Entramos a la casa y me dirigí directo a hacer pipí. Me encerré en mi cuarto y dormí como máximo 40 minutos. Mi mamá me despertó para comer. Bajé a comer y mi hermana ya estaba sentada. Mi cabeza no dejaba de pasar las imágenes de lo que había pasado hace un par de horas.
Mamá: Chicos, su papá y yo tenemos que salir de emergencia de viaje el lunes. Es para atender unos asuntos con un proveedor
Yo: ¿Cuánto tiempo van a durar fuera?
Mamá: Será una semana, el otro lunes estaremos de regreso
Dayna: Cuídense mucho, no manejen rápido si agarran carretera
Pensé que sería una semana tranquila y relajante, me distraería de lo que pasó con mi hermana. Finalmente, dejé a mis papás muy temprano en el aeropuerto, de ahí llegarían a la otra ciudad y rentarían un carro para continuar con su viaje.
Mamá: Cuídense mucho, no salgan si no es necesario y cierren bien las puertas. Les dejé dinero para mandado y si acaso, gasolina.
Me regresé a la casa y me percaté de que el cielo se estaba nublando, probablemente llovería más tarde. Tenía mucho cansancio así que en cuanto llegué a casa me dormí. Tuve un sueño en el cual estaba mi hermana con un vestido fino oscuro y yo con un traje gris. Estábamos como en un evento de gala. En el sueño, mi hermana me coqueteaba y me llevaba a un cuarto como de hotel donde claramente cogeríamos, pero lamentablemente me quedé con las ganas ya que me desperté. Tenía el pene duro y me lastimaba un poco así que me saqué el short y empecé a masturbarme. No pude terminar porque tocaron la puerta para entregar una información innecesaria. Se me quitó el sueño y me dirigí a ver la tele. Empezaba a llover apenas y en la tele avisaron que llovería todo el día. Escuché que mi hermana se levantó y se dirigió a sentarse en el sillón conmigo. Venía vestida con un pijama grande tipo mameluco y con solapa en el trasero que decía “peligro”, siempre me he preguntado si se podía quitar esa solapa y dejaba su trasero expuesto o era decoración. Se sentó en el sillón conmigo para ver la tele.
Dayna: ¿Ya desayunaste?
Yo: No, ¿quieres hot cakes?
Dayna: Si por favor, te ayudo con el café
Hicimos el desayuno y mientras platicábamos como si nada. Al fin habíamos vuelto a la normalidad y ser los hermanos que éramos. Nos repartimos los quehaceres, ella se metió a bañar mientras yo veía una película. En vez de ver la película. Subí a mi cuarto para recoger el cargador de mi celular y cuando pasé por el cuarto de mi hermana escuché que estaba hablando con alguien. Por lo general me pasó de largo, pero alcancé a escuchar algo que me llamó la atención:
Dayna: Amor, ¿cómo que no vendrás a verme? El otro día me dejaste con las ganas y ahora, ¿también?, ¿seguro que nos veremos en la semana? Enserio quiero hacerlo contigo. Si corazón, quiero chuparte ese pene tuyo y que me tomes y me hagas tuya. Sisi papito, me imagino tu pene en toda mi boca mientras me toco. ¿Por favor métemelo… amor? ¡Puta madre! ¡Se fue la señal!
Toda la situación hizo que me diera una gran erección, me separé de la puerta de mi hermana y fui a masturbarme al baño. Terminé tan relajado y al fin bajé a ver la televisión. Con el clima así me quedé dormido hasta que oscureció.
Dayna: Buenos días dormilón
Yo: Ufff que buen sueño, ¿qué ha pasado?
Dayna: Nada interesante, bajé hace unos minutos
Yo: Ahh me duele la cabeza horrible, ¿sabes dónde hay pastillas para eso?
Dayna: Revisa en el baño de mis papás, a lo mejor ahí hay algo que puedas tomar
Me levanté y me sentí un poco mareado. Llegué al cajón de medicinas y no distinguí para que era cada una. Tomé una de color azul y bajé de nuevo a la sala.
