back to top
InicioNo ConsentidoOrgía con el taxista

Orgía con el taxista
O

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 5 minutos

No sé cuánto tiempo pasó… Debieron ser unos segundos, pero yo sentí como si hubieran sido horas.

El hombre me veía con esa mirada lascivia de la vez anterior y mi novio estaba comenzando a cabecear por sueño.

Sentía el impulso de decirle lo que me había pasado y bajarnos del auto pero en mi interior sabía que eso no saldría nada bien.

Noté que tomó la ruta de la vez anterior y comencé a sentir un escalofrío recorrer mi columna. Yo sabía lo que iba a pasar… O bueno pensé saberlo, no me imaginaba que sería algo muy diferente esta vez.

-vaya preciosa, veo que tu noviecito ya se durmió jajaja. Eso nos va a facilitar mucho las cosas.

-nos? A qué se refiere con eso?…

No termine mi oración cuando él se estacionó y alguien fuera del vehículo abrió la puerta de mi lado jalándome en la oscuridad hacia el mismo cuarto en el que ese tipo había abusado de mi la vez anterior. Mientras veía como un par de personas sacaba a mi novio del asiento trasero casi como si estuviera inconsciente.

Me metieron al cuarto y noté que había solo una mesa larga como tablón al centro y a un lado una colchoneta como para gimnasia y nada más.

-bien preciosa, vamos a prepararte para la función jajaja, te dije que iba a volver por ti.

-por favor déjanos ir, tengo buen dinero para pagarte y te prometo que te voy a dar más en el futuro.

-jaja, te refieres a este dinero?

El taxista se estaba abanicando con el fajo de billetes que mi novio había guardado.

Cuando lo metieron al cuarto lo revisaron antes de atarlo a una silla y lo revisaron, por lo que encontraron el dinero que Pedro me había dado.

En ese momento comencé a pensar con claridad y me di cuenta que eran 4 tipos en total, el taxista y 3 hombres igual de desagradables que él.

-bien perrita veo que después del susto al principio ya te diste cuenta que traje a unos amigos. Verás, les conté de la putita que me había cogido aquí y como no me creían les dije que la próxima vez que te trajera los invitaría para que ellos también puedan disfrutar.

-por favor, por lo que más quieran déjenme ir.

Al decir esto una lágrima rodó por mi mejilla.

-bien perrita sigue así, a mis amigos les gusta más cuando suplican. Lo único que lograrás es excitarlos más.

Yo estaba desesperada, no sabía qué hacer, por un momento pensé en correr para pedir ayuda y estaba a punto de animarme a hacerlo por qué el tipo que me había sacado del auto estaba disminuyendo la fuerza de sus manos y pensé que era mi oportunidad.

De un movimiento se liberé y corrí a la puerta pero justo en ese momento la puerta se abrió y me impacte contra un hombre que iba entrando.

Esto me aturdió un poco y solo sentí como me levantaban del piso.

-jaja, que pasó compadre? Ya se te estaba escapando la cena… Dijo el hombre con el que choque cuando me levantó.

Me di cuenta que no venía solo, sino que 2 tipos más lo acompañaban.

-si compadre, este pendejo tiene la culpa por soltarla. Y tú perra si no quieres que le pase nada a tu novio más te vale no volver a hacer ninguna tontería.

Esto lo dijo mientras sostenía una navaja en el cuello de mi novio aún inconsciente.

-no por favor… Haré lo que me pidan.

-muy bien… Así me gusta, para empezar quiero que te quites ese vestido, los zapatos déjatelos.

Obedecí y comencé a bajar mi vestido frente a esos 7 asquerosos hombres que me comían con la mirada.

-uy compadre que buena está la chamaca… -no volveremos a desconfiar de lo que nos digas… -además se ve que es buen puta, ni ropa interior trae…

En ese momento también recordé que Pedro se había quedado con mi tanga y me ruborice.

-muy bien perrita ahora quiero que te acuestes boca arriba en la mesa.

Obedecí pensando lo mismo de la vez anterior, que entre más rápido terminaran más rápido me dejarían ir.

Rápidamente el más grande de todos me amarro las manos a la pared superior de la mesa dejando mi entrepierna justo al borde frente a la silla en la que estaba mi novio. Y note como otro de los hombres le daba una cachetada para despertarlo.

-Despierta maricón…

Note como Raúl iba levantando la cabeza y abría los ojos tan grandes como un plato al verme en esa posición y al grupo de hombres mirándome sobre esa mesa.

