back to top
InicioAmor filalTres generaciones incestuosas

Tres generaciones incestuosas
T

el

|

visitas

y

comentarios

Apoya a los autores/as con likes y comentarios. No cuestan nada.
Tiempo de lectura: 20 minutos

Hola a todos. Me llamo Luis Javier. Tengo 32 años y os voy a contar mi historia. Como empieza todo y como acaba. Espero que os guste.

Vivimos, en un pueblo de unos 5000 habitantes de Castilla la Mancha.

En mi casa vivimos tres generaciones. Mi abuela materna Paca, mi madre Pilar, mi hermana Sara y yo. Vivimos todos juntos, la mala suerte, se ensañó, con nosotros.

Mis abuelos paternos, no llegué a conocerlos, murieron jóvenes, antes de que yo naciera.

Mi padre era hijo solo, y mi madre también. Por lo que cuando se sacaron, se fueron a vivir con los padres de mi madre.

La casa era grande y no había problema de espacio.

Además así mis abuelos podían echar una mano con los niños, cuando nacerían.

Pero la mala suerte, comenzó llamando a nuestra puerta, mi abuelo con 50 años sufría un accidente laboral y moría en el acto. Esto destrozó nuestra familia. Lo queríamos mucho, era muy bueno.

Murió cuando yo tenía 13 años, guardo muy buenos recuerdos de él.

La vida continuó, y todos fuimos saliendo adelante. El tiempo es el único medicamento que es capaz de curar todos los males.

En mi casa no faltaba el cariño, de mis padres y de mi abuela, tanto para mi hermana como para mí.

Pero el tiempo pasa, y nos hacemos mayores, mi hermana un año y medio mayor que yo fue a estudiar a Madrid.

Estudió la carrera de magisterio.

Yo un poco peor estudiante, me saqué una formación profesional, y a los 17 años comencé a trabajar, en un taller del pueblo, de mecánico.

Mi hermana terminó, la carrera y regresó a casa, todo era normal.

Hasta que unos años más tarde, a mi padre le diagnosticaron una enfermedad, que puso fin a su vida en dos duros años.

Menos mal que por lo menos, estábamos todos unidos y el dolor se hizo más llevadero. Mi madre queda viuda a los 47 años.

Los años fueron pasando y mi hermana dos años después, no dio la noticia que se casaba y se iba de casa, a vivir con su marido.

Pero cosas del destino, hicieron que mi hermana pillara a su marido, en la cama con su mejor amiga. La tristeza y las depresiones llamaron a la puerta de nuestra casa otra vez.

Desde entonces ya han pasado dos años, y parece que la normalidad ha llegado a nuestras vidas.

Mi hermana tras el duro golpe que le dio la vida, cuando pillo a su marido en la cama, con su mejor amiga, decidió que volvería a casa, a vivir con nosotros.

Dijo que en su vida no iba a haber más hombres, Juro que nunca más tendría nada serio, con ningún hombre. Lo paso muy mal la pobre.

Por lo que visto lo visto, hicimos reforma en casa de mi abuela, acondicionados todo a nuestros gusto y ahora vivimos allí todos juntos.

Voy a describir un poco más a fondo, mi vida.

Como sabéis soy mecánico y trabajo en un taller del pueblo, vivo con mi madre, mi abuela y mi hermana, porque para mí esto es el paraíso.

Soy el niño mimado de las tres, en casa no me dejan hacer nada. Así que para que me voy a ir de casa si aquí estoy en la gloria.

De siempre me han gustado todo tipo de mujeres, pero hay unas por las que pierdo el sentido y hasta la cabeza. Y no son otras que las mujeres maduras. Me pierden las mujeres de entre 50-70 años.

Por eso vivo tan feliz, en mi casa.

Comparto casa con tres pedazos de mujeres.

Las cuales por su genética familiar se conservan muy bien.

Siempre he sido un fetichista de la ropa interior femenina, me encanta la lencería.

Y que mejor sitio, donde vivir que con tres mujeres. Todo son bragas y sujetadores.

En casa sólo hay mis calzoncillos.

Descubrí el sexo, mediante las masturbaciones y desde entonces hasta ahora no he parado.

Soy muy fogoso estoy cachondo todo el día, y más viviendo con tres mujeres.

También suelo follar con alguna chica pero, nunca he querido con ellas, nada serio.

Entre tanta mujer en casa comencé a despertar mi atracción sexual por ellas. Sobre todo por mi madre y mi abuela, la verdad que en mi hermana no me había fijado hasta que no lo dejó con su marido y volvió a casa.

Entonces empecé a mirar a mi hermana con los ojos de deseo que años atrás ya miraba a mi madre y mi abuela.

En casa nunca no nos hemos exhibido, pero tampoco nos hemos escondido, los unos de los otros.

Siempre que tenía ocasión, espiaba a mi madre y a mi abuela, para verlas desnudas o ver cómo se cambiaban de ropa. Luego me hacía unas pajas de campeonato.