Dayna: ¿Encontraste algo?
Yo: Si, a ver si surte efecto ahorita
Mi hermana traía el mismo pijama con solapa en el trasero, yo traía un short de pijama porque casi no siento frío como ella. Empezamos a ver una serie que contiene muchas escenas sexuales, me incomodé un poco porque mi pene se estaba poniendo muy duro y no lo podía esconder con el short que traía puesto. Mi hermana estaba en su celular distraída así que me paré tratando de ocultar mi erección. Entré al baño y me masturbaba, pero no sentía que me iba a venir y me dolía más el pene, se veía más duro que de costumbre y las venas se marcaban más. Me estaba preocupando, me puse a revisar lo que tomé para el dolor de cabeza para ver si tenía algo que ver y claro que sí.
Yo: ¡Idiota! ¡Tomaste viagra! ¡¿Y ahora que vamos hacer?!
Estaba preocupado, he escuchado que la gente muere por esto, trataba de tranquilizarme, pero nada funcionaba. Sabía que tenía que hacer, pero no estaba del todo convencido. Bajé con mi hermana cubriéndome la erección a la sala para pedirle ayuda.
Yo: Hermana, creo que debemos ir al hospital, necesito que tu manejes
Dayna: Ah caray, ¿por qué? ¿Aun te duele la cabeza?
Yo: No, mucho peor
Le enseñé mi gran erección y ella se sorprendió y luego se echó a reír
Dayna: No maaanches jajaja que idiota mi hermanito
Yo: ¡No te burles! ¡Puedo morir!
Dayna: Bueno bueno, vamos al hospital
Agarró las llaves de la camioneta y cuando estábamos en la puerta sentí mucha pena de que me fuera a ver muchas personas con aquella erección. Así que detuve a mi hermana antes de salir.
Yo: ¡Espera! Ya no quiero ir, me da mucha pena
Dayna: ¿Y luego? No puedes quedarte así, te hará daño
Yo: Pues no importa, se tendrá que bajar en algún momento
Dayna: ¿Ya intentaste masturbarte? Pues si verdad, imagino que si
Yo: Pues sí pero no funciona. Pero ahorita se baja
Dayna: A ver, vamos a la sala de nuevo
Seguía la serie y estaba por empezar una escena de sexo muy explícita
Dayna: Mastúrbate mientras esta la escena, tal vez eso ayude
Yo: Si, pero dame un poco de privacidad por favor
Dayna: ¿Y si no funciona? Tengo que estar al pendiente de ti por si tenemos que ir al hospital
Yo: Tienes razón, solo no me veas a menos que necesite algo
Me bajé el short y pene estaba muy duro, con mi mano izquierda empecé a masturbarme mientras veía la escena que estaba en la tele. Me sentí más caliente que la primera vez, esa escena estaba sirviendo mucho y la morbosidad de tener a mi hermana a lado me ponía más caliente. No sentía que me viniera, pero si sentía mucho placer.
Dayna: ¿Cómo vas hermanito?
Yo: Bien, aunque me vendría bien un poco de ayuda
Dije esto inconscientemente, estaba muy excitado
Dayna: Oye no, lo que pasó el otro día fue un error y solo fue esa vez, no podemos repetir esas acciones
Yo: Pero hermana, en serio no siento que me vaya a venir y hasta siento un poco de dolor
Dayna: ¿Y tu novia no puede venir? Los dejo solos
Yo: Claro que no, no hablo con ella desde que me dejó plantado ese día en los probadores
Dayna: No puede ser, es que no está bien
Yo: Solo por esta vez, no te lo pediría de no ser una emergencia
Mi hermana veía mi pene con una mueca mientras me masturbaba lento, como evaluando la situación y qué decisión tomar
Dayna: Esta bien, será esta única vez y no llegaremos lejos
Yo: Está bien, con que me lo chupes creo que podré
Dayna: Uff eso es lejos, yo creo que con que te lo jale servirá
Yo: Hermana, me conozco, no funcionará si solo lo jalas
Dayna: Esta bien, no me gusta la idea, pero espero poderte ayudar
Mi hermana se arrodilló frente a mí, de solo verla hacer eso me excité más. Lo tomó con su mano derecha y empezó a masturbarme.
