Empecé a salir con una mujer negra muy hermosa y voluptuosa. Era casada con un hombre grande moreno. Ella buscaba excusas para poder escaparse conmigo sin que él supiera, me decía ella…
Comenzó a tocar mi culo con su dedo mientras me comía la polla, y aunque nunca lo había hecho me gustó.
Un día me metió un dedo y al notar que yo lo disfrutaba metió otro y luego otro hasta que me vine a chorros.
Tiempo después compró un dildo pequeño, el cual me metía mientras me daba oral. Luego compró un arnés y me ponía en 4 con el dildo pequeño.
Pero el día que cumplimos un año juntos me dijo que me tenía una sorpresa. Compró un dildo de gran tamaño y según muy parecido a la textura de un pene real. Fuimos al hotel y cuando estábamos muy excitados me vendó los ojos, yo no podía ver.
Me puso en 4 y me colocó lubricante con sus dedos, luego sentí como se arrodillaba tras de mí y colocaba la punta en la entrada de mi ano.
Comenzó a empujar, me abría con dolor pero yo lo disfrutaba, empujó hasta que me lo metió todo. Y así me empezó a coger duro, rápido y sabroso. Yo estaba gozando mucho cuando ella me dijo que me quitara la venda de los ojos.
Lo hice y me impresionó verla frente a mí con el dildo metido en su vagina chorreando líquidos de la excitación, en la pared había un espejo enorme en el cuál me vi a mí mismo en 4 patitas y al esposo de mi amante con su verga metida en mi culo, me sorprendió pero también me excitó tanto que en ese mismo momento acabé y como mi culo se contraía con cada venida hice que el acabara dentro de mí y mi mujer también se vino a chorros empapando el consolador, ahora siempre lo hacemos los 3 juntos…