Scott cubrió sus ojos con la sábana, deslumbrado por el sol que entraba a raudales a través del ventanal. El dolor de cabeza debido a la resaca lo golpeó con fuerza y por un momento se sintió desconcertado, pues no recordaba haberse sacado la ropa.
Tras unos segundos se removió ya repuesto del golpe inicial. Se levantó y escuchó a David remover cosas en la cocina. Sin saber bien porque, así desnudo como estaba, se dirigió a donde se hallaba su cuñado.
-Buenos días cuñado, ¿ya tienes hambre?-
Preguntó Scott, mientras tomaba a David de los hombros y se repegaba a su cuello.
David se sorprendió al ver a Scott desnudo en el reflejo de la cocina y más aún ante aquella conducta lasciva. -Si, en realidad sí, cuñado.-
Scott giró a David y le habló muy cerca a la boca. -Déjame ducharme y te prepararé algo, mientras confórmate con esto.-
Respondió Scott a la vez que le daba un fogoso beso.
El beso fue largo y David lo disfrutó. Scott abrió los ojos asombrado y algo avergonzado sin entender porque estaba desnudo en la cocina y besaba a su cuñado.
Scott despegó la boca y se alejó de David, mientras con sus manos cubría sus genitales. -David, yo, yo, no sé porque hice eso, no quiero que pienses que yo, y tú.-
Dijo con la cara roja por la vergüenza.
David avanzó hacia él y Scott retrocedió unos pasos, pero chocó su espalda contra el refrigerador. –“Somnámbulo”, “Somnámbulo Scott”, duerme ahora.-
Repitió David el comando para llevar a Scott a trance.
El norteamericano lo miró extrañado por un segundo, pero dejó caer los brazos pesados a los costados de su cuerpo y clavó la cabeza en el pecho, a la vez que cerraba los ojos. -Estoy somnámbulo… Mi Amo… Eres el Amo de mis Sueños… ¿Dime cómo puedo servirte y complacerte?… Soy tu esclavo, novio y amante…-
Dijo Scott sumergido en aquel profundo sueño.
David lo tomó de la verga que de inmediato cobró una tremenda erección. -No voy a resistirme. Quería inducirte poco a poco al trance gay, pero como estás hecho un objeto sexual, es imposible. Prefiero tenerte somnámbulo y usarte, es más rudo, mas igual de satisfactorio.-
Contestó el fotógrafo mientras lo besaba en la boca.
El norteamericano acarició con su lengua la cavidad de David y chupó con suavidad los labios de su Amo. -Estoy somnámbulo… Haz conmigo lo que te plazca… Yo sólo disfruto cuando estoy somnámbulo…-
David pellizcó los duros pectorales de Scott que se irguieron al contacto. -Rómpeme la ropa, súbeme a la barra de la cocina y cógeme como jamás has cogido a alguien, esclavo.-
Scott sujetó a David con violencia, agarró su playera del cuello y de un fuerte tirón la rasgó en tres pedazos que sin dudar arrojó a un lado. Tomó el bóxer de David y de un tirón lo rompió, para enseguida alzar en brazos a su cuñado. David se quedó fascinado con el sonambulismo alcanzado y la homosexualidad que en aquel estado se imponía sin problema. El norteamericano lo dejó caer sobre la fría barra de piedra y David se afirmó de los bordes. Scott se trepó sobre él y sin demoras comenzó a penetrarlo, mientras lo besaba, mordía y chupaba en el cuello.
El norteamericano penetró a David de una fuerte y sola estocada, que a David le supo a gloria. El fotógrafo se afianzaba a los bordes de la barra, pues el fuerte y musculado cuerpo de Scott era un peso más que considerable. Scott empezó a golpetearlo una y otra vez, duro y rudo, al tiempo que lo mordía en el cuello y clavaba sus uñas en los hombros de David para no caerse.
El fotógrafo se sujetó con fuerza de las manos y empujó a Scott contra su cuerpo, en el mismo momento que su cuñado incrementaba su erección y penetraba con furia el recto de David. Scott había encontrado la próstata y ante los gemidos de David, concentró su ataque en ese punto.
-Hrrgggg, ¡NO PARES, NO PARES!, ¡TÚ ERES EL HOMBRE!, ¡MÁS DURO, MÁS RÁPIDO!, ¡ESO, ESO ESCLAVO!, ¡REPITE QUE ERES UN SONÁMBULO Y MI ESCLAVO!, ¡NO PARES DE PENETRAR, NO PARES DE COGER!-
Gritó David presa de aquel placer, mientras veía borroso y la saliva escurría desde su boca.