Yo: Ay si hermanita, sigue por favor
Empezó a masturbarme lento y como algo tímida.
Yo: Anda hermanita, ni que fuera la primera vez que me lo haces
Dayna: Ay oye, no lo digas tan feo
Yo: Perdón, es la calentura y el dolor
Dayna: Tal vez la saliva te calme el dolor, ¿Le escupo o me lo meto en la boca?
Escuchar a mi hermana decir eso me volvía loco
Yo: No sé hermanita, haz lo que quieras
Dayna: Bueno, espero que lo que haga funcione para que se pase el efecto rápido
Me masturbó más rápido y con más fuerza y con su mano izquierda masajeaba mis testículos.
Yo: Aaay sii eso se siente tan bien
Mi hermana me miraba seria, como estudiando qué me causaba más satisfacción. Sacó su lengua y lamió mi pene desde la base hasta la cabeza para después meterlo todo en su boca.
Yo: Ohhh sisi por favor no pares, lo haces tan bien
Ese oral se sentía espectacular, lo hacía tan bien, lo tenía completo en su boca y jugaba con su lengua en mi cabeza pasando por las áreas más sensibles, me hacía retorcerme del placer; notaba que mi hermana se estaba esforzando para darme un buen oral. Se lo sacaba de la boca para chuparme las bolas y luego continuar con mi pene.
Yo: Ay hermanita, gracias por esto, me haces sentir excelente pero no me siento ni cerca de venirme
Dayna: No manches Roberto, hasta yo estoy mojada, debo aceptar que me excité un poco
Yo: Lo siento hermanita, es que también me gusta ayudar mientras me la chupan
Dayna: ¿Cómo ayudar? O sea ¿qué masturbas a la que te la está chupando?
Yo: Exacto, me gusta dar placer mientras yo lo recibo
Dayna: Esta bien, me vendría bien que me toquen también porque en serio ya me calenté mucho, dime como me acomodo
Le pedí a mi hermana que se acostara en el sillón boca abajo con su cabeza a la altura de mi pene, obviamente
Yo: Antes de que te acomodes te tienes que quitar la pijama para poder tocarte porque creo que solo es una pieza ¿no?
Dayna: No te preocupes por eso, quítame los botones de la solapa
No podía creerlo, había fantaseado tantas veces con tener sexo con un pijama así donde solo se expone el trasero de la chica. Mi hermana se levantó y le quité los botones de la solapa mientras me seguía masturbando. Cuando su trasero quedó expuesto, no podía creerlo, se veía tan apetecible
Yo: ¿No usas calzones para dormir?
Mi hermana dio una pequeña risita y se acomodó como le pedí. Quedó acostada boca abajo con su cuerpo apuntando a la derecha. Continuó chupando como una diosa y en esta posición me volvía más loco. Empecé masajeándole el trasero con mi mano derecha, lo agarraba fuerte y de vez en cuando le soltaba una pequeña nalgada y ella suspiraba fuerte. De vez en cuando pasaba mi dedo de en medio por su ano. Mi hermana suspiraba y medio gemía, pero seguía chupándome. Me estiré un poco más para tocar su vagina y noté que estaba muy mojada; inicié a acariciarla y sus suspiros incrementaron a casi gemidos, igual que la velocidad en la que me chupaba. Le empecé a tocar el clítoris de abajo hacia arriba y después en círculos. Mi hermana ya estaba empezando a gemir mientras tenía mis dedos acariciándole su vagina. Estaba muy mojada, aproveché entonces para meter el dedo de en medio hasta el fondo.
