Esta historia empieza un día normal en el que fui a buscar a mi amigo para salir a una fiesta, recién había cumplido 18.
Llego a su casa y encuentro a su mamá
-Hola Pablo, Jhoan salió pero si quieres puedes pasar a tomar algo.
Cómo tenía sed y no quería ir solo a esa fiesta acepte, durante toda mi adolescencia había fantaseado con la mamá de mi amigo, su trasero firme y bonito, su cintura y tetas grandes.
Me di cuenta de que sus senos estaban más hermosos de que costumbre y me quedé mirando, ella se dio cuenta y me dice.
¿Te gusta mi brassier nuevo?
Yo medio nervioso le digo que sí
¿Las querés ver? Me dijo ella
Yo pensé inmediatamente que el día había llegado y que si me la iba a culear a lo que respondo que – Si, por favor
Tenía un vestido corto que le marcaba el trasero y un escote que dejaba ver sus senos.
Ella me llevo a la habitación, se baja la parte de arriba del vestido y me pone la cara contra sus senos,
– Que ricas tetas doña- le dije
– Papi déjeme ver qué tanto creció- me dijo ella
En ese momento me quito el pantalón y el bóxer para sacarme el pene, en ese momento ella se quitó el brassier y me dice -Papi, póngalo acá y le hago una rusa, sentía como sus tetas me presionaban la verga como subía y bajaba, yo le dije que no aguantaba y que me iba a venir, ella tomo mi pene y lo puso en la boca y se tragó mi semen, quedé aún más excitado.
Ella se puso en cuatro, yo alce la parte de atrás del vestido para ver una tanga hilo roja, puse la tanga a un lado y metí mi pene, se sentía muy rico como la vagina estaba caliente y húmeda mientras me apretaba, empecé a darle duro y acariciar su clítoris a la señora, ella estaba gimiendo mucho muchísimo y me decía papi más duro, en un momento sentí que me iba a venir así que lo iba a sacar pero ella apretó su vagina y me dijo, dame tu leche adentro papi, así que yo le dejé la vagina llena de semen, al final ella se acostó boca arriba con sus piernas temblando y su vagina escurriendo semen mientras sonreía, después de eso me la cogí muchas veces más.