Scott gruñó complacido y lamió el lóbulo derecho de David. -Yo soy somnámbulo… soy tu esclavo… ¡YO SOY somnámbulo, YO SOY TU ESCLAVO!… ¡YO SOY somnámbulo, YO SOY TU ESCLAVO!… ¡YO SOY somnámbulo, YO SOY TU ESCLAVO!… ¡YO SOY somnámbulo, YO SOY TU ESCLAVO!-
Gritó Scott al oído de David, al tiempo que aumentaba el ritmo de la penetración.
El norteamericano gritó cuando alcanzó el orgasmo y David explotó al mismo tiempo, gracias a lo que derramó todo su semen por el piso de la inmaculada cocina. El fotógrafo sintió a su cuñado llenar todo su culo y desmadejarse peligrosamente sobre él.
David reaccionó rápido, pues creyó que el sonámbulo dejaría caer todo su peso hacia un lado. –“Somnámbulo, Scott, mantente firme”, eso es, ahora baja con cuidado de encima de mí y ayúdame a bajar de la barra.-
El norteamericano inhaló hondamente y obedeció a su Amo. Con cuidado se sujetó del borde y se puso de pie. Tomó a David y lo alzó para luego depositarlo sobre el piso de la cocina con suavidad.
-¿Lo disfrutaste esclavo?-
Cuestionó David, mientras acariciaba la espalda de Scott y colocaba su cabeza en el pecho del sonámbulo.
Scott aspiró el olor del cabello de David y sin abrir los ojos respondió con voz casi inaudible. -Estoy somnámbulo… Sssi… Mi Amo… Yo soy somnámbulo… Sólo disfruto y siento placer al estar dormido… Al complacerte… Tú eres lo único que existe… Lo único que importa…-
Respondió Scott totalmente doblegado por la mezcla de drogas y los comandos posthipnóticos.
David lo tomó del rostro y volvió a besarlo con deseo, Scott correspondió al acto y sujetó con sus fuertes brazos a su Amo. -Soy tuyo… Soy somnámbulo… Soy tú esclavo… Amante… Tú novio… Lo disfruto… Lo disfruto…-
-Scott no se que voy a hacer contigo. Estoy enamorado de ti, quería convertirte poco a poco en mi esclavo, tenerte despierto y que fueras mío por tu propia voluntad. Pero no me resisto a poseerte de esta manera.-
Dijo David a la vez que se abrazaba al cuerpo de su sonámbulo cuñado.
Scott no respondió y se limitó a estrechar a su Amo contra sí.
David pensó entonces en lo que tenía que hacer. Había considerado un plan muy elaborado sobre como transformar a Scott en su esclavo, amante y novio homosexual, el cual básicamente consistía en mantenerlo desnudo mientras estaba despierto y activar en él, una serie de conductas que lo indujeran a cogérselo de forma natural, pero en cierta manera por su propia voluntad. Y durante las noches utilizar su cuerpo y así doblegar su subconsciente. No obstante, ahora se daba cuenta que los meses en los que Scott había sido sexomne con su hermana, dispararon increíblemente su lívido, y gracias al último coctel de drogas, junto con sus técnicas hipnóticas, Scott era ahora un sumiso homosexual en su estado de sonambulismo.
David soltó a su cuñado y caminó hacia su habitación. -Scott, ven conmigo, habrá un cambio de planes. Lo lamento por mi hermanita, pero tú eres ahora mío. No te voy a dejar despertar otra vez y sí lo hago, me aseguraré de que seas mi total esclavo.-
Sentenció David presa de la lujuria.
Scott caminó detrás de su Amo con los ojos cerrados. -Estoy somnámbulo… Yo sólo disfruto cuando estoy somnámbulo… Cuando estoy dormido… Quiero estar dormido y somnámbulo… Bajo tú poder mi Amo de los Sueños… Quiero estar dormido… Somnámbulo…-
David se volvió y lo besó en los labios. -¿Sabes cómo me calienta el escucharte decir algo como eso esclavo?, ¡que disfrutes tener sexo y estar dormido, estar sonámbulo. ¿Quieres que te despierte?-
Preguntó David, mientras caminaba hacia atrás y llevaba a Scott hacia su recámara.
-No… No, mi Amo… No, mi Amo de los Sueños… Me complace estar dormido… Ser somnámbulo… Ser tu esclavo… Tu amante… Tu novio… Estar somnámbulo y dormido… Me complace… Mantenme dormido… Somnámbulo… Bajo tu poder…-
Admitió Scott totalmente subyugado por las drogas y la hipnosis de David.
El fotógrafo pensó entonces que debía trabajar más con Scott, probar en él nuevas drogas y otros métodos de hipnosis, lograr tenerlo completamente sonámbulo y por siempre. Sin embargo, eso no podría hacerlo en Estados Unidos. Se lo llevaría a su finca en Brasil y allí gozaría de él. Meditó acerca de todas las repercusiones, no obstante, nadie sabía de su finca en Brasil y de todos modos la había comprado con un nombre falso. Su insufrible hermana armaría un escándalo, pero acababa de pensar en un magnífico plan.