Como os he dicho antes, me pierde la ropa interior femenina, siempre rebusco en la ropa interior de mi abuela, de mi madre y hace poco empecé con la de mi hermana.

Voy a sus habitaciones y sacó todas la bragas y sujetadores, me pone muy cachondo.

Siempre que sabía si alguna de las mujeres de la casa, se habían puesto alguna prenda íntima que me gustaba mucho, esperaba al día siguiente, que la echasen a lavar, me encerraba en baño y me hacía mis pajas. Las olía, me la enrollaba en la polla e incluso me corría como un loco en ellas. Luego las metía en la lavadora con la demás ropa y no se enteraba nadie.

Os voy a describir un poco más a las mujeres de mi casa.

Comenzaré por mi abuela, Paca 69 años, está delgada, tiene las tetas un poco caídas, pero al tenerlas pequeñas, no parece que están tan caídas como alguna mujer de su edad. Pesará 60 kg y mide 1'65 más o menos.

Todavía después de más de 20 años, le guarda el luto a mi abuelo. Siempre viste de negro y nunca ha tenido ningún hombre más. Ha sido ama de casa toda la vida.

Tuvo a mi madre con 18 años.

Luego está mi madre, Pili 51 años, se conserva muy bien para su edad, es delgada, medirá 1'70 y pesará unos 60 kg ,las tetas todavía no se le han caído, por la misma razón que la de mi abuela no son muy grandes. Las tiene redonditas, es delgada y tiene buen culo.

Desde que murió mi padre no se cuida mucho, pero cuando se arregla se ve muy guapa.

La verdad que me pone muy cachondo, cuando lo hace.

Tampoco ha tenido más hombres desde la muerte de mi padre.

Trabaja en una fábrica a turnos en el pueblo.

Tuvo a mi hermana con 18 años.

Y por último mi hermana Sara 33 años.

Tiene año y medio más que yo.

Nunca me había fijado en ella como mujer hasta que no volvió a casa después de su ruptura con su marido.

La verdad que está muy buena, es tan alta como mi madre tiene su mismo cuerpo, un poco más grandes las tetas, pero son iguales, parecen hermanas.

Es profesora en nuestro pueblo.

Siempre que vuelvo a casa, entro en silencio y cierro la puerta despacio, para ir por las habitaciones de la casa o el baño, a ver si hay alguna mujer y espiarla. Luego me hago una buena paja, y me saben a gloria.

Un día cuando regresé de trabajar, lo hice un poco más temprano de lo normal, entré sin hacer ruido, y oí como alguien estaba en la ducha. Fui en silencia hacia el baño y como la mampara era transparente, pude ver como mi madre se estaba dando una ducha.

Vi cómo se jabonaba el cuerpo, pude ver su peludo coño, y sus tetas, la verdad que mi madre estaba muy buena para la edad que tiene, me gustaría follármela, pensé pero no sabía cómo.

Por lo que conformaría con una buena paja, saqué mi polla del calzoncillo y comencé a subir y bajar la piel de mi dura polla, mientras mi madre se pasa la esponja por su coño.

Estaba muy cachondo, pero no me dio tiempo a correrme, entro mi abuela en casa.

-Hola, dijo mi abuela. Hay alguien en casa?

Yo me fui corriendo a mi habitación y desde allí contesté.

– Si yaya, yo estoy en mi habitación acabo de venir de trabajar

-Hola mamá, dijo mi madre desde el baño, mientras empezaba a secar su cuerpo.

Hijo, no te he oído entrar.

Esperé que se me bajara un poco la polla, y salí a darle un beso primero a mi madre ya estaba con la ropa interior puesta y luego a mi abuela que venía de la compra.

-Joder que calor hace, voy a darme una ducha y a cambiarme de ropa, dijo me abuela, vengo toda sudada.

Entonces salió mi madre de la habitación.

-Yo me voy a tomar una café, con Laura.

Luego a la hora de la cenar nos vemos. Dijo mi madre mientras se iba de casa

-Tu Luisja que haces? -dijo mi abuela

-Yo yaya, voy a ir a comprar unas piezas que me hacen falta para el coche de Sara. Le mentí.

-Vale cariño pues luego nos vemos.

Entonces hice como que me iba se casa, cerré la puerta pero me quedé dentro. Quería terminar la paja que había empezado con mi madre y mi abuela no me había dejado.

Sigiloso, por el pasillo fui hasta el baño, mi abuela ya estaba en la ducha, al pasar por su habitación, vi encima de la cama que había comprobado ropa interior nueva, No era muy provocativa, pero para mí abuela no estaba tan mal. No eran esas bragas blancas grandes de vieja que siempre llevaba.

Era un conjunto de licra con unas bragas negras con unos pequeños encajes en las costuras superiores y un sujetador con sus encajes también negro.

