nos desnudamos el uno al otro y adiviné que quería algo más y no me equivoqué.
Se incorporó, le quitó el cinturón a sus pantalones y lo amarro en mi cuello. Este cambio de actitud me excitó más. No me resistí.
– Soy tu perra – le dije en cuatro patas
Se puso detrás de mí y jalo la correa, yo reaccioné a su mando y giré hacia él sumisa y ansiosa con mi lengua mojando mis labios – Te obedezco.
– Chúpame la pija perra – Me la meto en la boca y la empiezo a chupar con ganas.
– Eso putita come tu comida
– Soy tu puta… aliméntame – Me mete la verga de nuevo y me la hace tragar toda -mmmm Siii putita así – Yo cabeceo asintiendo. Me ahoga con su pija caliente… me babeo y me mojo las tetas.
– Voltéate perra – me doy vuelta y le ofrezco mi culo. Me arranca la tanguita y me vuelve a nalguear fuerte – ay!, dame bien fuerte, ay! Ay! – Me sigue pegando y me gusta cada vez más.
– ahhh así así pégame con el cinto, déjame el culo rojo- Encontró una regla y me pegó con ella, el culo me dolía y lo sentía latir caliente pero el placer era más fuerte; este muchacho era más hábil y sorprendente de lo que yo había fantaseado. Me trataba como a una puta y a mí me fascinaba ser su puta.
– Te gusta que te pegue con una regla en tu cola guacha?
– Siii me vas a hacer acabar de placer
– No, te vas a aguantar mientras te froto la regla en tu culo
– Frótame el hoyo amor por favor…
Me froto el agujero con la regla y después con mi cepillo de pelo. Ardía, raspaba, dolía, pero me gustaba tanto lo que sentía que me ahogaba de goce, y más gozaba que a él le gustara hacerlo.
-Te gusta puta eh? …Te gusta lo que te hago…
Dejó el cepillo y me escupió el culo empezó a chupármelo. Me abrió las nalgas y me metió la lengua. Estaba empapada de su saliva. Agarró mi gran consolador y me lo metió en el culo mientras lo escupía y babeaba
– Así, así ábreme el orto y escúpemelo… méteme lo que quieras… por favor no pares
Tiró de la correa – Tu puta te lo ruega- dije.
Yo jadeaba, gemía, daba grititos de placer y dolor – Que rico, tus gemidos que me calientan y provocan darte más duro –
– Hazme gemir… por ti ah aj mmm agggh
Mete el consolador más adentro, sube la potencia del vibrador y el gime de placer también junto conmigo. Sacó el vibrador de un tirón y empezó a frotar su verga en mi culo abierto.
– Métemela por favor… no me dejes el culo hambriento
– Ahhh te la meto de una putita, de golpe te va a entrar
– agggg Ábreme así bien durooo
Me coge fuerte y rápido, yo aprieto mi culo contra su verga y empiezo a frotarme la pija.
– Eso puta muévete más – me muevo en mete y saca de su verga. Vuelve al nalgueo – Eso sigue así -me sigo moviendo y pajeándome – ay! Ay! Pégame duro-. Toma la regla y me da fuerte
– Dame más más… tu puta disfruta de lo que le haces – Me pega más duro y jala la correa, yo suspiro de placer.
– Vamos perra falta poco muévete
– Más, más, no me dejes más rápido… así asíii
Me agarra la pija y comienza a pajearme – Me gusta tu verguita, puta- mientras me aprieta las tetas.
– Fuerte apriétalas, siii
Vuelvo mi cabeza jadeando ahogada y lo miro de costado, como si leyera mi mente escupe mi cara y mi boca, yo me froto su escupida.
– Acomódate ya estoy por acabar
– Lléname de leche -me muevo más y aprieto su verga con mi culo.
– oh siiii ya casi
– Vente… vente con mami
Su verga estalla de leche en mi culo, la siento caliente dentro de mí.
Caemos de costado abrazados en cucharita. La leche chorrea de mi culo, él la junta en su mano y la frota en mi culo rojo de golpes, junta un poco más y me la da a tomar. Su leche con sabor a su verga y mi culo me gusta mucho. Así escupida y con la leche en mi boca y mis labios me da un beso profundo de lengua.
Sólo pude decir – Tu puta está feliz.