Dayna: Aaaay si, lo que necesitaba
Mi hermana levantó un poco más el trasero e inició el ritmo en que quería que le metiera mi dedo. Estaba tan excitada que sacó mi pene de su boca y bajó la cara para lamer mis bolas.
Dayna: Uuff hermanito, sigue por favor no pares
Yo: Mmm tu igual, me estas volviendo loco
Continuamos masturbándonos durante buen rato, incluso la tele se detuvo la reproducción para preguntarnos si seguíamos viendo.
Yo: Hermanita, sé que dijiste que no quería llegar lejos, pero por favor déjame penetrarte, quiero sentirme dentro de ti otra vez
Dayna: No me digas eso, me vas convencer cabrón
Yo: Ándale hermanita, quiero sentir mi pene dentro de tu vagina y que me hagas venir de nuevo como solo tú sabes
Dayna: Ay hermanito, también quiero que me hagas venir como ese día, tu si sabes darme placer completo
Agarre a mi hermana del cabello y la jale para que me besara. Fue un beso exquisito, me besaba con ganas, con la lengua en todo mi interior, me sentía tan caliente. Mientras nos besábamos, nos seguíamos masturbando mutuamente entre gemidos. De pronto mi hermana se detuvo
Dayna: Ahora si hermanito, penétrame por favor, estoy muy caliente
Yo: Párate de espaldas hacia mi
Mi hermana hizo caso y se paró frente a mi con el trasero descubierto
Dayna: Quiero intentar algo antes de que penetres a tu hermanita
Estas palabras por si solas casi me hacen venir. Mi hermana se sentó de espaldas y empezó a frotar nuestras partes. Se sentía tan caliente y excitante, su vagina me mojaba y se sentía muy caliente
Dayna: Ya mételo hermanito
Yo: Baja poco a poco, siéntate en mi pene
Dayna: Ay si hermanito, siempre he querido hacerlo en esta posición
Yo: Yo también hermanita
Mi hermana se recargaba con un brazo apoyado en mi pierna y con la otra mano dirigía mi pene a la entrada de su vagina. La ayudé subiendo mis caderas poco a poco
Dayna: Sisi hermanito, siento como entras en mi
Yo me sentía un poco desesperado, quería entrar ya para sentirla completa
Dayna: Espero no te vaya a lastimar hermanito
Yo no entendía porque hasta que noté que bajaba más rápido hasta finalmente dejarse caer toda.
Ambos: Aahhh siii
Sentimos un placer indescriptible. Empezó a subir y bajar poco a poco y empezamos a gemir fuerte. Abrí el zipper de su pijama para tomarle los pechos y pellizcar un poco los pezones. Mi hermana empezó a moverse más rápido, ahora si sentía que me iba a venir.
Yo: Hermanita espera, muévete en círculos
Mi hermana se sentó completamente, dejando mi pene completamente dentro y se empezó a mover como le pedí
Dayna: ¿Así hermanito? ¿Te gusta cómo te coge la puta de tu hermana?
Yo: Eres una cabrona, lo haces muy bien
Me estaba calentando cada vez más que mi hermana me hablara de esa forma tan pervertida
Yo: Aaay hermanita, me siento cerca al fin, sigue por favor
Dayna: Aaay si yo también estoy muy cerca, no te vengas adentro, quiero que termines en mi boca
Seguimos cogiendo en esta posición, yo le seguía tocando los pechos mientras ella subía y bajaba.
Dayna: Hermanitooo ya casiii
Algo en mi despertó y la agarré más salvaje. La jale del cabello para que su cuello quedara en mi boca, casi se me sale el pene porque la pijama de ella no se podía estirar tanto así que la rompí un poco para que no fuera problema. Mi hermana se asustó, pero era más el placer que la invadía que no me dijo nada. La empecé a besar en la boca salvajemente y con mi mano izquierda la tomaba del cuello y apretaba un poco.
