Los días pasaban igual de aburridos y monótonos que siempre, detrás de esa barra de bar sirviendo copas a borrachos, soy un camarero al cuál nadie recuerda cuando se marchaba, nunca he entendido porque llevo tanto tiempo trabajando aquí.
Hoy es una de esas noches aburridas y pesadas en las que no avanzaba el reloj, pero de repente entró ella, una chica de unos 30 años morena de pelo largo hasta la cintura y rizado, sus ojos son de un color miel clarito, su piel pálida, piernas finas e inacabables, lleva un vestido rojo que le acentúa muchísimo su cintura delgada, el corte del escote le resalta los pechos, viene todos los días al salir del trabajo y siempre viste tan bien. Hoy su mirada luce diferente tiene un brillo que no le había visto antes, le serví un gin tónic es lo que siempre pide, bebe uno y se marcha, pero hoy es diferente hoy a invitado a una amiga, la cual no ha venido sola trajo consigo un acompañante, supongo que su pareja por las muestras de cariño que se dan.
Las dos chicas deciden irse a una mesa y él se ha queda en la barra dándome un poco de conversación, la verdad no le estoy prestando mucha atención finjo estar de aquí para allá, no me apetece hablar solo acabar mi turno e irme, por fin a llegado la hora ya no queda nadie en este tugurio y me marcho, me pesan los pies no puedo más, cruzo por el callejón de detrás del bar nunca hay nadie y hay poca luz, pero es el camino más rápido. Estoy escuchando algo que parecen sollozos me acerco despacio y con precaución para ver qué está pasando, me acabo de encontrar a la chica morena del bar tumbada en el suelo mientras su amiga una rubia despampanante alta y fuerte junto con aquel desconocido, de semblante serio y rudo la atan y desnudan sé que tengo que hacer algo, pero esto me está excitando mucho así que decido esperar.
No puedo dejar de mirar la tienen de cara al asfalto helado y se nota que por ese frío sus pezones se le están poniendo duros, ese hombre le está poniendo su pie en la cabeza mientras la otra chica la pone a cuatro patas, le comienza a lubricar el ano y le introduce un consolador pequeño y se lo deja puesto la pone de rodillas en el suelo y hace que empiece a lamerla la verdad estoy viendo a aquella mujer disfrutar mientras mordisquea el cuerpo de su amiga, mientras el sujeto se masturba mirándolas. No puedo más meto mi mano por dentro de mis vaqueros noto mi entrepierna dura necesito tocarme.
La mujer atada y sumisa decide empezar a comerse el miembro de su compañero, la estoy viendo disfrutar quiero acercarme necesito tocar a esas diosas que tengo delante, pero me estoy conteniendo no quiero interrumpir y que paren estoy disfrutando mucho del espectáculo, de repente pone a la mujer de pie le levanta una pierna y la empieza a penetrar mientras le da golpes en los pechos y le masajea los pezones, la otra fémina decide agacharse y comerle el clítoris a su amiga mientras está siendo follada creo que va a correrse en cualquier momento su cara lo dice está babeando de placer y en efecto se corre mientras la penetran y la lamen entera.
No lo resisto más me acerco a ellos con mi pene fuera de los pantalones cojo a esa joven sumisa le quito el consolador que le han puesto en el culo le escupo se lo mojo bien y la penetro, yo también siento que voy a explotar de un momento a otro, la otra pareja se pone cerca nuestro y comienzan a copular, las dos chicas se buscan con la mirada, sonríen se nota que lo están disfrutando, no resisto más saco el pene de dentro de ella y me corro en sus nalgas, el otro individuo pone a su chica a lamer mi semen mientras está fornicando con ella, seguidamente coloca a las dos chicas de rodillas y les ordena abrir la boca, sacan sus lenguas y se corre encima de sus rostros, ellas deciden besarse y lamerse para chupar cada gota de semen que tienen en la cara.