Saqué otra vez mi polla, y fui al baño a ver cómo se duchaba mi abuela, mi polla estaba dura como una piedra otra vez. Comencé a hacerme la paja que antes habían dejado a medias, pero no quería correrme hasta que no vería a mi abuela con la ropa interior nueva.

Vi como se pasaba la esponja mi abuela, primero pos sus tetas y después por su peludo coño.

Madre mía se notaba mucha diferencia del coño de mi abuela al de mi madre, mi madre algo se lo arreglaba por lo menos, los pelos que le salían por la inglés, pero mi abuela no. Tenía todo los pelos alborotados y muy largos.

Terminó la ducha y se secó, yo me escondí en mi habitación.

Pude ver como mi abuela se probaba la ropa interior nueva, le quedaban bien esas bragas y el sujetador también.

Entonces estallé y me corrí como un loco. Cerré la puerta de mi habitación y limpié todo, espere a que mi abuela se fuese de casa. Al oír la puerta salí de la habitación y yo también me fui de casa.

Pensaba que todo había sido como otras veces, que me había hecho pajas espiando a mi madre o mi abuela, pero me equivoqué.

Más a delante os contaré que pasó ese día, y sobre todo que lo hizo diferente a los demás, que había hecho la misma operación.

Al día siguiente, estaba en el baño, sentado en la taza y vi en el cesto de la ropa sucia, unas bragas de mi hermana que llamaron mi atención.

Estaban encima de toda la ropa sucia, se me puso la polla dura, las cogí y vi como en la parte que pega con su coño estaba llenas de líquido vaginal seco ya. Había mucha cantidad.

Joder mi hermana, no sé qué le habrá pasado pero ha estado bien mojada.

Me las llevé a la nariz y las olí, comenzar a pasarlas por mi polla y hacerme otro buena paja, la sensación era muy placentera… Me gustaba mucho, me puse muy cachondo tanto que acabé llenando las bragas de mi hermana, de lefa las puse perdidas.

Hay que ver que ropa interior más bonita lleva mi hermana, se la podía poner mi madre, incluso mi abuela… Buff con solo pensarlo me ponía cachondo.

Las metí en la lavadora y me fui del baño.

Yo pensaba que todo quedaría ahí y que las bragas no estaban puesto a propósito.

Pero no me di cuenta que me hermana entro al baño cuando yo salí en busca de sus bragas.

Un día que estábamos los dos solos en casa, mi hermana me preguntó.

-vas a salir? Hermanito?

-No Sara, no hay nadie con quién salir, este pueblo es un rollo, el día menos pensado cojo las maletas y me voy a una ciudad grande.

-Bueno no exageres, dijo mi hermana mientras se tiraba encima de mí como tantas otras veces.

Y qué vas hacer tú sin tus tres mujeres? Me dijo mi hermana mientras apretaba mis mofletes…

Me voy a dar una ducha, que es viernes, a ver si yo busco plan.

Esperé a que mi hermana, fuese a su habitación, volviese al baño, y abrió el agua. Cuando oí cerrar la mampara. Me acerqué en silencio al baño. Es lo buenos de vivir con tres mujeres y que no se cierren la puerta.

Puedes deleitarte con sus cuerpos, siempre que estás en casa solo.

Me acerqué y vi el cuerpo desnudo de mi hermana, la verdad que estaba buena, me recordaba mucho a mi madre, pero 20 años más joven.

Pude ver su depilado coño, sus tetas, sus pezones, que buena estaba la verdad. Saqué mi polla del pantalón. Desde donde yo estaba mi hermana no me podía ver, y vi cómo se jabonaba el coño, se frotaba las tetas.

Me puse a mil cuando, pude ver como cogía la cuchilla y se depilada el coño, joder eso me puso muy muy cachondo, pero no me quería correr, quería que la paja me durase un poco más.

Cuando acabó de rasurar su delicado coño, hizo algo que mato, e hizo que me corriera como un loco.

Mi hermana con la esponja estaba frotando el coño, al poco tiró la esponja al suelo y comenzó con sus dedos a menearlos sobre su clítoris.

Comenzó hacerse una paja de las buenas…

No pude ver cuándo acababa me corrí como un loco, no dejaba de echar lefa, joder que gusto.

Pero como me voy a ir a vivir a una ciudad si allí no podía ver a mi hermana haciéndose una buena paja.

Joder qué gusto. Limpie todas las salpicaduras de lefa, que cayeron al suelo y volví al sofá a ver la tele.

Mi hermana tardó un rato en apagar el agua, supe entonces que ya había acabado su paja.

Madre mía, pesé claro tanto tiempo en un pueblo pequeño, no folla nada la pobre aquí nos conocemos todos, que mejor manera de saciar su calentura que una buena paja en la ducha…

Yo seguía viendo la tele cuando mi hermana, me llamo desde su habitación.

-Luisja, mañana trabajas?

-No, pues? Qué quieres? Qué le pasa a tu coche? -le pregunté haciéndome la víctima.