Condujo a Scott hasta la alcoba y lo sentó en la cama. Rebuscó entre su equipaje y sacó un frasco de la misma droga que le había suministrado el día anterior. Le añadió un polvo blanco, el cual mantendría sonámbulo a Scott por tiempo indeterminado hasta que él le administrara un antídoto. Gracias a su instrucción Posthipnótica eso no debería ocurrir, no obstante, no quería arriesgarse. Su plan anterior no incluía sacar a Scott del apartamento o de un espacio controlado, pero estaba decidido. Se llevaría a su cuñado a Brasil y allí lo convertiría en su pleno esclavo, o sí, claro que sí.
-Esclavo, bebe esto, bébelo despacio.-
Indicó David, mientras le colocaba el frasco en la boca.
Scott acató la instrucción. Abrió sus masculinos labios de manera sensual y chupó lentamente el morado líquido. Mientras sorbía cada uno de sus músculos se tornaba más y más rígido y su expresión se volvía más ausente. Scot dejó caer el frasco, el cual rodó por el suelo y su cabeza cayó pesadamente sobre su pecho y los brazos a los costados de su cuerpo.
David escuchó su respiración profunda y cadenciosa y se aproximó al rostro de Scott. Le alzó la cabeza y la inclinó hacia atrás. El cuello se mantuvo rígido y la gruesa vena carótida palpitó de color azul. -¿Cómo te sientes esclavo?, ¿Puedes hablar?-
Inquirió David por ver los efectos de la droga soporífera.
-Ssssii. Amo… Me siento bien… Dormido… somnámbulo… Dormido… Somnámbulo…
Repitió Scott con voz gutural.
-¿Qué tan dormido te sientes?-
Inquirió David a la vez que lo observaba detenidamente.
Scott sin mover un músculo a parte de sus labios, respondió con voz ausente. -Mucho… Mi Amo… Estoy somnámbulo… Dormido… Dormido… Me gusta estar… Dormido… Me gusta estar dormido… Estar… Dormido…-
David sonrió complacido y excitado. -Abre los ojos, ahora.-
Ordenó el fotógrafo.
Scott alzó los párpados, aunque en ningún momento movió otro de sus músculos, inclusive continuaba con la cabeza inclinada hacia atrás. Sus ojos estaban totalmente teñidos de carmesí, mas sin ningún tipo de vida.
-No sabes lo guapo que te vez. Sonámbulo, sin voluntad, totalmente a mi merced, desnudo y ajeno a todo. ¿Quién tiene poder sobre ti esclavo?-
Preguntó David, mientras clavaba la mirada en los ojos rojos de Scott.
El norteamericano respondió sin inflexión en su voz. -Sólo tú, mi Amo… Sólo tú, eres el Amo de mis Sueños…-
David quiso probar el sonambulismo de su cuñado y lo difícil que resultaría romperlo. -Esclavo, vamos a darnos una ducha. Después te vestirás y luego limpiarás la cocina. Tira mi ropa a la basura y cuando termines, siéntate en la mesa del comedor, aguarda hasta que yo te ordene algo nuevo. Ponte de pie, vamos a la ducha.-
Indicó el fotógrafo.
El norteamericano obedeció y se colocó de pie, aunque en ningún momento bajó el rostro. Tomó a David del brazo y lo condujo a la ducha de su propia alcoba. El fotógrafo observaba fascinado aquellas reacciones autómatas, no obstante, le pareció extraño que no bajara la cabeza, con lo que comprobó que, en ese trance Scott únicamente haría lo que él le ordenara.
-Esclavo, puedes bajar la cabeza. Igual, si experimentas alguna necesidad física, tienes permiso para satisfacerla. Sólo debes hacer lo que yo te diga, únicamente lo que yo te diga.-
Indicó el fotógrafo.
Scott inhaló profundamente antes de bajar el rostro. -Sssi… Mi Amo… Estoy somnámbulo y haré todo lo que digas… Lo que tú digas… Únicamente lo que digas…-
Aceptó aquel comando de sumisión.
El sonámbulo y David entraron en la alcoba del norteamericano y de la insufrible hermana. David observó la gran cantidad de ropa de aquel macho y pensó en que sería una lástima dejar todas aquellas camisas, geans, e inclusive ropa formal con la que el norteamericano se veía tan bien. Pero su plan debía ser lo más discreto posible y mientras su sonámbulo cuñado abría la puerta del baño, David formulaba en su mente todos los pasos a seguir.