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Algún día
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Tiempo de lectura: 5 minutos

Me dirijo al bar como cada a mañana a desayunar antes de ir a trabajar y ahí está ese camarero que me vuelve loca lo veo a lo lejos atendiendo las mesas de la terraza es alto fuerte moreno tienen el pelo corto por los laterales, pero se ha dejado crecer el pelo por el centro haciéndose así un tupe el cual le queda muy pero que muy bien ojalá pudiera enredarme ese cabello sedoso. Me mira y me saluda yo le sonrío tímidamente tomo asiento y se acerca a mí.

-Buenos días Bianca lo de siempre? – Me pregunta sin prestarme mucha atención siempre esta distraído con sus cosas quien sabe en qué piensa.

-Sí Lucas, muchas gracias. – Intento buscar su mirada mientras le hablo, pero no lo consigo.

Llevo dos días sin ir al bar ni siquiera paso por delante al ir al trabajo ese chico cada vez me gusta más y sé que es imposible yo soy una chica gordita él nunca se fijaría en mí, así que decido evitarlo.

Acabo de llegar de trabajar me preparo para tomar una ducha y justo cuando entro en la bañera llaman a mi puerta, me pongo una toalla y voy a abrir no sé quién es, pero me va a fundir el timbre.

-Ya va hombre que vas a romper el timbre. -digo mientras corro a la puerta y me resbalo por lo que casi me caigo, enfadada abro la puerta y grito: -Que es tan importante se ha muerto alguien?

Mi cara cambia por completo cuando me doy cuenta de que es Lucas, no entiendo que hace aquí ni como ha averiguado donde vivo.

-Perdona por picar tanto hace días que no vienes al bar y quería saber si estabas bien. -Le asoma una sonrisa tímida por la comisura de sus labios lo que me hace reír le invito a entrar con un gesto mientras pongo los ojos en blanco sigo enfadada por cómo ha llamado a la puerta.

-Si estoy bien solo he estado muy liada no hacía falta que vinieras, ¿quieres tomar algo? -.Le pregunto mientras me dirijo a mi habitación para ponerme algo de ropa, pero él se adelanta a mis pasos y n o me deja pasar solo se queda ahí delante de mí pasmado como un muñeco lo miro con cara rara y de repente me pregunta:

-Te gustaría salir a tomar algo conmigo esta noche?, es viernes mañana no tienes que trabajar y yo libro lambien así que no tienes escusa paso por ti a las 21 h estate lista. -Dice mientras se dirige a la salida y se marcha cierra lentamente sin hacer apenas ruido ahora soy yo la que se ha quedado como una muñeca quieta sin saber que decir ni que pensar.

Decido tomármelo a broma y sigo a mis cosas, me pongo ropa cómoda y me paso el día en casa haciendo el vago y organizando papeleo, son las 20: 45 h y llaman a mi puerta no me lo puedo creer es Lucas, decido hacer ver que no estoy, él empieza a tocar al timbra como un loco así que le abro este chico está loco.

-Te dije que estuvieras lista y aún estas en pijama. -Me dice mientras me mira de arriba abajo.

-Lucas pensé que no lo decías en serio dis… -No me deja terminar la frase.

-Sabes qué? Da igual pedimos algo y que lo traigan aquí.

Entonces entra y cierra la puerta, llama al restaurante chino y hace un pedido para ambos mientras pongo un poco de música de ambiente y abro una botella de vino, saco dos copas nos sentamos en el sofá y comenzamos a charlar.

-Verás Bianca me he dado cuenta de cómo me miras, sé que te gusto y también sé que no has venido al bar estos días porque no quieres verme.