-muy bien niñito, supongo que tu novia no te ha dicho nada, pero yo ya la hice mía en una ocasión, la trate como la puta que es y al parecer lo disfrutó, entonces decidí compartir con mis amigos y bueno, el hecho de que tú vinieras con ella no estaba contemplado pero ahora podrás ver cómo la hacemos gozar jaja

Inmediatamente le hizo una seña a los demás que inmediatamente comenzaron a tocarme y besarme de arriba a abajo, sin embargo el líder les indico que no se podían acercar a mi vagina hasta que él lo ordenara.

Sentía como los otros seis me tocaban de arriba a abajo, algunos con caricias y otros de manera brusca. Sentía como me mordían los pezones y como lamian mi cara lo que comenzó a calentarme involuntariamente, ya que Pedro me había dejado a medias y mi instinto fue más fuerte.

Cuando el taxista noto que yo comenzaba a disfrutar por más que quisiera disimularlo se acercó a mi y de manera brusca separó mis piernas.

Sentí como hilos de mis fluidos comenzaban a escurrir de mi vagina y el con una sonrisa buen marcada me miró sin decir nada, inmediatamente metió su cabeza entre mis piernas y comenzó con ese jugueteo de lengua como el de la última vez.

Supongo que es en parte por qué Pedro me dejó con ganas de más, pero la verdad es que también el hecho de estar sometida por varios hombres me provocó una calentura extrema.

Esta vez no aguante nada y casi inmediatamente llegue al orgasmo, dejándole la cara empapada.

-bien muchachos, este manjar ahora está disponible para quien lo quiera… Pero ya saben, solo probar por el momento.

Después de decir eso, me quitó los zapatos y se hizo a un lado, dejando mi vagina a merced de los demás, mientras yo veía a mi novio embobado. Se le notaba triste y frustrado, pero el bulto en su pantalón demostraba que tenía una excitación enorme al verme así.

Inmediatamente uno tras otro comenzaron a juguetear en mi entrepierna, también seguían recorriendo mi cuerpo con sus bocas y manos.

Literalmente recorrieron todo mi cuerpo, de pies a cabeza, no había parte de mi cuerpo que no hubieran recorrido con sus bocas y manos.

No sé cuántos orgasmos tuve, pero si sé que estaba bañada en sudor y que no podía con tanta excitación… Sabía que quería más.

Habían logrado su cometido y me habían convertido en su puta…

-Bien muchachos muy bien… Creo que ya tememos dominada a esta perrita cierto?

-Por favor, por favor cógeme ya…

-Bien, ya comienza a suplicar… Que dicen, le damos lo que quiere?

Todos los hombres confirmaron al unísono y yo estaba desesperada por sentir esas vergas dentro de mí.

-Por favor libérenme, les prometo que no voy a intentar nada, quiero estar más cómoda para poder conocerlos mejor.

Esas palabras fueron suficientes para que quitaran los amarres de mis muñecas que ya estaban bastante adoloridas, caminé hacia la colchoneta y mire de reojo a mi novio que estaba en una especie de trance.

Inmediatamente me arrodillé y ellos comprendieron el mensaje, rápidamente me rodearon y comenzaron a desvestirse.

Al verme ahí, arrodillada, rodeada por hombres dispuestos a utilizarme a su antojo solo hacía que mi excitación se incrementara.

Comencé a mamar una a una las vergas que me ponían enfrente y le comporte como la puta que realmente soy.

Luego uno de ellos se recostó en la colchoneta y me monte en el mientras seguía mamando a uno tras otro.

No sé en qué momento el líder se colocó detrás de mi y de un solo golpe me penetró por el ano, logrando sacarme un grito de placer.

Estuve en esa posición demasiado tiempo pero no me importó, estaba perdida de placer, solo notaba como cambiaban de posición y se turnaban para penetrarme hasta que sentí como iban terminando uno tras otro. Unos lo hacían dentro de mi, otros lo habían en mi boca o simplemente lo tiraban en mi cuerpo.

Al terminar todos, me dejaron tirada en la colchoneta sin poderme mover…. Pero con una sonrisa marcada en mi rostro.

-Bueno muchachos… Creo que es hora de que vaya a dejar a este par de tortolos a su casa jajaja

Tomaron a mi novio que estaba como en trance y me levantaron para colocarme el vestido y subirnos a los 2 al taxi.

El taxista nos dejó cerca de mi casa pero no exactamente en la entrada, solamente me dijo que nos volveríamos a ver y felicitó a mi novio por la puta que tenía en casa…

Compartir relato
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.