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Fantasía realizada, primera experiencia bisexual
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Tiempo de lectura: 4 minutos

Hasta antes de esa experiencia, siempre me consideré hetero, buscando sensaciones nuevas hice amistad como tercero de un matrimonio amigo. En una de esas citas, mientras tenía sexo oral con ella montada sobre mi mamándome, yo le comía su vagina, un 69 clásico. El esposo nos miraba mientras fumaba un cigarrillo y se masturbaba mirando el show porno erótico.

Sin notarlo, él se acercó y penetró a su esposa. Abrí los ojos al sentir el roce de "algo" en mis labios y un sabor en mi lengua cuando salía ese pene de la vagina húmeda de su esposa.

Quede saboreando ese miembro y lo lamí hasta que ambos se corrieron. Ningún comentario de parte de ellos y todo quedó ahí.

Pero quede pensativo por la reacción mía, no sentí ese rechazo que había pensado iba a tener, porque me encanta hacer gozar a una hembra. Hasta esa experiencia, había sentido una cosa excitante, al cuando ella nos mamaba a los dos juntos. Pero sólo era el contacto con otro pene cuando ella nos masturbaba y nos hacía gozar del sexo oral mutuo.

Eso quedó ahí. Pendiente dando vueltas entre un si y un no.

En una página web de citas, en la sección hombre busca hombre, un jovencito buscaba un hombre maduro para masturbación mutua. Después de contactarlo hablamos por wasap de su aviso. Él tampoco tenía experiencia pero veía porno gay y los videos de masturbación mutua lo excitaba.

Después de una cita en un shopping para conocernos, hubo química entre nosotros.

Yo un hombre maduro y él un joven de 22 años. Morenito, 1.60, delgado con una cola parada, como el dicho. Pasto tierno para buey viejo. Si iba a experimentar mi fantasía bisexual, quería darme el gusto con carne tierna.

Mi departamento está ubicado en el centro de la ciudad, así que entre la multitud uno es invisible. Subimos al quinto piso y mientras esperábamos que bajara el ascensor, le comente que se le notaba la erección de su herramienta. Se abrieron las puertas y no había nadie más para subir.

Te ves nervioso y excitado le comenté mientras nos mirábamos por el espejo, relájate que es la primera vez para los dos y puse mi mano en su entrepierna. Sentí al tacto como se ponía más dura. Tómalo con calma, déjate llevar por lo que estás sintiendo.

Un trago para conversar, vimos unos videos porno donde dos jóvenes se masturbaban y le comenté, tu publicaste el aviso, así que la iniciativa debes tomarla tú.

Debo confesar que estaba nervioso, quizás más que él, era mi primera incursión sexual con un hombre.

Estas excitado con los videos le comenté, mientras puse mi mano en su entrepierna, serían las siete de la tarde, siempre me ha gustado tener sexo con alguna de mis amigas cuando empiezan a caer las sombras. Quieres que conversemos más relajados, te invito a mi dormitorio.

Déjame llevarte. Me puse de pie y poniendo mi mano en su espalda lo hice avanzar un paso delante de mi. Mi dormitorio está al final del pasillo, y esos 15 metros los recorrimos lentamente. También estoy nervioso le dije y a modo de prueba, baje mi mano hasta tocar su culito.

Recostémonos en la cama de dije, antes de conversar pondré música para conversar. Soy heterocurioso activo y me excita tomar la iniciativa. Le saqué el pantalón de buzo deportivo que vestía y tomé su mano colocando colocándola sobre su slip, voy en busca del control remoto que lo deje en el living. Táctica que siempre me ha servido cuando invito a alguna amiga.

Me desvestí en el pasillo y me apoyé en la puerta del dormitorio. Félix se había sacado las zapatillas y pantalones. Tendido de espalda con la polera arremangada sobre su pecho y se masturbaba a ojos cerrados. Con el slip aún puesto, solo podía ver ese pene.

No abras los ojos, deja que el misterio sea parte de tu excitación. Me pare al costado de la cama, tome su mano que tenía sobre su pecho y la puse en mi pene. Siente como también estoy caliente mientras que me recosté junto a él, quedando ambos en posición de un 69.

Mi lado heterocurioso era querer saber que sentiría al tener un pene erecto en mis manos, mirar detenidamente su grosor y largo. Sentí el tacto de sus dedos en mi pene que también reflejaba mi calentura.

Que rico lo que siento, me dijo. Esto quería descubrir también, una masturbación mutua. Estoy muy excitado, es mi primera experiencia sexual y no sé si me pueda controlar me dijo entre gemidos de placer.

No te preocupes por nada, quiero que disfrutes tu primera vez. Juguemos a descubrir el placer del sexo. Como así? Me pregunto. Sabes que no tengo experiencia.

Déjate llevar por lo que sientes, no controles tu calentura, te masturbare y cuando ya sientas que te vas a correr, yo también lo haré.

Los dos queremos sentir el semen tibio deslizarse por las manos.

Sé que en ese momento lujuria y clímax, el descontrol de la lujuria nubla la mente, y uno se deja llevar por el descontrol y no controla la eyaculación de semen.

Ambos nos dejamos llevar por esa sensación nueva que nos dábamos al masturbarnos mutuamente.

Jugué con sus estados de erección, lamia mis dedos y le acariciaba su glande. Lo masturbaba y cuando sentía que su pene se ponía duro, mis dedos al apretaban suavemente los testículos.

Ese juego de placer sexual lo extendí por casi 40 minutos. Cuando sentí que no iba a controlarme, lo masturbe, apretando la vena entre sus testículos hasta recorrer todo su pene de forma rápida y controlando mi eyaculación. Me gustaría que acabaremos juntos me había pedido.

Sé que la primera experiencia sexual es importante, así que espere ese gemido.

Me voy gimió en un tono entre placer y desmayo. Me corrí en su mano. Sentí que me apretaba y con mayor fuerza me .masturbaba. Me hizo correrme tres veces.

Sigue así, le dije. Quiero darte una sorpresa.

Que ricooo. Al sentir que se iba descargar, me tragué entero su pene, así como guiaba a mis amigas íntimas, puse mi lengua apegada a la mandíbula, dejando libre el paso de ese pene que sentía como pasaba de mi garganta hasta sentir que por mi tráquea corría un líquido tibio.

Sigue así, me decía.

Empecé a masturbarlo con la boca. Así como me pido a mis íntimas cuando les hago sexo oral total.

Me apoye su pelvis, las dos primeras descargas son intensas, y mi lengua acariciaba esa vena que está entre los testículos, al lamerlo se descargó dos veces, controle mi estado de ahogo para no toser.

Su excitación fue tal, que me masturbo con violencia hasta hacerme acabar. Sus dedos .mojados por mi semen acariciaban mi pene.

Lo saque de mi boca, y lo masturbe con mis manos, quien sienta ese deseo de asumirse como heterocurioso, den el paso.

Lamí todo su pene y lo hice acabar en mi boca, me excitaba ese sabor cálido que llenaba mi boca y dejarlo correr por mis labios de modo que recorriera ese pene de mi lolito hasta sus testículos.

Lo lamí entero hasta beber todo su jugo.

La próxima cita quiere que acabe en su boca, quiere su segunda lección de sexo.

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