-No, joder nada chico. Mira que eres protestón.

Yo sólo quería llevarte de fiesta un poco. Como dices que no tienes forma de hacer plan…

-Tú, lo que quieres es que salga contigo para ver si me lías con la fea de tu amiga Carolina. Que no hay forma de que se como un rosco la pobre. Ya veo yo por dónde vas. Protesté desde el sofá.

-Joder macho, mira que eres mal pensado, que no. Que no voy a salir con Carolina ni con mis amigas. Lo digo por si quieres que vallamos los dos por ahí un rato.

Dijo mientras se vestía en su habitación

-Tú, lo que quieres entonces es que te lleve, o que pagué la cena que te conozco. Y tienes mucho morro hermanita.

-Bueno pues no creo que tengas una oferta mejor. O que vas a estar aquí todo la noche viendo la tv? No seas aburrido hermanito

-Está bien. Y qué propones?

-Pues podemos ir a Toledo, cenamos algo por allí y luego tomamos algo en una discoteca. Cambiamos de aires, son todavía las 19 y en 1 hora podemos estar allí. Venga hermanito no me seas soso.

-Vale pero, volvemos cuando yo quiera que te conozco y luego no hay quien te traiga a casa. Le dije muy serio

-Vale, hermanito, venga vete a ponerte guapo, que siempre vas de cualquier manera. Mientras yo aviso a mamá y a la yaya, que no vamos a venir a cenar, y que llegaremos tarde.

-Vale voy a darme una ducha, y a vestirme. Dije mientras apagaba la televisión.

Fui al baño, y vi el tanga de mi hermana otra vez en lo más alto del cesto de la ropa sucia.

Volvía a estar muy manchado de líquido vaginal y esta vez estaba caliente. Estaba claro que era el tanga que se acaba de quitar mi hermana.

No me lo pensé dos veces, cerré la puerta del baño y lo olí, lo chupé un poco y me hice una paja de campeonato.

Me corrí en el tanga y me limpié con él. Lo puse perdido de lefa.

Lo metí, en la lavadora y me metí a la ducha.

No sé porque pero me, repase los huevos y la polla con la cuchilla. Siempre los llevo depilados, para limpiarme después de las pajas es mejor. Más higiénico.

No sé porque me los repasaba si iba a salir con mi hermana, y no tenía intención de follar. Pero como ella se reparó su coño, pues yo también.

Cuando tenía puesto el albornoz, mi hermana abrió la puerta y protestó.

-Que manía con cerrar la puerta, ni que te fuese a ver algo que no haya visto nunca. Ahora está todo lleno de vaho y no me puedo maquillar. Dijo enfadada.

-Bueno pues esperas, hermanita todavía me tengo que vestir.

Puse rumbo a mi habitación, entonces escuché el secador.

Me puse unos pantalones, vaqueros y una camisa, con un chaleco de vestir por si refrescaba. Mis zapatos, me eché colonia y fui al baño a peinarme.

-Vamos hermanita todavía estás así? Cuando lleguemos es hora de volver.

-Ya estoy, pringao me voy a calzar y nos vamos. Por cierto ya he avisado a mamá y a la abuela.

-Muy bien hermanita, le dije mientras me peinaba con gomina.

Cuando acabé, me fui al coche a esperar a mi hermana, la verdad que no me había fijado en ella hasta que abrió la puerta y la vi.

"Has cogido la cartera hermanito? Que te conozco y luego me toca pagar a mi.

Era una broma que siempre decía, luego al final siempre discutimos por pagar los dos.

Me gustó mucho como iba vestida, llevaba un vestido corto, hasta media pantorrilla, negro muy ajustado a su cuerpo, con un gran escote.

Llevaba unas medias finas negras con un dibujito en los laterales y unos zapatos de unos 6 cm de tacón. Una chaqueta del mismo color que los zapatos. La verdad que me puso cachondo.

Me la follaría muy a gusto y sin ningún reparo pensé para mí.

-Hay que ver que guapo te has puesto hermanito dijo, mientras cerraba la puerta del coche. Ves cuando quieres y te arreglas un poco pareces otro.

-No seas pelota y vámonos, sentencié. Por cierto Sara tú también estás muy guapa, te sienta muy bien ese vestido.

-Soy guapa por naturaleza hermanito, ya te gustaría echar un polvo con alguna que estaría tan buena como yo. Dijo riendo en broma.

Que últimamente, has bajado mucho el listón. Anda que follar con Paula la hija de la Juani… Eso es caer muy bajo hermanito, no me esperaba eso de ti.

-Joder pero como te has podido enterar? Yo no he dicho nada a nadie, pero veo que ella se ha ido la boca. La mierda de vivir en un pueblo tan pequeño. Se entera todo el mundo, que haces, con quién follas. Dije un poco enfadado.