Dayna: ¡Siii sigue sigue! No pares por favooor
Mi hermana empezó a temblar y luego contraerse, era claro que su orgasmo estaba en puerta, de pronto gritó y se empezó a mover mucho. Sentí que mis muslos se estaban mojando mucho por su orgasmo hasta que finalmente terminó.
Yo: Hermanita, tu orgasmo casi hace que me venga
Mi hermana se compuso rápido y me la empezó a chupar
Yo: ¡No pares no pares! ¡Ahhh me vengooo!
No tardé nada en venirme porque estaba muy excitado. Sentí un orgasmo tan fuerte que hasta las rodillas me dolieron. Me volví loco al ver a mi hermana tragarse mi semen y una parte la vi caerse a sus pechos
Yo: Ay hermanita, no sabes como me calientas, mi novia solo se lo había tragado una vez
Dayna: Aabe muy bien la verdad, pensé que estaría amargo como el de mi novio
Mi hermana se sentó a un lado de mi
Dayna: Me gustó mucho, lo disfruté tanto, pero no puede volver a pasar
Yo: A mí también me gustó mucho, eres muy buena, pero tienes razón
Dayna: Esta fue la última vez y solo porque tenías la emergencia
Yo: Si hermanita, muchas gracias, nadie haría lo que tú. A parte mira, ya se está bajando
Dayna: Me debes una pijama nueva jajaja
Yo: Qué pena jaja ni cuenta me di
Dayna: Bueno, me iré a bañar, si ves algo sucio limpia por favor, a lo mejor cayó semen al piso
Vi como mi hermana se alejaba con el trasero al aire, me quería excitar de nuevo, pero enserio que estaba cansado. Esperé a que mi hermana saliera de bañarse para meterme yo. Nuestros papás nos marcaron pasadas las 11 pm para ver como estábamos. La videollamada no duró mucho, a mi mamá le extrañó que mi hermana no estuviera usando su pijama pero de ahí en fuera no sospechaban de nada.
Ya era hora de dormir, mi hermana usaba una playera blanca que realmente resaltaba sus pechos y sus pezones. Un pantaloncillo corto que se le ajustaba muy bien en su vagina. Me empezaba a excitar
Dayna: Hermanito estoy muy cansada, descansa y ten linda noche, trata de no dormir muy tarde
Yo: Si hermanita, también descansa
Mi hermana se alejó y mientras caminaba trata de no perder detalle de su hermosa figura, realmente mi hermana me estaba volviendo loco y la deseaba a cada instante. A los 20 minutos apagué la televisión y me dirigí a mi cuarto. Cuando pasé por el cuarto de mi hermanita me detuve y abrí la puerta solo por morbosidad, tal vez tendría la suerte de que estaría haciendo algo o hablando con su novio como en la tarde. Afortunadamente así era, mi hermana tenía solo la televisión prendida y claramente veía como se masturbaba y se apretaba los pechos excitada. Mi pene se puso duro de nuevo después de escuchar lo que decía
Dayna: Ay si hermaanitooo, sigue sigue, solo tú sabes cómo darme placer
Sabía que a este grado de su calentura no me rechazaría. Estuve a punto de empujar la puerta para entrar cuando le entró una llamada, al parecer era su novio ya que empezaron a discutir. Yo seguía caliente así que cerré su puerta con cuidado y me dirigí a mi cuarto.
Cuando me acosté para empezar me detuve a pensar en lo mal que se veía que mi hermana y yo tuviéramos relaciones. Pensaba en que nos habíamos excedido, debí aguantarme en los probadores o el día de hoy debí aguantar la vergüenza e ir con el doctor. Me prometí que no pensaría en mi hermana de ese modo de nuevo y no haría nada con ella. Sonaba bien hasta lo que sucedió el día siguiente.
CONTINUARÁ
¡Hola!, Soy Calvin, el autor de esta historia. Gracias por leer mi segundo relato, espero que les guste tanto como a mi escribirlo.
Si tienen alguna sugerencia o comentario personal, me pueden escribir a mi correo: calvin122416ahotmail.com.