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Un fin de semana en Cap d’Agde, Francia (agosto 2019): 4-5
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Capítulo 4: Cena con Ulrich y Stefan.

Ya en la intimidad de nuestra tienda le pregunto a Laia, que tal todo? Y me responde con una sonrisa de oreja a oreja que superbién. Me comenta que Stefan está muy bueno con sus ojos azules, rubio, barbita de días y el 1,85 m, pero también su pollón de 19 cm que se lo ha follado bien y los ojos le brillan al hablar de él, aunque también me comenta que Ulrich no está tampoco nada mal, siendo más bien castaño-canoso, más alto (1,90 m) y en sus atributos no tan bien dotado, similar a mis 15 cm. La veo muy excitada… Nos duchamos y empezamos a mirar que nos ponemos para ir a cenar y luego ya salir de fiesta… es sábado, y habrá fiesta grande.

Después de ducharnos, miramos como nos vestimos… Laia está nerviosa y muy dubitativa, yo acabo rápido, escojo una camisa blanca, unos pantalones de vestir azul eléctrico (parecidos a unos jeans) y zapatos marrones a juego con el cinturón también marrón. Laia la observo dudando entre varios vestidos y al final se gira y me pregunta directamente: tú que piensas? Cuál te gusta más? Miro los diferentes conjuntos que tiene puestos encima de la cama inflable y escojo uno negro espectacular que favorece sus curvas. El vestido, si se le puede llamar así, es como una faldilla súper corta (que casi enseña el coño por delante y el culo por detrás) de color negro, que por el frontal salen dos barras de tela (de 4 dedos de anchas) en forma de “V” y que pasando por encima de los pechos llegan a unirse por detrás del cuello. Evidentemente con los grandes pechos de Laia, las barras de tela apenas se los tapan y le sobresalen por los lados y por el escotazo en forma de “V”. Me mira como inquiriendo que ropa interior ponerse, y por supuesto que no le doy ningún tanga ni bra, solo le acerco un bonito plug anal con una piedra de cuarzo rojo que sonriendo se pone. Acto seguido escoge unas sandalias negras atadas al tobillo, con una plataforma de 4 cm que confieren al tacón 14 cm… Se levanta y luciendo sus esbeltas y morenas piernas veo que me pasa ampliamente, cual hembra sexual de 1,82 m que es ahora. Se hace 2 coletas cual colegiala traviesa…

Sonriendo y satisfecha, Laia me insta a salir ya (son las 20:25 h) pero le doy una tobillera con una Pica (QoS) y un collar con un colgante de una polla de 5 cm que le queda en el canalillo de sus grandes pechos. Salimos. Apenas caminamos 25 metros y llamamos a la puerta del bungalow.

Nos abre Ulrich y por la expresión de su cara veo que casi le da un sincope al ver a Laia… Nos deja pasar y vemos a Stefan acabando de colocar los platos. Los dos visten sencillo, tejanos con zapatos y polo negro Ulrich y azul Stefan. Stefan se come con la mirada a Laia y nos sentamos. El bungalow está bien aprovechado y dispone de dos habitaciones, una con cama de matrimonio y otra con dos camas individuales. Nos comentan que ellos duermen en la habitación con camas individuales, y la habitación con cama de matrimonio la han utilizado para cuando han acabado con alguna fiesta en el bungalow…

La cena es sencilla, una ensalada, así como algunas tapas y unas pizzas. Todo regado con vino francés (supongo que del supermercado) y las risas aumentan, así como el balanceo de los cuerpos, cosa que en Laia supone que sus pechos salgan de detrás de las tiras y le vayamos viendo los pezones (duros por cierto) de vez en cuando. Ulrich comenta que Laia es muy guapa y que tiene unas “peras” muy teutonas… Nos reímos mientras la temperatura de los comentarios sube. Laia se está desenvolviendo bien en inglés (supongo que las copas de vino hacen efecto) y después de dos botellas y acabar con una tarta de postre, recogemos la mesa. Mientras Laia está recogiendo los platos, un poco recostada sobre la mesa, Ulrich hace como que tropieza y se queda empotrado a lo perrito detrás de Laia… esta remueve el culo y noto por su cara como ha notado la pija del alemán… lo está calentando… Este desliza sus manos debajo de las tiras de ropa que tapan los pechos de Laia y agarrando los dos empieza a sobárselos… Le pregunto si están buenos y me contesta: Ja, ja, Alex ¡!! Nos reímos y Laia se quita sus manos. Una vez recogido todo, nos vamos para la zona de Bares Musicales y Clubs Swingers.

Capítulo 5: Melrouse.

Son las 22.30 h y vamos viendo el ambiente (espectacular), las tiendas y todos los restaurantes… Los hombres vestidos muy formales (ya nos avisaron que había que ir bien), pero las mujeres… madre mía… A ver quién enseña más y va más zorrona o puta… Laia hasta va demasiado puritana!!! De repente nos topamos con las holandesas: Meike (que se lio con Laia en la fiesta de La Mousse) y Marijke, que se añaden a nuestro grupo. Tanto Meike como Marijke van conjuntadas, también se parecen con su 1,72 – 1,75 m, con su larga coleta rubia y de ojos azules ambas, con una especie de vestido transparente ultra corto (prácticamente se les ve el coño y el culo) de color blanco, y que deja ver todo-todo lo que hay debajo ya que no llevan ropa interior, con unos talonazos de sus sandalias similares a las de Laia, pero en blanco. Después de deambular por el Boulevard viendo el ambiente, de entre todos los bares musicales deciden entrar en uno decorado muy bonito que se llama “Melrouse”. Son las 23.30 h y pedimos unos gin-tonics e intentamos movernos de lo lleno que esta, hora punta… Hablamos (gritamos), bailamos como podemos y al final las chicas se suben a una especie de tarima con barras verticales (como de bar de striptease) y empiezan a bailar contorneándose. Laia muy contenta, va bastante pedo ya, y se empieza a desmelenar bailando y veo que nosotros desde debajo le vemos todo el potorro al igual que a las holandesas…

Las tres bailando están poniendo cardiacos a los tíos, y a algunas tías que hay debajo… y algunos empiezan a tocarles las piernas a las niñas subiendo sus dedos hasta casi tocarles el chocho… Veo la cara de excitación de Laia y agarrada a la barra, contorneándose baja su culazo bien abierta de piernas hasta quedarse en cuclillas y una chica que la estaba acariciando las piernas desliza su mano hasta el fondo e intuimos que empieza a tocar otras cosas… Me tiene totalmente descolocado, ya que nunca le habían gustado las chicas y ahora se está dejando hacer… Por su cara, se intuye perfectamente que le están haciendo una paja… Laia se vuelve a levantar y empiezan las tres chicas a bailar haciendo como una “S” hasta que acaban haciendo un trenecito con Laia entre medias de las holandesas… Laia se agarra de las caderas de Merijke, y Meike agarra los pechos de Laia por debajo de la ropa acariciándolos y estrujándole los pezones, de forma que esta empieza a suspirar de placer… Merijke se vuelve y entre las dos le hacen a Laia un bocadillo sobándola por todas partes… Laia está muy sudada y caliente, pero con cara de vicio acepta a regañadientes el cambiar de local… da a entender que va a querer más enseguida.

Continuará…

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