-Bueno no te enfades, yo sólo, quería gastarte una broma. Yo no he dicho nada a nadie. Puedes estar tranquilo, por mi parte…

Continuamos el viaje, que duraba poco menos de una hora.

Hablamos de cosas sin importancia, chismorreos de pueblo…

Yo miraba la piernas de mi hermana, y la verdad que no me empalmada, pero la tenía morcillona, me estaba poniendo cachondo.

Cuando quedarían unos 25 minutos para llegar. Volvimos a sacar la conversación de vivir en un pueblo tan pequeño. Todo eran problemas.

-La verdad que tienes razón, hermanito lo de vivir en el pueblo, son todo pegas. Tienes que comprar ropa, tienes que ir a Toledo o a Madrid. Tienes que ir al médico, a Toledo. Haces algo y se entera todo el pueblo. Pero bueno los cuatro tenemos allí nuestras vidas.

-Ya, pero al final uno se cansa. Vas de fiesta, tienes que coger el coche y venir a Toledo, no hay una discoteca a menos de 100 km. Y claro, luego el que conduce no puede ni probar una gota de alcohol, porque tiene que conducir.

-Si, en eso tienes razón. Me imagino que cuando seamos más viejos lo de la fiesta no importe. Pero ahora es una gran putada.

-Claro ahora vamos a cenar por ahí, yo con agua. Luego a tomar algo, no puedes tomarte un gin-tonic tranquilo. Luego hay que coger el coche… En fin que le vamos hacer.

-Bueno, no te preocupes ya que me has sacado de fiesta, yo no bebo y llevo el coche a la vuelta, te parece buena idea hermanito?

-No tranquila, ya que tú has sido la que me has sacado de casa, yo conduciré a la vuelta. No tenía nada mejor que hacer…

-Bueno, tengo una idea mejor a ver qué te parece. Nos podemos quedar a dormir aquí. En Toledo hay miles de hoteles y seguro que hay alguno barato. Así podemos disfrutar de la noche los dos. Qué te parece? No me mereces, como hermana. Dijo mientras reía.

-Pero como nos vamos a quedar a dormir, si no tenemos ni pijama, ni hemos traído ropa limpia para mañana? No lo veo la vedad.

-Joder tío, todo son pegas. No te parece nada bien a la primera nunca.

Mira dormimos en ropa interior.

Luisja hermano que te he visto desnudo un millón de veces. Mañana una ducha y nos ponemos la misma ropa, es sólo para volver a casa y es poco menos de una hora. No es para estar todo el día con ella puesta. Que protestón eres. Dijo mi hermana un poco enfadada.

-Bueno vale, vale no te enfades tata. Está bien busca por internet tú un hotel y avisa a mamá, para decirle que nos quedamos a dormir. No quiero que se preocupe. Ah y como la idea ha sido tuya pues lo pagas…

-Mira que tiene morro el señor. Sentenció mi hermana.

Entonces, me vino a la cabeza, si dormíamos en la misma habitación, vería a mi hermana, desnudándose, la vería de cerca sin estar escondido. De pronto me apasionó la idea.

Joder que buena idea ha tenido mi hermana. Pensé en mi interior.

-Ya está, ya está la habitación reservada. El hotel está al lado de la zona de marcha, y además al restaurante que me vas a llevar a cenar y vas a pagar, tampoco está lejos.

-Pues venga, pon el GPS, para saber qué entrada hay que coger.

Entramos a Toledo, y fuimos al hotel.

Metimos el coche en el parking. Mi hermana pagó en hotel y nos dieron las tarjetas de entrada a la habitación.

Como no teníamos equipaje, ni subimos a la habitación. Fuimos directamente a cenar.

-Has avisado a mamá, de que no vamos a ir a dormir?

-Si pesado. Ya se lo he dicho.

El restaurante tenía muy buena pinta. Cenamos unos entrantes, y un buen chuletón, Nos venimos una botella de vino de Ribera del Duero y un par de copas de champagne para el postre.

La verdad que habíamos cenado muy bien.

Entre el champagne y el vino, estaba un poco contento. Pero todavía iba bien.

Eso sí a cada momento que pasaba me ponía más cachondo mi hermana. Joder lo que daría por echarle un buen polvo esta noche…

Salimos del restaurante, mientras que hablamos de cosas sin importancia, llegamos al primer bar.

Pedimos un par de copas. Yo un gin-tonic y mi hermana un vodka con naranja.

Bailamos un poco la música estaba muy alta para hablar la verdad. Pero lo estábamos pasando muy bien.

Cambiamos de bar y tomamos otro par de copas, la verdad que yo estaba como una moto no podía dejar de mirar el cuerpazo de mi hermana.

Para terminar la noche, fuimos a una discoteca que cerraba más tarde.

Mi hermana y yo nos reímos mucho, de chorradas, pero de cosas graciosas de cuando éramos críos.

Ya en la discoteca bailamos un rato más, pero la música era muy movida. Y yo lo que quería era bailar pegado a mi hermana y restregar me contra ella. Pero con esa música era imposible además estaba muy alta.