Yo no digo nada solo bebo vino no sé qué contestarle me muero de la vergüenza pues tiene razón, aparto la vista de él todo lo que puedo me siento incomoda y cuando voy a hablar para cambiar de tema coge mi cara con sus manos suaves y besa con pasión pero suave cierro los ojos y me dejo llevar por su beso comienza a enredar sus dedos en mi pelo, me acaricia el cuello con la yema de sus dedos y baja por mi espalda se me eriza la piel me aleja un poco de él, abro los ojos nuestras miradas se juntan y susurra:

– Te deseo, desde el primer día en que te vi ya no podía resistirlo más.

Acaricio sus labios con mis dedos y lo le devuelvo el beso, le empujo el torso contra el respaldo del sofá y me siento encima suyo, podría estar toda la noche besando esos labios de caramelo y acariciando su pelo pongo mi mano en su abdomen por debajo de la camiseta puedo apreciar que tiene la piel muy suave, él coge con fuerza mi espalda y me acerca más hacia su cuerpo despacio va subiendo mi jersey hasta que me lo quita y deja al descubierto mis pechos y mi abdomen muero de vergüenza y quiero taparme per él no lo permite me tumba y se pone encima de mí empieza a jugar con su lengua la pasa por mi oreja se para en el lóbulo yo me estremezco continua bajando por mi cuello, la clavícula sigue bajando por entremedio del escote continua por la barriga y se detiene al llegar al pantalón me lo retira y comienza a practicarme sexo oral uff que lengua tiene me está haciendo maravillas cierro los ojos y me dejo llevar por el placer que me provoca no deja de lamer mi clítoris una y otra vez agarro con fuerza un cojín siento que voy a explotar y en efecto no puedo más y llego al clímax mientras se recrea con mi sexo.

Están llamando a la puerta es el repartidor Lucas va a abrir yo estoy exhausta me tiemblan las piernas no puedo levantarme, cuando vuelve acaricia mi rostro y me invita a sentarme para poder cenar, pasamos una velada estupenda bebiendo vino charlando riendo es la hora del postre tengo claro que se lo ha ganado tengo que hacerle disfrutar, lo cojo de la mano y lo llevo a la habitación lo tumbo en la cama saco unas esposas del cajón de la cómoda él sonríe se quita la camiseta pongo sus manos en el cabezal de forja y lo esposo, ahora busco un pañuelo y vengo sus ojos con una pluma acaricio su torso veo como se muerde el labio inferior y eso me pone a cien, paso mi lengua por su boca miro su entre pierna y veo cómo va creciendo, desabrocho sus vaqueros beso su vientre mientras lo hago, él se estremece, lo desnudo por completo cojo su miembro con mis manos y empiezo a succionárselo paso la punta de mi lengua desde el inicio de su verga hasta el final entonces lamo su capullo muy despacio siento lo dura que la tiene me la meto entera en la boca escucho como gime y decido masturbarme, lo necesito dentro de mí me coloco encima suyo pero de espaldas a su cara y lentamente introduzco su pene dentro de mí estoy tan húmeda que me entra sola lo estamos disfrutando tanto los dos no quiero que esto acabe comienzo a cabalgar solo pensando en el placer que me produce esa postura es mi preferida y sobre todo tenerlo a él.

-Por favor suéltame necesito tocarte. -Dice esto en un tono de ruego no lo suelto, pero, le quito la venda de los ojos entonces de cara a él sigo fallándomelo, veo rabia en sus ojos necesita que lo libere, pero yo estoy disfrutando mucho de poder hacerle lo que quiera.

Me alejo me pongo delante de la cama comienzo a tocar mis pechos y voy bajando introduzco uno de mis dedos en la boca y lo dejo muy mojado entonces lo introduzco dentro de mi sexo veo como se vuelve loco me necesita y yo lo necesito a él, vuelvo a subirme encima de él

-Me voy a correr no pares ahora no pares. -gime muy fuerte y le doy lo que me pide no paro ni un solo segundo hasta que sé que le he sacado hasta la última gota de su semen, encones le quito las esposas y sonrío.

-Vamos a darnos una ducha te aseguro que esto no ha acabado. -Dice Lucas dándome un cachete en mi trasero.

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