Lo tenía agregado del Facebook, sólo sabía de él por amigos en común. Entre ellos mi ex…
Soy muy abierta en temas de sexualidad justo ese día, en los que se me antoja postear algo posteo en mis redes, me sale una frase sexosa, la subí a mis historias de Instagram, una frase, que no recuerdo exactamente qué decía. Ahí empezó todo. El respondió mi historia, el soltero y yo soltera. Ni siquiera sé cómo pasó… Todo fluyó desde ese momento.
Empezamos a conversar, siempre en doble sentido. No lo niego, llegue a pensar que tendría algo serio con él, en esta cabecita loca que tengo.
Pero eso lo contaré más adelante. Después de tantas conversaciones por Instagram, me pidió mi número para agregarme al WhatsApp, sin dudarlo se lo di. Y empezó una nueva historia en mi vida. De esas que pasan como una estrella fugaz y las recuerdas con alegría, y un poco de melancolía.
Llego el momento de vernos, y no recuerdo si a él o a mí se nos ocurrió la idea de ir al cine. Quedamos en ir, me recogió en mi trabajo, admito que me esmere en arreglarme y estar bonita. Fuimos al cine, llegamos, entramos a sala, no duró ni media hora de la película, y ya estábamos besándonos. El muchacho era rápido, buenos los dos. El beso empezó lento y luego más intenso, al punto de que ya lo hacíamos ahí. Tiene una forma de besar peculiar, sus labios son demasiado suaves y sientes que te va a devorar de un solo mordisco.
Luego de eso, no fuimos a cenar, creo que quería otra cosa. Ya sabía cuál era, no me hice la loca tampoco, ya sabía también a dónde íbamos a llegar, a una cama de hotel.
Y así fue, a la segunda cita, fuimos a un hotel, fue sabrosísimo estar con él, me encanta su trasero, él no la sabe no se lo he dicho, pero si tiene un rico trasero.
Él tenía la mezcla de ser tierno y tosco a la vez, desde antes de entrar al hotel ya sabía cómo me lo haría, ese poder de intuición nunca me falla. Y esta vez no me falló. Nos besamos, nos acariciamos, al inicio fue tierno, empezó lento. Admito que al principio sentí un poco de vergüenza, la que siempre tengo cuando voy a estar con alguien. El proceso a la penetración no fue muy extenso. Me penetro con tanta fuerza y ganas, que los dos sentimos el placer. La primera vez fue tranqui, después de tener sexo, nos pusimos a conversar, el me confesó que no le gustaba mucho ir a hoteles, pero ahí estaba en uno y conmigo. En verdad me gustaba, es moreno, pelotero y salsero, para que más. En serio me gustaba y mucho, yo me pegue el no, él siempre la tubo clara era solo sexo y ya. Después de eso nos despedimos y cada uno a su casa. La segunda vez que quedamos fue la mejor y empezó la travesía. Le hice un oral, su pene entraba perfecto en mi boca, una vez termine me subí encima de él y empecé a moverme, luego cambiamos de pose.
Mientras me penetraba, le dije que me pegara, admito que se sorprendió, pero sé que esa locura lo éxito más, me puso en cuatro, y me siguió dando, sentía todo su pene. Sus manos eran suaves, mientras tocaba mis senos. Siempre era un placer estar con él, hasta que llegó la última vez en donde, me tocó ya no verlo en un hotel si no en su casa, no duramos ni dos minutos conversando y ya estaba encima de él, es que era inevitable, éramos arrechos.
Creo que si hubiéramos llegado a tener algo lo hubiéramos hecho en cualquier lado. Ese día fue el último día que estuve con él, me lo hizo como un loco, después del mueble pasamos a su cuarto, me paro me quito todo me puso contra la pared y me penetro, luego me acostó en su cama y me siguió penetrando. Sentir su pene era placentero. Y después de eso, sin querer nunca más volvió a pasar algo, lamentablemente yo si me ilusione y él no estaba preparado. Así que me aleje de él, sin que él se diera cuenta. Igual siempre me dejó las cosas claras era solo sexo y ya.
Ahora está a punto de casarse y le deseo toda la felicidad del mundo porque se lo merece, es un gran tipo.