Había una especie de reservados, en los cuales se estaba más tranquilos, entonces dijo mi hermana.

-Dentro de 45 minutos cierran la discoteca. Nos tomamos la última o nos vamos a dormir?

-Creo que lo mejor hermanita será ir a dormir, mañana a las 12 hay que dejar la habitación y apenas vamos a dormir 6 horas.

-Por eso no te preocupes, tu hermanita ha cogido una habitación de las que se puede disfrutar de ella a hasta las 18. Estoy en todo.

Además avisé a mamá que no íbamos a ir ni a dormir ni a comer. Menudo cuerpo tendremos mañana, después de los excesos de esta noche.

-Ah pues si es así, nos tomamos la última, vamos a un reservado de eso, yo estoy reventado me apetece sentarme y hablar un rato.

-Vale pues pide la última tú, que yo voy al baño. Vale hermanito. No te vayas dijo en broma.

La verdad que los dos íbamos un poco pasados con la bebida, yo estaba muy contento. Pensé en decirle a mi hermana de echar un polvo, peo en frío lo pensé y vi que podía, destrozar la relación tan buena que teníamos.

Cogí las dos copas y busqué un reservado vacío.

Esperé a que llegase mi hermana del baño.

-No veas cómo estaban los baños, casi no puedo ni mear.. Joder hermanito que buena idea has tenido aquí por lo menos podemos hablar tranquilos, sin tener que pegar chillos.

-Si la verdad que los sofás, son muy cómodos. Además te puedo escuchar jejeje

Entonces mi hermana que estaba a mi lado sentada. Dijo

-Tienes razón hermanito al final nos vamos a tener que venir a vivir tu y yo aquí en vez del pueblo, para salir por ahí los fines de semana. Me lo he pasado muy bien la verdad.

-Ya lo sé tata, yo también lo he pasado muy bien.

-Si hoy llevas un día de pasarlo bien o diría yo que muy bien. Dijo mi hermana con cierto retintín.

-Sara, no sé por dónde vas. El día ha sido de lo más normal de casa al trabajo, y del trabajo a casa. La noche si que ha estado muy bien, pero el día no le veo nada para destacar. Dije dudoso.

Entoces mi hermana soltó la bomba, que no me esperaba para nada.

-Hermanito mío, no te hagas tanto el tonto, que de tonto no tienes ni un pelo.

Quieres que te recuerde cómo has dejado mi tanga esta tarde? Y como cuando he vuelto al baño ya no estaba donde yo lo había dejado, y estaba metido en la lavadora? No te acuerdas la paja que te has cascado, mientras te ponía a mil cuando me repasaba el coño y sobre todo, cuando me hecho yo la paja, Que te has corrido como un loco? Es que te vas hacer ahora el ofendido? Hermanito…

Joder, que hija de puta, era mi hermana me había tendido una trampa, y yo había entrado al trapo en todo. Joder que pillada me ha pegado. Madre mía.

-Joder Sara, todo ha sido una trampa tuya, y yo he entrado como un miura al capote… Que lista eres. No sé qué decirte.

-Mira hermanito, te llevo observado mucho tiempo, y sé que todas las mujeres de la casa te ponemos a mil. Las tres generaciones, te ponemos la polla bien dura.

Te voy a contar el día que te pille y vi como todas te poníamos cachondo y te hacías pajas a nuestra salud.

Te acuerdas hace dos semanas, una tarde que llegaste a casa, entrarse sigiloso como siempre, haces y fuiste a ver cómo se duchaba mamá?

-Joder Sara si que me acuerdo, pero como sabes tú eso?

-Hermano mío, yo estaba escondida en mi habitación.

Esa tarde me dieron la tarde libre en el colegio, y me fui a casa. Yo sospechaba que nos vigilabas mientras nos duchamos y cambiábamos de ropa, como nunca cerramos las puertas…

Entonces me escondí en mi habitación y esperé a que tú llegarás. Cuando yo llegué a casa no había nadie, cerré otra vez la puerta y me escondí en mi habitación a ver qué hacías.

Vi cómo te hacías una paja, hasta que llegó la yaya a casa y te cortó el royo.

También vi que como con mamá no había podido terminar la paja, le dijiste a la yaya que te ibas. Fuiste a la puerta de casa y la cerraste pero te quédate dentro, y te fuiste a espiar a la yaya.

Paraste en la habitación de la abuela y miraste las bragas de licra nuevas que se había comprado, seguiste con la paja, hasta que salió de la ducha y se puso la ropa interior nueva. Entonces te corriste como un loco… O no fue así?

-Que hija de puta, por qué haces eso?

-Espera "tato", que todavía hay más. Yo la verdad que me puse como una moto con la situación. El único hombre de la casa y se pone cachondo, con todas las mujeres de la casa, o eso pensaba, pero no estaba segura que yo también te ponía, así que dejé otra trampa más.

Me hice una buna paja, la situación me puso muy cachonda además, llevaba y llevo mucho tiempo sin follar. No me quiero tirar a nadie del pueblo.

Me corrí en las bragas como una loca, y limpié con ellas, mi coño. Las dejé llenas de flujo vaginal.

Al día siguiente, antes que tú te levantarás para ir a trabajar las puse, encima de toda la ropa, para que la vieses bien y ver que hacías con ellas. Pero al salir de baño, entré y nos encontré en el cubo de la ropa sucia.

Por un momento pensé que te las había llevado para hacerte alguna paja más tranquilo. Pero mi sorpresa fue cuando volví a casa, estaban colgadas en el tendero. O sea que las habías metido a la lavadora. Eso quería decir que te había corrido en ellas como un loco. Así que yo también le pongo cachondo. Las tres generaciones ponen cachando a este hombretón. Término de decir mi herma mientras tocaba mi pierna.

La verdad que me ponían cachondo, mi abuela mi madre y mi hermana, pero la verdad que me lo dijese a si mi hermana, me dio un poco de vergüenza.

-No se Sara, será una enfermedad. Pero no lo puedo evitar. Me pongo a mil con sólo, pensar en vosotras. Mamá y la abuela, hacen que pierda la cabeza.

-Y yo también te pongo como un toro? Dijo mi hermana mientras acariciaba mi pierna.

-Joder que si me ponéis. Porqué te crees que nunca me he ido de casa. Porque aquello para mí es el paraíso. Aunque este enfermo por pensar así.

-Que enfermo, ni que narices, dijo mi hermana, yo también, me pongo cachonda contigo, piensa que eres el único hombre que veo desnudo en periodos de tiempo muy largos, y una no es de piedra. Además hermanito no estás nada mal.

Y si tú crees que es una enfermedad, será hereditario porque yo también la tengo.

Subió su mano y cogió mi polla que ahora sí que está dura.

-Así que hermanito vamos para el hotel y vamos a pecar juntos está noche. Porque como tú tengas las mismas ganas que yo de follarte no vamos a pegar ojo

-Mira que eres guarra hermanita, le dije mientras abría sus piernas y metía mi mano, en su coño caliente y húmedo. Con las ganas que tenía de follarte. Ya veo que lo de venir esta noche conmigo y lo del hotel también, eran una trampa no? Le dije mientras me acercaba a su cara.

-Claro hermanito, me moría de ganas de pegarme un buen revolcón contigo, pero en casa no ibas a poder así, y que mejor sitio que aquí.

Nadie nos conoce, podemos pasar por una pareja normal…

Nos acercamos y nos fundimos en un largo beso con lengua, ente los dos había una tras tensión sexual acumulada, y estás noche la íbamos a relajar.

Mientras nos comíamos la boca, ella acariciaba mi polla, por encima del pantalón, yo tocaba su coño que estaba empapado.

-Vamos al hotel, no aguanta más quiero que me folles, que me dejes satisfecha para una temporada.

Salimos de la discoteca y fuimos al hotel, no estaba muy lejos. De camino, nos agarramos de la cintura, y yo no paraba de sobarle el culo, estaba a mil…

Entramos en la habitación, mi hermana sabía que me la iba a follar, había cogido una sola cama.

-Lo de sólo una cama? Hermanita? Ya dabas por hecho que queria follarte?

-Claro hermano, eso se ve en los ojos. Veo como me comes con la mirada, veo como llevas todo el viaje mirándome las piernas.. Que no soy tonta.

Entonces me acerqué a mí hermana la agarre por detrás y empecé a restregar mi dura polla, por su culo. Le toqué las tetas por encima del vestido, mientras no dejaba de restregarme con su culo.

-Para hermanito, que tanto rozarte con mi culo te has de correr.

-La verdad que me pones muy cachondo. Pero te puedo asegurar que no me voy a correr y que vas disfrutar de lo lindo.

Entonces se dio la vuelta, y comenzó a comerme la boca, metía la lengua con ansia, buscaba jugar con mi lengua. No dejaba de tocar mi polla.

Se puso de rodillas, y dijo mientras soltaba mi cinturón y el pantalón.

-Vamos a ver esta polla de cerca, que así depiladita me muero de ganas por comérmela.

Sacó mi polla por la parte de arriba del calzoncillo, y la miró con deseo.

-Bueno me he comido pollas más grandes pero esta no tiene mala pinta.

-A mí me han chupado, gente menos sincera y también he disfrutado. Hermanita.

-Cállate y disfruta de la manada que te va hacer tu hermana…

Comenzó a pasar su lengua por toda mi polla, yo la miraba como cerraba los ojos, y disfrutaba de la manada. Me chupaba los huevos, se los metía en la boca, levantaba mi polla, y seguía pasando la lengua por los huevos.

Entonces se la trago, la engulló entera hasta que mis huevos, pegaban en sus labios, comenzó a sacar y meter mi polla de su boca a gran velocidad… Me estaba gustando mucho. Creo que no era la primera polla que chupaba mi hermana. La paré y la puse de pie.

Subí su ajustado vestido y se lo saqué por la cabeza. Ante mi apareció ese cuerpos que ya había espiado alguna vez, pero que nunca había tocado. Mi hermana conocía bien mi fetiche, el conjunto de lencería era precioso. Llevaba unas medias con liguero a la cintura, una bragas con encajes trasparentes que dejaban ver su culo y la rayita de pelo que tenía en el coño. Eran azules turquesas el sujetador a juego hacia un canalillo que chupé.

Le solté el sujetador y chupe bien esas redonditas tetas, esos duros pezones que tenía, joder que duras tenía mi hermana las tetas…

Metí la mano, en su braga y acaricie de arriba abajo sus labios vaginales, echaban líquido por todos los lados. Había puesto a mi hermana muy muy cachonda…

Busqué su durito clítoris y lo froté con rapidez, Los primeros gemidos salieron de la boca de mi hermana a mi oído, mientras que me daba besitos en el cuello.

-Ahhhh que gusto, ahhh joder.

Entonces, no me lo pensé dos veces, me quité los pantalones, frené a mi hermana que también quería desnudarse pero estaba más buena con ese conjunto.

La lleve a la cama y la tumbé, levante sus dos piernas y apareció su coñito, estaba que chorreaba.

Me moría de ganas de meter mi polla ahí.

Entonces, no me lo pensé, dos veces y se la metí, la metí lo más adentro que podía, hasta que mis huevos hacían tope en su coño.

Joder que morbo follarme a mi hermana.

Se la metía a buen ritmo a mi hermana le gustaba mucho.

-Ahh joder sí qué gusto cabron, que bien follas no pares, hermanito no pares. Dame más dame polla que tanto, necesitaba. Joderrr que gustooo

Seguí en mi afán de follarme a la guarra de mi hermana…

-Qué, te gusta cómo te folla tu hermanito? Eh putitaaa. Te gusta mi polla eh?

Joder qué coño, más caliente y mojado tienes hijaputa… Ahh me guataaa me gusta follarteee

Pero al instante me paró en seco.

-Para joder, con el calentón no me había dado cuenta, estamos follando a pelo. No hemos tomado protección. Dijo mientras sacaba mi polla de su chorreante coño…

-No te preocupes, hermana, haremos la marcha atrás no me correré dentro, controlo muy bien el momento de eyacular. Son muchas pajas…

*No sé, seguro que controlas?

-Que si joder, sino mañana una píldora del día después y todo solucionado.

La convencí.

-Venga Joder pues sigue, que estoy a punto de correrme, lo haces muy bien hermanito. Dijo mientras cogía y polla y la metía en su coño.

Seguí un poco más el mete y saca yo no me quería correr aún, pero mi hermana chillaba como una loca…

-Joder cabrón que buen follas, joder que bien usas esa polla, hace tiempo que no me follaban tanto rato y también.

-Ahhhh siii joder me corro me corro me corrooo y noté como mi hermana bajaba la presión de su coño, contra mi polla. Ella ya se había corrido.

-Ya te has corrido? Putita. Le dije excitado

-Si joder dijo muy relajada. Me ha gustado mucho además ya veo que controlas la eyaculación.

-Pues mira a ver que yo no me he corrido todavía.

Entonces cogió mi polla y comenzó a chupármela otra vez. Ahora me daba más gusto que antes estaba a punto de correrme, pero me gustaba ver cómo mi hermana me comía la polla.

Aguanté algún minuto más, pero ya no podía aguantar más.

Saque la polla de la boca de mi hermana y la dirigí hacia las tetas de mi hermana, quería correrme en ellas…

-Joder me corro putita me corroooo y de mi polla salieron 10 chorros de leche que fueron a caer a las tetas de mi hermana, La cantidad de lefa era muy abundante…

-Joder hermanito, me has puesto perdida con tu leche. Que guarro eres.

Pero la verdad que me gusta

Me gusta que me llames putita y que me hagas el amor como a una puta. Me ha gustado mucho hermanito. No será el último.

-A mi también me ha gustado y la verdad que me pone cachondo hablarte así. Me he puesto a mil. Eres muy buena follando hermanita.

Nos fundimos en un largo beso, nuestras lenguas estuvieron jugando durante un rato, mientras recuperábamos el aliento…

Continuará…

Compartir relato
Relato anterior
Relato siguiente
Autor

Comparte y síguenos en redes

Populares

Novedades

Comentarios

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Los comentarios que contengan palabras que puedan ofender a otros, serán eliminados automáticamente.
También serán eliminados los comentarios con datos personales: enlaces a páginas o sitios web, correos electrónicos, números de teléfono, WhatsApp, direcciones, etc. Este tipo de datos puede ser utilizado para perjudicar a terceros.